MauricioMe encuentro en el cuarto piso de este centro médico, esperando los resultados de los exámenes, que me mande a realizar el viernes de la semana pasada.—Buenas tardes doctor Mauricio me imagino que viene por los resultados ¿cierto? —comenta Clarisa una de las enfermeras del área de laboratorio clínico.—Buenas tardes Clarisa sí. ¿Ya están listos? —le pregunto amablemente.—Pero claro mi doc., regáleme un momento mientras se lo busco —me dice y asiento. Solo se tarda unos cuantos minutos y está de vuelta conmigo.—Aquí están —se expresa cariñosamente.—Gracias —le digo mientras ella me regala una sonrisa un poco coqueta, que me hace desviarle la mirada. Tomo los resultados e inmediatamente camino hacia donde está el elevador, al llegar marco con mi dedo índice el número #3 y las puertas de este se abren, para en cuestión de segundos estar de vuelta en el piso donde me siento seguro, lejos de esas miradas que me hacen sentir incómodo. «Definitivamente algunas mujeres no saben
Gabriela Luego de la cita que acabo de tener con el doctor de la barrera me dirijo al consultorio donde muy seguramente me está esperando Mauricio, total esta es la hora de mis terapias y por cinco minutos que tenga de retraso sé que no pasara nada, ya que siempre soy su última paciente. Agarro la chapa e inmediatamente ingreso al consultorio dándome cuenta que no lo veo por ningún lado, no está en su escritorio, tampoco está en el sofá cama. ¿Dónde podrá estar? —me pregunto y giro mi cabeza hacia el pequeño cuarto donde estuve el primer día en que lo conocí. —Estará allí — susurro mientras doy unos cuantos pasos y suavemente abro la puerta de ese cuarto. Encontrándolo acostado en esa camilla., se ve tan atractivo, tan guapo, su cabello, sus ojos, sus labios y todo su cuerpo hacen que se paralice el tiempo y solo piense en lo maravilloso que será estar entre sus brazos.—Hola mi Iron Man —le hablo bajito y voy a sus labios para darle un tierno beso sin importar que la otra vez me reg
MauricioEsta organización de cena familiar preciso en esta temporada del año me hace recordar el día que me gradué como psicólogo y no porque solamente festejaba mi grado sino porque esa fue la última vez que vi al tío Demetrio ya que al día siguiente lo esperaba un avión que lo conduciría a España. 7 años han pasado desde ese entonces y aunque nos hemos comunicado por vía telefónica no es lo mismo que tenerlo en persona.— ¡Bienvenido Mauricio! ya estaba pensando que no ibas a venir como últimamente te la pasas tan ocupado —comenta Camila mientras cierra la puerta para que pasemos al comedor.—No seas tan exagerada —susurro— ¿y el tío Demetrio? —pregunto.—Está en su cuarto alistándose, en unos minutos baja. Ten paciencia hermanito deberías conseguirte una novia para que te quite ese acelere que traes — bromea.— ¡Y tú! tener un hijo para que por fin puedas poner en practica tus concejos —le respondo.—Mauricio hijo, que bueno que estés aquí —nos interrumpe mi madre para luego darme
Gabriela4 días despuésTener un novio como Mauricio es el sueño que toda mujer quiere, bueno, atento, maravilloso, súper guapo e inteligente. Se puede decir que esta sacado de un cuento de hadas. Su voz, su perfume y todo lo que él representa, hace que me enamore cada día más de él —besa tan rico— me hablo a mí misma mientras estoy acostada en mi deliciosa cama junto a una cantidad de ropa que me toca empacar, ya que a partir de mañana nuestra relación pasara a un segundo nivel.— ¡Gaby! ¡Gaby! —escucho que me llama mi tía pero estoy tan pérdida entre las nubes que mi mente hace caso omiso a su voz y cómo ve que no le preste atención, me pellizca para hacerme volver a tierra de un solo jalón.— ¡Hay Rosi! —exclamo sobándome el brazo porque de verdad que si me dolió.—Y la próxima te despierto con un jarrón de agua —me amenaza divertida.—Qué mala eres, pero no importa así te amo —le hago saber con una sonrisa en mi rostro.—Gracias por lo que me toca, en todo caso la culpa es tuya, t
MauricioY allí esta ella, sentada en esa banca esperándome en este parque de las flores como lo acordamos en el día de ayer, se ve tan preciosa con ese vestido color azul y esa larga cabellera que le gusta lucir en hondas hacen el complemento perfecto para resaltar la hermosa figura que tiene, su rostro se ve tan resplandeciente y esos bellísimos ojos café tratan de encontrarse con los míos en algún lugar de este sitio.—Me bajo del auto y camino hacia donde esta ella — ¡hola mi linda!— le susurró al oído mientras esta de espaldas.—Hola mi amor —me dice y gira su cuerpo para quedar frente con frente y brindarme un tierno beso.—Te extrañe tanto en estas horas, que ya no puedo dejar de pensar ni un segundo en ti ¿Qué me estás haciendo mi Gaby? —le pregunto divertido y ríe.—Solo amarte, amarte como te amo, y sé que este fin de semana será inolvidable para nosotros dos —me hace saber y siento que esta aventura que estamos a punto de vivir ya estaba escrita desde hace tiempo.—A si ser
Gabriela Esta habitación tiene su aroma y aunque el todavía no ha entrado por esa puerta no puedo negar que me siento un poco nerviosa. Me miro al espejo he intento calmarme pero noto lo sensual que se ve mi cuerpo con este babydoll de encaje color blanco. «Espero que te guste Mauricio» me hablo a mí misma y respiro profundo, porque siento que mueven la cerradura de la puerta. —Mi linda —logro escuchar su voz y de inmediato un rotundo silencio nos invade por unos instantes mientras él cierra la puerta con seguro para luego acercarse a mí. — ¿Así también te parezco linda? —le pregunto pero tal parece que lo he dejado enmudecido porque no ha hecho otra cosa más que mirarme. —He… que te digo… uff… así te vez más que linda —logra decirme y da dos pasos hacia mí para tocar mi rostro. —Te amo —susurro y con la yema de su dedo pulgar acaricia mi labio inferior para luego besarme. Su beso me parece tan mágico, tan tierno, pero que poco a poco se va volviendo muy pasional y lo puedo senti
MauricioParece que nuestro mundo se hubiera detenido desde el momento que entramos a este cuarto. Estas sabanas, esta cama y estas cuatro paredes han sido testigos de la mejor experiencia de mi vida, que aunque no fue mi primera vez es como si lo hubiera sido, porque ahora entiendo el verdadero significado de lo que tantas veces aconseje, entre lo que es hacer el amor y tener sexo. Ella aún está rodeada de mis brazos y no voy a negar que se ve tan dulce, tan tierna, tan linda que admito que me ha enloquecido por completo.—Mi amor, mi amor — le hablo bajito pero noto que se ha quedado dormida y es entendible debe estar cansada después de todo lo que hemos vivido, así que trato de levantarme lo más cuidadoso posible para no despertarla. Luego que lo logro me dirijo al baño, abro la regadera y me doy un duchazo imaginando lo tan apasionada que es Gabriela.Después que termino salgo del baño y me dirijo hacia donde están las maletas para sacar el bóxer, un suéter azul, y un jean inmedi
GabrielaPerfecto es la única descripción que puedo dar luego de haber vivido el momento más feliz de toda mi vida, Mauricio fue tan tierno, tan amoroso que solo el recordarlo me dan unas enormes ganas de volverlo a repetir. Abro mis ojos con esta hermosa sonrisa que se marca en mi rostro y volteo mi cuerpo hacia el lado derecho para poder abrazarlo, pero en vez de encontrarlo el, mis manos chocan con una de las almohadas que están en esta cama —hay mi amor estarás en el baño — es lo único que se me ocurre decir he inmediatamente intento levantarme para buscarlo, pero el dolor que siento en mi intimidad no me lo permite — ¡ouch! Que es esto— me hablo a mí misma y suavemente quito la sabana que cubre parte de mi cuerpo quedándome completamente en shock al descubrir que están manchada. De repente siento que se mueve la cerradura de la puerta y rápidamente vuelvo a taparme para luego darme cuenta que es Mauricio con un ramo de rosas en sus manos — ¿cómo está la mujer más hermosa de todo