JAYDEN
Extiendo mi mano por toda la cama buscando la piel suave y delicada de esa chica la cual me estaba destruyendo por dentro, pero lo único que sentía era las sabanas a mi lado sin nadie sobre ella. Abro mis ojos y los entrecierro al sentir el sol filtrarse por la ventana. frunzo la nariz de inmediato, coloco mis codos en la cama y busco por la habitación alguna señal de ella.
—¡Iris! —llamo. Nada—. ¡Bonita!
Por un segundo me viene a la cabeza que tal vez todo lo que sucedió ayer no paso realmente, y eso hace que me frustre conmigo. De ser así, esa chica se metió dentro de mi piel y no es una muy buena señal. Luego veo su sostén de encaje rosado en el suelo, sonrío inconscientemente.
Pero, ¿Dónde está?
Mi celular me avisa que tengo una llamada entrante, frunzo el ceño
—¡No, no, eso no puede ser verdad! —me llevo mis manos a mi cabello, y luego a mi rostro.Lo que mi padre me estaba confesando no podía ser cierto, debía haber un error, él debía estar confundido. Pero con las palabras y su tono de voz que utilizo conmigo no hace menos de un minuto me hacen dudar de Jayden.—Dime por favor, Iris, que no has sido tan estúpida como para meterte en su cama —mi padre se levanta del sofá, mirándome interrogativo.Yo bajo la mirada, como iba a confesarle que si fui lo bastante estúpida.Esta mañana cuando llegue a mi apartamento, mi padre, Duncan y hasta Clarie estaban esperándome con el alma en la boca, bueno al menos se notaba eso en papá y Duncan. Lo primero que me han preguntado es donde he ido.Me daba vergüenza confesar lo que sucedió Jayden y conmigo, siento una opresión en el pecho,
Mi padre había conducido por una hora completa hasta llegar a una mansión, y es que eso era realmente lo que estaba frente a mis ojos. No me podía creer que el padre de Duncan tuviera semejante casa.Según tengo entendido el señor Powell vive aquí junto a su nueva esposa, Rachel, eso fue lo que mi padre me informo cuando conducía por la carretera de la ciudad.Selene quien estaba pegada al lado mío, no dejaba de admirar cada rincón de la casa tanto por fuera como por dentro.—Ese desgraciado de Duncan nunca me dijo que su padre era millonario —exclamo mi amiga—. Se lo ha tenido bien guardado.Mi padre se adentró más a la sala con toda confianza, como si ya hubiera estado aquí antes.Él lleva un traje de vestir muy elegante de pies a cabeza.De pronto miro hacia las escaleras largas y con una alfombra sobre ellas de color rojo opaco, y
No puedo ocultar mi nerviosismo al tener al señor Powell tan cerca, luego de escuchar lo que Jayden me dijo. Me agache para tomar mi celular rápidamente, Jayden aún estaba en línea. Me alivie.No sabía exactamente sicreerle o dudar de sus palabras después de todo, después de que me mintió. Pero estaba tan seguro de sus palabras, cuando se le quebró la voz…algo me decía en mi interior que debía hacerlo, debía creer en sus palabras.Alexander Powell era un asesino y amigo de mi padre.¡Mierda!Necesitábamos salir de esta casa urgentemente.—¿Dónde está el baño? —pregunto abruptamente.—Por aquí, sígueme —me señaló el interior de la casa. No debería entrar con él y estar a solas pero debo comportarme como si nada, como cuando he puesto un pie e
Estaba esperando.Estaba inmovil mirando la puerta principal.Lo que estaba a punto de hacer me rompería, pero era necesario.Jayden no tardaría en cruzar esa puerta. Selene estaba en una de las habitaciones de arriba encerrada, Alexander la obligó a permanecer allí. Era lo mejor por el momento.Pronto se podría ir.Aun me dolían mis costillas, pero como pude me tuve que tragar ese dolor. Poner mi mejor cara para lo que haría esta noche.Entonces la puerta principal se abrío, dejando ver a un desesperado Jayden, sus ojos esmeraldas se fijan en mí apenas entra. Alguien estaba detrás de él, seguramente unos de los cómplices de Alexander.Jayden sin perder tiempo alguno, corre en mi dirección, cuando llega hasta mí, me envuelve en un abrazo, mis brazos se esfuerzan por no corresponderle, mantengo todo mi cuerpo inmóvil. Cierro los ojo
Semanas más tarde Me cubrí los oídos nuevamente al escuchar a las personas a mi alrededor gritar con desesperación, mientras Duncan y yo nos habríamos paso entre la multitud. Él me sostenía de la mano para no perderme de vista. Parece una total locura, es decir la primera vez que vine a este lugar fue un día después de descubrir el engaño de mi ex novio, y el día que conocí a Jayden Scott, del cual no había forma posible de quitarlo de mi vida. Mi corazón comenzaba a latir con mayor fuerza a medida que avanzábamos, ya faltaba casi nada para volver a verlo, estuve esperando esto desde la semana pasada, cuando Duncan me dijo que me ayudaría a verlo, ya que se sentía culpable por lo que su padre me esta obligando hacer. Aunque le he repetido un millón de veces que el menos culpable de todo esto es precisamente él, pero no hay ser humano en la tierra que pueda convencerlo. Ya había pasado un mes entero desde que estoy vivie
No me pude concentrar en la pelea que se llevaba a cabo delante de mis ojos, y a pocos metros. Las últimas palabras de Jayden no dejaban de dar vuelta por mi cabeza. Ni siquiera los gritos de las personas alrededor interrumpían mis pensamientos.¿Novia?Él me había llamado su novia, él ya me consideraba como tal. Pero es que ni siquiera me lo había planteado, es decir, ni yo sabía que éramos en realidad.Cuando la pelea finalmente acabo dejando como ganador número uno a Duncan, me fui casi corriendo hasta de vuelta el camerino de Jayden, tenía que despedirme de él antes que Duncan me arrastre a la casa de su padre. Me adentro al pequeño espacio y escucho como comienza a sonar un celular, con una canción de Rock and roll, por un instante pienso que es el mío, pero yo no tenía como tono de llamada ni de mensajes de texto esa canción y ade
Una semana había trascurrido desde que vi a Jayden, y ya lo estaba extrañando, deseando verlo nuevamente. Él ocupaba la mitad de mis pensamientos, pero primero estaban mis padres, los he llamado todos los días a la misma hora, cinco de la tarde en punto, ese es el horario que se me asignó por parte de Alexander Powell.Siembre que yo hablaba con ellos, él tenía que estar presente en la conversación con su mirada de advertencia, si a mí se me escapaba algo que no debía, tendría graves consecuencias. Ni siquiera me he tomado la molestia de imaginarme lo que haría en específico, me da pavor de solo pensarlo.A medida que avanzaban los días, también me planteaba la idea de meterme en el despacho de Alexander el cual verifique que nunca lo cierraba con llaves, tal vez porque piensa que nadie en su sano juicio se metería en él, si valoran sus vidas no lo har
El beso era suave, sus labios estaban pegados a los míos, pero nuestras leguas por suerte nunca llegan a encontrase. Agradezco interiormente a cada segundo que pasaba, cada segundo era una eternidad, continuaba el beso sabiendo que alguien nos estaba observando.Me tomo solamente unos un momento saber porque Duncan lo hizo, y eso era lo que yo agradecía. Era la única explicación que podríamos dar cuando nos interrogaran, porque estábamos en el despacho donde evidentemente no deberíamos estar, bueno, en realidad donde yo no debía meterme, de todas maneras lo valió, y volvería en cualquier momento, no sabía cuándo, pero volvería a por más. Volvería a investigar pero esta vez, con más cautela.—¿Qué demonios está sucediendo aquí, Duncan? —la voz enojada de Alexander nos separó finalmente.Duncan de inmediato