Espero que les haya divertido este capítulo, porque yo si me pude reír mientras lo escribía. Y en otras palabras, es hora que comience el arco de la venganza, contra todas las personas que la lastimaron en el pasado. Y no solo me refiero a los padres de Erika. Espero que disfruten mucho lo que está a punto de venir.
¿Qué es lo que estaba viendo? ¿Estoy en el paraíso? ¿Por qué Carla no quería que viera esto? ¿Pensó que me entristecería? Se equivocaba, este se convirtió en el mejor recuerdo que tengo de mis queridos padres.Los terminaron de echar y les cerraron el portón en la cara. En ningún momento se dieron cuenta que la hija que tanto despreciaron y usaron como chivo expiatorio, presenció tal humillación. Bajé las escaleras corriendo, la emoción me brincaba en el pecho. Salí de un tiro por la puerta principal, alcanzando a Derek y Carla, que estaban regresando.Aceleré el paso, plantándome frente a ellos.El hombre de ojos grises frunció el ceño al instante. No me importó su molestia, estaba feliz por lo ocurrido.Abracé a los dos cómo pude con mi mano sana, metiendo mi rostro entre ambos.―¿Qué haces aquí abajo? Te dije que te quedarás en la habitación. ¿Y por qué corres? Pasaste por una cirugía ―gruñó, y aún así, no me apartó. ―No me importa lo que digas, no puedes dañar este momento ―Est
―Esos malditos hijos de puta.Era la onceava grosería seguida de Derek. Me cansé de seguirlo con la mirada, dando vueltas en la habitación con el teléfono en mano.Se me olvidaba las actitudes que adquiría a la hora de los robo. Y era un recuerdo escalofriante; lo que hizo conmigo, lo que hizo con su empleado. Pero mis padres se merecían el trato que estaba segura que Derek les daría una vez que los encontrara.Lo que estaba ocurriendo con mis padres, no desencadenará ningún sentimiento antiguo por la vez que le robé, ¿verdad? No estaba segura que tanto me había perdonado aquel hombre. En la bañera podrá haber dicho mucho, sin embargo, sus sentimientos eran volubles.Permanecía con ese miedo que sus sentimientos cambiarán, que su odio por mí se volviera más fuerte que su afecto. Podría volver a humillarme frente a sus empleados, a ponerme sobre su regazo y pegarme. A veces tenía esos pensamientos, inclusive, hace unos días, tuve una pesadilla sobre eso, pero no fui capaz de contárselo
―Este lugar es una bazofia, ¿qué hacen los ladrones de tus padres con el dinero que roban?―Dije que robaban, no que supieran administrarlo.―Da igual. Este lugar no es apto para humanos ―Supongo que era el lugar más horrible que había visitado, porque se le iban a salir los ojos de la impresión. Me alegra saber que mi anterior apartamento es considerado un mejor lugar que este―. Parece un criadero de inadaptados.Le arrojé una mirada feroz. ¿Me llamó inadaptada?―Pero tú eres la excepción, por supuesto ―añadió con rapidez, dándome una ligera nalgada. ―Vamos. Acabemos con esto de una vez y trata de controlarte.¿Por qué le dije eso? ¿Por qué le dije que se controlara cuando los quiero ver pagar?―Si querías que me controlara, no debiste venir. No pienso tener consideración con ellos ―Se bajó del vehículo, dando un portazo.Lo seguí, unos pasos más atrás, viendo el suelo agrietado. Grietas que no estaban acá hace unos años, un pequeño recordatorio de que el tiempo había pasado, ya no e
El corazón casi se me salió del pecho, pegué un brinco digno de un cobarde. Abracé el brazo de Derek con mi extremidad buena. Busqué por todas partes el causante de aquel escalofriante chillido. Y entonces lo vi, un patito de hule con un esmoquin.Había demasiados cosas regadas por doquier. ¿Estás personas en verdad robaron un patito de hule con esmoquin? ¿Razón? Seguro que no tienen. Derek lo pisó a propósito y el muñeco de baño emitió el mismo ruido.Me acababa de asustar por el sonido de un pato de hule. ¡Que vergüenza!―Tranquila, mi amor, te protegeré de cualquier patito de hule que se atreva asustarte ―Y lo pisó tan fuerte que lo reventó.Lo decía jugando, pero sus acciones parecían las de un mafioso.―Tú no eres normal.―¿Seguimos? ―preguntó, manteniendo su brazo como apoyo para mí. ―Sí.Continué caminando con extremo cuidado entre los objetos desparramados en el suelo. ¿Cuáles eran las posibilidades de encontrar una mina escondida?A los minutos, escuché los gruñidos de Dere
―¡Hazlo! Me ahorraría el trabajo de llamarlos yo mismo para denunciarlos por robo, desgraciado.No sabía que pensar de la situación. Mi esposo por obligación estaba asfixiando a mi padre desobligado.Ninguna emoción de compasión cruzó mi corazón al ver a mi progenitor en ese estado, con los ojos desorbitados y amenazando con ponerse en blanco dentro de pocos segundos. Y aún así, no quise intervenir. ―¡Suelta a mi esposo, maldito! ―exclamó mi madre.Corrió en dirección a mi esposo, preparada para atacar. Sin embargo, fui más rápida y la abofetee, desorientándola. Se quedó quieta, sorprendida. Inclusive, yo estaba sorprendida. No podía creer mi accionar.Solo le había levantado la mano a mi madre una vez y tuve que huir de casa en el proceso porque pensé que la había matado y creía que mi padre me mataría a mí por eso. Derek soltó a mi padre con prisa y se interpuso entre mi madre y yo, supongo que usando su cuerpo como una barrera por si mi madre intentaba devolverme el golpe. Con mi
―Explora el club o quédate en la habitación, yo me haré cargo de esto ―Acomodó su corbata, apacible. ―¿Qué? ―Sus palabras me sacaron de mis pensamientos―. Yo voy con ustedes. ―No, no irás ―habló con firmeza―. Esto es entre ellos y yo. Me robaron a mí, no a ti. ―¡Son mis padres a los que piensas torturar! ―¡Ah, perdón! Se me olvidaba lo mucho que querías a tus padres. ¿Cómo les fue en su última navidad? ―habló con sarcasmo rancio. ―Y si sabes que no los quiero, ¿por qué no me dejas ver lo que ocurre? ―Porque hay una diferencia entre no quererlos y querer ver que sufran ―gritó, para a continuación, soltar una bocanada de aire. ―Puedo resistirlo. ―No, no puedes ―gruñó. ―Ya estoy acá. No puedes impedir que yo entre contigo aquel cuarto, me pegaré a ti como garrapata ―dije entre dientes. Me preparé para salir del auto, cuando aprisionó mi muñeca con su mano. ―Que no se te olvide lo que pasó la última vez que estuviste aquí. Y no me refiero a lo ocurrido con el deudor ―h
Las tres levantaron las cabezas, intrigadas. ―¿Alguna sabe cómo entrar en la habitación privada de Derek? La que usa para los negocios. Chika levantó la mano al instante. ―Por la puerta. Incliné la cabeza. Primero pensé que era sarcasmo, pero estaba hablando muy enserio. ―Que no sea la puerta. Debe ser como un pasadizo secreto donde pueda escabullirme. Estoy segura que Derek puso un gorila en la puerta que no me dejará dar un paso dentro de la habitación ni aunque tuviese llave. Debo aparecerle por sorpresa. ―Hay uno… Musa le dio un codazo a Chika para que se callara. ―Continúa ―exigí. Chika dudó al ver la mirada de sus compañeras. ―¿Por qué no dicen nada? Alika fue la que habló. ―Temo que al decirlo, trate de usarlo. No es lugar al que debería ir en esa condición ―Señaló mi yeso. ―Soy perfectamente capaz de hacer lo que sea. Me van a quitar los puntos esta semana. Y el yeso lo único que está haciendo es reforzar el hueso para que se acostumbre a estar en su l
Otro maldito día; la misma testada rutina, la misma insípida comida, la mayor parte de mi día trabajando en una aburrida oficina, tolerando a una arrogante y prepotente jefa. Apenas llegue a mi casa veré por décima vez en esta semana la película: quiero matar a mi jefe. Estuve matándome estudiando para terminar siendo la asistente de una infeliz millonaria clasista y sin corazón. Me endeudé en la universidad, pagando una costosa matrícula la cuál aún debo, ¿para esto? ¿Esta era mi gran meta en la vida? No sé qué es peor, ¿tener a la peor jefa del mundo o que la peor jefa del mundo sea mi ex compañera de universidad que siempre me detestó? Por algún motivo que no entiendo, siempre estuvo en mi contra. Si yo decía que el pasto era verde, ella proclamaba que era amarillo. Si decía que el océano era azul, ella juraba que era rosado. La vida era tan injusta. Mientras yo me endeudaba para poder pagar la universidad, ella iba a grandes fiesta, nunca estudiaba y pasaba los semestr