Al salir de la constructora, Emma se dirige a la casa de salud donde se encontraba su madre. Fue internada ahí por Elliot dos años después de que su padre muriese. En ese entonces estuvo muy agradecida con ese miserable y fue tan feliz cuando pudo contar con su apoyo para continuar con sus estudios ante la ausencia de sus padres. Desde esa fecha ella se puso sobre los hombros a la familia Díaz. Lloro por dentro y se esforzó el triple para poder ser profesional y seguir costeando la salud de su madre.
Hubo cosas que no entendía de la repentina locura de su mamá, sus cambios de humor tras la muerte de su esposo, las noches en vela llorando. La agresividad cada vez que lo veía.Si bien ha mejorado los últimos años y la reconoce a ella y a su hijo William, el shock traumático vivido no le permite continuar con su vida.Se acuerda de sus amigos de barrio, sus vecinos, sin embargo, sigue preso en el olvido gran parte de su vida. Repite algunos sucesos y aún sigue esperando que su esposo regrese de la mansión Brown. Solo en este momento tras ver caer la careta de Elliot Brown entiende los sentimientos encontrados de su madre por verse obligada a callar y mantenerla a salvo mientras ella convivía con el lobo día a día, creyéndolo bueno, un santo hombre que la ayudaba a sobresalir. Por quién hubiese dado la vida sin pensarlo.—¡Ay, mamita! Cuanto dolor has soportado para mantener a salvo. Perdóname por no creerte y llamarte loca cuando me repetías que Elliot y toda la familia Brown eran demonios. —Deja correr sus lágrimas.La observa de lejos, está sentada en su banca preferida, comiendo mandarinas bajo la sombra de un gran naranjo, mientras mira el bonito jardín tan colorido.—Hola, hija — La voz del padre Amaro la sobresalta. Rápidamente se limpia las lágrimas, pero no puede evitar verse llorosa.—Buenos días, padre.—¿Te sucede algo, hija?—¡Ay, padre! Ha sido un día tan difícil.—¿Ya hablaste con Dora?—No, no quiero que me ve así, se preocupa mucho.—Últimamente ha estado mucho mejor. Ha respondido muy bien a los programas, por una parte, debo agradecerle mucho al señor Brown, sus donaciones han ayudado mucho a esta institución, personalmente iré a agradecerle esta vez.—Él no es un buen hombre.—¿De quién hablas?—De Elliot, es un lobo disfrazado con piel de cordero.—Explícate mejor, hija mía —Pide el padre preocupado.—Aquí no padre, en el confesionario.—Como quieras, hija —Le señala el camino.Ambos a paso lento se dirigen en silencio a la pequeña capilla del lugar. Emma siempre se ha mostrado alegre y juiciosa respecto a Elliot Brown, pero en lo particular esta mañana se veía sumergida en una gran tristeza, era como si arrastrara un gran dolor.—¿Puedo preguntar el motivo para hacerlo? Hace muchos años que no te confiesas.—Siempre he pensado que el destino me había entregado una segunda oportunidad, pero acabo de darme cuenta de que no es así.No vuelve a decir nada hasta estar en frente al confesionario, el padre Amor ocupa su lugar y ella ingresa sintiendo que el corazón se hace mil pedazos.—En el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo.—Ave María purísima.—Sin pecado concebida Santísima. Bendíceme, padre porque he pecado.—El señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente ¿Desde hace cuando que no te confiesas, hija mía? —Le pregunta al verla muy afligida y con la cabeza gacha.—Hace casi nueve años, padre.—¿Cuál es el motivo de tu confesión?—Me acuso de querer matar a un hombre, destruir a toda su familia, a todo aquel que tengan que ver con él, sin importar si son inocentes o culpables. Me acuso de querer cobrar venganza contra quienes destruyeron mi vida hace once años. Me acuso de empezar a planear la destrucción de James Brown solo para ver doblegarse al miserable de Elliot Brown. Me acuso de no poder detener esta sed de Venganza —Deja correr sus lágrimas y solloza sin consuelo sintiendo que su corazón explote dentro de su pechoEl padre Amaro siente como su corazón tiembla, Emma no es una mujer débil y menos rencorosa, pero la sinceridad e sus palabras se mezclan con el dolor que siente. Él la conoce desde pequeña, sabe por todo el dolor que ha pasado ella y su familia, deja su lugar y va a buscarla, la toma entre sus brazos y la estrecha con cariño contra su pecho. Emma es parte de su familia.—No es necesario continuar. —la levanta y la lleva a una de las bancas —Podemos hablar aquí, seguimos en secreto de confesión.—No puedo con este dolor, padre. No sabe el esfuerzo que hice para seguir mirándolo a los ojos y no dejarle ver mi sufrimiento. Es un hombre tan cruel y malvado, es el mismo diablo en persona.—¿Él mismo te lo dijo?—Sí, casi como un logro, tan orgulloso de su elaborado plan de venganza contra mí. ¡Puede creerlo! Destruirme, cuando fue su hijo el que me rompió todos mis sueños e ilusiones. No voy a darle el honor de verme caer tan fácilmente. Seré yo la que ataque primero.—La venganza no lleva a nada bueno. No quiero que te lastimen.—Ya no puede hacer más daño del que ya me hizo. No voy a permitir que se lleve a mi hijo y mate a mi madre, solo para verme hacer pedazos. Y me lo dijo así, porque cree que no puedo hacer nada contra él.—Y en esta parte entra James ¿Verdad?—El niño rico insoportable a quien he jodido la vida desde hace algunos años, pero esta vez será diferente. Llegaré a su corazón y cuando lo tenga, lo apuñalaré, lo haré pedazos y me encargaré de que Elliot pueda verlo.—Los justos no deben pagar por pecadores, hija mía.—Él sí, porque lo sabe. Siempre lo supo, por eso me detesta, porque me cree culpable de la muerte de su padre.—Esa noche Elliot perdió a dos hijos, A Ethan, padre de James y a Frederick. Sus mellizos murieron de manera insólita, ahogados en el mar. No sabes cuál de los dos fue el del ultraje.—Elliot lo sabe y disfrutó restregándomelo en la cara. Fue el padre de James.La conversación con el padre Amaro no la hizo cambiar de opinión, pero alivió un poco su corazón. Luego hablo con su madre y le pidió perdón por no creerle. Compartió con ella unas horas y al volver a casa, decide visitar aJenna, su amiga, vecina y madrina de William. Ella administra un prestigioso salón de belleza en centro de la ciudad. Le hace una llamada de camino a su local.Unos minutos después, esta frente a su establecimiento.—¡Amiga, que sorpresa! Cuando me dijiste que vendría no podía creerlo ¡Adelante! —Expresa emocionada dejándola pasar.—Decisión de último minuto.—Pero, qué cara traes mujer —Dice al fijarse ensu tristeza— ¿Pasó algo?—No exactamente, mañana tendré un viaje de negocios a Holanda con James.—¿Qué? —Se emociona—El papacito estirado viajará contigo ¿Escuche bien?—Sí, y necesito un cambio radical en mi personalidad.—¡Oh! Ya veo —La codea—Después de todo, si te gustaba ese bombón.La lleva hasta una de las sillas
La mañana había llegado y Emma con su nueva personalidad se dirige al Aeropuerto Internacional de San Francisco muy temprano, es la primera en llegar y sentarse a disfrutar de la vista y de la mirada de los hombres que le sonreían al pasarjunto a ella. Se sentía toda una diosa, casi irreconocible.Unos minutos después ve llegar aHenderson, esta frente a ella y parece no reconocerla, con desaparición parece buscarla con la mirada por todos lados, ella le sonríe para que la viese, pero en definitiva no la reconoce. Poco después le hace una llamada.—Buenos días, señorita Emma, ¿Dónde está? El vuelo no tarda en salir.—Llegue hace una hora licenciado, estoy sentada en el mismo lugar que acordamos, aquí, frente a usted—levanto la mano para saludarlo y él se acerca sin poder creer que sea ella.—Yo... No la reconocí — expresa aún con el teléfono en la mano.—Buenos días — responde ella apartando el teléfono de su oreja para guardarlo. —Lamento que no me hay
En cuanto entro al baño, Emma respira nerviosa y lleva su mano al pecho, su corazón late descontrolado, sus manos tiemblan, al igual que sus piernas, siente que la vista se le nubla, no cree que de su boca hayan salido esas palabras. James en verdad estaba rojo, quizás de ira o de vergüenza, talvez de la importancia de no poder imponer su santa voluntad en ella.Corre al espejo y se mira unos segundos. Esa mujer no era la misma niña boba que soñaba con encontrar el verdadero amor y casarse de blanco, ahora era la chica mala que empezaba a desquiciar a James Brown y hacerlo perder la cabeza por conseguir acceso a su corazón.—Haré que supliques tenerme en tu cama, lo juro. Me convertiré en tu obsesión más grande, tu deseo más dulce y prohibido.Minutos después sale encontrándose con Connor—Hola preciosa. Vi que tu jefe corrió tras de ti, quería saber si necesitabas ayuda,—Puedo defenderme sola. Gracias.—Pocas son las mujeres que tienen carácter como el tuyo.
Al llegar al hotel, James esperaba en la puerta.Hendersonno dice nada, baja en silencio las maletas y las carga hasta la recepción donde esperan para recibir las llaves de sus habitaciones.Los chicos carismáticos no tardan en llegar haciendo que James empiece a perder la cordura.CuandoHendersonpide las reservaciones, solo le entregan dos llaves.—¿Compartiremos habitaciones? —expresa muy enojado,—Órdenesde su abuelo,—Me vale m****a lo que diga el abuelo, pide una habitación más —exige James ante la mirada de felicidad de Emma.—Lo siento ya no hay habitaciones disponles—dice el encargado.—¿Cómo es eso posible? Debehaber alguna por ahí —Vuelve a alterarse.—Deja de ser tan infantil, tu actitud en verdad molesta. Si no quieres compartir tu espacio conmigo, seré yo al que pida alojamiento en otro lugar estoy segurade quemuchos querrán brindarme alojamiento.—Nosotros estaremos felices de tenerte —dice Con
Al juego al que se adentraban era muy peligroso, esa primera noche fue difícil de sobrellevar. James recordada cada segundo de esa manera sexy de desvestirse y su erección crecía, su perfume parecía perseguirlo atormentando sus sentidos.Unas horas después ambos se quedaron dormidos y el despertar fue una nueva proeza. La lucha por ser el primero en tomar un baño. El que entrará primero se demoraría lo que le diera la gana.—¿Dónde quedó él, “Las damas primero”?—No veo aquí a alguna dama —Responde él.—Que gracioso eres.—Yo tengo más pudientes que cumplir así que entraré primero.—No hay problema—Se levanta de la cama—puedo tomar un rico baño calentito donde mis hermosos vecinos, estoy segura de que será el mejor baño que tome. Ya te has de imaginar —Camina a la puerta con su toalla en la mano.Esta por abrirla cuando la mano de James se coloca en la entrada deteniéndose.—¿Estás impidiéndome que tenga un exquisito desayuno? Que egoísta eres, ya est
El verdadero desafío recién empezaba. La fiesta de bienvenida que los socios lanzaron en el hotel Waldorf Astoria Amsterdam, era extravagante y los hombres de Thomas ya estaban en el edificio, al igual que la gente de Elliot. Todos ellos infiltrados entre los invitados y meseros se preparaban para el momento preciso, unos para secuestrar a James los otros para impedir que pase.Emma se mostraba deslumbrante, con su vestido largo color esmeralda, llevando las miradas de los hombres sobre ella y acelerando el corazón de James que a cada segundo no podía disimular los Celos que le provocaba.Las horas siguieron avanzando, entre bailes y copas de champaña el discurso de Gerrit, el nuevo socio inversionista llamo la atención de todos. Henderson se acerca a Emma para darle la señal. —El momento ha llegado, están aquí —susurra a su oído.—¿También puedes verlos?—¿A cuántos has localizado?—He podido cuanto más de una docena, están armados y en todas partes, y aunque
—¿En serio quieren matarme? —pregunta James desorientado.—No hay quien no quiera hacerlo.—Eso no ayuda.—No sé mucho de esto, solo sé que me enviaron para llevarte con vida de regreso a Estados Unidos, es todo.—Antes del viaje, sabías lo que pasaría.—Digamos que sí.—¿Y por qué no me lo dijiste, tenía derecho a saberlo?—¿En qué hubiera cambiado? No sabes manejar un arma, no sabes pelear, lo único que haces es gritar y ordenar, perder el control de tu temperamento. Hubieses terminado gritando en la fiesta que querían asesinarte y eso no hubiese servido de nada —le grita.—¡Claro! El que seas una especie de mujer ninja te hace especial.—Soy especial, tú solo eres un maleducado, berrinchudo, niño rico.—Y tu una farsante. —Vuelve a gritar— Tras esa facha de mujer decente, se esconde una hábil prostituta de quinta que le gusta seducir a los ancianos para quedarse con todo.—Eso es lo que crees de mí.—Sí, y te dio de frente. Tu afán de estar cer
Nunca Había sido tan fácil curar a un par de heridos sin anestesia, pues su propia rabia impedía que la anestesia hiciera efecto y como sus anfitriones ellos tenían sí o sí que salir listos de ahí, no tuvieron más opciones que continuar. Entre gemidos ahogados y gritos entre dientes estaban por finalizar su tarea. Para Femke, ese par era la pareja ideal para encontrar la muerte a donde iban. Y para Niek solo unan par de niños más a los que tendría que cuidar el trasero por el resto de la noche.—Ik heb deze baan niet alleen aangenomen om te babysitten.(“No acepté este trabajo solo para cuidar niños.” Se queja Niek, en neerlandés)—Je mag niet klagen, het loon is erg goed en wat we moeten doen is dit paar een paar dagen in leven te houden.(No puedes quejarte, la paga es muy buena y lo que tenemos que hacer es solo mantener vivo a este par