Catalina Abrego Después que Lauren, me dejara sola en mi habitación. Según ella para que descansara un poco. Me quede jugando con mi teléfono sobre la cama. Buscaba, una forma de distraer mi mente de mis pensamientos. ¿Por qué sentía que los señores Sanders, tenían algo importante que comunicarme?, estoy segura que su insistencia, con verme no era por gusto. ¿Qué ocultaban con su interés por mí?, en el restaurante. Cuando coincidimos en ese confuso momento. Creí que su fijación estaba en Lauren. Pero me equivoque, ellos todo ese tiempo estaban muy interesados en mí, solo que no entiendo ¿Por qué? Dejo mi teléfono a un lado, definitivamente no me sirve para nada. No consigo distraerme lo suficiente con esa cosa. Paso mi mano sobre mi estómago acariciando mi pequeño retoño. -¡Ay, cariño no tengo idea que está pasando!, cada día. Que pasa me siento más confundida amor. Nadie me quiere dar respuestas. Suelto un suspiro preocupado… esta situación, me está estresando y permanecer ta
Catalina Abrego -¿Cómo que te vas a México nana Estelita?, ¿Por qué, nadie me informo que Tita, está por casarse este fin de semana? Que pasa ya, no me consideran de la familia o que. -Mi niña, no se trata de eso de verdad. Solo, que pensamos que con tú estado de salud últimamente, no estarías dispuesta hacer un viaje por el momento. -¡Pero como no voy a ir nana, se trata de Tita! Ella, es familia para nosotros. De ninguna manera, me perderé su matrimonio. ¿Quiero estar con ella en su gran día?, así que niñas alisten sus maletas, nos vamos a México el fin de semana. Tanto Lauren como Georgina unen sus palmas celebrando, que en unos días viajaremos a un lindo país, que me encanta desde pequeña. Porque mi nana nació en ese hermoso lugar. Razón, por la cual cuando era una niña, pasaba algunos veranos en Monterrey, por muchos días en la hacienda de su familia. -Mami, yo iré con ustedes también verdad –Me pregunta mi pequeño Denn, jalando del dobladillo de mi blusa con sus manitas re
Catalina Abrego -México… estamos por viajar. Ni me lo creo gracias a nuestra querida Caty, no me imagino como convenciste a mi primo, pero eres mi heroína en este momento. ¡Porque Demian es difícil de convencer, cuando se le meten ideas raras! Escucho cuan emocionados están todos, arrastrando sus maletas en dirección a nuestro avión, que nos llevara a Monterrey en cuestión de unas horas. Si, contara que hice para lograr convencer a mi maridito ¡Moriría de vergüenza!, es un secreto que me llevare a la tumba. Todavía no se ¿Cómo me arme de valor para semejante atrevimiento? -Ni, mencionen nada chicas. No quiero que mi nana se ponga a interrogarme –digo, con un poco de calor en mi rostro. -¡Oh, por Dios… no, me digas que hiciste lo que sospecho para convencer a tú marido. Catalina Sofía Abrego de Stuart, eres una picarona –Sonríe de oreja a oreja Georgina. -¡Cállate Geo! -Mira que las más seriecitas, son las que ocultan un lado oscuro –Me, comienza a decir Lauren. ¡No, puede ser
Demian Stuart Con mi mujer fuera del país por unos días, tenía oportunidad perfecta para resolver algunos pendientes en la empresa. Así como concentrar mi atencion en elegir los últimos detalles para nuestro futuro hogar. Desde que Lauren me llamo la atencion, sobre cosas que estaban pasando bajo mi propia nariz con mi esposa decidí dejar de posponerlo por más tiempo. Entre mi prima y Alejandro, estos días se habían esforzado por buscar una casa que cumpliera con mis expectativas. ¡Nuestro hogar sería lo más confortable para mi pequeña familia!, ya no habría más discusiones con doña Marta. ¡Por eso estaba aquí! No, permitiría que mi esposa siguiera más tiempo. Bajo el techo de mi madre, que insistía en torturarla por cualquier cosa que se le ocurriera. Catalina, no tenía ninguna obligación de soportarla como sucedía conmigo y mi hermano Dixon, ya que somos sus hijos. ¡No, teníamos más remetió! -Me gusta mucho este acabado en los pisos, pueden ponerlos en todos los niveles de l
Catalina Abrego Al final no me quedo más remedio que dejarme llevar por la corriente, una vez que fui superada por la mayoría mi negativa no valía de nada. ¿Cómo llevarles la contraria?, se trataba de una contra once chicas. Luces, música estridente, bebidas y comida nos rodeaban, adonde dirigiéramos nuestra mirada en una discoteca muy popular de la ciudad. Que ni recuerdo el nombre, porque ni tuve tiempo de prestar atencion. Ya mis locas amigas me arrastraron sin darme ninguna oportunidad de retroceder. -No, te parece increíble todo el ambiente aquí. Nos vamos a divertir de lo lindo… Estás de acuerdo conmigo Catalina. ¡Estar de acuerdo con Georgina y el resto resultaba difícil considerando quien era mi esposo! Solo puede ver en mi mente su intensa mirada grisácea sobre mí en cada momento, un ligero escalofrió recorre mi cuerpo. Que me libre el cielo, cuando se enteres. Que su esposa embarazada anda de fiestera con sus amigas. Seguro termino con mis pobres nalguitas moradas. ¿
Demian Stuart Solo puedo mantener mi mirada sobre la seductora mujer que mueve sus caderas al compás de la música, sus movimientos fluidos me atraen como una polilla a las llamas. Así como a cada hombre en este lugar, por suerte estoy aquí para evitar que cualquiera de los idiotas a su alrededor se sienta lo suficiente valiente, para acercarse a mi esposa. ¡Mi mujer es demasiado sexy para su propio bien! Y es mía solo mía. No, conciente que nadie tenga pensamientos impropios con ella. Me acerco lentamente en su dirección, todavía no me nota. Ni ella o alguna de sus compañeras fiesteras que están más concentradas en sus movimientos sobre la pista de baile ¡Sorpresa que se va a llevar mi pequeña Catalina! Luce un vestido corto ajustado color turquesa, que se ajusta como un guante a su cuerpo, delineando sus bien proporcionadas curvas. Desde que está embarazada, noto que sus atributos se vuelven cada día más seductores, me enloquecen aún más que antes, quizás sea un instinto impregna
Catalina Abrego Mis padres llegaron justo a tiempo, para la boda religiosa de Tita. Jamás se la perderían, porque le tenían mucho cariño a la novia. En la hacienda se realizó una celebración hermosa de principio a fin. Estaba feliz por ella, que encontró al amor de su vida, en su mejor amigo. Ellos crecieron juntos, sin imaginar que ahora siendo adultos se convertirían en esposos. Lástima que no pude disfrutar por más tiempo de su felicidad, todo a causa de adivinen quien decidió hacer una aparición inesperada… Cristian, alias cretino idiota. Nuestro tiempo en México llego a su fin tempestivamente, por su causa durante el transcurso de la fiesta. Ya que era urgente que volviéramos a casa, tras recibir una llamada de mí hermano Mauricio. Informando de que había problemas en la compañía de mis padres. -Catalina, deben viajar de inmediato. Hay problemas en nuestra compañía y será difícil seguir ocultándolo a nuestros padres, por más tiempo. Esta mañana tú ex prometido, se presentó c
Demian Stuart -¿Qué está pasando?, ¿Quién de ustedes va a comenzar, explicando que está sucediendo? –Ya me siento bastante irritado con su silencio. Por lo que apenas podía contener mi genio. Están poniendo a prueba mi paciencia estos hombres. -Demian, no te molestes, permite que ellos nos digan que está sucediendo –Interviene mi mujer, por ese trio de mudos. Solo por ella no les grito para obtener respuestas. -Señor Stuart, surgió otra complicación que me temo, no será tan fácil de sortear en los juzgados, en esta ocasión –Murmura Alejandro pasando saliva con fuerza, claramente nervioso por lo que tiene que decir. -Dilo de una buena vez… que no estoy para el suspenso –Digo con irritación. -Mi pequeña hermanita, no solo concedió un poder a Cristian para manejar sus asuntos financieros, sino que también se los cedió. En pocas palabras se las regalo, ahora ese tipo es dueño de todo lo que estaba a nombre de Catalina –Es el hermano de mi mujer, quien se decide hablar causándome un