ENZO
Entro a mis aposentos y me encuentro a mi luna en la cama con una de mis camisas puestas y con su trasero cubierto por una braga color azul, los libros esparcidos por la cama.
* ¿Quiero morder su lindo y redondo trasero?.* Gruñe Maximus.
* Algo mejor montémosla.* Sigo mi caminó a la ducha, acabo de llegar, de hacer un recorrido por la frontera y estoy algo sudoroso, me meto bajo la regadera y siento unas suaves manos recorrer mi espalda desnuda.
— Hola.— su mano se dirige más abajo de mi abdomen en dónde masajea mi miembro, el cual responde a sus caricias.
— Ana Sofía.— gimo su en nombre.
Ella detiene su movimiento y se pone enfrente de mí.
— Odio que me digan Sofía.— me regaña.
— Me encanta tu nombre completo.—
— Quierooo que...— ella hace una pausa y los colores suben a sus mejill
ANAMaldita, seas Enzo, no me permite salir de los aposentos, tengo que ir a la universidad, ayudar a Meri en la espera de su cachorro, pero no estoy aquí encerrada y aburrida.* Si salimos sin que él se dé cuenta y vamos a la universidad.* Asly* Y como esto está más vigilado que la frontera.* suspiro.* Por el pasillo secreto, buscaremos el olor a tierra mojada.* Asly* Mmm no lo sé si se da cuenta de que escapamos se enojará.** Es mejor pedir perdón que pedir permiso.* Gruñe Asly.Me pongo de pie y me dirijo al guarda r
ENZO.Encontrar la paz y la armonía en mi vida personal y como alfa es difícil para mí y más con mi luna.Después de haberla sacado de la universidad delante de mi manada, tres días más tarde los reuní y presente a Ana como mi mate y su luna, la felicidad y las palabras de bienvenida no se hicieron esperar.En la tranquilidad de mi despacho se llevaba a cabo la reunión con mis betas y delta hasta que fue interrumpida.Delante de mí estaba una muy furiosa, luna la cual le he explicado ciento de veces que no puede abandonar el castillo, sin emba
ANALos juegos en la nieve se ha vuelto nuestro diario vivir, es maravilloso ver su sonrisa es algo a lo cual me estoy acostumbrando, ya que constantemente permanece bajo su caparazón de lobo serio e intimidante, pero a mi lado ese caparazón deja de existir.— Ana, te atraparé.— me grita con enojo, pues le he dado unas cinco veces con bolas de nieve.— Claro que no.— grito en respuesta.* No te dejes atrapar.* gruñe mi loba.Ignoró sus palabras, y sigo corriendo mirando atrás de vez en cuando, pero esta vez no lo miro y me preocupa y bajo la velocidad.* ¿Dónde está?.** Eso trato de saber y no encuentro su olor.* habla Asly.* No debimos perderlo de vista.** Eso es culpa tuya, solo quieres molestarlo.* Asly* Me estoy divirtiendo un poco.** pues eso no es diversión, él está muy en
ENZO— son pruebas de embarazo.— dice y se dirige al baño donde se encierra.Estoy sin poder siquiera mover un músculo de mi cuerpo, mis pensamientos están en ese bebé.¡Diosa luna, gracias por el maravilloso regalo! Un bebé de Ana y mío, mi alfa aúlla de alegría, mi oído se agudiza logrando escuchar algún sonido diferente en el cuerpo de mi luna, pero no, no hay nada, solo su corazón.¿Será que es una falsa alarma? Pues él ya se hubiera hecho notar por nosotros.Con un sonido o un nuevo olor en mi luna y nada de esto ha pasado solamente los cambios repentinos de humor y las náuseas matutinas.El sonido del seguro de la puerta me saca de mis pensamientos, ella está de pie junto a la puerta, se cruz
ANADespierto con náuseas, corro al baño y me arrodilló para expulsar todo el contenido de mi estómago.Siento las manos de Enzo que sostiene mi cabello, mis náuseas cesan un poco, él acaricia mi espalda baja, con sus dedos.Sierro la tapa del retrete y recuesto mi cabeza en él, cierro los ojos y respiro profundamente.— Vamos a la cama.— pregunta y niego, pues me siento débil y sin fuerzas.— Ana debes descansar, en la mañana le pediré a la doctora que te revise.—— Puedes llevarme.— él me alza en sus brazos y salimos esquivando algunos muebles y me lleva a la cama, me sienta al borde de ella, él abre la sábana y me ayuda a meterme en la cama.— ¿Quieres comer algo?— pregunta.
ENZO.Ese día mi familia nos felicitó por el cachorro, entre mucho llanto de alegría y abrazos.La noticia no solamente nos alegró a nosotros, pues la manada celebró la concepción del futuro alfa, con una fogata y una caza a la luz de la luna.— Te odio.— Grita mi luna por tercera vez en la semana.* Esto es un dilema.* ríe Mazlo.* dame el valor de no salir huyendo.** Hazlo y no sobreviviremos.* Gruñe Maximus.— Te estoy hablando, nunca me escuchas.— gruñe Asly.— Mi luna, eres hermosa.—— Hermosa, mírame no puedo ponerme mis jeans favoritos.— chilla.¡Diosa luna ayúdame!— Mi amor compraremos otros y esos los utilizar&
AnaHoy cumplo seis meses de embarazo, mi bichito se ha hecho notar, además tengo un dolor de espalda que me está matando, todo lo demás se encuentra bien. Si se preguntan por el sexo del bebé, no pudimos saberlo, ya que bichito tiene las piernas cruzadas y no permite ver.En cuanto a los mensajes anteriores, se armó un gran alboroto. Mis padres y los de mi alfa decidieron que lo mejor era mantenerme alejada de la manada hasta encontrar al culpable. Pero yo no dejaré a mi manada y nada podrá hacerme cambiar de opinión.Mi mayor deseo es que bichito nazca bajo la protección de la manada, ¡de la cual algún día será alfa!— ¿A qué horas estará aquí la doctora? — pregunta Cassi.— ¡A las dos! — respondo, un poco adolorida.Puedo notar a Cassi un poco distante, creo que intenta decirme algo.— ¿Pasa algo? — pregunto con preocupación.— No es nada... — responde ella vacilante.— Dime, puedes confiar en mí. — insisto con determinación.Ella me mira y suelta un gran suspiro.— Es sobre el alfa
ENZOAdmito que me sorprendió mucho lo que Meri acaba de decir, ahora entiendo las ojeras y su cuerpo demasiado delgado.Los minutos pasan, el silencio reina en la sala de espera, mi desesperado alfa gruñe culpando por las decisiones que he tomado para intentar proteger a mis dos amores.Las puertas de la sala se abre y yo como un desquiciado me acerco y Elena no se intimida, ya está acostumbrada a tratar con un alfa real milenario.— ¿Cómo están?.— demando.— Alfa.— hace una reverencia.— la luna Ana ha perdido mucha sangre, la hemorragia fue detenida y su cuerpo ya está sanando.—— gracias, diosa luna.— habla mi madre.El miedo se apodera de mí, mi cachorro de pronto no tuvo la misma suerte, me dejó caer sobre la silla.* No.* gruñe mi parte animal.— El cachorro.— Elena suspira.— Esta