El día de la cena, Don se sentía nervioso, esperaba a Isabella recargado sobre su auto, la chica estaba tardando un poco, al ver que no llegaba, decidió acercarse al departamento para buscarla, al hacerlo, pudo escuchar la voz de Marjorie, ¿Es qué esa mujer no se cansaba de estar molestando?—¡No te mereces nada de lo que tienes! ¡Solo estás con él por su dinero! —Marjorie gritaba, completamente exaltada.—¿Qué estás diciendo? ¡Nunca he estado con él por su fortuna! —Isabella sabía que tenía que seguir con la mentira ante su prima, tal y como se lo había indicado su jefe.—¡Mentira! Si fuera por ti, no estarías con un tipo tan aburrido como él, o tal vez lo has hecho tan solo por molestarme, nunca has soportado que sea más bella que tú, la fortuna de Don me pertenece, no debiste interponerse.—¡Qué está pasando aquí! ¿Por qué estás atacando a mi prometida? —Afortunadamente la puerta estaba entreabierta, Don se había acercado decidido a tirarla.—¡Esta no es nada tuyo! Solo está contig
Karo decidió hablar con su hijo respecto a Isabella, no podía sacar de su mente la idea de que la conocía desde antes.—Don, necesito hablar contigo respecto a Isabella. —Don levantó la vista del libro que estaba leyendo y miró a su madre con interés.—¿De qué se trata, mamá? —Karo respiro profundamente antes de continuar.—No puedo dejar de decir que conozco a Isabella desde antes, no sé como explicarlo, pero siento que hay algo que se nos está escapando.—¿Has intentado preguntarle directamente?—Sí, pero ella dice que no recuerda haberse cruzado conmigo antes.Bueno, eso podría ser posible, quizás te parezca una persona familiar porque tienes cierta afinidad con ella.—Quizás tenga razón —dijo Karo, pensativa —solo espero que esto no sea una tontería de mi parte.—No lo creo, mamá, sí sientes esa conexión, debe de ser por algo, ¿Qué tal si pasas más tiempo con ella y ves que ocurre? Tal vez podrías descubrir algo más.Karo asintió, agradecida por el consejo de su hijo.—Me parece b
Isabella no pensaba quedarse callada, estaba decidida a enfrentarlo, que le dijera a la cara lo que pasaba, no quería creer que él fuera el tipo de hombre que al conseguir lo que quería con una mujer le daba la espalda, ella le había entregado lo más sagrado que tenía, su primera vez, no estaba dispuesta a permitir que se burlara, colocó el café caliente sobre la mesa, después caminó unos cuantos para plantarse frente a él. Don se sorprendió, no creyó que hiciera eso, intentó no mostrar lo que estaba sintiendo, hizo un gran esfuerzo por mantenerse totalmente serio. —¿Pasa algo? —Fingió demencia. —¿Es en serio? —No entiendo. —¡Por Dios, Don! ¿Qué clase de juego es este? Te acuestas conmigo, y después no te acuerdas, ¿Qué te estás creyendo? —Isabella, será mejor que dejemos las cosas así, no quiero causarte daño, más adelante vas a enterarte. —¿De qué? De qué el hombre al que le entregué mi primera vez decidió burlarse, eso me pasa por estúpida, por tonta al imaginar que un hombre
Isabella estaba analizando lo que Don le había dicho, en su lugar, ella hubiera hecho lo mismo, pensar que podría haber sido su hermano, y que había pasado una noche con él, le aterrorizaba. Pero al mismo tiempo, sabía que los sentimientos que tenía por él eran reales y profundos. —Don, no sé qué decir —susurró ella finalmente. —No tienes que decir nada, solo quiero que sepas que lo siento mucho y si pudiera volver atrás en el tiempo, lo haría. —¿Qué piensas hacer ahora? —preguntó Isabella, todavía mirándolo fijamente. —No lo sé. Solo sé que no quiero perderte, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y te necesito. Isabella suspiró, sabiendo que tenía sentimientos contradictorios, pero en ese momento, solo quería estar cerca de él. —Ven aquí —dijo, abriendo sus brazos. Don se acercó a ella y la abrazó con fuerza, ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la cercanía del otro. —¿Y si intentamos empezar de nuevo? —propuso Don al fin. —¿Qué quieres decir? —
En su habitación, Don se sentía incómodo lo que había visto en la sala, Isabella también se sentía abrumada.—¿Qué demonios es lo que acabamos de ver? —Preguntó sentándose al borde de la cama.—No lo sé, tal vez sea normal para ellos hacer eso en la sala. —Don frunció el ceño al imaginar que lo acostumbraban.—Tratemos de olvidarlo —la tomó por la mano —hay algo que quiero hacer.—¿Qué? —Isa preguntó sorprendida.—Quiero que te quedes a dormir conmigo está noche. —Dijo mientras la veía a los ojos.—No sé si sea correcto después de lo que acaba de pasar.—Entiendo que te sientas incómoda, no quiero que te vayas con esas imágenes en la cabeza. —Acarició su mejilla mientras lo decía.—Si me quedó, no podré ver a tus padres a los ojos de nuevo, sabrán que me quedé en tu habitación.—Mis padres son muy modernos, creo que ya lo has visto. —Don sonrió al decirlo, Isa correspondió a su sonrisa.—Está bien, está noche, me quedaré contigo.—Gracias. —Don sonrió, se sentía feliz de saber que pas
En el hospital, Don daba vueltas fuera de la habitación, un médico revisaba a Isabella. Estaba esperando que llegara su abogado, le había enviado el video del ataque para que lo llevara a la policía, Karo y Donatello habían estado acompañando, Don insistió en que fueran a casa a descansar, él se quedaría toda la noche a cuidarla, Isa no tenía a nadie más que pudiera hacerlo, el abogado llegó en ese momento. —Por favor Santiago, dime que has encontrado algo que nos sirva para encontrar a ese par y hundirlos. —No sabes lo difícil que ha sido encontrar información sobre Do Santos y su hija, eso ha complicado las pesquisas de la policía, pero gracias a la ayuda de algunas fuentes anónimas, pude obtener algo de información, Do Santos se ha dedicado a trabajar en negocios sucios alrededor del mundo, pensaba dejar todo eso para establecerse y disfrutar de la fortuna de su hermano, que por cierto, he encontrado muchas inconsistencias en el accidente donde murió junto a su esposa. Don no h
Ahí estaba Donatello frente a aquella chica, dentro de un pequeño cuarto que se utilizaba para guardar los instrumentos de limpieza.—¿Qué es lo que pasa? —Preguntó soltándose del agarre de aquella chica.—He escuchado que mis compañeras han hecho una apuesta.—¿Una apuesta? —Donatello no entendía qué tenía que ver con él aquello.—Sí, intentarán conquistarlo, ganará la que logré hacerlo. —Al escuchar aquello, no podía creerlo.—¿Podría decirme quiénes están implicados en esto?—Señor, me metería en problemas con ellas, pero usted podrá darse cuenta. —En ese momento, él recordó la actitud de la secretaria de su hijo.—Ya entiendo, no sé preocupe, no se enteraran que fue usted quién me dijo, y le agradezco enterarme de esto. —La chica sonrió con aparente dulzura, él le devolvió la sonrisa.Donatello abrió la puerta para salir, la chica tropezó, y fue a dar de cara contra su pecho, él la tomó por la cintura para evitar que cayera, cuando volteó, los empleados que pasaban, se les quedaro
Karoline estaba aburrida, Isa había salido a hacer algunas compras acompañada por los guardaespaldas, Bry había visto por casualidad la fotografía de Donatello con la chica, sin pensarlo, la envió a Karo.—Amiga, tienes que ver que la fotografía que te he envíado, solo no me eches de cabeza que Tony se molestara si llega a saber que fui yo quién la envió, pero sé lo que duele un engaño, y más aún cuando somos las últimas en enterarnos.Al leer el mensaje, Karo sintió que se puso helada, enseguida abrió aquella fotografía, no podía creer lo que estaba viendo, la imagen era muy clara, no había duda de lo que Donatello estaba haciendo, enseguida recordó la marca de lápiz labial en su camisa.Karo lloraba desconsolada, ¿Cómo se atrevía a hacerle eso? Después de todo lo que habían pasado para poder estar juntos.Cuando Isa llegó, vio que Karo aun lloraba, se preocupó y se acercó para ver qué pasaba.—¿Está bien? ¿Qué ha pasado? —Karo le mostró la fotografía, Isa se sorprendió, no podía cre