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¿¡Ella es tu prometida!?

Capítulo 2

— ¿Qué hacen ustedes aquí?, necesito que me explique lo que está pasando y necesito que me lo expliquen, ahora —dijo Anna con molestia y una mirada llena de odio y decepción.

— Prima, todo tiene una explicación, ¿espero que comprendas la situación? —dice Sara con una expresión de inocencia.

— No me llames prima, —grito Anna y continuo de forma alterada — ¿A qué te refieres con eso?, explícate mejor Sara y no me hagas pensar las cosas que no son —dijo viéndola fijamente a los ojos— necesito una explicación y la necesito ya. ¿Qué hacen ustedes juntos y en este lugar?, ¿qué está pasando Tyler?, por qué no llegaste a nuestro encuentro —pregunta mirando a la pareja que está enfrente de ella.

— ¿Qué haces tú en este lugar, y a esta hora? —dijo el hombre evadiendo la pregunta que Anna le había hecho y disimulando lo que Sara había dicho.

Con esa pregunta, Anna recordó lo que había vivido momento antes, por lo que estaba llena de dudas e incertidumbres, «¿será que ellos planificaron todo aquello?, pero, cuál sería su objetivo?», pensó, mientras espera una explicación por parte de los amantes.

— Verás prima —dijo cuando es interrumpida con un grito que la dejó inmóvil.

— Ya te dije que no me llames prima, y deja de fingir delante de Tyler, sabes muy bien que tú y yo no nos llevamos bien, no es necesario que me trates con tanta hipocresía —expresó viéndola con odio y un enorme deseo de cachetearla, pero eso es algo que no vale la pena.

— Cálmate, Anna, estamos en un lugar público y eso no es bueno para mi reputación —expresó Tyler viendo hacia todos lados no le vayan a tomar fotos o salir en los periódicos.

Tyler Maya es el hijo de un prestigioso empresario, por lo que trata de hacer las cosas bajo perfil. Cualquier escándalo puede terminar en los medios impresos perjudicando el crecimiento de la empresa.

— Aquí la figura pública eres tú, no yo.  Si lo que quieres es evitar un escándalo no debiste traer a tu amante, al mismo hotel donde me citaste —dijo mientras lo señala con el dedo justo en el pecho, y lo ve fijamente a los ojos. La mirada no demuestra ningún tipo de emoción, es como si estuviera hueca y completamente vacía.

— ¿Yo te cité a este hotel? —dijo y la cara de asombro fue grande, pero es interrumpido por Sara quien se mete en medio de ellos para poder hablar.

— Todo esto es un gran enredo, pero es mejor que haya pasado así —dijo Sara y baja la mirada— los últimos meses los pasé al lado de Tyler en el extranjero y… —dijo respirando profundo quería fingir que las palabras que iba a decir, le dolía.

— Termina de hablar de una vez —dijo Anna y sonrió con sarcasmo— ¿qué me vas a decir?, que ustedes se aman y ya Tyler no se va a casar conmigo —expresó tratando de averiguar lo que aquella mujer iba a decir— no te preocupes, hoy mismo comienzo a deshacer los preparativos del matrimonio, yo no voy a estar al lado de un infiel como este —expresó viéndolo con desprecio.

— Me alegro escuchar eso, pues Tyler y yo nos vamos a casar, ya que estoy embarazada —dijo con una expresión burlona en sus rostros y tratando de contener la sonrisa tras soltar aquellas palabras tan crueles.

—  Em…, ¿¡embarazada!? —dijo y se volteó con rapidez para ver la cara de Sara, tenía la esperanza que eso que acababa de decir fuese una vulgar mentira. Por la rapidez con que volteo, la tropezó y esta se lanzó al suelo.

— ¡Me empujaste! No te importo que esté embarazada —dijo fingiendo dolor— o, ¿quieres que pierda a mi hijo? —dijo y la miró fijamente a los ojos— ¿eso es lo que deseas?, que pierda a mi hijo.

— ¿¡Viste lo que hiciste!?, empujaste a Sara sin importarte que está embarazada —dijo Tyler aproximándose a ayudar a su pareja actual.

— Tampoco la tropecé tan fuerte como para qué sé caiga, eso son exageraciones de ella, que ya no sabe como hacerse la víctima —dijo mientras veía con repudio, aquel espectáculo tan denigrante.

— Prima, sé que lo que te hice te duele, pero no arremetas tu odio en contra de mi hijo, él es inocente de todo lo que está pasando —dijo mientras termina de pararse con la ayuda de Tyler.

— ¿Te das cuenta lo que hiciste?, con ese empujó pudiste malograr al bebé que Sara lleva en su vientre, eres una mala mujer, inconsciente e inmadura, todo porque te voy a dejar sola, entiéndelo, y no quiero nada contigo —dijo mientras la sostenía con fuerza de los hombros y la balanceaba de un lado a otro.

Con el movimiento, dejó al descubierto el cuello y se notaba una gran marca morada, a leguas se veía que era un chupón. Cuando Tyler se percató, se enfureció aún más, no podía creer que la mujer con la que estuvo durante dos años tuviera una marca así, una marca que demostraba que tuvo una noche de pasión con un hombre que no era él.

— Con quien te revolcaste que te dejó esa marca en el cuello, dime. En dos años de novios nunca estuviste conmigo y te vienes a revolcar con otro —dijo Tyler ciego de ira.

— Eso no te importa, te vas a casar con Sara, ella va a ser la madre de tu hijo —dijo y trató de soltarse, pero es casi imposible, puesto que la sujeta con mucha fuerza.

— De eso no te enteraste hasta en este momento, es decir que me estabas viendo la cara desde antes, que clase de mujer eres —preguntó con decepción y levanta la mano para pegarle. Sin embargo, no hace debido a un hombre que se inmiscuye en aquel problema.

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El hombre con el que Anna había pasado la noche todavía estaba en la habitación. Al revisar las sábanas noto que estaba llena de sangre, eso le pareció algo insólito, pues el pago por una mujer, que le diera una experiencia diferente, no por una señorita. El sabe que ese tipo de servicio cuenta más de lo que él había pagado.

«¿Estaría fingiendo y esto es parte de su espectáculo?, o ¿¡realmente era su primera vez y se confundió de habitación como lo repitió tantas veces!?. Eso es algo que ni ella misma se cree, ¿quién se puede equivocar de esa forma?», pensó. En ese momento recibió una llamada.

— Señor, baje, la chica con la que usted pasó la noche, se encuentra discutiendo con unas personas en la entrada del hotel. Al parecer, es su prometido con otra mujer y la están atacando entre ambos—dice la voz al otro lado de la línea.

— Entiendo, bajo enseguida. ¿Quiero saber quien es en realidad esa mujer con quien pase la noche? —dijo el hombre, colgó el teléfono y sé  terminó de arreglar.

Una vez que está listo, baja a ver qué era lo que estaba sucediendo, lepidio a su chofer que nadie se metiera en ese problema,  de esa forma puede pasar desapercibido. A él, no le gustaba verse envuelto en chismes o en las redes sociales, puesto que es un hombre de prestigio.

Al llegar a la entrada, se mantuvo a una distancia prudencial, quería saber de primera fuente, ¿quiénes eran esas personas?, y, ¿qué relación tenían con la chica? Se mantuvo solamente observando, hasta que vio a aquel hombre sujetar con fuerza a Anna por los brazos y la bamboleaba de un lado a otro. 

En ese instante no dudo en intervenir, después de todo es un hombre agrediendo a una mujer, para él ese hecho es un acto de lo más vil.

— Me hace el favor y suelta a la señorita, si quiere pelear con alguien aquí estoy yo y mire que somos del mismo tamaño —dijo mientras sujeta con fuerza la mano de aquel hombre, todo para que suelte a Anna.

— ¿Quién eres tú, para meterte en este problema? —dijo viéndolo a los ojos de forma retórica.

— Soy el prometido de la señorita, y no quiero que usted ni nadie la lastime. Así que la suelta en este momento, o no respondo de mis actos —dijo y se aproximó al hombre.

A Sara casi se le salen los ojos de la cara cuando escucha esas palabras. No salía de su asombro al ver aquel imponente hombre, de ojos grises plomo y un cuerpo como actor de televisión, estuviera defendiendo y menos, que sé allá auto nombrando “su prometido”.

— No sea payaso, ¿¡Ella es tu prometida!? Hasta el día de hoy estaba comprometida conmigo y se encontraba arreglando todo para nuestro matrimonio —dijo riéndose sarcásticamente en su cara.

— Nunca la tocaste, ¿o si? —dijo con una expresión fría y sin emociones. El pudo constatar que esa noche fue su primera vez y después de oír lo que hablaron, no le quedó la menor duda.

Tyler volteó a ver a Anna, con sorpresa, pues el hombre tenía los detalles de su vida privada.  Mientras ella lo miraba por encima del hombro, ya que  podía sentir el apoyo de aquel hombre aunque no lo conoce, le ha sido de ayuda. 

— ¿¡Entonces!?, si son novios —pregunto Tyler mirándolos con desprecio.

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