Isabella tenía tantas cosas en la cabeza, pero una predominaba sobre las otras. Esa sensación de molestia al ver a Luka y Zinerva tan cercanos. Sabía que sus celos eran infundados, ellos solo eran amigos. Si tan solo las viejas inseguridades desparecieran de la noche a la mañana. No tenía nada que ver con él y más con ella.
Había días en que todavía creía que no era merecedora de todo lo que Luka le daba. Tenía que luchar contra eso, lo sabía muy bien. Él hacía todo lo posible día a día por demostrarle que era alguien extraordinario, pero el hacerla sentirse especial no era una responsabilidad de los demás. Era suya.
—¿Está todo bien? —preguntó Luka sacándola de sus cavilaciones—. Has estado muy pensativa durante el día.
—Sí, no te preocupes. —Lo miró y c
Renzo les hizo algunas preguntas sobre su relación y le dieron la información que era importante. No necesitaba saberlo todo.—Podríamos ignorarlos hasta que se cansen, lo cual podría pasar la próxima semana o dentro de algunos meses —explicó Renzo cuando terminó con el interrogatorio—. Pero mientras tanto tendrían que aguantar un acoso más intenso de lo normal. —Miró a Isabella—. Además, con tu carrera en su mejor momento no podemos correr el riesgo de que algo la afecte.>>Los rumores que han empezado a circular y no te ponen en el mejor lugar. —Luka se hacía una idea de eso—. Debemos ponerle un alto antes de que se vuelva incontrolable. Programaré una entrevista para dentro de dos días y hasta entonces les recomiendo que no salgan de aquí.—Eso no será un problema —estuvo de acuerdo Luka.
—La noche que mi papá murió —dijo Isabella de repente. Necesitaba hablar—, él y yo salimos en el coche. No sé a dónde nos dirigíamos exactamente…Isabella recordaba muchas cosas de esa noche con claridad y otras se veían tan borrosas.Su padre y él habían estado viajando por un tiempo, pudieron ser horas o solo minutos, para una niña el tiempo podía volverse una eternidad al estar encerrada en un carro sin mucho que hacer. Su padre había estado actuando extraño, nada de los típicos juegos de viaje. Entonces ella se había comenzado a quejar porque quería ver a su mamá. Su papá le había pedido que se calmara, pero ella continuó preguntando por su mamá una y otra vez cada vez más alto.Su papá la había mirado para darle una de esas miradas severas que rara vez utilizaba y ell
—Mia y yo nos enteramos de lo que está pasando, esta mañana —le dijo Giovanni tomando asiento frente a él. Giovanni había venido a verlo y probablemente era para hablar sobre su trabajo. Luka sabía que siempre podía contar con él; pero, después de todo el escándalo desatado, no le sorprendería si el decidiera hacerlo a un lado. —Todo es una locura. —De alguna manera, sabíamos que sería así. —Sí y había estado preparándose para cuando la noticia estallará. —Daremos una entrevista mañana. Me gustaría pensar que nos dejaran en paz después de eso, pero no soy tan iluso. —¿Y cómo está Isabella con todo esto? —Mejor de lo que esperaba. Ella es fuerte y ha lidiado con cosas peores. espero que esto no duré demasiado. Giovanni asintió y luego lo miró en silencio. Lo conocía muy bien para saber lo que le quería decir. —Dilo. —Deberías considerar renunciar a tu puesto. Sus palabras no lo tomaron por sorpresa. Inclu
Isabella había tenido la esperanza que, después de dos días que su relación con Luka se hiciera pública, las cosas se hubieran calmado, al menos un poco. Todas esas personas que se lanzaron al auto en cuanto atravesaron las rejas de su casa, le demostraron lo equivocada que había estado.Odiaba ser el centro de atención, algo ilógico teniendo en cuenta que parte de su día incluía precisamente eso. Sin embargo, podía arreglárselas cuando se trataba de trabajo.Era realmente incómodo cuan invasiva podía llegar a ser la prensa. No es como si su relación fuera una noticia relevante o que aportara algo a la sociedad. Luka apretó su mano llamando su atención. Cuando lo miró, él le dio una sonrisa tranquilizadora. Ella es la que estaba acostumbrada a esa clase de cosas, pero parecía ser él quién había es
—Eso salió mejor de lo esperado —comentó Martia con una sonrisa. Luka las había dejado a solas luego de llegar a casa—. Creo que Elena se enamoró de Luka.—Espero que eso sea suficiente para que esto se calme un poco, no tengo ganas de volver a presentarme en otro programa para hablar sobre mi vida amorosa. Prefiero responder preguntas sobre mi carrera.—No te preocupes, Renzo dijo que sería el único.Asintió. Confiaba en la palabra de su agente. Además, él nunca había sido de los que buscaba sacar provecho de cosas como los escándalos.—Bueno, porque no discutimos sobre el trabajo que te espera la siguiente semana. Todo está listo para comenzar con los ensayos.Isabella se sentía emocionada y preocupada en la misma medida al hablar de sus conciertos y todo lo que tenía que ver con ello. Quería dar lo mejor de
Luka abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro de Isabella. Seguro que no había transcurrido mucho tiempo desde la primera vez que despertó con ella a su lado, pero se sentía como si llevara haciéndolo por un largo tiempo. Imaginó despertar de la misma manera por el resto de su vida y sintió un deseo profundo instalarse en su pecho. Ella tenía la expresión serena y no podía sentirse más que feliz. Había pasado por mucho durante la última semana. Lágrimas derramadas, preocupación y estrés, tantas cosas con las que ella había tenido que lidiar. Pero ella no era ninguna débil. Había enfrentado cada situación lo mejor que había podido. Era cuando se quedaban solos que recién había mostrado lo cansada y debilitada que realmente estaba. Su amor y admiración por ella no había hecho más que crecer, si es que acaso era posible. Sonrió al recordar la manera en la que ella le había confesado su amor la tarde anterior. Si no habría visto el amor en sus oj
Isabella soltó un suspiro antes de tocar la puerta de su madre. Sabía que estaba allí, porque ella no había salido con la misma frecuencia desde que le quitó el fondo ilimitado. Al menos no había sido tan irresponsable como para seguir gastando sin medida con la nueva tarjeta que se le había sido entregada. Esperó por algunos minutos y luego escuchó algunos pasos del otro lado. La expresión de su madre al verla le dijo que no iban a tener un intercambio de palabras nada amistoso. ¿Es que acaso con ella nada podía ser como una relación normal madre-hija? —¿Isabella? Es raro verte en esta ala de la casa. Seguro Luka, ya te fue con algún cuento y por eso estás aquí. —Si mal no recuerdo fuiste tú la que desde el principio recalcaste que querías tu privacidad. Y no, Luka no me dijo nada. ¿Hay algo que tenga que decirme? Tal vez debería preguntarle. —Su madre puso una expresión culpable, que apenas duró unos segundos. Algo debía de haber pasado, per
Isabella se mantuvo en completo silencio y limitó sus movimientos para evitar hacer algún ruido que llamara la atención de Luka. El que quisiera que la encuentre, no significaba que se la iba a poner fácil.Estaba en su estudio de música porque era el que más alejado estaba de la sala de entretenimiento. Se había puesto de cuclillas detrás de su piano. Una pequeña luz llegaba desde el pasillo colándose a la habitación por la puerta que estaba ligeramente entreabierta. Afinó los oídos en busca de algún sonido que le indicara el paradero de Luka, pero todo estaba en completo silencio. Era como si estuviera sola, pero sus instintos le decían que él estaba cerca.Agarrándose al borde del piano, levantó la cabeza un poco para observar. Una sombra apareció cerca de la puerta y de inmediato regresó a su posición anter