ANA
Los juegos en la nieve se ha vuelto nuestro diario vivir, es maravilloso ver su sonrisa es algo a lo cual me estoy acostumbrando, ya que constantemente permanece bajo su caparazón de lobo serio e intimidante, pero a mi lado ese caparazón deja de existir.
— Ana, te atraparé.— me grita con enojo, pues le he dado unas cinco veces con bolas de nieve.
— Claro que no.— grito en respuesta.
* No te dejes atrapar.* gruñe mi loba.
Ignoró sus palabras, y sigo corriendo mirando atrás de vez en cuando, pero esta vez no lo miro y me preocupa y bajo la velocidad.
* ¿Dónde está?.*
* Eso trato de saber y no encuentro su olor.* habla Asly.
* No debimos perderlo de vista.*
* Eso es culpa tuya, solo quieres molestarlo.* Asly
* Me estoy divirtiendo un poco.*
* pues eso no es diversión, él está muy en
ENZO— son pruebas de embarazo.— dice y se dirige al baño donde se encierra.Estoy sin poder siquiera mover un músculo de mi cuerpo, mis pensamientos están en ese bebé.¡Diosa luna, gracias por el maravilloso regalo! Un bebé de Ana y mío, mi alfa aúlla de alegría, mi oído se agudiza logrando escuchar algún sonido diferente en el cuerpo de mi luna, pero no, no hay nada, solo su corazón.¿Será que es una falsa alarma? Pues él ya se hubiera hecho notar por nosotros.Con un sonido o un nuevo olor en mi luna y nada de esto ha pasado solamente los cambios repentinos de humor y las náuseas matutinas.El sonido del seguro de la puerta me saca de mis pensamientos, ella está de pie junto a la puerta, se cruz
ANADespierto con náuseas, corro al baño y me arrodilló para expulsar todo el contenido de mi estómago.Siento las manos de Enzo que sostiene mi cabello, mis náuseas cesan un poco, él acaricia mi espalda baja, con sus dedos.Sierro la tapa del retrete y recuesto mi cabeza en él, cierro los ojos y respiro profundamente.— Vamos a la cama.— pregunta y niego, pues me siento débil y sin fuerzas.— Ana debes descansar, en la mañana le pediré a la doctora que te revise.—— Puedes llevarme.— él me alza en sus brazos y salimos esquivando algunos muebles y me lleva a la cama, me sienta al borde de ella, él abre la sábana y me ayuda a meterme en la cama.— ¿Quieres comer algo?— pregunta.
ENZO.Ese día mi familia nos felicitó por el cachorro, entre mucho llanto de alegría y abrazos.La noticia no solamente nos alegró a nosotros, pues la manada celebró la concepción del futuro alfa, con una fogata y una caza a la luz de la luna.— Te odio.— Grita mi luna por tercera vez en la semana.* Esto es un dilema.* ríe Mazlo.* dame el valor de no salir huyendo.** Hazlo y no sobreviviremos.* Gruñe Maximus.— Te estoy hablando, nunca me escuchas.— gruñe Asly.— Mi luna, eres hermosa.—— Hermosa, mírame no puedo ponerme mis jeans favoritos.— chilla.¡Diosa luna ayúdame!— Mi amor compraremos otros y esos los utilizar&
AnaHoy cumplo seis meses de embarazo, mi bichito se ha hecho notar, además tengo un dolor de espalda que me está matando, todo lo demás se encuentra bien. Si se preguntan por el sexo del bebé, no pudimos saberlo, ya que bichito tiene las piernas cruzadas y no permite ver.En cuanto a los mensajes anteriores, se armó un gran alboroto. Mis padres y los de mi alfa decidieron que lo mejor era mantenerme alejada de la manada hasta encontrar al culpable. Pero yo no dejaré a mi manada y nada podrá hacerme cambiar de opinión.Mi mayor deseo es que bichito nazca bajo la protección de la manada, ¡de la cual algún día será alfa!— ¿A qué horas estará aquí la doctora? — pregunta Cassi.— ¡A las dos! — respondo, un poco adolorida.Puedo notar a Cassi un poco distante, creo que intenta decirme algo.— ¿Pasa algo? — pregunto con preocupación.— No es nada... — responde ella vacilante.— Dime, puedes confiar en mí. — insisto con determinación.Ella me mira y suelta un gran suspiro.— Es sobre el alfa
ENZOAdmito que me sorprendió mucho lo que Meri acaba de decir, ahora entiendo las ojeras y su cuerpo demasiado delgado.Los minutos pasan, el silencio reina en la sala de espera, mi desesperado alfa gruñe culpando por las decisiones que he tomado para intentar proteger a mis dos amores.Las puertas de la sala se abre y yo como un desquiciado me acerco y Elena no se intimida, ya está acostumbrada a tratar con un alfa real milenario.— ¿Cómo están?.— demando.— Alfa.— hace una reverencia.— la luna Ana ha perdido mucha sangre, la hemorragia fue detenida y su cuerpo ya está sanando.—— gracias, diosa luna.— habla mi madre.El miedo se apodera de mí, mi cachorro de pronto no tuvo la misma suerte, me dejó caer sobre la silla.* No.* gruñe mi parte animal.— El cachorro.— Elena suspira.— Esta
ANA.Han pasado tres días desde que deje el hospital, para mi tranquilidad decidí quedarme en la cabaña de mis padres, aún no creo en las palabras de él.Él me juro que ellos no tienen nada, que eran un malentendido y que son buenos amigos, pero la duda quedó.Estoy acostada en la habitación que asignaron mis padres en su casa, es acogedora y con una cama pequeña, la habitación cuenta con un baño sin tina y un pequeño guarda ropa.¿Qué lo extraño?, seríamos unas mentirosas, si digiera que no, me hace falta su olor y calor.* Debemos ir.* chilla Asly.* No, odio que me mienta.** Escúchalo, por favor.* me ruega.Cierro conexión, no me interesa saber nada más, solo quiero estar sola y disf
ENZO. La decisión que ha tomado mi luna, fue la mejor por bichito y su salud, aunque la soledad en mi habitación consume mi alma que divaga por cada recuerdo de ella. Sería un hipócrita si diría que esto no me afecta, el dolor en cada palabra que ella me ha gritado, llenas de dolor y rabia. * Nos afecta, cuanto quisiera estar a su lado.* aúlla Mazlo. * Esas palabras...* — Enzo, hay un problema en la empresa de la sucursal de París.— me interrumpe el dilema de mis lobos. — ¡Maldición! No puedo irme ahora— gruño. — Es tu deber como alfa, pues es el sustento de nuestra manada.— regaña mi padre. * No iremos.* demanda Maximus. * Claro, y que se muera de hambre la manada.* * Ella nos necesita en este momento.* Maximus. * No es verdad ni siquiera nos habla y mucho menos la hemos visto.* Mazlo. * Ella estará bien si nos vamos unos días.* Al llegar al entrenamiento nos esperan los machos más jóvenes, a los cuales les doy la orden de hacer pareja y luchar cuerpo a cuerpo en su form
ANA. Despierto desorientada, todo me da vueltas, el lugar huele a húmeda, el cual provoca estragos en mi estómago; Cierro los ojos y suspiro lento varias veces para contener las ganas de vomitar, me siento y miro alrededor encontrándome un lugar sucio y oscuro. Afino mi audición, encontrado el ritmo de bichito bien, acaricio mi vientre y percibo sus movimientos. — Papá nos sacará de aquí.— le hablo a bichito. * Asly ayúdame por favor.* * Ana, él se está cerca.* chilla Asly. Él abre la puerta y enciende el interruptor de la luz la cual me siega unos instantes, puedo fijarme en que estoy en una especie de calabozo. Se acerca donde estoy y se pone a mi altura. — Hola preciosa.— me acaricia la mejilla. Asly gruñe en respuesta, yo intento no mirarlo a la cara, sus ojos son tan vacíos que causan miedo. — ¿Qué quieres de mí?— pregunto y me alejo un poco de su toque, el cual quema mi piel. — Te contaré una historia, pero será después, ahora lo único que necesitas saber es que solo t