Gabriela¡Suéltame! Dije que quiero que me toques ¡no me toques! —Grito a gran voz mientras me quieren colocar una venda en los ojos haciendo que dominó haga un disparo al aire dejándonos congelados.—Cállate estúpida sino quieres que se me olvide, la cantidad de dinero que me van a entregar por ti y te mate de un solo disparo —Amenaza colocando su arma en mi frente.— Anda ¡mátame! Para acabar de una vez por toda con este sufrimiento ¡Mátame! —Le digo con lágrimas en mis ojos, porque ya estoy cansada de esta situación, el desespero se está apoderando de mí y ya no veo una luz al final del camino.—No me desafíes bomboncito… —Sentencia sin apartar su arma pero Alberto se mete.—Patrón tranquilícese. La muchacha es una altanera pero sus horas están contadas, vamos por el dinero y después le cobra una a una todas las que le ha hecho —Le aconseja llenándome más de rabia, no puedo creer que este hombre nos haya mentido de una forma tan descarada, estuvo en mi casa, salía con mi tía y Mau
MauricioLa situación en este antiguo estacionamiento de los trenes se pone desesperante dado que dominó acordó una hora y todavía no llega, ni siquiera Alberto se ha comunicado con nosotros para informarnos por donde vienen o si hubo cambio de planes en el camino. Lo admito el sentimiento de ansiedad se hace cada vez más fuerte y aunque intento tranquilizarme la angustia de imaginarme la carita de mi Gaby en cautiverio, me parte el alma, como quisiera ser yo, el que esté en su lugar para evitarle todo el sufrimiento que le ha hecho pasar mi tío «Pronto estaré contigo mi amor» «Solo resiste» susurro caminando en este amplio espacio cuando de repente siento el sonido de unas camionetas acercándose a este lugar.Giro mi cuerpo quedando en pie para esperar que dominó se baje ―Mauricio son ellos, recuerda distraerlo lo más que puedas ―Me hace saber el comandante, por el pequeño micrófono espía que traigo puesto en el oído y nada más me quedo quieto centrando la mirada, cuando la puerta de
GabrielaVisualizar a lo lejos en el piso, al único hombre que he amado en toda mi vida, se me hace un nudo en la garganta que no sé cómo desamarrar, solo corro lo más rápido posible para llegar a tocarlo, abrazarlo, sentir que todavía está conmigo y no me ha dejado sola, no quiero ni imaginar lo peor, el impacto que recibió fue demasiado fuerte y lo mas probable es que este herido.Rápidamente caigo al piso arrodillada, para colocar mis manos a cada lado de su rostro intentando que reaccione pero es imposible ―! Mauricio mi amor! Contéstame ―Le pido pero no escucha mis suplicas.―Gabriela ―Me llama Alberto estando tras de mí y volteo mi rostro lleno de lágrimas.―Él está bien ―Me asegura tomándome por el brazo para que me levante mientras el equipo de la policía lo examina subiéndole el suéter que trae puesto y en seguida me percato que tiene un chaleco antibalas.―Mauricio, Mauricio ―Lo llama un hombre pegándole unas leves cachetadas en su mejilla llegándome el alma al cuerpo al ver
MauricioAl llegar a la ciudad lo primero que hicimos fue dirigirnos al departamento de policía con el fin de contar cada detalle de cómo se originó el secuestro y las razones que tenía dominó para raptar a Gabriela, ella por su parte empezó a contar la historia desde el principio sin omitir ningún tipo de detalle. Aunque la sentía incomoda cuando se refería a mi tío de una forma no agradable, pero soy consciente del daño tan grande que les hizo a sus familiares y amigos.Luego de rendir la declaración no quisimos ir al apartamento, sino a la casa de mis padres ya que hay un motivo de alegría pero a la vez de tristeza. Sin embargo un pequeño silencio nos invadió durante todo el camino, pero la sorpresa que nos esperaba no estaba en nuestros planes.― ¿Qué sucede? ―Pregunto rompiendo el silencio que hay en este carro.―Parece que la prensa se a dueño de tu casa ―Me advierte Alberto y no puedo creer como esta gente no respeta el mal momento que estamos atravesando mi familia y yo.Crist
GabrielaLevantarme en esta mañana para ir al entierro del hombre que asesinó a mis padres, me parece tan extraño, no sé cómo aré para comportarme o para decir un lo siento cuando desde el fondo de mi corazón no lo siento. Por un lado estoy contenta porque pese a todas las adversidades estoy con el amor de mi vida, pero por el otro, no sé qué tanto puede afectar la muerte de su tío a nuestra relación. No es que quiera ser pesimista ni nada por el estilo, pero el daño que causo dominó quedara grabado en mi memoria por el resto de mi vida. Mauricio lo sabe y por eso no toco el tema cuando hablamos anoche, aunque sentí que quería decirme otra cosa, pero prefirió callar antes de que la conversación llegara a ese punto.Camino hasta la pequeña maleta que me trajo mi tía con ropa y saco un vestido color negro no tan entallado al cuerpo, pero lo suficiente para moldear mi cintura. Quito mi toalla y rápidamente me lo coloco, para después buscar los tacones del mismo color y sentarme frente al
MauricioMi familia esta desbastada por el fallecimiento del tío Demetrio, principalmente mi padre que no ha estado muy bien de salud y esta noticia le está afectando más de lo normal, mi primo Carlos se enteró de la noticia pero decidió no venir porque no quiere recordar a su padre como un narcotraficante sino como la persona que siempre se mostró. Para colmo de males la prensa no es que este ayudando mucho, durante el sepelio no hicieron otra cosa más que tratar de ingresar para no perderse ningún detalle, afortunadamente la policía intervino y por nada del mundo permitió, que esto se convirtiera una feria de mercado. Es un momento íntimo de la familia y ellos tienen que aprender a respetar, ya Cristian se encargará de avisarles cuando se les dará la exclusiva.Mientras tanto nos dirigimos hacia mi casa para tratar de descansar, pero esto resulta imposible ya que hasta en la sopa están las cámaras persiguiéndonos. Una vez que pasamos por las puertas de la casa nos sentimos aliviados
GabrielaUn segundo tras otro corre cuando me lleva de la mano, hasta detenernos en el sofá de esta sala, sé que las palabras que dijo el médico lo dejaron pensativo y no solo a él, porque soy tan descuidada que en tres ocasiones se me olvido tomarme los anticonceptivos, pero pensé que no pasaría nada. Ahora el me propuso que tuviéramos un hijo y si en caso tal estuviera embarazada, que no creo porque hasta hace poco tuve el periodo escaso, pero lo tuve, y por lo general los embarazos suceden cuando la visita no llega, entonces ese no sería mi caso.De igual forma si llegara a suceder, el próximo mes nos vamos a casar y nuestros hijos nacerían en un matrimonio establecido como lo manda la ley de Dios ― ¿En qué piensa mi superhéroe? ―Me atrevo a preguntar y la sonrisa que se le refleja en su rostro es para morirse de amor.―En ti, en nuestro futuro, en nuestros hijos ―Comenta sin dejar de tocarme las manos con tanta suavidad.― ¿De verdad te gustaría tener un hijo conmigo? ―Indago sin
MauricioSi pensábamos que un rayo de luz iba alumbrar nuestra tarde nos equivocamos, tal parece que la vida se sigue ensañando en contra de Gabriela y esta vez es su tía la que está metida en graves problemas, desde que estuvimos en el pueblo de san francisco, sabía que esto no terminaría nada bien. Pero lo que aún no nos explicamos es si Alonso rincón está implicado en el envió de fotos o si hay otra persona detrás de todo esto.Estaciono el auto sin perder tanto tiempo, para luego bajarme y entrar de la mano con Gaby al departamento de la policía. Los medios de comunicación continúan persiguiéndonos y desde la distancia vemos como nos fotografían, sin embargo no prestamos mucha atención he inmediatamente nos dirigimos a donde está el comandante Raúl Orozco.―Comandante créame que se está cometiendo una injusticia con la tía de mi prometida, ella es inocente de todos los cargos que la están culpando, no me parece justo tenerla encerrada en una celda como si, ella hubiese cometido lo