¡Pobre de Elisa! ¡Que crueldad!
Mis padres, mamá, papá... Los había tenido aquí hace solo un momento, solo un momento ¿Cómo era posible? La sonrisa de mis padres apareció en mi mente ahogándome un poco más y... Yeni, mi hermanita luchaba contra la muerte en el frío cuarto de un hospital. - ¡Elisa! ¡Respira! ¡vamos! ¡Tranquila por tu hermana! - escuché a lo lejos la voz de Nadia llamándome, no había notado que estaba en el suelo luchando por respirar con las manos en mi pecho, sostenida por el oficial y Nadia frente a mí, intenté hacer lo que me decían por Yeni, tenía que verla, estar con ella, tenía que ser fuerte, por ella... Nadia me abrazo cuando volví a respirar, aun así, el llanto era incontrolable. - Ne...neces...necesito ir al hospital- logré decir - Las puedo llevar- el oficial ofreció, pero Nadia me guío a su auto dando las gracias al oficial, que de todas maneras nos seguirá para protección. - Melissa- Nadia hablaba por teléfono mientras yo seguía llorando sin poder creer lo que estaba viviendo, espera
- Por fin la vida te da lo que mereces Elisa, ahora eres una maldita huérfana en la calle- la voz de Melissa retumbó en la habitación de la manera más frívola y malvada como jamás se había escuchado.Estaba pasmada ¿Esta era mi amiga de toda la vida? Debía estar alucinado o algo por el estilo, pero ella permanecía ahí con su traje negro impecable frente mi cruzada de brazos y sonriendo, Nadia y Erick estaban igual de sorprendidos que yo.- ¿Que...que te pasa Mel? - me atreví a hablar con el nudo en mi garganta, de reojo vi como el notario salía de la habitación dejando sus pertenencias sobre la mesa.- ¿No lo ves?... — ¿No lo ves?... Esas palabras me había dicho Carlos una vez que hablábamos de ella, él sabía de ella más de lo que nuca imagine, seguro la había escuchado hablar o algo, debí pensar que por algo lo decía...no, no lo vi... - siempre te e odiado, eres una maldita niña fresa con la vida perfecta, una vida que yo quería, y ahora mírate - su vista recorrió mi cuerpo - hice m
Dos años seis meses después Abrí la puerta café del que ahora era mi hogar desde hace un año y seis meses, Bruno me dio la bienvenida saltando de un lado a otro, ahora ya no era un cachorro si no un perro enorme. - me echaste de menos bruno- este ladro un par de veces- vamos por tu comida- Al final si había vendido la casa de mis padres, fue doloroso perder lo único que me quedaba de ellos, estuve allí por un año ya que no se vendía debido a su alto costo, los gastos ya me sobré pasaban por lo que la vendí a un precio muy bajo, los gastos médicos de Yeni eran muy costosos, el hospital privado y las máquinas, cada minuto que pasaba valía una fortuna, mi hermana merecía tener una oportunidad de vivir... Hasta ahora no había ningún cambio, mantenía la esperanza de que algún día despertara. La casa era pequeña, una sala y cocina en concepto abierto, una habitación, un baños y una cochera para un auto, eso era todo, las paredes eran blancas y el piso de madera clara, la mayoría de los m
23CarlosEl suelo bajo mis pies crujía bajo el peso del lobo negro y el lobo marrón que corrían por el bosque esquivando los escasos pinos nevados de alrededor, la nieve aquí era tan común que dejaba de ser especial.El lobo corría atrás de mí en un intento de alcanzarme y derribarme, sin tener conocimiento que en realidad yo podía correr mucho más rápido, cansado de esto me di la vuelta y lo derribe de una vez por todas, no sin recibir un golpe por su parte, el lobo enojado y frustrado camino unos metros más adelante, yo me detuve en uno de los pinos más altos que estaba rodeado de arbustos, a partir de esta área el bosque se volvía más espeso, mi ropa se encontraba en la base de este cubierta de pequeños copos.- Lo hiciste mejor está vez- comenté después de haberme cambiado, Josh el lobo marrón salió de detrás de otro arbusto acomodando su ropa.- Creo que nunca podré alcanzarte- comento cabizbajo- eso es verdad- sonreí con superioridad - pero sin duda lo haces mejor cada vez- él
- no, no, no ese anillo, era...es para...- mi mente se vacío de excusas- tranquilo Beibi, podemos dejar esta manada a cargo de Josh ya tuvo su transformación, ¡tu y yo nos vamos a la ciudad a organizar nuestra boda! ¡Papá se pondrá muy contento! - salió de la habitación sin dejarme decir nada.Lleno de frustración empecé a lanzar algunas cosas de la habitación; durante todo este tiempo le he dado largas con nuestra relación, cuando ella se desesperaba bastaba besarla, cada vez que hablaba de que tuviéramos relaciones o algo bastaban palabras románticas como: " Quiero esperar al día de nuestra boda, quiero que sea especial para ti" pues por más cruel que ella fuera seguía siendo una mujer. Sabía que no podía hacerlo por siempre que en un momento esto acabaría o tendría que dar el siguiente paso, y ahora sin más estaba comprometido.... Que tonto me he vuelto, debí inventar algo para la existencia de ese anillo, el miedo de lo reconociera pudo más que yo.Estaba atascado en esto desde u
CarlosLa mesa estaba puesta y las crepas perfectamente cocidas estaban en un plato luciendo tan majestuosas que no las quería desacomodar, después de un tiempo por fin volvía a sentir el calor de un hogar, mi hogar.- Extrañé tu comida Nadia - ella asombrada dejo de comer para mirarme- a pesar de lo horrible que es - añadí para no sonar tan cursi- Sé que amas mi comida Carlos- guiñó, eso lo había aprendido de mi- Me da gusto que estés de regreso hermano - sabía que era más que sincero - ¿Regresaste a algo en especial? O ya es definitivo- ambos, me voy a... Casar con Jaqueline- el cubierto de ambos cayó al plato y su sonrisa se desvaneció, ambos sabían que eso no era algo que me hacía feliz.- ¿La amas? - negué, los ojos de Erick se llenaron de lastima y odié eso- Me tengo que ir, vendremos para cenar el día de mañana- me levanté de la mesa pensando en que lo mejor era que la conocieran - No sabe y no puede saber que somos familia-- lo se-Antes de salir el teléfono de Nadia son
La admiré sin temor alguno, estaba más delgada y se le marcaban algunas ojeras, pero lucía hermosa, ya no era aquella chiquilla que conocí, lo años le habían sentado bien, su pelo ahora castaño estaba recogido y lucía un vestido negro sencillo y formal que le hacían ver cómo toda una reina.- Carlos - mi nombre sonaba maravilloso en su voz.- Elisa - saboreé cada letra al decirla- ¿Se conocen? - la voz de Jaqueline interrumpió cuando estaba a punto de lanzarme a abrazarla sin pensar, Elisa me miró, era una mirada... Retadora, llena de dolor. No hablo esperando a que yo contestara, pero no lo hice, no pude...- sí, fui su... empleada - hablo diciendo lo último con una ceja levantada.- ¿Y tú qué hacías? - los celos eran claros, pero no me importo en lo más mínimo, no tenía derecho.- Era diseñadora-- la mejor que tuvimos - añadí de inmediato, pero ella se vio molesta en vez de halagada- ¿En qué les puedo ayudar? - note que lo costaba hablar- Nos vamos casar - Jaqueline hablo sonri
ElisaAbrí los ojos lentamente encontrándome con un paisaje peculiar, estaba de pie en un círculo de césped muy verde y pequeñas florecillas de colores lo cubrían, los pájaros cantaban hermosas melodías y los árboles se mecían con el viento, comencé a caminar admirando cada flor mientras el sonido de las aves me relajaba, pronto llegue a la orilla del circulo y me di cuenta de que el paisaje iba cambiando de a poco hasta tornarse mucho más escalofriante, me detuve en el círculo mirando la tenebrosa escena, las plantas estaban secas, algunos árboles en fuego que casi se consumía, y el humo no dejaba ver mucho más allá.Una silueta de hombre comenzó a aparecer en medio del humo acercándose y acelerado mi corazón, cuando salió del humo… lo vi…- Carlos - él sonrió de lado mientras seguía caminando, ese gesto lleno mi corazón, sus ojos eran tan grises que parecían un día tormentoso, parecían el humo indicando el fuego, tal como el paisaje tras él, y aun así transmitían tanta paz como no l