Mientras tanto, el subordinado de Joel continuaba ocupado con su tarea en las sombrías instalaciones. Estaba echando comida en las jaulas, donde se encontraban varios lobos cautivos. Cada uno de ellos llevaba un collar de plata alrededor del cuello, una medida para debilitarlos y evitar que pudieran volver a transformarse en humanos.Una vez terminada la tarea, el subordinado se giró en dirección a su jefe y dio unos pasos rápidos para acercarse a él.—¿No habrá pelea esta noche, jefe? Eso podría ocasionar grandes pérdidas. Las apuestas para hoy son muy altas — comentó con cierta preocupación.Las palabras de su subalterno hizo que gruñera tenía razón en sus palabras pero no era cosa suya lo que esa noche tenía que ocurrir había recibido una llamada con órdenes específicas para llevarse a cabo esa noche.—Deja de perder el tiempo y ve apurando a los demás, si no quieres perder solo las ganancias de esta noche — mencionó Joel, mostrando desprecio hacia las bestias encadenadas y heridas
Audrey se sentía atormentada por las palabras que resonaban en su mente una y otra vez, las palabras de Bleid que habían dejado una marca profunda en su corazón. "No quiero más hijos por el momento, ya me cuesta compartir el amor de mi esposa con los dos que ya tenemos", había declarado con sinceridad. Su mirada se desvió hacia el predictor de embarazo positivo que sostenía con delicadeza entre sus manos temblorosas, y un torbellino de emociones la invadió por completo.Con el corazón latiendo acelerado, Audrey sabía que tendría que encontrar las palabras precisas para expresar su alegría y, al mismo tiempo, aliviar las preocupaciones de Bleid. Era un momento crucial, uno en el que tendría que ser valiente y vulnerable, buscando la comprensión y el apoyo de su esposo en este nuevo capítulo de sus vidas juntos.Pero algo la desconectó de ese pensamiento cuando escuchó a la manada a través del enlace que compartía con ellos. Había podido ver a través de la ventana cómo su hijo, converti
Sin embargo, no permitiría que esos sentimientos negativos lo paralizaran. Con la determinación ardiente en sus ojos y el amor por Barack como su motor, Gregory se enfrentó a los vampiros con una valentía desmedida, dispuesto a luchar hasta el último aliento para asegurar la supervivencia de su sobrino y protegerlo de cualquier daño.A medida que la intensidad de la batalla aumentaba, Barack y Gregory comenzaron a perder terreno frente a la fuerza despiadada de los vampiros sedientos de sangre. Uno al lado del otro intentando mantenerse a salvo estaban siendo acorralados por sus enemigos. A pesar de su valentía y determinación, la superioridad numérica y la ferocidad de los vampiros era difícil de superar siendo solo un lobo y un humano.En ese momento crítico, cuando parecía que la derrota era inevitable, una figura majestuosa emergió de entre los árboles. Era Yue, la loba blanca, que había seguido el rastro de la batalla, llegando justo a tiempo para ayudar a su familia a salir adel
Barack asintió con determinación, comprendiendo la importancia de actuar con prontitud. Sabía que debía encontrar la manera de calmar a Azabache y ayudarlo a recobrar su verdadera identidad. A través del vínculo que compartían como padre e hijo, esperaba poder alcanzar el corazón del alfa y guiarlo de vuelta a la paz.Sin vacilar, Barack se acercó a Azabache con cautela, manteniendo la guardia alta en caso de que su padre respondiera con agresión. Sus ojos se encontraron con los de Azabache, buscando una conexión, un atisbo del Bleid que conocía y amaba.Barack no quería hacerle daño a su padre, pero tampoco podía permitir que continuara desatando su furia sin control. Con valentía, se plantó frente a Azabache, determinado a contenerlo y proteger a aquellos que estaban en peligro. Sabía que enfrentarse a su propio padre en ese estado sería una prueba dolorosa y desgarradora, pero entendía que era necesario para salvarlo de convertirse en una bestia sin alma."Padre", pronunció con sua
Joel se dirigió al armario del despacho y sacó una de sus camisas limpias, mostrándola a Yue.—Esto es lo que va a suceder, Audrey—, dijo Joel mientras sostenía la camisa. —Voy a liberarte de esta red que seguramente te está causando dolor. Luego, dejaré la camisa aquí y me giraré para que puedas vestirte. Pero quiero hablar con tu parte humana, ¿estás de acuerdo?La loba no respondió, permaneciendo inmóvil sin mostrar intención alguna de transformarse en humana. Después de todo, era mucho más poderosa en su forma actual.Joel se cansó de estar de espaldas y se giró para observarla enfureciendo porque le seguía mostrando los dientes en señal de amenaza y parecía no haber aceptado su oferta.— Está bien, Audrey, como quieras — dijo Joel con resignación, pero su tono revelaba su impaciencia. — Pero debes recordar una cosa, aquí los animales duermen en jaulas y son tratados como animales, forzados a competir. A mí me gustaría tratarte de manera diferente, considerando el interés que teng
El regreso a casa transcurrió en silencio opresivo. Gregory permanecía callado, lanzando de vez en cuando miradas a su sobrino y a su padre. Sentía una profunda sensación de inutilidad al no haber logrado proteger completamente a su sobrino debido a su apariencia humana, y tuvo que presenciar impotente cómo arrebataban a su hermana de su familia.Sin embargo, el más afectado era Bleid. Después de ser rescatado de la oscuridad por su hijo Barack, se sentía perdido y abatido al no tener a Audrey a su lado. Tanto su hijo como Gregory comprendían su sufrimiento, y simplemente observaron en silencio mientras Bleid subía las escaleras de la mansión Vangelis, una vez que lograron persuadirlo para que regresara.Gregory no podía culpar a Bleid por no querer regresar y enfrentar a los malditos vampiros que habían secuestrado a su hermana. Estaba convencido de que si hubiera sido Barack quien hubiera sido secuestrado, no habría sido tan fácil persuadirlo para que regresara. Además, Bleid había
Lo que Bleid sostenía en sus manos en ese momento era un predictor. Conocía perfectamente el significado de esas dos líneas en la ventana. Un escalofrío mortal recorrió su espina dorsal, haciendo que momentáneamente perdiera el equilibrio. Se apoyó y se aferró a la puerta del cuarto de baño, intentando asimilar la revelación que acababa de descubrir. Audrey estaba embarazada. Ellos iban a ser padres una vez más.No es que no se alegrara, por supuesto que lo estaba. ¿Qué alfa no se sentiría encantado de que su luna lo llenara de cachorros? Sin embargo, no podía evitar sentirse confundido. Una inmensa alegría invadía su ser, solo para luego volver a arder en furia al no comprender el motivo por el cual Audrey pudo haber ocultado esa información.Aunque había afirmado que no deseaba tener más cachorros cuando Susan, la madre de Audrey, lo había insinuado, Bleid lo había dicho para no presionar a Audrey, para respetar su proceso de recuperación después de haber sido humana casi toda su vi
—Deja de pensar como humana, Audrey. Las leyes de los lobos están lejos de las leyes humanas —sentenció Joel, reforzando la idea de que el mundo de los lobos era diferente y que era necesario seguir sus propias reglas para proteger a sus seres queridos.Bleid se encontraba confundido en ese momento, no tanto por sus propias emociones, sino por aquello que mantenía oculto el vínculo entre él y su luna.Cada vez que intentaba acceder a él, solo podía percibir brumas, una presencia extraña que se manifestaba, eclipsando con su oscuridad el brillo de su conexión. La conexión empezaba a empañarse."Audrey", llamó Bleid a través de su enlace, pero sin obtener respuesta alguna.Esto solo aumentaba la preocupación del alfa, no tanto por los vampiros que habían secuestrado a Audrey, sino por lo que estaba sucediendo con ella misma.Bleid intentaba pensar y adivinar qué camino tomar, comenzaba a desesperarse, pero no podía permitirse sucumbir a sus miedos. Sabía que eso solo provocaría el derru