Capítulo 3

Después de la pregunta realizada al apuesto hombre, todos quedaron sin decir nada. En ese momento, ninguno de los presentes sabía como reaccionar,  hasta que Anna rompió el silencio para confirmar lo que se había dicho.

— Nunca lo hicimos y, ¿¡sabes por qué!?, —dijo con una sonrisa en los labios—. Porque yo no podía estar con un hombre tan mediocre como tú. Solo quise jugar contigo estos dos años, mientras llegaba un hombre de verdad, con quien compartir mi cuerpo disfrutando una noche de pasión —dijo de forma arrogante y abrazó al hombre con el que había pasado la noche

— Anna, eres una… —gritó cuando fue interrumpido por el hombre.

— No digas nada, a ella la respeta, está conmigo y no voy a permitir que un patán como tú la ofenda. No supiste aprovechar tu oportunidad, por el contrario, la engañaste con esa mujer y hasta van a tener un hijo, ¿qué creías?, ¿qué no se daría cuenta en lo que andabas? —dijo haciéndole frente, solo esperaba que este hombre reaccionara para poder golpearlo, sin embargo, no lo hizo.

— Amor, déjala, después de todo tú estás conmigo. Además, estamos esperando un bebé —dijo Sara sin dejar de sembrar la cizaña— déjala que sea feliz, es notorio que se va con el primero que se le cruza en el camino. Las cosas se dieron mejor de lo que   pensamos, ella resultó ser la traidora, así que  no tienes nada que lamentar, te quedaste con una mujer que te ama de verdad.

A pesar de consolar a Tyler, Sara, todavía no puede creer que ese hombre tan atractivo fue con el que Anna pasó la noche. Ella claramente dijo que fuera un viejo, feo y de mal aspecto, no un hombre tan simpático como el que tiene al lado.

— Anna, te vas a arrepentir de esto que estás haciendo —dijo Tyler con un profundo dolor, mientras Sara lo agarra del brazo.

— Amor, ya me aburrí de estar con estas personas —dijo Anna mirándolos de reojo— mejor nos vamos, estoy cansada, puesto que, no me dejaste dormir en toda la noche, aunque si quieres, podemos continuar, ¿cómo tú quieras? —expresó con una voz seductora y comenzaron a caminar alejándose de la pareja.

Tyler no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, Anna, lo dejó allí parado y se fue con otro hombre. Su mente divagaba mientras la pareja se retiraba, en eso es interrumpido por Sara, quien se dio cuenta de que Tyler, todavía siente amor por su prima.

—Vámonos amor, está claro que ya Anna tiene novio y tú estarás conmigo por nuestro bebé —dijo mientras pasaba la mano por el vientre.

— Te vas sola, Sara, yo tengo muchas cosas en las que pensar y no quiero perder mi tiempo contigo —dijo mientras arroja la mano de la chica de forma agresiva. Se encontraba enojado, puesto que nunca pensó que su prometida actuara así, ella siempre fue una mujer tierna.

Tyler se va por su lado, dejando a Sara sola en frente del hotel. «Mal…ta Anna, ¿cómo puede tener tanta suerte?, cuando logró que Tyler se fije en mí, ya tenía otro hombre y de paso super guapo. Pero me la vas a pagar, ya verás, voy a hacer que te arrepientas de lo que me estás haciendo pasar»

Anna se encuentra devastada con todas las cosas que le han pasado, primero pierde su pureza con un hombre desconocido y ahora encuentra a su prometido con su prima. Para ella las cosas van de mal en peor. El hombre la dirige hacia su carro,  ella va de forma inerte, por el hecho de ir inmersa en sus pensamientos. 

De repente escucha la voz ronca y seductora del hombre que la acompaña, haciendo que reaccione.

— Llegamos a mi carro, deseas que te lleve para algún lado, después de lo que paso, puedes contar conmigo para lo que sea —dijo el hombre mientras le abre la puerta.

— Ah…, sí, sí, como digas —expresó la chica quien  se encuentra como un zombi y no está pensando de forma coherente, por lo que se monta en el auto de manera intuitiva. Se sentó y no hizo nada, hasta que las lágrimas comenzaron a salir.

— Necesitas que te lleve para algún lado —repitió el hombre viéndola fijamente. Sin embargo, la chica a su lado no emite ningún tipo de sonido, está en shock completamente.

El chofer comienza a manejar, como no sabe a dónde dirigirse, da vuelta por la ciudad. Es la primera vez que su jefe monta a una mujer en su carro, por lo que se encuentra un poco intrigado y se mantiene atento a la conversación de la pareja.

Anna llora de una forma descontrolada, no lograba pronunciar palabra alguna, solo gemía dejando salir todo el dolor que estaba sintiendo. Después de un rato se tranquilizó y volvió a una aparente normalidad. Estaba calmada. Al voltear ve al hombre sentado a su lado, y no le agrado para nada

— ¿Qué haces aquí?, no te quiero a mi lado, tú eres el responsable de todos mis problemas —dijo Anna de forma automática, no quería estar con nadie y mucho menos a él, así que lo golpea para que se vaya de su lado— vete,vete —es lo único que le dice.

— Cálmate, Anna, estamos en mi carro, en dado caso, tú eres la que te tienes que bajar —dijo mientras le sostiene las manos para que no le siga pegando.

El chofer, quien está viendo todo por el espejo, se queda sorprendido, pues, nadie le ha hablado así a su jefe y vivido para contarlo. Sin embargo, él no mostró ningún tipo de molestia con la chica, por el contrario, trató de calmarla con ternura, «debe ser muy especial esa mujer» pensó,  mientras conducía.

— Vete, no te quiero a mi lado, solo vete y desaparece de mi vista —dijo Anna casi sin aliento, con todo lo vivido le cuesta respirar.

—Este es mi carro, ¿¡no te has dado cuenta!? —dijo con una sonrisa burlona.

— Ah, sí —dijo detallando el lugar donde se encuentra— entonces déjame aquí, ya no quiero estar a tu lado.

— Está segura, te veo un poco desconcentrada, me preocupa que te pase algo por allí y esté sola —dijo y la tomó de la mano.

— Eso es lo que necesito en este momento, necesito estar sola —dijo y alzó la mano para que aquel hombre la soltara— necesito pensar las cosas y poner mi vida en orden, no puedo creer como se me destruyeron mis ilusiones.

— Detente —ordenó el hombre. En seguida el chofer busco para estacionarse.

El carro se detuvo y la mujer bajó sin ningún tipo de impedimento. Después de cerrar la puerta, el carro se pone en marcha.

Anna repasaba en su mente una y otra vez lo que le había ocurrido. Las lágrimas recorren sus mejillas sin poder evitarlo. Se encuentra confundida, «si tenía todo planificado, ¿¡que falló!?, ¿por qué mi vida se derrumbó de esta manera?, no es justo» pensó, mientras daba vueltas por toda la ciudad. No quería llegar a su casa.

Aunque ella cree en el destino, considera que lo que le ocurrió es algo planificado para hacerle daño. No cree que las cosas se hayan dado por casualidad y necesita llegar al fondo de todo. Solo de esa forma, podrá organizarse y ser feliz nuevamente.

Sin darse cuenta, la chica estaba en frente de una carretera, donde pasan los vehículos a alta velocidad, «sería tan fácil terminar con este dolor que estoy viviendo, solo debo de dar un paso y mi vida se acaba por completo», pensó, mientras ve pasar los autos a gran velocidad.

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El hombre todavía no comprendía cómo terminó metido en un enredo tan grande, Sin embargo, quiere llegar al fondo de eso, por lo que le ordenó al chofer, quien es su mano derecha en todo, vigilar de cerca a la chica y mantenerla a salvo. Las personas con las que estaba discutiendo no son para nada buenas y le pueden hacer daño.

— Quiero tener toda la información de esa chica, no la pierda de vista ni por un segundo —dijo a medida que se retiraron del lugar—, le consiguen el punto débil para que haga lo que le pido, ella debe estar conmigo sí porque sí.

— Señor, nosotros no tenemos ningún tipo de información de ella, ¿cómo la vamos a conseguir? —expresó el chofer un poco angustiado por la orden.

— No me importa cómo lo hagan, solo háganlo y ya. Esa chica tiene las características ideales para mis planes y por eso la debo de conseguir.—dijo y sonrió, él es el tipo de persona que obtiene lo que desea y en estos momentos, desea a esa chica.

El hombre cuenta con muy poco tiempo para conseguir una mujer, por lo que no va a dejar que la chica se escape. <<No voy a arriesgarme a quedarme con cualquiera, yo solo quiero a esa mujer, es perfecta así que cueste lo que cueste, la voy a tener a mi lado>>, pensó mientras se dirigía a su casa.