—¡¿Qué?! —Fred sentía como si le hubiesen lanzado un gran golpe y toda su mente estuviera confundida, dio un paso atrás, se veía malCarolina se acercó—Sé que debimos decirte antes, pero…—¡Pero! ¿Qué? ¿Por qué no dijeron nada?—Sarah no lo quiso —dijo Carolina—. Ella nos dijo que el hijo que esperaba era de mi primo René, pero, luego pude hablar con ella, sé que el hijo es tuyo.—¡Claro que lo es! Y a estas alturas, ella ya debió dar a luz a mi hijo, ¡No debieron callarlo! Tenía derecho a saberlo —exclamó incrédulo —Debemos buscarla, hijo, mi nieto debe crecer con nosotros, en el seno de una familia decente, y no de una marginada como ella.—¡No vuelvas a insultarla, madre! Estoy cansado de que seas así, si vuelves a insultar a la madre de mi hijo, te aseguro que no volveré a hablarte. Y ustedes dos, me tienen tan decepcionado, creí que los conocía, creí que hablaban con la verdad, pero veo que no es así.—Hermano…Fred negó, moviendo la cabeza y se fue de ahí.—¡Esa maldita Sarah
—Señora, entienda, por favor, ¡Debe calmarse! —exclamó la enfermera, al escuchar la desesperación y altanería de esa mujer, ante ella—¡Esa niña es mi nieta! Quiero que me la entreguen, debo llevármela —sentenció la mujer con furia y firmeza—No hay forma en que la niña le sea entregada, ni siquiera tiene sus apellidos, debe demostrar que es su nieta, además, en todo caso, debe ser el padre quien venga por ella, así que se calma o la mando a sacar del hospital, este lugar no es para semejante escándalo —sentenció la trabajadora socialRachel la miraba con rabia, desesperada porque aquella mujer se oponía a su voluntad, querái llevarse a esa niña, con ella podría cobrar la herencia de Marian, y hacerse su albacea legal—¡¿Acaso no sabe quién soy yo?! ¡Soy Rachel Steele! Tengo mucho dinero y poder, fácilmente podría hacer que la corran ahora mismo de este lugar —sentenció—¿Madre?La voz de ese hombre fue como si se metiera en sus oídos, y la sacudiera con fuerza, cuando la mujer lo mir
Fred escuchaba al médico, pero no entendía nada de lo que decía—¿Ella estará bien?—Sí, estará bien, ahora permanecerá en el hospital por lo menos una semana, y después, viendo su evolución, entonces podrá ir a casa.Fred sintió algo de alivio—¿Puedo verla?—Debe comprender que ella ahora mismo está en estado de Shock, ya que su examen neurológico no arrojó ningún problema, creo que se trata del trauma por el accidente, tal vez ella no lo recuerde.—¿Qué ella no me recuerde? —Fred sintió como si esas palabras fueran un golpe a la realidad, un golpe que él nunca consideró posible.Al entrar, observó que Sarah ya no tenía aquellos tubos, ni aquellas máquinas a las que antes estuvo conectada, y eso fue un alivio para su corazón, la miró lleno de ternura, se acercó a ella, Sarah estaba despierta—Hola, Sarah, me alegro de verte mejor.Ella le miró como si fuera un extraño, con recelo, y duda—¿Quién…? ¿Quién eres tú? —exclamó con algo de miedoFred arrugó el gesto, con duda, él no enten
Cuando Sarah abrió los ojos, observó a Fred ahí, sintió como si todos los recuerdos volvieran a su mente de golpe, y lanzó un grito, Fred se despertó al escuchar ese quejido, asustado—¡Llamaré al médico! —exclamó Fred al verla, y corrió a buscarloSarah pensó en Fred, siendo tan dulce con ella, en sus palabras, cuando estaba inconsciente, pero luego también recordó en su dolor, y en la forma en que la hirióCuando volvió, el doctor comenzó a revisarla—¡Mi hija! ¡Mi hermano! —exclamó Sarah asustada, sin saber en dónde estaban—Tranquila, ambos están bien, tengo a una enfermera profesional y de confianza que está cuidando de ellos, por favor, no te angusties por nada, solo debes pensar en recuperarte, Sarah —dijo Fred tocando su mano —No quiero que tu madre esté ahí —dijo con recelo Fred la miró atónito, sintió una esperanza renacer en su interior y sonrió, mirandola con ojos brillantes —¿Ya me recuerdas, Sarah? —preguntó FredElla le miró con firmeza—Te recuerdo muy bien.Él sint
Pasó un largo mes, Carolina al fin pudo volver a casa con su pequeño hijo, pero cuando vio a Rachel ante ella, la miró con recelo, la mujer le había suplicado, implorado que no le dijera a su hijo Richard lo que había ocurrido entre ellas, Carolina intentaba callarse, pero su rabia contra la mujer crecí día con día, sabía que en algún momento iba a explotar. Carolina arrullaba a su pequeño bebé, era tan hermoso, lo llamarían Albert, en honor al padre de Richard, entonces, Carolina recostó al niño en la cuna, y escuchó una discusión que provenía de la planta baja, caminó hasta ahí, y escuchó a Fred pelear con su madre Rachel. —¡todo es una mentira! —exclamó la mujer—. Soy inocente, esa marginada quiere quitarme el amor de mi hijo, eso es todo. Richard la miraba con rabia —¡No mientas, madre! Ahora tu mentira fue descubierta. —dijo Richard —Madre, tú le pediste a René que te ayudara a robar a mi hija, tú has querido quitarle mi hija a Sarah, el propio René me lo confesó todo, ¿Por q
—En realidad, no te recuerdo —dijo Sarah con franqueza —En cambio, yo no pude borrarte de mi mente ni un solo instante —dijo Saúl—. Nos conocimos a la media noche y en una llovizna, luego te besé, y fue el beso más dulce en mi vida. Sarah entonces lo recordó, ella estaba medio ebria aquel día y no estaba segura de lo que hacía. Se sintió avergonzada de recordarlo —Bueno, Saúl, ¿Y como supiste dónde vivo? —Ha sido solo una coincidencia, tengo a un amigo viviendo aquí, y te entrar, pensé en dejarlo así pero sabía que quería verte una vez más. Creo que estoy poniéndote incómoda al respecto, pero, solo quería que supieras, Sarah, si necesitas un amigo, estaré cerca. Ella sonrió con nerviosísimo y él se fue. Ella cerró la puerta y de pronto sintió algo de temor, no era que el hombre le causara la peor de las impresiones, pero era raro que tocara su puerta. Sarah recordó aquel día, ella estaba ebria y dijo e hizo muchas cosas que estuvieron mal, estaba despechada y herida por Fred, in
Carolina condujo por varios minutos, hasta llegar a un predio abandonado, la mujer le dijo que esperara, y pronto un hombre se acercó a ellas, Carolina lo observó, abrió ojos con terror, ella no sabía quién era él, pero lo recordó en aquel video de la fiesta, era el hombre que intentó abusarla. Él abrió la puerta del auto y empuñó una pistola sobre su cara, carolina sintió que temblaba —¡Baja del auto! Carolina obedeció y de pronto observó que el hombre la tomó y la cubrió con un pañuelo, ella sintió que estaba mareada y de pronto cayó entre sus brazos perdiendo la conciencia. Saúl la cargó y la metió a la cajuela, luego él condujo el auto a toda prisa —Llámalos, pídeles mucho dinero por la señora Steele —dijo Saúl. Richard y Fred estaban ahí en el jardín, con sus bebés, estaban tan felices —Serán unos hermosos primos, se querrán mucho —dijo Richard, al observar cómo Lucero adoraba a su primito —Sí, quisiera que la abuela estuviera aquí. —Lo sé, también mamá, pero, bueno, mien
Richard y Fred estaban dispuestos a irse para buscar a Carolina, y rescatarla, Sarah tenía mucho miedo, y solo pudo abrazar a Fred, él correspondió al instante, volver a sentir un abrazo de Sarah era como ser revivido en el alma, él acunó su rostro—Te juro que estaré bien —dijo al mirar el tormento en sus ojos—Por favor, piensa en tu hija, ella te espera —dijo Sarah tomando su mano, las lágrimas estaban en sus ojosÉl besó su frente y limpió sus lágrimas con dulzura, eso la hizo estremecer—Pienso en mi hija, pienso en Finneas, y pienso en ti, todo el tiempo, no lo dudes, volveré porque te amo, Sarah, todo va a estar bien.Ella sintió mucho miedo, tenía un mal presentimiento, y sintió que la vida sin Fred sería imposible de soportar, él se apartó de ella y subieron al auto para irse.Sarah no podía estar mejor, solo pensaba, estaba tan asustada. Una empleada le notificó que René estaba aquí, cuando él la encontró se sorprendió de verla, pero Sarah le dijo sobre lo que pasaba—¡Mi pr