Escuché la alarma y sabía que tenía que levantarme para ir a trabajar, pero no quería, me envolví en las sábanas como si pudiera evadir la realidad. Tenía miedo enfrentarme a Julián, de volver a verlo después de nuestro encuentro en la playa.
Nunca imaginé que estar enamorada fuera tan doloroso, pero no me quedaba más remedio que levantarme y enfrentar lo que tuviera que pasar. Una chica de expósito como yo, no se podía dar el lujo de estar perdiendo empleos para no ver más a una persona y el doctor Amezcua confiaba en mí y siempre me apoyó en todo lo relacionado con mi carrera. No podía perder ese empleo en el que tenía tantas consideraciones e incluso, posiblemente hasta un lugar para ejercer mi profesión cuándo terminara la carrera.
Despedirme de Ana fue difícil, mi hermanita pequeña se iba para vivir en un departamento de lujo pagado por su Sugar Daddy. Estaba segura de que con el paso del tiempo ese hombre se iba a dar cuenta de lo valiosa qué era mi amiga. Ana
Después de hacer el amor con Anna durante toda la noche, no sabía que pensar, ni qué hacer al respecto de esa relación. La situación con su virginidad me había tomado por sorpresa y había cambiado todo lo que, según yo, tenía claro en mi cabeza. Siempre pensé que Ana era una vividora qué antes de estar conmigo había estado ya con varios hombres a los que le había entregado su cuerpo a cambio de dinero, y al darme cuenta de que era virgen y que yo había tenido el privilegio de ser el primer hombre en su vida no sabía qué pensar. Ser virgen no era del todo una prueba de su inocencia, porque después de todo, lo había hecho conmigo también a cambio de dinero. Tal vez solo se estaba guardando para impresionar a su primer Sugar Daddy exclusivo, porque de ninguna manera podía creer que se hubiera entregado a mí por amor. La diferencia de edades entre nosotros era demasiado marcada y podría jurar que, de no haber firmado ese contrato, ella nunca se hubiera entregado
Fue toda una experiencia despertar a su lado, sentí un poco de vergüenza al ver que dormimos desnudos durante toda la noche, abrazados como una verdadera pareja.Algo que yo tenía muy claro era que él no podría pensar en mí para una relación estable y que debía tener cuidado en no mostrarle mis sentimientos. Tenía que contenerme para no gritarle un te amo que fuera a complicar nuestra relación y orillarlo a terminar con nuestro contrato.Siempre soñé con esa escena típica de las películas románticas en que las parejas se bañaban juntos, jugando y acariciándose. Nunca pensé que yo llegaría a vivir mi propia historia y menos con un hombre como Marco Durán, era un verdadero caballero tierno y gentil me trataba con una delicadeza que parecía como si temiera romperme.Fue muy tierno al enjabonar mi cuerpo, aprovechando para
Salimos del restaurante y yo me sentía soñada, él rodeando mi cintura ante los ojos curiosos de los comensales, pasé mi brazo por detrás de su espalda y caminamos abrazados, antes de subir a la camioneta dimos un paseo por la playa, así abrazados hablando sobre la comida italiana.Él me preguntaba sobre los sabores y los pequeños detalles que había podido percibir de la comida y me aplaudía cada vez que acertaba con los ingredientes.En verdad era un hombre maravillosos, fuera de serie, nada que ver con ese hombre arrogante y autoritario que había conocido antes. Ahora no solo lo amaba, sino que también lo admiraba cada día más.Subimos a la parte trasera y allí no se contuvo, nos besamos durante todo el camino de egreso al chalet, yo me moría por volver a sentirlo mío, sí, mío, aunque fuera solo en esos momentos de intimidad
Extrañaba tanto a Ana que nunca me había sentido tan sola, ella era loca e impulsiva, pero siempre me hacía reír, más ahora que estaba tan triste por toda la situación con Julián.Ya había pasado una semana desde la madre de él vino a la clínica del doctor Amezcua para conocer a la chica que estaba interesada en su hijo, yo me sentí como si fuera un bicho raro, al que había que examinar para saber si no era venenoso o algo así.Ya solo faltaba una semana para que comenzaran las clases y entonces el suplicio iba a terminar, Julián volvería a la universidad y daría por concluido el periodo de sus prácticas profesionales, entonces se iría y no volvería a verlo y eso era lo mejor, solo así iba a poder olvidarlo.Estaba tan concentrada archivando las placas de rayos x de los pacientes que no me di cuenta de que ya era la hora del
Sentí la cara roja de vergüenza cuando escuché a esa estúpida llamándome cerdito, por menos de eso en el orfanato le hubiera arrancado los cabellos a cualquiera. Intenté controlarme, pero su risa burlona me ofuscó el cerebro y me paré de la silla. Tomé el vaso de refresco para vaciarlo en su cara.—No le hagas caso Amelia, debe tener agua en el cerebro porque es lo único que consume para no engordar y sus neuronas ya deben haber muerto ahogadas.El rostro de la chica se desencajó al escuchar la respuesta de Julián, no sabía que decir y estaba tan preocupada por limpiarse que estaba toda roja como un tomate por la vergüenza.Julián pidió la cuenta y salimos del lugar muertos de risa.—Discúlpame por haberte hecho pasar ese mal rato — Me dijo tomándome de la barbilla y depositando un beso en mis labios.—No
Fui una estúpida al pensar que alejándome de Marco él vendría corriendo a buscarme. Ya había pasado una semana desde que me fui de su hotel y no me había ni siquiera llamado para saber cómo estaba. No me podía dar el lujo de perderlo, había sacrificado mucho de mi tiempo a su lado con la esperanza de convertirme en su esposa y no estaba dispuesta a perder todo lo que había invertido. Recibí la notificación de la aplicación del banco, al menos me había depositado la cantidad que me daba cada mes para mis gastos, pero yo no podía conformarme con eso. Marco Duran era sinónimo de riqueza y de poder, ser su esposa o al menos seguir siendo su pareja me convertía en una de las damas más importantes de Acapulco. En el teléfono veía las noticias de la colocación de la primera piedra de su nuevo complejo turístico y odié no haber estado a su lado en un evento tan importante. Revisando a detalle cada una de las imágenes descubrí algo que me sorprendió. Una fotog
Parecía estar viviendo un sueño, Marco amanecía todos los días entre mis brazos, le gustaba dormir con su rostro entre mis pechos donde se acomodaba después de hacerme el amor.Faltaban ya pocos días para comenzar las clases y estaba lista para iniciar también mi curso de inglés. Me agobiaba pensar que cuando eso pasara iba a pasar menos tiempo con Marco, pero el horario de clases se ajustaba bien al tiempo que él pasaba en su oficina.Yo sabía que no debía hacerme ilusiones y que él podía de pronto decidir no verme todos los días, o incluso no quedarse a dormir y tenía que estar preparada para no sufrir cuando eso sucediera, aunque eso iba a ser muy difícil.Cada día que pasaba me costaba más trabajo contener mis palabras para no gritarle que lo amaba y que me importaba un carajo nuestro contrato, yo solo quería que me amara como
Se me retorció el estómago cuando Mike me mostró las fotografías que le envió la persona que contrató para seguir a Marco. Un precioso chalet en la playa que debía ser mucho más costoso que mi departamento y la estúpida camarista despidiéndolo con beso. Ella envuelta en una bata de seda y Marco apretándole los glúteos, para luego caminar hacia su auto. —¡Maldita escuincla! — Exclamé y las fotografías sufrieron las consecuencias de mi ira, las hice pedazos y las arrojé al piso. —No debiste subestimar a la mocosa, debiste asegurarte de que se fuera de Acapulco. —¿Yo qué iba a pensar que Marco se iba a enredar con ella? Quiero saber todo de ella, asegúrate de encontrar hasta sus más profundos secretos. Necesito saberlo todo: ¿Quién es? ¿de dónde salió? ¿dónde vivía antes? ¿que come? y hasta cuantas veces va al baño. Quiero toda la información que me pueda ser útil para destruirla. Faltaba solo una semana para que llegara el día en que me bajara mi period