Me acerqué junto con mis amigas, de reojo podía observarlo.
Se encontraba bailando en un grupo, al parecer eran de su propia manada.
Incluso algunas mujeres se habían unido.
Suspiré, por algún motivo pude escuchar:
"¡Es mío"!
Era mi loba internar reclamar lo que es mío.
No la entendi, porque a decir verdad la única que podía decirme algo era ella.
¿Por qué había reclamado, ese lobo testarudo como suyo..?
No lo entendía, lo peor de todo que estaba enojada. Ahora se encontraba bailando con una rubia, y le daba vueltas mientras yo hervía.
"¡Déjame arrancar su mano!"
Protestaba mi loba.
—¿Estás bien..? —me preguntó Emma un poco preocupada.
Yo estaba un poco dispersa.
—Y cómo es que sabes... no me gustan mucho las fiestas —dije algo, en parte era cierto.
Estaba molesta y no lo sabía, no entendía.
¿Por qué..?
¿Por qué motivo me encontraba así..?
Con ese chico que ni siquiera podía llegar a conocer. La curiosidad me llamó, en el momento cuando mis dos amigas salieron con un chico a bailar.
Yo fui a buscar un trago, y distorsione mi camino.
Mis pasos para adentrarme en el bosque, mientras caminaba, podía escuchar unos extraños sonidos. Me encontré con la escena que no esperaba, ambos estaban compartiendo más que palabras y yo no pude evitar hacer una mueca de desagrado.
"!Es mío..!>>
Gritó de nuevo mi loba y yo no la entendí.
Me dí la vuelta torpemente, sintiendo un dolor muy profundo el cual no entendía.
—D-duele... —susurré tristemente.
En ese momento, no podía dejar de pensar, qué el dolor demasiado profundo.
No entendía, porque me dolía tanto.
Corrí a través del bosque, sin dudarlo un segundo más. Hasta que finalmente, llegué al borde de un precipicio.
Me transforme y, mi loba aulló lo hizo con dolor.
<<¿Por qué duele tanto..?>>
No lo entendí, ni siquiera conocía al sujeto como para poder llegar a sentirme así.
Suspiré. Y de pronto, la voz de mi loba me desconcentro.
"Es nuestro mate..."
Eso me desconcertó ¿Es mi mate..?
Pero si ni siquiera lo conocía, como podía llegar a saber eso. Sufrí tanto, pero finalmente, volví a mi forma humana.
Busqué en un pequeño depósito donde guardaba ropa por las dudas, y me cambié. Volví a la fiesta, vestida en forma más provocativa.
Porque lo único que encontré como si fuera de fiesta.
Un top y una pollera que era: sumamente corta.
Pude sentir una mirada penetrante sobre mí. Pero la ignore.
Un chico, me desconecta de mis pensamientos, me saca bailar y yo no me resistí.
Aún no estaba concentrada, debido a que me lo va había dicho mi loba.
Fué extraño y ¿Si acaso estaba equivocada? No lo sabía. Pero a mis 22 años de vida era la primera vez que me pasó algo así.
Enfrente de mí: enía el chico que siempre me había gustado, pero mi loba: nunca lo había reclamado como mate.
Incluso podía sentir gruñía, dentro de mí.
"No quiero bailar con este feo, nos impregna su olor..."
"¿Feo..? Es el chico más lindo"
—¿Estás bien..? —quiso saber con una sonrisa, y se acercó más a mí.
<<Concéntrate..>>
—¿C-cómo has estado? ¿cuándo regresaste..? —quise saber.
—En realidad regresé la semana pasada.
Sabía que el, vivía lejos. Estaba estudiando en una universidad, así que mientras se preparaba para tener una profesión dentro de su propia manada. Se había marchado.
Era muy lindo, siempre me había llamado la atención desde que era muy pequeña y nunca había sentido ese vínculo. Pero de igual forma podemos sentir amor hacia otras personas que no sean nuestros mates.
Y él siempre me había mirado, de forma extraña.
—Estás muy bonita... Hoy —dijo yo no pude evitar sonrojarme.
Empezó a acariciar mi mejilla, y poco a poco empezó a acercar sus labios en contra de los míos.
"¡Morderé su mano!"
Me estremecí, y en ese instante lo único que quise hacer: fue perderme en el. Cuando estoy apunto de ser por fin besad... por primera vez siento que algo lo aparta. Miro sorprendida que ya no lo tengo enfrente de mí al chico que siempre me ha gustado.—¡¿Por qué hiciste eso..?! —le grité al encapuchado que se había encargado antes con esa chica."¡Nuestro mate!"—Porque no quiero que te estés besando con él —dijo simplemente se dio la vuelta.Lo tomo de la mano. —¿Y eso a ti en que te afecta..? tú no eres nadie para mí —dije frustrada y él se giró divertido. —¿De verdad no soy nadie para ti..? —dijo, mirándome cercana y en forma peligrosa. Su presencia, te hacía temblar, y repensar las cosas."¡Márcalo!"Gritaba mi loba internar. Pero en ese momento, estaba demasiado enojada como para llegar a reflexionar.—Q-quiero que te alejes de mí. —Ya luego, la que me está sosteniendo en este momento eres tú, No, yo.>Me solté de su agarre como si, me quemara
—¿Con quién..? — quise saber un poco confundida. —¡Con ese chico..! —dijo en un tono enojado. Yo pude sentir incluso que estaba gruñendo. "¿Gruñendo..?"Abro los ojos con sorpresa.>¿Cómo es que puedo escuchar su voz del interior..?"¡Es mía..!"Escuché la voz atravez del vínculo.—¿Por qué puedo escucharte..? — quise saber confundida y él me miró de la misma forma. —Tú no puedes ser mi mate... tú eres una niña débil —comentó con cierto dejó de asco.Sentí muchísimo dolor en mi inferior en ese momento, me abracé a mí misma y lo miré enojada. —¿Qué tiene que ver..? Tu lobo me reclamó como suya —dije enfrentándolo, acercándome a el. Mientras que el retrocedía.—Tú... eres una Omega débil, tú no puedes ser mi mate.—¿No..? ¿Entonces por qué estás aquí?— Ya luego, tengo mis razones y ahora me iré ¿Acaso me podrás detener loba débil?—Sí quiero, sí —dije demandante.Lo tomé de la mano y con la valentía que nunca en mi vida había tenido, lo besé. El mism
—Me duele mucho el corazón... Lloraba hasta quedarme dormida, y en esta noche no fue la excepción. Después de 7 días de no verlo, me quedé dormida. El problema es que hacía frío. Estaba desnuda, en mi forma humana y con el corazón partido en dos. De pronto, sentí calor, alguien me atrapó entre sus brazos, y me llevo lejos de ahí. No tuve el valor de abrir los ojos. > Ya que seguramente me secuestraron. Pero lo hice, me encontré con el, con esos ojos color turquesa, que sin decir ninguna palabra me llevó a un lugar incierto. "Es mi lobo" Él ingresó conmigo en brazos, yo fingia estar dormida —Sé que estás despierta —comento, me dejó sobre un colchón. > Exigí. Me arropó como si fuera una niña pequeña, simplemente se quedó ahí parado. —¿Por qué hiciste esto..? —quise saber un poco confundida. —¿Acaso te quieres morir congelada..? —me preguntó, pero no se volteó en ningún momento sino que encendió la leña, yo me quedé arropada,
Unos meses atrás...—Me alegra que estés aquí —comentó la voz silenciosa de su acompañante. Ella le brindó una sonrisa resplandeciente, estiró sus dedos delgados hasta alcanzar la mano oscura; apoyada en las hojas secas del suelo. En ese instante, ambos se miraron. Encontrándose, e incluso sus corazones latían a la par. "Lo morderé ¡lo morderé!", expresó de nuevo su loba. Denis, estaba enfurecida con tener contacto alguno con ese hombre.—Está haciendo algo de frío, pero este lugar es hermoso —dijo con una sonrisa tímida. —Me alegra que te haya gustado, quería buscarte, y verte...—La verdad... es que... nunca pensé que querrías casarte conmigo. Bueno, ni siquiera sabía, eras mi prometido —dijo divertido.—Lo soy, y como bien sabes, nunca voy a encontrar mi mate. Puesto que ya lo había hecho.El semblante de Francisco, se ensombrecio.—Lo sé, y lo siento mucho. Aunque, cuando me enteré que habías encontrado a tu mate... mi corazón se quebró.—¿Y eso por qué..? —preguntó curioso
Sabía que lo rechazaría por siempre, pero esperaba que con el tiempo se acostumbrara. "¡Es un lobo feo marrón!"Suspiró, no sabía que harían sus padres se enteraba que tenía un mate. O mejor dicho ella sería una luna.Lo peor de todo: era el alfa, básicamente de todas las manadas. Salió hacia el exterior, necesitaba aire. Mientras caminaba por el sendero hasta llegar al bosque, una fuerza la arrastró.Asombrada, abre los ojos sin poder llegar a entender ¿que la había hecho llegar hasta ahí?—Hueles a otro hombre —comentó una voz gruesa y sintió como algo la olfateaba."¡Mi mate!"—¡Dejame! —expresó.—No, eres mi mate y ya te estás revolcando con otro hombre. Los asesinaré —Dijo gruñendo, golpeando con su puño de la madera que estaba detrás. Noemí, se asustó, inclinándose hacia el suelo y refugiándose en posición fetal. El alfa, la observó con confusión y miró su puño.—Lo siento... —dijo por primera vez en su vida. >Se inclinó de rodillas, y levantó l
Era el vínculo, era demasiado extraño. Nunca le había pasado con nadie.—Es un lindo nombre —dijo ella con sinceridad.—Noemí es horrible —comentó y ella puso los ojos en blanco.Salió del agua. Le estaba dando frío y en parte comenzó a estornudar. El lobo, no pudo evitar sentir la necesidad de protegerla. Salió enseguida, y sobre sus hombros, puso su chaqueta de cuero.—¿Ahora eres amable..? —dijo ella divertida. Él puso los ojos en blanco, se puso la ropa sin esperar secarse y le dijo:—Cámbiate antes de enfermarte.—S-si... —obedeció en silencio. Comenzaron a caminar, tomados de la mano. Cuando Noemí se dio cuenta, como estaban aferrados, decidió apartarse.—Ahora al parecer el que siente asco eres tú —dijo el lobo, sin mirarla.Ella puso los ojos en blanco; simplemente decidió seguir caminando. Sus pasos eran amortiguados por las miles de hojas desparramadas, pronto el otoño haría su aparición. A lo lejos, pudo ver a su prometido con sus amigos. Estiró la mano, pero tan pronto
Al llegar por fortuna no había nadie, corrió hasta la ducha. Abrió la canilla, sin importarle que el agua esté caliente y comenzó a pasarse jabón en cada parte de su cuerpo. Mientras usaba jabón, y usó su mano en su zona íntima, lo recordó. Sus mejillas ardieron fuego, y se mordió los labios para no sentirse de nuevo así.—¿Siempre será así..? —preguntó en un susurro.Decide ignorar esos sentimientos, y salió de la ducha envuelta y perfumada. Se recostó, habían sido demasiados emociones por un día y solamente quería dormir. ***Volviendo al presente, Noemí, se percató de que aún estaba sola en la casa. No sabían qué momento llegaría él con el cura, y ni siquiera sabía si estaba preparada para casarse con otro hombre que no fuera su prometido.Era increíble la manera en la que la había robado. Enojada, abrió la puerta que para su sorpresa estaba sin llaves. Había pensado que él había dejado encerrada. Pero se había equivocado. Comenzó a correr sin importarle demasiado, ensuciar su
Mi mateNoemí, dejó de aplaudir al darse cuenta de lo que estaba haciendo. ¿Acaso estaba feliz de poder irse con él y su manada?Y aparte, uno de sus sueños siempre había sido ser parte de algo, y ahora que lo sería... era un poco extraño.¿Acaso después tendría qué..?Sus ojos abrieron sorprendida, sabía que tarde o temprano ese momento llegaría, pero no tan pronto. El pudo olfatear, el cambio repentino de su mate. Se giró, sin entenderla. —No soy tan... como dicen, esperaré cuando estés lista —dijo ante las dudas de la cabeza de su mate. Ella sintió avergonzada, sabiendo que Él seguramente olfativo a su cuerpo. Lo malo, es que tenían que caminar bastante. Así que prefirieron ir en su forma de lobo.En parte, hubiera preferido llevar sus cosas personales. Noemí sabía que tenía que dejar tarde o temprano y lo mejor era dejarlo temprano que tarde.Después de recorrer bastantes kilómetros, sus lobos habían llegado, especialmente a una manada. El pequeño pueblo era bastante grande, de