Media hora después llegamos a la clínica, las manos me tiemblan. Noel se da cuenta y sostiene una de ella en sus manos. —Anda, Sahi. No tengas miedo, todo estará bien. Ellos nunca quisieron herirte, solamente querían protegerte. —Viéndome la cara. Hasta tú lo sabías— me queje. —Soy el mejor amigo de aquel imbécil, y tienes muchos a su lado, pero nada más confía en mí. Asiento porque tiene razón, Santiago está lleno de amigos, pero con pocos se abre. Como lo hace con él. —Sabes, algo duele aquí. Quiero ver a mi madre, pero a la vez no— Confieso con dolor en cada palabra. —No te hagas ideas tontas en tu cabeza, esos ojos hace unas horas gritaron lo preocupados que estaban al saber que Sara estaba ingresada. No dejes que tu corazón se llene de odio Sahi. —No es fácil, pero lo intentaré. ¿Entrarás conmigo? —No, debo regresar... Lo siento, no puedo dejarlo solo. —No está solo que yo sepa — lo corrijo. —Sahily, nosotros conocemos a ese tío, y ya hace rato que debió echarla de tu ca
SantiagoNo encontraba como calmarme, la busqué hasta debajo de las rocas. En todos los lugares a donde me llevo el malnacido de Adirael y nada. Terminé por llamar a Noel, él sabe dónde está. Discutimos más de una hora y al final, acepté que fuese solo a buscarla. Justo ahí entendí que nunca dejó de ser su amigo. Me vio la cara, como todos lo hicieron alguna vez. Me encerré en el gimnasio, para drenar todo, no quería medicarme y volverme un jodido zombi. Pero no podía, quería sexo, eso quería.Me dolía lo Sahi, que supiera toda la verdad de esa manera. Le dije que sería mi chica, solo ella. Pero, no puedo. ¡Joder, no está en mí! No puedo quererla, no puedo estar la hija de un animal como Zac, ese hombre que abusó de mis dos madres y las hizo vivir la peor de las torturas. Mi corazón vive una lucha interna, una que desea ser el hombre que ella quiere, y el otro que quiere acabar con ella. Terminé drenando todo con Valentina y aun así era poco, no pensé que Noel, la traería tan rápi
•Llegué a la casa, en la madrugada. No, no estaba bebiendo ni con nadie. Solo conduje sin sentido hasta que mi cabeza estaba lo suficientemente fría para regresar, tomé nuevamente más de mis pastillas, quería olvidar y despertar mañana y que todo haya sido un sueño.Al llegar, toda la casa estaba en silencio, subí a mi habitación y todo era una completa mierda. Quise ver a Sahily, pero me contuve. No sé por qué fui a la habitación de mis padres y justo ahí estaba dormida, en un camisón de mi padre. Llegué a su lado pasé mis dedos por su cabello blanco, siempre me gustó lo brilloso que era y lo suave que es, de pequeños jalaba de él, solamente por sentirlo, aunque después todo se volvía un desastre— sonrió al recordar —, sus mejillas están rojas y la punta de su pequeña nariz también, estaría llorando hace unas horas. Sahi, porque no puedo sacar este resentimiento dentro de mí. Soy un maldito desastre, podría llegar a amarte realmente. Sus ojos blancos azulados se abren y me ven co
SahilyObservó los ojos llenos de tristeza de mi abuelo, jugando con su comida.Hace unos días le conté sobre Adirael, omitiendo lo demás. Quería que supiera que tenía un nieto más, pero la tristeza de saber que su hijo fue un monstruo no lo deja vivir. Le pedí que no le contara nada a mis padres, que yo misma lo haría. Mis días han sido monótonos, decidí ir por última vez hoy al instituto y después veré a mis padres, lo que Santiago me dijo no sale de mi cabeza, Sara debe estar destruida. Sin embargo, no logró ver a mi padre en tal papel. El amor que tiene por mi madre es único y especial.—Hija... — musitó, agarrando mi mano entre la suya—, crees…, que permita que me acerqué a él y acepté que le dé todo lo que les he dado a ustedes.Sonrió con amor, al ver la duda en sus ojos grises. Me levanto y lo abrazo por el cuello y su olor a tabaco me encantan, dejo muchos besos en su mejilla y él ríe.—Abue, sino fuera de esa manera, no hubiera aceptado venir a buscarme y así conocerte. Y,
Llegamos al instituto juntos por primera vez, todos nos miran. Adirael, sostiene mi mano con firmeza y deja un beso en mi mejilla susurrando:—Alza el vuelo, recuerda que ya tienes alas y la metamorfosis, término. Sonrió sintiendo el escozor detrás de mis ojos, caminó a pasos seguros agarrada de su mano. Al pasar por los pasillos, me entra la melancolía al recordar a Pilar, hablando como una loca de sus amoríos. Logró ver a Santiago, junto a los chicos y ellos al verme sonríe, a excepción de él, la mano de Adirael me da un leve apretón, dándome a entender que se irá y, así lo hace, camino hacia los chicos tratando de no ver esos ojos bicolores.Noel le murmura algo a Santiago y se va por el mismo pasillo que se fue Adirael. Me alegro, que se volvieran a hablar, por más él, es su único amigo realmente.—Amada mía, que alegría das a mi corazón — Nikel expone con euforia y mira de reojo a Santiago y este asiente, dando permiso por lo que veo. Nikel me lleva entre sus brazos y besa mis d
Adirael me dejó en la entrada de la casa del abuelo, me expulsaron del instituto, igual no asistirá más, estuvieron llamando a mis padres, pero no pudieron comunicarse con ellos.Voy a medio camino cuando alguien se lanza en mis brazos. Su olor a limón, me deja pasmada.¿Samantha, abrazándome?Trato de devolverle el abrazó, pero no me sale. Su cabello de color chocolate está húmedo, levanta sus ojos cafés dorados y su labio tiembla del llanto que trata de reprimir.—¿Sam, que tienes? ¿Te pasó algo? — La tomo de los hombros, pero no habla—, ven vamos adentro.Camina a mi lado y al entrar a la casa los gritos llegan a la sala de estar.—Sahi, Papi... Él... Sahi, mamá llora todos los días. ¿Dónde está mi familia? Tú te fuiste, Santiago se la pasa encerrado en su habitación y yo, yo estoy sola, con nana..., Bueno... ya no, quiero a mi familia.La invitó a sentarse y tomó tu mano entre la mía, al ver mis nudillos, llenos de vendas el terror se hizo presente en ella.— Pensé que estabas ale
Narrador omniscienteLas horas pasaron y llegó el momento, Sahily se debatía en último minuto en llamar a su padre, sentía un pálpito, sin embargo, no lo hizo. Su hermana la vio cambiarse de ropa muchas veces en silencio, no le preguntó nada en ningún momento, pero podía sentir el miedo que atormentaba a su hermana. Sahi, terminó por vestirse con vestido color blanco de encaje, de mangas. Sin dejar un rastro de piel, que no sean sus piernas las únicas a la vista. Su hermana le entregó sus medias de flores y sus zapatillas, Sahi la miró con lágrimas en los ojos, porque mucho que se burlaba de ella, por usarlas y que se las entregara con esa seguridad la hizo tomar mucha más valentía, le dio un último abrazo antes de irse.••Santiago, estaba llegando a su casa junto a Noel. Cuando el teléfono fijo comenzó a sonar, no le prestó atención, pero al ver que volvían a llamar lo atendió.—¡Diga! —Santi, soy yo — llora del otro lado de la línea.—¿¡Qué sucede Samantha!? ¿¡Por qué lloras!? ¿¡
Santiago Al entrar no tengo visibilidad, y todo este estilo tipo caverna no me deja distinguir por donde voy, la música taladra mis oídos. Algunos me miran, pero no me detiene, en algo debía sacarle favor a estar cubierto de tinta y tener este físico, parezco un matón como todos lo que están aquí. ¿Cómo mi padre vino a caer en un sitio como estos? No sé a dónde ir, miró a todos lados y decido subir a la segunda planta, unos hombres ven de pies a cabeza, levantó más la barbilla y les hago señas con la barbilla que se aparten, se miran entre sí y terminan por darme paso. Uno se queda viendo mis ojos, sé que perderé el control dentro de poco, al pasar por los apartados veo de todo, una mujer estaba siendo dominada por cinco hombres, esa mierda me revolvió el estómago.Escucho una voz y reconozco que es mi padre. Corro al sitio de donde provienen, lo tienen agarrado de los brazos y otro lo golpea con una barra.—¡El jefe, no puede atenderte! Sin embargo, te dejo este regalito, ¡cabrón!