I. How sad

I.

Maeve Daniell

Ahora más que nunca creía ser la decepción de mi familia. Mientras mis hermanos eran jóvenes trabajadores de las mejores empresas en los mejores cargos... Yo, era yo. Mientras mis padres querían que yo siguiera ese paso a en lo empresarial, yo decidí ser modelo.

Mi hermana mayor, Catherine, ahora se estaba casando con uno de los socios de mi padre a petición de este.

Sin darme cuenta, sentí como alguien me miraba... Al levantar mi mirada vi a mi madre regañándome con la mirada por mi cara de aburrimiento. De hecho, mientras ellos tenían muchos ceros a la derecha yo los tenía a la izquierda, mi padre me había congelado mis tarjetas por el hecho de no hacer lo que a él se le antojaba. En este momento estuviese muriéndome de hambre y viviendo en la calle, si no fuera por mi madre eso me pasaría. Ahora me estaba quedando en el apartamento de soltera de mi madre y comía gracias a las pocas sesiones de fotos que tenía o porque mi madre hacía el mercado a la casa.

Pero sabía que mi padre quería obligar a mi madre a vender aquel apartamento y dejarme a la intemperie. Pero me negaba al hecho de darle la razón a mi padre, ni siquiera entendía por qué no me quería ver feliz.

—Hermanita, gracias por venir. ¿Estás comiendo bien? ¿Necesitas algo? ¿Te falta algo? —me pregunto más que preocupada mi hermana, al ser la menor y tener unos padres que a veces preferían estar en sus trabajos que asistir a la escuela, obras de teatro o hasta cumpleaños de sus hijos.

Mis hermanos son muchísimo más mayores que yo, mientras yo a penas tenía 19 recién cumplidos mis hermanos tenían entre 38 y 45.

Ellos para mí no son mis hermanos,Catherine, Mónica, Gregory y Anastasia me criaron como su hija, jamás hubo un cumpleaños, evento especial donde ellos no hubiesen estado, tan siquiera uno. Mi infancia fue muy feliz, excepto por la parte donde mi padre no me dejaba ser feliz.

A veces creía que era porque yo podría ser adoptada. Mi padre era rubio de ojos azules, piel blanca, contextura ancha... Al igual mis hermanos, los cuales eran la copia exacta de él. Mientras yo, era morena, tenía los ojos verdes, algunas pecas, labios gruesos

Ahora mismo, estaba estudiando diseño de modas, a petición de mis hermanos de que estudiara algo.

—Cathe, estoy bien, no me falta nada, solo que tengo que buscar un apartamento... Creo tendré que irme a vivir a Skid Row.

Ante eso, Cathe me miro asustada, para después pasar a abrazarme.

—No digas eso ni en broma renacuajo apestoso, tú quieres matarme... Tú sabes que te puedes quedar Tomás y conmigo.

Inmediatamente no pude evitar alzar las cejas—, Cathe, tú te acabas de casar, en este momento es donde querrías estar cogiendo por todo lado junto a tu esposo, Tampoco con Gregory por que está en medio de su apogeo de la adolescencia, donde mantiene de cama en cama, y no tengo ganas de escuchar como mi hermano mayor se está cogiendo con alguien y mucho menos Anastasia que se acaba de independizar, ahora que ella quiere estar sola, después de haber vivido con tanta gente quiere disfrutar de su soledad, no me voy a colar en eso.

—Te entiendo... No te preocupes todo va a salir bien. —me dice dulcemente mi hermana tomando mis manos para después besarlas—, Tengo que irme, si algo me llamas, te quiero.

—Yo también.

Sin más veo a mi hermana comenzar a alejarme. Y yo vuelvo a sumergirme en mi soledad.

—Morenita.

Cuando alzo mi mirada, me encuentro a mi otra hermana Anastasia mirándome fijamente. Ella como siempre se ve tan elegante.

—¿Está todo bien?

—Sí...

—Te conozco, sé cuando me mientes parpadeas 3 veces, ¿Qué pasa?

—Papá quiere que mamá venda su apartamento de soltera.

—¡¿Pero a ese viejo que le pasa?! ¿Cuál es su problema? ¿Qué dijo mamá al respecto?

—Ella me dijo que no me preocupara, pero tú sabes como es nuestro padre, no para hasta conseguir lo que quiere.

—Es que no entiendo... ¿Por qué tiene que ser un grano en el culo? —musito Anastasia enojada tomando un gran sorbo de vino—, Tú sabes que puedes irte a vivir conmigo.

—Gracias sis. —le agradezco para después pasar a abrazarla.

—¿Estás comiendo bien?

—Sip.

Fue en ese momento cuando me senté al lado de Anastasia y saqué mi celular a ver un video de YouTube, pero me apareció un anuncio... cuando lo iba a saltar no pude evitar prestarle atención. "tusugardaby es un sitio web estadounidense de citas para bebés y papás de azúcar"

M****a, ¿esta sería una señal divina?

No pude evitar entrar a la página y registrarme en ella como sugar baby, solo esperaba que me apareciese un hombre hermoso.

Género: Femenino

Sugarmomy/ sugardaddy /Ambos

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Joven, rico y guapo Maduro, romántico y encantador

Creo que por ahora no me interesa una persona muy mayor a mi.

Nombre: Maeve Daniell

Fecha de nacimiento: 08/09/95

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Y yo, ni corta ni perezosa, empecé a agregar fotos de mi anterior sección de fotos.

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Holiwis

No, eso no

Maeve, 18 años.

Eso menos.

Hola, mi nombre es Maeve Daniell, hace 8.406 días nací, amo el verano, viajar, la playa, conocer personas y estudio.

•••

Oficialmente, mi teléfono iba a explotar, tenía mensajes desde, "princesa, me encantaría conocerte, que te parecería que te pague 5.000 dólares porque te tomes un café y cenes conmigo"

"Eres tan hermosa, soy casado, pero me encantaría tener una sugarbaby como tú, te puedo pagar un vuelo desde donde sea que estés hasta New Orleans para conocernos, además de que te puedo pagar 10.000 dólares semanales"

Uh, no. Andar con un casado. No gracias.

"Hola preciosa, soy Nathaniel, y te vengo a ofrecer que seas mi sugarbaby. Te puedo pagar una casa, carro, universidad, viajes, así yo no vaya. Tengo 36 años, pero hace mucho que no ando con una chica y me gustaría tu compañía."

Sin poder evitarlo, entre a su perfil, encontrándome a un chico de espaldas de un ventanal, el cual se veía tan sexy... Pero no llevábamos tantos años...

Daba igual, lo podía conocer y probar que pasaba.

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