Capítulo 530
La actitud de Fernando era diferente a la de hacía un momento, incluso un poco esquiva.

Lorena se levantó, desconcertada y ansiosa.

—Profesor Tamayo, Señor Tamayo, ¿por qué?

La cara de Fernando cambió, apretó los dientes y dijo con una mueca: —No hace falta que lo sepas, date prisa y vete, ¡tu hermano no puede sobrevivir a esto!

Cuando terminó de hablar, simplemente se marchó a toda prisa.

Cerró la puerta con bastante fuerza.

«¿No puede sobrevivir?»

El pecho de Lorena se agitó como si hubiera sido golpeada por algo, y su respiración se alteró durante unos segundos.

Miró hacia la puerta conmocionada, «¿Por qué Fernando tenía miedo de repente?»

No se había dado cuenta de que se había puesto pálida como una enferma.

A su lado, sin embargo, Urso se acercó y cogió de la mesa el móvil que Fernando había tirado.

Echó un vistazo al mensaje y, cuando vio el nombre de "Polo", sus pupilas se entrecerraron ligeramente y una sutil emoción pasó por ellas.

Le pasó el teléfono a Lorena.

—Si dice que n
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