Disfruten los capitulos felices y su estabilidad emocional, pronto ya no existira...
La paz que brindaba el bosque era única, cierto que podía parecer un lugar aterrador con sus enorme arboles y poca luz, pero con Carlos sujetando mi mano solo podía sentirme relajada- mira Carlos- señale un lago que se miraba entre unos árboles - vamos-El lugar era precioso, el agua era cristalina, había unas rocas grandes en la orilla que podían servir de asiento, pero nos sentamos en el abundante pasto que cubría el suelo.- ¿Es parte del terreno? -- sí, dijeron que había un lago que lo hiciéramos apto para meterse pero que no metiéramos mucho material- pues yo lo miro perfecto, no necesita nada- recargue mi cabeza en su hombro y el pasó su brazo por la espalda dejando besos en mi cien.- Elisa - susurro en mi pelo- Dime-- ¿Crees, que el agua esté helada? -- ¿Que? - quise levantar mi rostro para mirarlo, pero no tuve tiempo, pues sentí como me cargaba y en un segundo estaba en medio del lago. Me parecía imposible haber llegado tan pronto a mitad del lago, pero el agua helada y
La fresca mañana nos daba los buenos días, el sol se asomaba por entre en medio del bosque, como intentando quitar toda la oscuridad que había en él. El cielo se teñía de amarillo, naranja y rosa brindando una vista magnífica, como la más perfecta obra de arte.Viajábamos en el auto con papá, manejaba en silencio, ayer después de que nos encontró en la sala nos dio una tremenda reprimenda, llevo a Carlos a su despacho donde solo estuvieron unos cinco minutos, después de eso salió, tomo comida y se fue a su habitación, aunque a veces nos daba una visita para asegurarse que no estábamos haciendo algo... No sé qué le diría Carlos o como logro controlarlo, pero lo hizo; su impecable traje azul resaltaba ese serio rostro.Yo por mi parte me sentía muy relajada, sabía que papá no estaba enojado solo me protegía y eso me hacía sentir realmente bien.Melisa dormía plácidamente en el asiento de atrás, una cobija pequeña cubría su vestido guindo en un pronunciado escote en v, a mitad de pierna,
Las nubes empezaban a arremolinarse a medida que el sol se escondía, se distingan relámpagos tenues y lejanos, pasaban de las diez de la noche, nos encontrábamos Erick, Carlos y yo en la mesa que estaba enfrente de las oficinas, habíamos terminado presupuestos, contratos, algunos diseños, ahora restaba la reunión de mañana, si Erick no hubiera llegado el día de hoy no habríamos avanzado tan rápido como lo hicimos, aunque eso jamás lo admitiría Carlos.Habíamos cambiado el nombre del taller y compuesto un eslogan, mejorado el diseño y Erick se había hecho cargo de redactar la presentación, teníamos el diseño del parque y habíamos hecho contrato con un vivero para eso.Empresas HetCrea un mundo, crea tu hogarLo acompañaba un logo de una casa en beige y un medio círculo alrededor en azul, así daba la impresión de un mundo y la casa quedando con el eslogan. Mi teléfono timbro sobre la mesa junto con un trueno y di un brinco por el susto, estaba muy concentrada en el diseño del logo y me
La ciudad era iluminada por rayos, relámpagos y el viento azotaba con ferocidad los árboles; un camino borroso se abrió paso frente a nosotros, camino al bosque, pero no parecía ser el camino a casa.- ¡¿A dónde vamos?! - me alarme, la tormenta no me dejaba ver nada, pero estaba segura que no era un camino conocido.- a mi casa, allí podremos hablar- su voz era fría pero sus ojos no mentían aun podía ver el dolor en ellos.- Quiero ir a mi casa- rogué asustada, jamás había estado en su casa y estaba segura que no quería ir.- si te llevo con esta lluvia tu padre se va a enojar- prefería mil veces un regaño que ver una escena como la acabo de ver, fruncí el ceño pensando en sus palabras, con lo que había visto dudo que mi papá le pueda hacer algo a él- no es que él me pueda hacer daño, lo respeto como tu padre.- ¿dónde está tu casa? - estábamos adentrándonos en el bosque por lo que alcanzaba a ver- aquí en frente- bajo la velocidad del auto y con la luz de los faroles alcance a distin
Carlos Mire su sonrisa desvanecer al escuchar mis palabras, no quería ocultarlo, una verdad a medias no era verdad, mi corazón se partió tanto como el de Elisa a pesar de que yo ya lo sabía. - Preciosa, ey- intenté calmarla y explicar todo con más detalle, pero no parecía escucharme - Elisa, escúchame, Elisa- me acerque a ella tomándola por los hombros, pero no reaccionaba, así que opte por levantarla y ponerla en mi regazo, como si de una niña indefensa se tratara, su pequeño cuerpo se pegó al mío buscando refugio - preciosa yo no te voy a dejar jamás- - te voy a perder- su voz era ahogada y apenas perceptible, pero yo la escuche muy claro, igual que el sollozo - no, no lo harás- la apreté más a mí cuidado no lastimarla - lo leí, no podrás hacer nada cuando la conozcas- los sollozos se hacían cada vez más intensos, pero se equivocaba, a mí nadie, nada me obligaba a hacer algo, y yo quería estar con Elisa, MI Elisa. – El amor que se siente es inexplicable ¡el uno para el otro! ¡Me
Baje las escaleras, Carlos me esperaba con Yeni y Bruno en la sala. Mi corazón dio un vuelco cuando se acercó a mí al final de estas, esos ojos grises brillaban, su piel estaba cálida y su perfume me envolvió rápidamente volviéndome loca. - traje las cosas de bruno- señaló las bolsas en la mesa de centro, Bruno levantó una oreja al escuchar su nombre. - ¡que es!- yeni corrió emocionada a las bolsas pero no abrió ninguna sin antes mirarme, solo le di un asentamiento de cabeza y empezó a verlas, a veces si se comportaba. - ¡wooo! Mira Bruno juguetes- olvido las demás bolsas y empezó con Bruno a jugar y abrir los juguetes. La verdad es que estos días Yeni era la que más cuidaba de él, pues yo había tenido tanto trabajo que no tenía tiempo, pero siempre podía contar con ella. - Gracias por traerlas Carlos, lo había olvidado- me abracé a él - es importante que le apliques lo de las pulgas- insistió - lo haré- mamá entro en la sala con una olla de palomitas y unos botes de jugo, eso si
Entre a la casa y escuché el auto arrancar, Bruno ya estaba en uno de los sillones jugando con una pelota que abandono para recibirme como si no acabará de entrar por la puerta de atrás donde tenía su entrada. - por fin entraste - hablo papá - Melissa y Niko están aquí ¿Porque no me habías contado que está embarazada? - - no era algo que me perteneciera papá ¿porque están aquí los dos?- - Melissa vino a recoger sus cosas y tú mamá ya sabes los invito a quedarse hasta el domingo que fuera tu cumpleaños, lo único era que no durmieran juntos en la misma habitación- - Está bien iré con Mel entonces, buenas noches papá- - asegúrate de que no escape de tu habitación para ir con Niko- Eso era prácticamente imposible Mel estaba escuchando música en mi habitación cuando entre se miraba muy relajada y feliz. - ¿Cómo va ese bebé? - pregunté feliz pero la sonrisa de Mel desapareció y yo me asusté, quizás algo le había pasado al bebé. - ¿Cómo te atreves a preguntar mala amiga? - no entendía
Los árboles pasaban en un borrón a nuestro lado, me sujetaba con toda la fuerza que me era posible; el aire helado tocaba mi cuerpo traspasando el suéter, pero era una sensación increíble. Una sensación de libertad.A pesar del miedo que me provocaba viajar a tal velocidad y el vacío que se creaba en mi estómago, me sentía segura, con él, algo que solo Carlos podía provocar; está sensación de peligro, terror, protección y amor.Llegamos a la cima de una montaña, dónde se podía apreciar gran parte del bosque, el cielo estaba nublado y la neblina estaba tan espesa que se le podía ver merodeando entre los pinos, brindándole ese toque de misterio.El enorme lobo se recostó un poco permitiéndome bajar para luego volver a ponerse de pie a un lado mío y brindarme el calor que había perdido con el viento.- es hermoso Carlos, como tú –lo acaricié, la vista era magnífica un lobo enorme en la esquina de mi vista, el bosque inmenso, el clima frío y la neblina que se arremolinaba alrededor de nue