Noemí Noemí, podía sentir un extraño ardor en toda su espalda. No podía moverse, Incluso le costaba bastante trabajo respirar. Sintió, un pequeño pañuelo, en la parte baja de su columna. Eso, no hizo más que hacerla gritar de dolor.—Tranquila, estarás bien —murmuró alguien a su lado.No lo reconoció enseguida, su viata estaba borrosa y los latidos desde su corazón no la dejaban escuchar del todo.Asintió, sin saber muy bien que contestar y cerró los ojos.De nada valía tenerlos abiertos, puesto que solamente veía borroso. Sintió, aquel pequeño paño; se elevaba sobre sus costillas, detrás de sus omóplatos. Finalmente llegó hasta el cuello, al parecer también tenía una gran lastimadura, ya que ardía. Sus ojos lagrimearon, debido al dolor y el sufrimiento que había pasado. Aún recordaba, el momento en el que había visto aquella imagen.Al parecer era un engaño. Unas horas antes, se encontraba caminando en el bosque, estaba recolectando unas flores extrañamente azules, de hecho le en
Fue un beso tierno, diferente y con un sabor amargo. Noemí cerró los ojos, dejándose ser llevada por aquella sensación. Pronto, el éxtasis hizo su aparición. Estiro las manos para alcanzar el cuello masculino, lo acercó lo máximo posible hasta su propio cuerpo. Él la levantó de la cintura, haciendo que enredara sus piernas.Pero algo estaba mal, a decir verdad no era así, y mucho menos estaría en la plena naturaleza. Él era diferente al resto de las personas. Se apartó, sintiendo que aquel beso era desconocido, y al parecer aquel sujeto, no se dio por vencido, volvió a sostenerla de la cintura y ella lo empujó.—¡Basta!Él sonrío, y poco a poco empezó a convertirse en una bruja.—¿Acabo de besar a una bruja?Sorprendida y con un dejo de asco, dió un paso hacia atrás. —¿Quién eres?—Al parecer me descubriste, no esperaba eso de ti pequeña princesa, y ahora que nos hemos sacado las caretas, déjame decirte que no te haré daño. Si te portas bien...Al decir esas palabras los ojos de N
Quería encontrar esas brujas que habían ingresado a su territorio, asesinarlas. Pero, no tenía ni siquiera una pista de dónde podrían estar y mucho menosDe qué manera habían encontrado a la luna.Suspiró, arropándola, después de ver las vendas, siendo nuevamente manchadas de sangre. La habían untado con unas flores mágicas, los curaban en menos de un minuto; pero al ser heridas de brujas, eso tardaba más. Se ve que su sufrimiento era más constante, y eso lo hacía sentir enojado. Estaba molesto, aquellas brujas habían tenido la actitud, de ingresar a territorios prohibidos y lastimar a una de las gobernantes. No se los perdonaría nunca, y en cuanto pudiera, iría a cazarlas yba por una Nunca habían desatado una guerra entre los lobos y las brujas, pero la situación lo ameritaba.Y si no estaban de acuerdo los demás lobos iría solo. Cuando se puso de pie, algo lo detuvo. Al girarse, se dió cuenta de que sumate, lo estaba sosteniendo débilmente de la mano. —Quédate no me dejes s
Ella se mordió los labios con nerviosismo, y tomó la perilla.—Hola, quería agradecerte. —¿Por qué me querrías agradecer a mí? —preguntó con desinterés el jefe. Simplemente se encontraba con una computadora adelante, y muchos papeles detrás.—Sé que me curaste tú durante toda la noche —comentó y se sentó enfrente del.—Es lo que haría cualquier esposo con su esposa, no me lo agradezcas —dijo con escepticismo.—Eso... es lo que tú crees, pero yo no sé ni qué pensar.—Es único que puedes llegar a pensar. Me da igual.Ella puso los ojos en blanco.—Ya...—¿Te sientes mejor..?—Supongo que sí. Aunque...—¿Aunque qué..?—Nada, ¿quieres que te ayude en algo? En ese tiempo que no estuviste, pude entender bastante acerca de la administración. —Está bien, ven aquí —dijo en un tono extraño y simplemente se apartó un poco. En ese momento, ambos se observaron; el silencio hizo partícipe de los dos.Ella se sentó enfrente, mientras que ambos revisaban los papeles. De vez en cuando se observaba
. Se sintió completamente extraño, por primera vez en su vida, él había saboreaba una boca femenina, que era increíblemente dulce. Se sintió completamente extasiado y le devolvió el beso con ímpetu. Ambos, recorrieron su lengua sin ningún tipo de freno, el la tomó de la cintura para poder tenerla sobre él. Quería estar encima de ella, pero tenía miedo de en parte de lastimarla. Así que prefirió con cuidado tomar la de la cintura y poder sentirla de una vez por todas.¡Toc toc!Un gran golpeteo en la puerta, lo sacó de su concentración. —¡Pasa..! —murmuró él, un poco confundido y somnoliento además de excitado.—Lo lamento señor, pero han invadido nuestro... territorio —murmuró la voz desesperada María.—¿Qué? Ahora voy —comentó él mientras se vestía en forma rápida, y comenzó a caminar en dirección a la puerta. Luna, no entendía qué ocurría, también se cubrió con su ropa, y siguió al Alfa. Para su sorpresa la mayoría de los habitantes, corrían desesperados de un lado al otro.Al
Caminaron durante tantas horas, los pies de Noemí ardía. Pero a pesar de eso, tenían que escapar punta si se quedaban quietos, los demás le seguirían los pasos. No debía ocurrir algo así, puesto que sus vidas dependían de un hilo. Líos, nunca hubiera imaginado que ambas especies se hubieran unido para poder cazarlos.Era bien sabido, que los vampiros habían hecho una tregua de Paz hace muchos años atrás. Al parecer, no les había alcanzado para sus planes siniestros. Miró hacia atrás, contemplando que quedaban tan pocos lobos, que sus tripas resonaron de el enojo. En cuanto se giró, pudo ver aquello tan reconocido. Era un refugio secreto, lo había construido hace 150 años, y ahora agradecía haberlo tenido en mantenimiento durante tanto tiempo.—Es aquí —comentó mientras se acercaba, dejando a Noemí un poco desconcertada. Lo único que podía verse, era una gran montaña, y solamente había césped. Pero lío, el alfa se acercó sin mucho a apuro. —¿Qué es esto? ¿quieres que estemos en
—Bueno, continuemos. Tomó de la mano a Noemí, Y juntos ingresaron a la primera puerta, al parecer el color de la misma, era diferente. Detonando, esa parte correspondía a otro lugar o mejor dicho al Alfa. La puerta fue cerrada detrás de sí. Noemí dió un respingo debido al estrueno. Aún, sus oídos estaban bastante sensibles, debido a las explosiones presentadas anteriormente.Sus manos estaban temblorosas, y no dijo nada más.—No es la gran cosa. Pero al menos estamos vivos —dijo de repente el Alfa. Mientras ingresaron, pudieron observar una mesa redonda, junto con con cinco sillas del mismo color de madera. Más adelante, una gran cocina, con una barra, y de mármol negro. Las puertas eran de un color blanco opaco, y encima había un horno al parecer eléctrico. Incluso había luz comida no era muy cómodo. Al fondo, habían dos puertas, lo que ellos deducía que podían ser las habitaciones. Aunque en primer lugar había pensado que al ingresar encontraría las camas y nada más. Se había
Sus ojos de color turquesa, se clavaron en ella y la misma no pudo evitar sonreír y quitarse un mechón de su rostro detrás de su oreja. En cuanto se acercó al armario, pudo sacar una calza de color gris, junto con un saco o mejor dicho un suéter del mismo tono. También había ropa interior de todas las medidas, Incluso un hilo dental. >Avergonzada, cayó la ropa interior al suelo.—Eso lo planeaba usar contigo —dijo sin tapujos, el lobo y ella lo miró sorprendida.—Cállate —demandó completamente avergonzada y huyó.Aunque mientras intentaba escapar del lobo, y de las sensaciones que él le producía, volvió a arrojar la tanga. La cual, se trataba de un hilo, no cubriría sus partes íntimas.Lío estalló en carcajadas, y ella puso los ojos en blanco mientras volvía a inclinarse para tomar la prenda y huir despavorida. Una hora más tarde Noemí ya se había bañado.No había no podía quitarse la suciedad del cabello, cenizas y lloró amargamente recordando tod