Capitulo 2

Mackeyla Stelite

Una hora y media.

Sara no ha logrado contactarse con el conductor y ahora nos encontramos, como unas taradas en alguna parte extraña de las Vegas. Tomo un poco de la coca-cola mientras Sara sigue gritándole al celular.

Me recuerda a Giana.

Saco mi celular.

05:30

Suspiro agotada y recojo mi cabello en una coleta.

—Esta mejor—Giro para ver a Gretta quien tiene la vista clavada en mi cuello—No se nota.

—Lo se. Me gusta que no se note—Me da una mirada significativa y niego con la cabeza—No quiero hablar sobre eso, Gretta.

—Lo se—Toma de su chocolate—Solo no quiero que lo pases sola y que hagas algo estupido.

—No puedes pasarte la vida preocupada por mi.

—Asegurarme de tu seguridad es mi trabajo—Sonríe un poco y niego.

—Ya no.

—Mackeyla....

—¡Hijos de puta!—La rubia se deja caer bruscamente sobre la silla de metal y toma de mi coca-cola sin preguntar.

—Claro Sara, puedes tomar de mi bebida no hay problema —Me ignora y niego—¿Que pasó?

—Se fuero sin nosotras.

—No me digas...

—Mackeyla...—Gretta me regaña y bufo—¿No pueden venir por nosotras?

—El idiota de la empresa dijo que no. Que ya su conductor hizo su trabajo y que no era su problema que no hayamos llegado—Hunde su cara entre sus manos gruñendo—Lo siento perra mayor.

—No te alteres, lo vamos a demandar —Digo intentando que deje de sentirse en miseria.

—Si. Además, esto está siendo épica ¿No creen? No sabemos como llegar al hotel y estamos en la calle—Rie la pelinegra ligeramnete—¡Una aventura en las vegas!

—Gretta...—Sara le hace puchero y Gretta le rodea los hombros sonriente.

—Estaremos bien rubia, encontraremos la manera de llegar al hotel —Las tres nos sonreímos pero alguien se aclara la garganta tras nosotras y nos giramos para encontrarnos con un castaño.

—¿Si?—Digo confusa el abre y cierra la boca pero de la nada, un cuerpo lo empuja al suelo.

—Sueltame ¡Animal!—Chilla el chico que se aclaro la garganta.

—¿Seras hijo de puta?—Le pregunta el que lo empujó colocandose sobre él —¡Te dije que no hicieras nada!—Le dice ese hombre. Escucho el flash de un teléfono y al alzar la vista me encuentro con un pelinegro.

Santa virgen.

—¡Los dos paren ya!—Chista un moreno que me parece conocido mientras guarda el celular—¡Dios! Eliud deja ya a Javier.

—¡Ayuda!—Grita el que creo es Javier mientras Eliud le toma con fuerza del cuello moviendolo brusco—¡Me quiere matar! ¡Ayudaaaa!

—Me dan pena ajena—Un chico se cubre el rostro un poco viéndolos, peo al percatarse de nuestra presencia nos mira —Oh Hola ¿Son las del aeropuerto verdad?

Parpadeo confundida viendo todo como si fuera alguna de mis fantasías, no sé si reírme, asustarme o sentirme mal la verdad.

—Si y.... Contexto plis ¿Por que se están peleando frente a nuestra mesa?—Sara pregunta en un tono fuerte logrando que los hombres frente a nosotras dejen de pelear—¿ renacuajo?—Pregunta hacia el tipo que sostenía del cuello al otro que ya tiene la cara roja.

—¿Amapola?—Dice él confundido parpadea antes de ponerse de pie como si nada soltando al chico que cae casi inconsciente al suelo y él  sonriendo con inocencia—¡Hola! ¿Que hacen aquí?

Los miro raro a todos. Esto es extraño no me gusta para nada ¿Cuanta es la probabilidad que nos volvamos a reencontrar? Es muy nula y ¿por que siento que esto es como planeado?

No me gusta esto para nada.

—¡El vagabundo y el Sugar!—Gretta se pone de pie sonriéndoles—¡Son ustedes!

—¿Acaba de llamar a Eliud vagabundo?—Un rubio de ojos azules dice saliendo de la nada—Me cae bien.

—Alex, no empieces con tus estupideces —Le dice el Pelinegro mal y el rubio lo mira con odio.

—Si Nicolás—Contesta de mala gana. Miro a las chicas las cuales los ven con ojos entrecerrados.

—Eh... bueno, nosotras nos vamos —Digo de forma rápida dándome la vuelta. Esto no me gusta para nada y algo me dice que me aleje, no quiero problemas y mucho menos en la despedida de soltera de Gretta.

Tomó la maleta antes de echarme un mechón hacia atrás y voltearme encontrándome a Sara riendo con el castaño, el cual le sonríe de lado.

Gretta habla animadamente con el rubio, mientras la miro ceñudo ¿Que está pasando?

—¡Queen!—Sara me mira con una sonrisa que dice muchas cosas y frunzo mi ceño cruzándome de brazos —¿Sabes que...

—No

—Pero...

—No—Repito firme me hace un puchero que ignoro. No puedo creerlo.

—Se ofrecieron Mack—Me mira con una sonrisa —Se ven buenas personas....

—Eso mismo pensaste del chico de la fiesta de carnaval ¡Y casi te mandan a China! —Gretta hace una mueca removiéndose incómoda por lo que dije—No confío ni en mi propia familia....

Sara se da la vuelta tomando sus cosas ignorándome, suspiro frustrada y Gretta se me acerca.

—Nada nos va a pasar, te vamos a cuidar siempre—Dice como si eso fuera lo que me importara.

—Gretta, no empieces con eso ¿Vale? No quiero y no me dan buena espina —Sara habla con él castaño el cual toma su maleta—¿Como nos vamos a encontrar de nuevo? ¿Eso es posible? La probabilidad es muy baja, además de que...

—Suficiente—Me detiene parándose frente a mi con su semblante serio—No sucederá nada, deja de Sobre pensar todo —Frunzo mi ceño a un más molesta.

Yo no Sobre pienso nada, bueno tal vez algunas veces, imagino cosas que pueden suceder, me salto muchas cosas que probablemente no sucedan pero es normal.

Todos lo hacemos ¿No?

Gretta niega tomando su maleta—Estoy cansada, me duelen mis pies y solo quiero llegar al hotel.

—Gretta....

—Solo quiero dormir.

—No me dan buena espina—Intento que me preste atención pues parece que han perdido sus neuronas—¡Joder! Puede suceder algo.

—No son enemigos —Me dice amarrándose el cabello en una coleta alta.

—¿Como lo sabes?—Suelto de mala gana la maleta.

—¿Ella está aquí?—Golpe bajo. Siento como mi pecho se vuelve pequeño—No ¿Cierto? Bueno todo está bien.

—Gretta yo....

—Deja de pensar cosas. Que no este aquí nos dice que todo está bien, no tiene un mal presentimiento es lo que importa.

La veo darse la vuelta y acercarse a los hombres los cuales sonríen amables hacia ella. Empiezo a sentirme mal, y recuerdo cada una de las cosas que ese hombre, junto a los demás dijeron de mi en mi niñez.

Tal vez... tan solo tenga razón pero.

Yo también sé cuidar de mi misma.

—Mackeyla —Sara me sonríe con dulzura —¿¡Vienes o te dejamos!?—Le veo junto a la puerta. Suspiro antes de ver mi maleta —¡Esa es la actitud! —Grita cuando me acerco a pasos lentos.

Los hombres entran y el pelinegro meda una mirada de reojo. Ignoro todo eso mientras Gretta sonríe entusiasmada al igual que Sara la cual deja de sonreír al ver mi semblante.

No se cuando en qué momento empiezo a caminar hacia ellas, mucho menos cuando tomo el brazo de Gretta con fuerza haciéndola gira hacia mi dirección.

La sonrisa junto la emoción en sus ojos se desvanece cambiando por miedo.

—I....

—Не разговаривай с ним так больше —Mi voz sale con acento ruso y ambas tragan saliva.

(No vuelvas a hablarle así)

—Lo..lo siento —Le suelto de golpe antes de girarme.

Me detengo antes de entrara parpadeando varias veces, el mundo parece volver y mi cabeza palpita con punzadas fuertes.

De reojo veo a Sara y Gretta verme con algo de pena, niego y empiezo a caminar hacia la puerta de la limusina donde todos parecen contentos.

Al ambiente cambia para mi, Gretta vuelve a reír por cosas que ellos dicen al igual que Sara mientras yo me entretengo viendo el paisaje por la ventana sumida en mis pensamientos.

Esto es agotador.

°°°°°°°°°°

—¡Ustedes son un amor!—Sara ríe antes de ir y abrasarte del castaño quien ríe —Muchas gracias por traernos.

—No hay de que, amapola.

Ruedo mis ojos, ellos empiezan hablar y Gretta se toma una foto con el moreno. Veo a Sara darle un autógrafo al pequeño Gabriel, me pregunto porque ese Niño está con ellos .

—Pudimos secuestrarlas—Chillo dando un bote al escuchar esa voz detrás de mi. Giro sobre mis talones quedando sin aliento—No son muy cuidadosas—El hombre pelinegro se cruza de brazos viéndome con ese ceño fruncido .

Lo miro mal cruzándome de brazos de igual manera.

—No te creas tanto, no les tengo confianza a ninguno de ustedes—Doy tres pasos frente a él alzando mi cabeza —No se quienes son. Ni qué quieren de nosotras pero que quede algo claro. No van a lograr nada.

Una sonrisa divertida intenta aparecer en sus labios rosas y carnosos, muerde su labio inferior girando su cabeza un poco viéndome con un brillo perverso.

—¿Pequeña fiera?—Se burla de mi tocándome el cabello divertido—Mira como tiemblo nena.

—¡Serás hijo de....—Pone uno de sus dedos sobre mis labios negando con la cabeza. Se inclina hacia mi altura mientras alzo mi cabeza con el ceño fruncido.

—¿Malas palabras?—Manoteo su dedo molesta —Las niñas no pueden decir grosería.

—¡Tengo veintitrés!

—Si...—Chasquea la lengua para luego sonreir—¿Me prestas tu identificación por favor?

Abro mi boca indignada. Será hijo de puta. Lo miro de arriba abajo, no debe de medir más de el metro noventa y algo.

—¡Tengo el tamaño promedio idiota! —Digo molesta. Suelta una ligera risa lamiendo sus labios.

—¿Desde cuando el metro cuarenta es el tamaño promedio?—Me está jodiendo y lo está haciendo bien el gran imbecil que tengo enfrente.

—Mido uno setenta.

—Muy alta—Dice con ironía.

—¡Vete a la m****a!—Lo empujó tomando mis cosas pasándole por al lado mientras se rie.

—¡Que no se te vuelva abrir la maleta!—Grita detrás de mi—¡No queremos que vean tus bragas!

—¡Hijo de puta!—Gritó mirándolo mal. Se ríe de mi.

—No te alteres, no quiero encargarme de un berrinche.

—¡Que tengo veintitrés cabron!—Vuelve a reír y gruño molesta—¡Vámonos ya!—Chisto hacia las chicas las cuales me miran divertida —¡Malditasea el día en que me pario la bruja de mi madre!

Escucho la carcajada del gigante detrás de mi antes de entrar al edificio de color blanco. Gruño molesta hacia cualquier cosa que me aparezca.

Escucho detrás de mi como Gretta y Sara se me acercan y luego empiezan a fastidiarme con lo del tipo pelinegro.

Entramos al ascensor y puedo estar en paz. Al menos no lo volveré a ver en lo que resta de la semana.

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