Danielle sentía que su mundo se hundía, las palabras de Timothy no presagiaban nada bueno para ellas, debajo de la mesa unió sus manos y comenzó a rezar, esperando que no fuera los que ella pensaba, ¿serían tan malvados para negarse, sabiendo la necesidad que tenía Isabela de aquellos chequeos? «Por favor que diga que no puede ser hoy, pero en unos días más sí podrá.» Pensó y con miedo a la respuesta preguntó—; ¿Qué problema, señor Hardwick? Timothy bajó la cabeza y al levantarla soltó las palabras de golpe. —No tengo el dinero que pides, y no creo que pueda tenerlo antes de que termine el año que negociamos. —Pero… pero usted no sabe la cantidad que necesito. —dijo Danielle con un tono incrédulo. —No lo ha dicho, pero sé que cualquier cosa médica lleva mucho dinero. Y en este momento no lo tengo. —respondió Timothy inflexible. —Solo quiero un adelanto de lo que usted me pagará en menos de once meses. Timothy se encogió de hombros, repitió que no tenía el dinero y que no podía
A Danielle se le aceleró la respiración y los latidos del corazón se le dispararon por la adrenalina al escuchar la voz de Maximilian. Tragó saliva antes de preguntarle qué hacía allí, no esperaba verlo hasta regresar a la casa de la playa.—Terminé antes del tiempo previsto el trabajo que tenía, quise acompañarte, ¿Hay algún problema por haberlo hecho? —dijo Maximilian e hizo la pregunta elevando ligeramente una ceja.Danielle respondió que no había ningún problema, solo que no esperaba verlo en la casa de sus padres, mientras hablaba, las rodillas le temblaban, tuvo que poner sus manos en ella para evitarlo, aunque sabía que no era posible, creía que Maximilian la veía temblar.—Hmmm, bien, sí, eso quedó claro, ahora dime, ¿por qué lloras? —Insistió Maximilian.Maximilian no había olvidado la pregunta, y era de su mayor interés la respuesta, quería ver que tan mentirosa podía ser Berenice.Danielle se quedó un segundo con la mente en blanco, ¿qué podía decir y que más adelante no se
En el camino a la habitación, Danielle se calmó un poco, ya no tenía el miedo a ser descubierta como antes de salir de la consulta del doctor Esteban, así que decidió decir una mentira más, creía que una mentira más no haría la diferencia, tenía que pensar en la salud de su madre, y si él iba a pagar los exámenes médicos, ella lo aprovecharía, ya le devolvería el dinero a Maximilian cuando terminara el año que había acordado con Timothy Hardwick. —Eso me han dicho en otras ocasiones, antes de que Isabela enfermera, y como ella es tan hermosa, a mí me da mucho orgullo que me digan que me parezco a ella —respondió Danielle y con una sonrisa pícara bromeó—, a mi madre es a la que no le gusta mucho. Maximilian siguió mirando de una a la otra, si las hubiera conocido en otras circunstancias, hubiera apostado todo a que eran familia. —¿Y de dónde conoces a la familia Humphrey? —preguntó Max, todavía no salía de su cabeza que Berenice tramaba algo. —Los conozco de toda la vida, el padre
Maximilian tomó rápido una decisión, Berenice estaría más confiada con él por ayudar a la madre enferma de su amiga, y podía cometer errores sintiéndose libre, estaba completamente seguro que estando cerca sería más fácil atraparla, además, mientras Marlon encontraba pruebas de su infidelidad, él tenía que actuar como un esposo que se iba enamorando cada día de su esposa. Kyra no le interesó lo suficiente antes de tramar su venganza, así que no veía objetivo en perder lo ganado con su mujer por ella. Sonrió y saludó a Kyra con una mano, mientras con la otra tomaba una mano de Berenice.—No tenía planeado venir, solo quise mostrarle el local a mi esposa. —dijo por cortesía.—Me parece muy bien, este restaurante es excelente, y no lo digo porque Mateo sea mi cliente, —y siendo un poco más atrevida, preguntó—: ¿Puedo sentarme con ustedes?Danielle frunció mucho más el ceño, ahora era más que evidente que estaba enfadada, no entendía por qué le molestaba tanto la otra mujer, aparte de ign
—Sí, también, las dos me gustan mucho, pero en este momento solo quiero decorar tu casa. —respondió Danielle, dando gracias que no estaba lo suficiente borracha para meter la pata por completo.Maximilian sonrió, creía que Berenice se veía linda con unas copas de más, las mejillas sonrojadas le daban color a su pálida piel. Sonreía todo el tiempo y se reía de sus chistes aunque fueran malos. Le gustaba esta chica. Al darse cuenta de a dónde se habían ido sus pensamientos, sacudió la cabeza, como intentando sacar esos pensamientos traidores de su mente.«Solo es una ilusión, no te dejes engañar, cuando menos lo esperes, ¡zas!, mostrará como es en realidad.» Pensó mientras se ponía de pie para buscar otra botella de vino y tomar distancia, ya se estaba encariñando del enemigo.—¿A dónde vas? ¿Me dejas sola? —preguntó Danielle, sin entender por qué quería seguir en su compañía.Maximilian mostró la botella vacía y señaló el interior de la casa.—Enseguida estoy contigo. —dijo y desaparec
«¡Por fin!, ahora si recibiré una respuesta.» Pensó Marlon evitando sonreír. Kaelyn detuvo su caminar, estaba muy interesada en la respuesta, ¿por qué le preguntaba a ella por Berenice Hardwick? No entendía por qué le preguntaba a una empleada. —Conocí a Berenice en una fiesta. —contestó Marlon, pero al ver como la chica lo miraba con cara desconfiada, le aclaró—, no tuve nada con ella, fue un amigo quien se hizo íntimo de ella… —¿Y qué tengo yo que ver con eso? —preguntó Kaelyn interrumpiendo, estaba un poco más confundida. Marlon puso los ojos en blanco, la mujer no lo dejaba terminar de hablar y exigía una respuesta. La verdad era que se estaba inventando la historia sobre la marcha, cuando su hermano Mason conoció a Berenice, él ni siquiera estaba en el país. —¿Y bien? ¿Dónde está la respuesta a mi pregunta? —Insistió Kaelyn, estaba cansada, sentía que todo le daba vueltas y quería llegar cuanto antes a su casa. —Si me dejaras hablar, podría decirte —dijo Marlon enojado, per
Danielle no tuvo que decidir si besarlo o no, Maximilian decidió por ella al inclinarse y tomarle el rostro entre sus manos, y rozar sus labios con los de ella en una lenta caricia, luego la besó con suavidad. Danielle jadeó, sintiendo escalofríos de intenso placer, la boca de Maximilian sabía a vino y a sal. Las manos de Maximilian fueron bajando, por el cuello, los brazos, hasta rodear con sus manos, la cintura de Danielle. Max asomó la lengua lentamente y acarició el borde de sus labios, invitándola a abrir la boca para él. Danielle volvió a jadear y él intensificó el beso, acariciándole la lengua con movimientos sensuales. Ella quería más, más de ese beso embriagante, que la tenía con ganas de más. Maximilian sintió su deseo y cambió el ritmo, llevándolo a otro nivel, con más pasión, más intensidad, mientras ella le devolvía el beso con las mismas ansias que él. Al separarse para tomar aire, las respiraciones de ambos era entrecortada. —¿Qué estás haciendo conmigo? —preguntó Maxim
Ante el silencio de Maximilian, Danielle apoyó las manos sobre el escritorio y exigió una respuesta sincera, aunque interiormente pedía perdón por la mentira que ella mantenía. Maximilian supo reaccionar a tiempo, los años como directivo lo mantenían activo para cualquier eventualidad. —Solo quiero saber un poco sobre ella, sin que estén por medio los sentimientos de amistad que sientas por ella. Esta familia se verá beneficiada por el dinero que donaré, no solamente para los exámenes, tenía pensado ayudarte con el dinero de la mensualidad de la clínica. —respondió Maximilian, y con falsa inocencia preguntó—: ¿No crees que tengo derecho de saber? Ahora fue Danielle quien se quedó sin palabras por unos segundos, sabía que él tenía razón, pero ella no podía permitir que descubriera que mentía. Así que rodeó el escritorio, movió un poco la posición de la silla donde estaba él sentado, y se sentó sobre sus piernas. —A nadie le gusta que investiguen su vida así sin más, solo para sentir