Capítulo 359
—¡No!

Lo empujé, me agaché de nuevo y seguí organizando mi maleta.

Sentía su mirada fija en mí, y bajo esa expresión tan inquisitiva, no podía levantar la cabeza.

Temía que, en el momento en que la levantara, fuera a traicionar mis pensamientos.

Había acordado con Ana que me asignara más viajes de trabajo, que poco a poco aumentaran en duración, de uno a tres días, y después más.

Quería que Carlos se acostumbrara a los días sin mí.

Pero no tan seguido, temía que eso lo hiciera dudar.

Pero hoy, al volver y escuchar esas palabras, al ver a Sara, mi casa, la Villa del Sol, ya no quería quedarme ni un minuto más.

En ese momento, ya no me importaba si él pensaba demasiado o no.

Solo quería irme cuanto antes.

—¿Cuándo te vas? —preguntó Carlos.

—Mañana en la mañana.

Me respondía a medida que él preguntaba, como si fuéramos dos desconocidos con una perfecta sincronización, cada uno con su propia barrera de protección en este pequeño espacio.

—Bien, no hace falta que empaques todo
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App