A decir verdad, Isabella le valió un carajo si Natalia se sentía o no avergonzada. Sus piernas están descubiertas, las vendas limpias a un lado de ella. Ella sentaba sobre la camilla y el doctor buscando vendas nuevas.
De repente, la sala se quedó con tensión palpable.
Isabella soltó un silbido, caminó con una sonrisa en el rostro, tocando ligeramente la pierna “herida” de Natalia.
— ¡Wow! —exclamó fingida Isabella— Tu herida es tan grande que no la veo, la sangre que te salió al momento de ese feo y horrible accidente debe haber borrado tu herida. O quizá fui yo, mi presencia curativa, ya sabes, rompe hogares.
— ¿Cómo te atreves mosca muerta? —masculló enojada Natalia, pero repentinamente se dio cuenta de su error— Lucas, no es así… esto tiene una explicación, te lo juro.
Natalia no pudo sostener la mirada fría y furiosa de Lucas.
— Te lesionaste por mucho tiempo, encontraste la forma perfecta para no pisar ninguna vez la cárcel. Fuiste solo un poco inteligente. ¿Sabes que el juez verá esto como una traición? No creo que te vaya a ir mejor, no fue muy inteligente de tu parte engañar y mentir, Natalia.
— ¡Eres una malditaaaaaa! —Natalia gritó hasta quedarse sin aire, cuando se quedó callada, Isabella ya no estaba en la sala, se había ido con una sonrisa de victoria en el rostro.
Mientras Isabella caminaba con prisa a la salida, unas lagrimas salieron de su rostro. Envió un mensaje a su hermano menor
[Estoy lista]
Escribió Isabella.
[¿Dónde está el idiota? Quiero golpearlo, como se le ocurre lastimarte]
[Hermano, quiero irme, limpia todo]
Justo cuando ella salió por la puerta principal, un carro lujoso negro se detuvo frente. El carro llamó las miradas de muchas personas, de allí bajo un hombre alto, fornido y atractivo. Ayudando a Isabella a subir y desaparecer.
…
Lucas necesitó todo su autocontrol para no salir perjudicado. El doctor intentó irse, pero Lucas lo detuvo de su brazo y lo empujó para que se quedara en el mismo lugar.
— ¿Una herida de gravedad? —susurró Lucas— ¡Era necesario asustarme cada vez para que no fueras a la cárcel! ¡Y usted la ayudó a mentir! —Lucas comenzó a gritarle a ambos personajes frente a él.
Lucas estaba furioso, casi fuera de sí. Muchas noches llegó del trabajo, para ver a su esposa despierta a altas horas de la madrugada trabajando en los casos de la familia de Natalia. Isabella bajó mucho peso a causa de las desveladas, Isabella pasó noches enteras en juicios por la culpa de Natalia, pero la culpa que peor sentía es que él la había obligado a todo eso.
Isabella es la mejor abogada que tiene su empresa, su familia. No dudó en usarla para beneficios de sus amigos, pero Natalia siempre fue la que ocupó mas ayuda, mas que ninguna otra persona.
El sentir de Lucas se fue intensificando.
El doctor por miedo, por verle el rostro a Lucas, decidió decirle toda la verdad.
— La señorita Natalia me dio la orden, no me dejó otra opción, me tiene amenazado con la primera vez que le ayudé, me dijo que usted era su novio y que la señora que estaba aquí se lo quitó, todo parte de su plan. Debe entender que yo tenía las manos atadas, podía ir a la cárcel porque quise ayudar a una buena persona que parecía necesitar ayuda, señor Campbell.
— No lo quiero volver a ver, tenga cuidado de que eso no pase de nuevo —respondió sereno Lucas
— Se lo prometo que no lo haré de nuevo.
Lucas ahora entiende por qué Isabella le pidió el divorcio por aquella foto, Natalia se encargó de meterle ideas a Isabella, así como lo hizo con él.
— Lucas —Natalia lo llamó cuando Lucas dio la vuelta para buscar a su esposa.
Aunque su amor había disminuido con los años, la comodidad de tener una esposa, bonita y servicial como ella, era algo que podía soportar por el restos de sus días. Podía explicarle, que todo lo que pasó fue por culpa de una persona en la que el confiaba.
Eso debía funcionar.
Lucas siempre ha permanecido fiel a su esposa, aunque en estos años las relaciones intimas no sean muchas, Lucas siempre le ha dado su lugar.
Si Isabella le pedía que dejará a Natalia, desde un inicio, quizá le hubiese hecho caso, pero si lo hacía ahora, lo haría sin dudar. Eso le dio un poco de esperanza a Lucas.
Lucas corrió por los pasillos del hospital para ver si podía alcanzarla, pero no vio a nadie. Entonces saco su celular, se dio cuenta que lo tenia el, todavía.
— M****a —siseó al darse cuenta
Lucas llamó a sus cuidadores vestidos de negro, les dio la orden de buscar a donde se había ido, para poder traerla de vuelta. En lo que esperaba, Lucas se fue del hospital diciéndole a los policías la farsa de Natalia.
Lucas llegó a su casa, entro corriendo al closet de su habitación para darse cuenta de que todas las pertenecías caras de su esposa, seguían allí. Eso le dio un alivio enorme, entonces recibió una llamada.
— [Señor Campbell, su esposa ha desaparecido. Las cámaras de video vigilancia captaron el momento en el que sale de la habitación de la señorita Natalia, después de eso los videos fueron borrados al menos por seis minutos]
Lucas no pudo responder, una hoja le llamó la atención frente a el. Se acercó colgando la llamada, la tomó entre sus manos
[Acta de divorcio]
Entonces golpeó fuertemente el mueble frente a él.
Lucas no quiso reconocer el dolor que siente por saber que Isabella, no sería mas su esposa. Ella se dio la tarea de dejar la copia del acta de divorcio en un lugar que pudiese ver. Lucas tomó esperanza cuando vió las cosas caras de su esposa en su lugar de siempre, pero sus esperanzas fueron arrebatas cuando tomó el acta de divorcio.
En ese momento, llamó a su abogado.
— ¿Qué propiedad se quedó Isabella? —preguntó rápidamente Lucas, con la esperanza de que quizá Isabella se encuentre en esa propiedad.
— Señor Campbell, la señora no se quedó con ninguna propiedad.
— ¿De qué estás hablando?
— La señora rechazo todo, hasta lo que le tocaba por derecho. No quiso aceptar absolutamente nada de usted, señor Campbell.
---------Punto de vista de Isabella----------- Los muebles de la mansión de mi padre son demasiado para mí, tiene mucho tiempo que no miraba una elegancia exquisita, aun estando casada con Lucas. No hace mucha falta decir, que los americanos tienen una extraña forma de adornar sus hogares. Emilio Ferrer, mi padre, luciendo un costoso traje, tan negro que se podría ver ligeros destellos del color brillante, entró a la habitación. Me miró severo, sabía lo que me iba a decir, con pena, decidí mirar el suelo bajo nosotros. — ¿A caso yo te enseñé a bajar la cabeza, Isabella? No me decepciones. — Es que… Sé que mi padre jamás entenderá el corazón roto de alguna mujer, si no pudo entender jamás el de mi madre, solo bajo la cabeza para evitar que me vea sensible y solo me diga palabras mas duras. — ¿Es que? —su tono se ha vuelto aún más severo— Eres una Ferrer, Isabella. Nosotros nunca perdemos, ese hombre con el que te casaste solo fue una experiencia que ganaste, ahora puedes volver a
---Punto de vista de Maximiliano--- — ¿El desayuno está listo, Lucía? —pregunté cuando entré al comedor del jardín. Lucía está terminando de acomodar todo lo que está puesto sobre la mesa. El menú, al igual que todos los días, se ve demasiado apetecible. Lucía es la mejor cocinera de todo Italia. — ¿Leíste mi informe sobre la reunión que hubo ayer? —preguntó mi hermano menor, Alessandro. — No he tenido tiempo, pero puedes informarme ya que estamos aquí. Hoy viajaré a la hacienda, tengo unos asuntos que debo arreglar. Así que no me esperes para la cena, te encargas aquí y mañana platicamos. — Entiendo. La reunión con el señor Ferrer estuvo bien, me sorprendió. — ¿Quieres decir que aceptó el convenio? —dirigí toda la atención a mi hermano menor. Alessandro siempre se le ha dado bien preparar contratos excelentes, es demasiado bueno para los negocios. Un pilar importante en mi vida, sin duda alguna. — Lo aceptó, pero no tan fácil como creí. Anuncio su retiro. — ¿Qué? ¿Retiro? ¿Po
----Punto de vista de Isabella---- Despertar en una cama como la que tengo es oro. Tan suave… No sé porque cuando me siento de alguna forma bien, los recuerdos de Lucas me llegan. De golpe. El siquiera me hablaba por las mañanas, era como si no existiera para él. Siempre pensé que, de alguna forma, Lucas me odiaba, pero no entendí porque había aceptado casarse conmigo, si su odio era tan grande. Muchas veces me hizo sentir tan poca cosa, que llegué a pensar que me había muerto y la que no sabía era yo. Por la forma en la que era ignorada día y noche. — ¡Despierta Isabella! Me asusté demasiado con ese grito. Abrí los ojos, cuando reaccioné me giré para ver a mi hermano menor, Leonardo. — ¿QUÉ TE PASA? —pregunté— ¡Me has asustado! — Mi padre quiere que te acompañe a unos lugares, si serás heredera de todo esto, debes saber qué es lo que tienes que manejar. Te doy media hora para que estes lista —Leonardo le dedicó una sonrisa. — Acabo de volver, déjenme tener un día de vacaciones
---Punto de vista de Isabella.--- Cuando llegamos, no pude evitar ver a ambos hombres desde dentro del auto de mi hermano. Sin duda alguna, entiendo por qué mi hermano me dijo que debía agradecerle. Ambos hombres frente a mí son de mi gusto, claramente, aunque no nos vayamos a casa, se nos hará más fácil si resultamos atractivos el uno para el otro. Baje con mucho cuidado del auto, sobre todo poniendo demasiada atención en mi postura. No quiero que me vuelva a pasar lo que pasé con Lucas, no quiero que piensen que pueden usarme para un beneficio. Así que decidí mostrarme segura de mí misma, con elegancia como siempre. Después de todo soy la heredera de la familia Ferrer. Mi hermano me ofreció su mano para caminar sobre las piedras, en nuestro pequeño recorrido sentí la mirada de ambos hombres sobre nosotros. — Buen día —saludé con la sonrisa con la que saludó a todos los que están en la mesa directiva de mi corporación— Es un gusto al fin conocerlos, hermanos Santoro. — Quita e
---PUNTO DE VISTA DE ISABELLA --- Dos meses después de su único encuentro — Tu pelo es hermoso, Isabella —me dice la estilista, mientras trabaja en crearme unas ondas demasiado elegantes y bonitas. En el espejo no puedo reconocerme. Jamás hubiese imaginado que estaría casándome de nuevo. Maximiliano Santoro cumple con su papel de enamorado, todos los días después de nuestro encuentro ha estado enviando flores rojas a cada lugar público que puede, miles de fotografías mías hay en internet. Es demasiado inteligente, pues en caso de que este matrimonio fracase, la culpa recae en mí. Los títulos de miles de noticias solo alaban lo enamorado que está el de mí. Mi hermano entra, vestido con un elegante traje negro. — ¿Averiguaste lo que te pedí? No quiero problemas. — Los abogados dicen que lo han resuelto, no te preocupes. Suelto un suspiro. — ¿Cuánto tiempo te falta? Ya estamos retrasados —dice mi hermano La verdad es que prefiero atrasar este momento lo mas que pueda. Hasta ahor
PUNTO DE VISTA [NARRADOR]La realidad para ambos fue la siguiente, aceptar que la intimidad para ambos se acabó. Pues en Italia, es mal visto engañar, de cualquiera de las dos partes, más para grandes figuras de los negocios como lo son Maximiliano Santoro y Isabella Ferrer. Ahora, ambos deben pasar algunos días en lo que será su primera casa. La finca Santoro, ubicada en portofono Italia, mejor conocido como el puerto de los delfines. Un lugar definitivamente maravilloso y paradisiaco para los amantes.En todo el camino, los recién casados iban tan ocupados hablando por teléfono, revisando documentos por medio de las tabletas o laptop. Que no se hablaron. Era de esperarse, pues Isabella está a punto de heredar todo un imperio y Max es el líder del suyo.De vez en cuando, Max miraba distraída a Isabella, debía aceptar que es una hermosa mujer italiana, todo este tiempo las preferencias de Max habían sido las mujeres americanas, pues el acento y el color de piel de algunas, son verdad
PUNTO DE VISTA [NARRADOR]Maximiliano caminó recorriendo toda la finca. Revisando que todo estuviese bien, quien revisaba todo eso, es su hermano menor, así que el estado actual de la finca es un total desconocimiento para él.Cuando salió de la finca, su primo Gabriele se encontraba a lado de un hermoso caballo blanco. Así que se acercó a él.— Es la nueva adquisición de este año. Llevo al menos dos meses queriendo que se acostumbre, pero parece demasiado nerviosa todo el tiempo. Aún no está lista para que alguien la monte.— ¿Quién te dio el permiso de comprarla en ese estado?— Tu hermano, el sabe todos los movimientos que hago. No te preocupes, nunca haría nada ilegal aquí. Sé que cuidas demasiado tu nombre, primo.Max no creyó en esas palabras por muchas razones. La primera y la principal, es que Gabriele Santoro fue el culpable de que su padre muriera hace tres años. Max ha hecho que la fortuna Santoro crezca demasiado y rápido debido a algunos negocios sucios, de los que Gabrie
PUNTO DE VISTA [Narrador]Leonardo camina con una carpeta llena de papeles. Como se había planeado, el regalo de bodas que se acordó con los hermanos Santoro fue una propiedad olvidada que tienen en la frontera con Eslovenia. Para la familia Ferrer, esa propiedad fue lo que impulsó principalmente el matrimonio, así que mientras que Isabella está de luna de miel, Leonardo es el encargado de poner esa propiedad a nombre de Isabella y todo su imperio. Aunque esto no le concierne a Leonardo, el se ha ofrecido a hacerlo para no estar demasiado tiempo en casa, con su nueva esposa. Nunca pensó que se fueran a llevar así de mal, puede ser que incluso se odian ahora. Algunos empleados saludan a Leonardo, es el que mas se la pasa dentro de la empresa. Así que lo ubican rápidamente. — Señor Leonardo, lamento interrumpirlo —la asistente general, lo detiene. Su nombre es Martha. Ella ha trabajado casi diez años con ellos ahora. Es una excelente empleada.— ¿Qué sucede, Martha? Mi padre no pued