Caminaron durante tantas horas, los pies de Noemí ardía. Pero a pesar de eso, tenían que escapar punta si se quedaban quietos, los demás le seguirían los pasos. No debía ocurrir algo así, puesto que sus vidas dependían de un hilo. Líos, nunca hubiera imaginado que ambas especies se hubieran unido para poder cazarlos.Era bien sabido, que los vampiros habían hecho una tregua de Paz hace muchos años atrás. Al parecer, no les había alcanzado para sus planes siniestros. Miró hacia atrás, contemplando que quedaban tan pocos lobos, que sus tripas resonaron de el enojo. En cuanto se giró, pudo ver aquello tan reconocido. Era un refugio secreto, lo había construido hace 150 años, y ahora agradecía haberlo tenido en mantenimiento durante tanto tiempo.—Es aquí —comentó mientras se acercaba, dejando a Noemí un poco desconcertada. Lo único que podía verse, era una gran montaña, y solamente había césped. Pero lío, el alfa se acercó sin mucho a apuro. —¿Qué es esto? ¿quieres que estemos en
—Bueno, continuemos. Tomó de la mano a Noemí, Y juntos ingresaron a la primera puerta, al parecer el color de la misma, era diferente. Detonando, esa parte correspondía a otro lugar o mejor dicho al Alfa. La puerta fue cerrada detrás de sí. Noemí dió un respingo debido al estrueno. Aún, sus oídos estaban bastante sensibles, debido a las explosiones presentadas anteriormente.Sus manos estaban temblorosas, y no dijo nada más.—No es la gran cosa. Pero al menos estamos vivos —dijo de repente el Alfa. Mientras ingresaron, pudieron observar una mesa redonda, junto con con cinco sillas del mismo color de madera. Más adelante, una gran cocina, con una barra, y de mármol negro. Las puertas eran de un color blanco opaco, y encima había un horno al parecer eléctrico. Incluso había luz comida no era muy cómodo. Al fondo, habían dos puertas, lo que ellos deducía que podían ser las habitaciones. Aunque en primer lugar había pensado que al ingresar encontraría las camas y nada más. Se había
Sus ojos de color turquesa, se clavaron en ella y la misma no pudo evitar sonreír y quitarse un mechón de su rostro detrás de su oreja. En cuanto se acercó al armario, pudo sacar una calza de color gris, junto con un saco o mejor dicho un suéter del mismo tono. También había ropa interior de todas las medidas, Incluso un hilo dental. >Avergonzada, cayó la ropa interior al suelo.—Eso lo planeaba usar contigo —dijo sin tapujos, el lobo y ella lo miró sorprendida.—Cállate —demandó completamente avergonzada y huyó.Aunque mientras intentaba escapar del lobo, y de las sensaciones que él le producía, volvió a arrojar la tanga. La cual, se trataba de un hilo, no cubriría sus partes íntimas.Lío estalló en carcajadas, y ella puso los ojos en blanco mientras volvía a inclinarse para tomar la prenda y huir despavorida. Una hora más tarde Noemí ya se había bañado.No había no podía quitarse la suciedad del cabello, cenizas y lloró amargamente recordando tod
Noemí, se sentía verdaderamente culpable. Pero a pesar de eso, día tras día, no había podido evitar ver a Francisco. Cada vez que dejaban de entrenar, se dirigió a la parte de los probadores. Lo esperaba con ansias, el mismo también lo hacía. —Aquí estás —murmuró con una sonrisa tímida, y él la tomó de la barbilla para besarla. Se quedaron perdidos el uno con el otro, y en ese instante él dijo algo que la sorprendió.—Cuando todo esto termine... Nos iremos juntos. —¿Lo prometes..? —preguntó ella con entusiasmo. .—Lo prometo. Los dos no dejaron de verse en ningún momento. Noemí, después de dos semanas de estar engañando a su esposo, comenzaba a sentirse cada día más culpable. La culpa, no la dejó a dormir por las noches se levantaba en medio de la madrugada, viendo de reojo como su esposo aún dormía."¿Que estoy haciendo..? —pensó — Estoy loca".Se encontraba tomando una taza de té en me
Escuchó Noemí antes de perderse en la inconsciencia. Al día siguiente, después de ese maravilloso encuentro Noemí se sentía feliz. Después de ese momento para un lobo, era muy significativo. A pesar de que su compañero había entrenado durante toda la noche y no lo había visto tenía todas las ansias de hacerlo. Fué corriendo para saber cómo estaba, al llegar a su oficina el mismo bebió una taza de café. Ella sin siquiera pedirle permiso, ingresó y lo abrazó.—Casi derramó la tasa sobre ti —dijo divertido. —Te quería decir que te extrañe —comentó con sinceridad. —Es raro verte tan sincera, pero me alegra mucho que me extrañes. Porque yo también te extrañé a ti —comentó y ella sonrío aún más.En su regazo estaba y él acarició con cuidado las hebras del cabello femenino. Era largo sedoso y para él, era lo más bonito que podía tener entre sus manos en ese momento. Le roba un beso en los lab
Los días pasaron, Noemí aún no había tenido un encuentro con su esposo debido que él se lo pasaba entrenando incluso de día y de noche. Pronto tendrían que partir de ese sitio encontrarse con las demás manadas, y eso ocurriría pronto. Noemí, había batido toda costa a Francisco. Pero él mismo se había ingeniado incluso la estrategia de colar sus habitacion. Ella lo había echado, pero de igual forma cada día intentaban tropezarse con él y era una tarea imposible. El lugar, era enorme siempre había un sitio donde ambos tropezarse.—Necesitas dejar de seguirme —lo regañó y él, cabizbajo asintió, simplemente se dio la vuelta. Noemí se sintió mal, pero desde ese encuentro con el mate, sus sentimientos se habían transformado. Sabía que pronto les ocurriría, era normal en una pareja de lobos. El vínculo siempre sería más fuerte que el amor. Ese había sido el caso de ella, a pesar de aún sentir algo por
—Solamente quería tenerte en mi vida, si sabías la verdad, te irías corriendo y me odiarías. Me darías esa mirada que me estás dando en este momento.—¡Eres un mentiroso! —exclamó, completamente furiosa y siguió corriendo. Ahora no tenía nadie, tanto como Francisco y su mate la odiaban y en parte estaban en lo cierto. Ella odiaba a Francisco, porque la había ocultado la verdad. Había sido básicamente vendida, una persona que había confiado. Se sentía furiosa. Sin pensarlo demasiado, vio la salida. Había un botón de color rojo y uno verde punta al presionar el verde como la puerta se dio. Ella salió por la misma punta y por primera vez después de casi un mes respiro aire fresco. El día estaba bastante soleado, y había un leve aroma a humedad.Una aroma tierra mojada inundó su fosas nasales.Se sintió después de mucho tiempo libre, dio un paso y no pudo detenerse. Una leve llovizna, le cayó en el cuerpo. Pero se detuvo.
Le dolía con el alma aceptar que súmate la odiaba. Y que ahora al parecer se acostaba con otras mujeres.Bueno no podría soportar era demasiado doloroso pero no volvería a buscarlo. Lo había lastimado demasiado, para poder tener la valentía de pedirle perdón. Ella sabía que no se lo merecía como así que prefirió perderlo; aunque se sentía muy desdichada. Esa última noche, dormía muy mal. Sus ojos a pesar de estar cansados, no se cerraban y no se dormía en ningún momento. El dolor era demasiado profundo para ella y solamente quería perderse en sus sueños. A pesar de eso, al día siguiente madrugaron muy temprano. Todos estaban en el gran comedor y a lo lejos pudo ver al Alfa. Algunos murmuraban porque ya no se los veía cercanos como antes, pero nadie le preguntaba nada a ninguno de los dos.Apesar de todo, ambos eran los jefes. La luna, siguió comiendo sin mirar a nadie. Aunque en ese día en particular se h