Henderson sonríe y lo mira indiferente.
—No puedo creer lo que dice. Pero si ya lo ha decidido me iré, más, quiero recalcarle que no está echándome, sino que renuncio.—Mal agradecido ¡lárgate! —Dice el viejo poniéndose de pie.El abogado camina hacia la puerta, pero Elliot tenía que dejar su amenaza, no puede darse el lujo de perder a su mejor hombre en el campo.—Recuerda por qué estás aquí en primer lugar, si te vas, debes afrontar las consecuencias, y sabes que no hay roca que no pueda mover para encontrar a los tuyos y matarlos como perros sarnosos.Henderson traga saliva y frunce el ceño. Respira hondo y apretando los puños se aleja de la puerta y camina de regreso a su escritorio.—Bien—Expresa el viejo —, eso es lo que creí. Ve y termina de coordinar el viaje, pero antes encárgate de que James tome ese vuelo mañana.—Algo más, señor.—Nada más, de Emma me encargaré personalmente.Mientras Noah abandona el despacho de Elliot, se dirige a buscar a James quien sigue maldiciendo su mala suerte por viajar con la secretaria más insípida de la compañía.Trataba de enfocarse en el trabajo, pero es imposible, cada vez que llega a su mente es como ver a la versión de Betty la fea con carácter de Rambo. En eso Henderson lo saca de sus pensamientos al llamar a su puerta.—¡Adelante! —Dice James.—¿Cómo sigues? —Dice entrando —Supe que el viaje a Holanda se adelantó para mañana —Se acerca y se sienta frente a él.—Así es, pero no iré —sigue aparentemente concentrado con la vista en el ordenador.—¿Por qué? Este proyecto es muy importante para la compañía y para ti, te has preparado mucho para ello.—Si, pero no pienso ir.—Lo dices porque ira Emma Díaz.—No quiero que la menciones —Se pone de pie y camina hasta la mesa de tragos — Esa mujer es mi mala suerte personificada. Cada vez que aparece solo me provoca dolores de cabeza, es… no sé cómo describirla.Sirve un par de vasos de Wiski y le entrega uno al licenciado.—¿Tanto la odias? —Quiere saber su opinión y corroborarla con la versión de Elliot.—No la odio, solo que me desespera que sea tan… tan ella y no haga nada para mejorar, este ambiente es refinado, de alta calidad. Y ella se pasea por los pasillos comiendo papitas, cantando, chiflando y hablando hasta por los codos. Falta muy poco para que llegue en pijama a trabajar.—¿Eso le molesta?—En realidad no, no se puede cambia las personas sin educación como ella. —Bebe un trago —Bueno en realidad si se puede, pero ella está empeñada en seguir tal como es, solo porque sabe que me desquicia su actitud.—¿Entonces crees que lo hace adrede?—Por supuesto, me odia y no lo disimula ni un poquito, ¿Sabe lo que me hizo en el ascensor?—Ni idea —Responde Henderson bebiendo un trago.—Se atrevió a comer un sándwich frente a mí, ese olor a cebolla aún parece que lo tengo en las narices y encima me golpeó el rostro con su cabello. No respeta mi posición porque es la protegida de mi abuelo, se cree con el poder de hacer lo que se le dé la gana —Bebe todo el contenido de su vaso—He llegado a pensar que es su amante.—Es una acusación muy grave, no solo puedes basarte en suposiciones ¿Y si te equivocas?—Es la única explicación lógica que le encuentro. Sus salidas misteriosas, sus encierros en su oficina, las comidas en los restaurantes de lujo, los viajes de aparente negocio.—Eso no quiere decir que sea su amante, hace el trabajo de una asistente.—En la empresa tenemos muchas mujeres mil veces más preparadas que ella, y él está encaprichado con tenerla. Bajo esa fachada de mujer humilde y decente se esconde seguro una arpía, una caza fortuna.—No puedes juzgar tan a la ligera a las personas, en el viaje tendrán tiempo de conocerse y quizás hasta te agrade su compañía.—¡Jamás iré con ella!—Si tanto te interesa desenmascararla, el viajar juntos, sería el primer paso. ¿No crees?—¿Qué es lo que sabes de ella?—Nada más allá de su desempeño laboral. Me temo que, si tus suposiciones son ciertas, no habrá nada que puedes hacer cuando el testamento sea leído —bebe con calma un trago de su vaso, mientras James lo mira pensativo. Ya había sembrado la duda lo suficiente como para que se anime a tomar ese avión a primera hora.—¿Tú también vendrás?—Por supuesto —se pone de pie para servirse un nuevo trago — Soy el encargado de la parte legal, su asesor y su padrino mágico —sonríe bebiendo.—Ese viaje solo sería soportable si cada noche llevas a mi cama a una de esa belleza insaciable para que me quiten el estrés y la imagen amarga de Emma.—Sus deseos, son órdenes cumplidas —sonríe satisfecho, no fue tan difícil convencerlo.Mientras tanto
Elliot era muy precavido y el que su mejor hombre haga retrocedido le dio mala espina, no podía confiar en nadie más que él, pero podía hacer que siga en su misma posición por lo menos hasta el final de su plan. Toma su agenda y le marca a su as bajo la manga.
Tras unos segundos de espera le contestan.—Javier, necesito que reúnas a tu gente para un bono extra.—¿Qué necesita, señor?—Quiero que lleves a la familia de Henderson a dar un paseo por el campo.—Habla del abogado.—Está flaqueando y ya sabemos que esperar cuando eso sucede.—Es lamentable. Pero ¿Qué pasará con el viaje?—Envía a Izan y a Berry, supongo que con ellos será suficiente para terminar con Emma, si es que aún sale con vida.—¡Uy, jefe! Eso si será una verdadera pena, esa polímita se ha esmerado tanto para llegar aquí que…—También pondrás peros para matar a esa mujer.—¡Claro que no!, solo quería ser yo el que le ponga una bala entre ceja y ceja, ya olvida los golpes que me daba en los entrenamientos, la muy desgraciada disfrutaba hacerlo, mientras me humillaba frente a mis hombres. Se la tenía jurada jefe, no me puede negar ese gusto.—Si puedes controlar lo de Henderson, puedes cobrar tu venganza.—Eso es más agradable. No se preocupe por nada, señor —Termina riendo.Elliot también sonríe respirando más tranquilo. Ahora todo está marchando como quiere.
Al salir de la constructora, Emma se dirige a la casa de salud donde se encontraba su madre. Fue internada ahí porElliotdos años después de que su padre muriese. En ese entonces estuvo muy agradecida con ese miserable y fue tan feliz cuando pudo contar con su apoyo para continuar con sus estudios ante la ausencia de sus padres. Desde esa fecha ella se puso sobre los hombros a la familia Díaz. Lloro por dentro y se esforzó el triple para poder ser profesional y seguir costeando la salud de su madre.Hubo cosas que no entendía de la repentina locura de su mamá, sus cambios de humor tras la muerte de su esposo, las noches en vela llorando. La agresividad cada vez que lo veía.Si bien ha mejorado los últimos años y la reconoce a ella y a su hijo William, el shock traumático vivido no le permite continuar con su vida.Se acuerda de sus amigos de barrio, sus vecinos, sin embargo, sigue
La conversación con el padre Amaro no la hizo cambiar de opinión, pero alivió un poco su corazón. Luego hablo con su madre y le pidió perdón por no creerle. Compartió con ella unas horas y al volver a casa, decide visitar aJenna, su amiga, vecina y madrina de William. Ella administra un prestigioso salón de belleza en centro de la ciudad. Le hace una llamada de camino a su local.Unos minutos después, esta frente a su establecimiento.—¡Amiga, que sorpresa! Cuando me dijiste que vendría no podía creerlo ¡Adelante! —Expresa emocionada dejándola pasar.—Decisión de último minuto.—Pero, qué cara traes mujer —Dice al fijarse ensu tristeza— ¿Pasó algo?—No exactamente, mañana tendré un viaje de negocios a Holanda con James.—¿Qué? —Se emociona—El papacito estirado viajará contigo ¿Escuche bien?—Sí, y necesito un cambio radical en mi personalidad.—¡Oh! Ya veo —La codea—Después de todo, si te gustaba ese bombón.La lleva hasta una de las sillas
La mañana había llegado y Emma con su nueva personalidad se dirige al Aeropuerto Internacional de San Francisco muy temprano, es la primera en llegar y sentarse a disfrutar de la vista y de la mirada de los hombres que le sonreían al pasarjunto a ella. Se sentía toda una diosa, casi irreconocible.Unos minutos después ve llegar aHenderson, esta frente a ella y parece no reconocerla, con desaparición parece buscarla con la mirada por todos lados, ella le sonríe para que la viese, pero en definitiva no la reconoce. Poco después le hace una llamada.—Buenos días, señorita Emma, ¿Dónde está? El vuelo no tarda en salir.—Llegue hace una hora licenciado, estoy sentada en el mismo lugar que acordamos, aquí, frente a usted—levanto la mano para saludarlo y él se acerca sin poder creer que sea ella.—Yo... No la reconocí — expresa aún con el teléfono en la mano.—Buenos días — responde ella apartando el teléfono de su oreja para guardarlo. —Lamento que no me hay
En cuanto entro al baño, Emma respira nerviosa y lleva su mano al pecho, su corazón late descontrolado, sus manos tiemblan, al igual que sus piernas, siente que la vista se le nubla, no cree que de su boca hayan salido esas palabras. James en verdad estaba rojo, quizás de ira o de vergüenza, talvez de la importancia de no poder imponer su santa voluntad en ella.Corre al espejo y se mira unos segundos. Esa mujer no era la misma niña boba que soñaba con encontrar el verdadero amor y casarse de blanco, ahora era la chica mala que empezaba a desquiciar a James Brown y hacerlo perder la cabeza por conseguir acceso a su corazón.—Haré que supliques tenerme en tu cama, lo juro. Me convertiré en tu obsesión más grande, tu deseo más dulce y prohibido.Minutos después sale encontrándose con Connor—Hola preciosa. Vi que tu jefe corrió tras de ti, quería saber si necesitabas ayuda,—Puedo defenderme sola. Gracias.—Pocas son las mujeres que tienen carácter como el tuyo.
Al llegar al hotel, James esperaba en la puerta.Hendersonno dice nada, baja en silencio las maletas y las carga hasta la recepción donde esperan para recibir las llaves de sus habitaciones.Los chicos carismáticos no tardan en llegar haciendo que James empiece a perder la cordura.CuandoHendersonpide las reservaciones, solo le entregan dos llaves.—¿Compartiremos habitaciones? —expresa muy enojado,—Órdenesde su abuelo,—Me vale m****a lo que diga el abuelo, pide una habitación más —exige James ante la mirada de felicidad de Emma.—Lo siento ya no hay habitaciones disponles—dice el encargado.—¿Cómo es eso posible? Debehaber alguna por ahí —Vuelve a alterarse.—Deja de ser tan infantil, tu actitud en verdad molesta. Si no quieres compartir tu espacio conmigo, seré yo al que pida alojamiento en otro lugar estoy segurade quemuchos querrán brindarme alojamiento.—Nosotros estaremos felices de tenerte —dice Con
Al juego al que se adentraban era muy peligroso, esa primera noche fue difícil de sobrellevar. James recordada cada segundo de esa manera sexy de desvestirse y su erección crecía, su perfume parecía perseguirlo atormentando sus sentidos.Unas horas después ambos se quedaron dormidos y el despertar fue una nueva proeza. La lucha por ser el primero en tomar un baño. El que entrará primero se demoraría lo que le diera la gana.—¿Dónde quedó él, “Las damas primero”?—No veo aquí a alguna dama —Responde él.—Que gracioso eres.—Yo tengo más pudientes que cumplir así que entraré primero.—No hay problema—Se levanta de la cama—puedo tomar un rico baño calentito donde mis hermosos vecinos, estoy segura de que será el mejor baño que tome. Ya te has de imaginar —Camina a la puerta con su toalla en la mano.Esta por abrirla cuando la mano de James se coloca en la entrada deteniéndose.—¿Estás impidiéndome que tenga un exquisito desayuno? Que egoísta eres, ya est
El verdadero desafío recién empezaba. La fiesta de bienvenida que los socios lanzaron en el hotel Waldorf Astoria Amsterdam, era extravagante y los hombres de Thomas ya estaban en el edificio, al igual que la gente de Elliot. Todos ellos infiltrados entre los invitados y meseros se preparaban para el momento preciso, unos para secuestrar a James los otros para impedir que pase.Emma se mostraba deslumbrante, con su vestido largo color esmeralda, llevando las miradas de los hombres sobre ella y acelerando el corazón de James que a cada segundo no podía disimular los Celos que le provocaba.Las horas siguieron avanzando, entre bailes y copas de champaña el discurso de Gerrit, el nuevo socio inversionista llamo la atención de todos. Henderson se acerca a Emma para darle la señal. —El momento ha llegado, están aquí —susurra a su oído.—¿También puedes verlos?—¿A cuántos has localizado?—He podido cuanto más de una docena, están armados y en todas partes, y aunque
—¿En serio quieren matarme? —pregunta James desorientado.—No hay quien no quiera hacerlo.—Eso no ayuda.—No sé mucho de esto, solo sé que me enviaron para llevarte con vida de regreso a Estados Unidos, es todo.—Antes del viaje, sabías lo que pasaría.—Digamos que sí.—¿Y por qué no me lo dijiste, tenía derecho a saberlo?—¿En qué hubiera cambiado? No sabes manejar un arma, no sabes pelear, lo único que haces es gritar y ordenar, perder el control de tu temperamento. Hubieses terminado gritando en la fiesta que querían asesinarte y eso no hubiese servido de nada —le grita.—¡Claro! El que seas una especie de mujer ninja te hace especial.—Soy especial, tú solo eres un maleducado, berrinchudo, niño rico.—Y tu una farsante. —Vuelve a gritar— Tras esa facha de mujer decente, se esconde una hábil prostituta de quinta que le gusta seducir a los ancianos para quedarse con todo.—Eso es lo que crees de mí.—Sí, y te dio de frente. Tu afán de estar cer