— Él es así y no lo vas a poder cambiar — decía Andrés tratando de que su hermana no se hiciera ilusiones.
— ¿Entonces que me sugieres que sea su amiga nada más? — le pregunta a su hermano, él le gustaba muchísimo Fabián.
— Por el momento él tiene su carrera, lo conozco y sé qué no tiene tiempo para nadie más — le decía Andrés tratando de convencer a su hermana que jamás le haría caso.
Al llegar la noche Fabián llegó, él alquiló una mesa y espera a sus amigos a que llegaran, ve a Andrés a lo lejos, él les hizo una seña y su amigo se acerca, se dieron un fuerte abrazo y se sientan pidiendo una copa Miranda, sin embargo, no dejaba de coquetear quería que Fabián le hiciera caso.
— Me ha dicho Andrés Que cantas bellísimo —le decía Miranda acariciando su cabello.
— Si canto un poquito — le respondió un poquito tímido por las caricias de Miranda.
— canta un poquito ándale — contesta Miranda sonriendo.
Fabián no estaba tan convencido, pero
Andrés lo convence haciendo qué él se animará y fuera con los músicos a cantar haciendo qué todos aplaudieran.Por mi parte estaba feliz porque Martín al fin me había invitado a cenar.
— Qué hermoso lugar — le dije maravillada por el lugar.
— Sí, pero pide rápido de cenar que mis amigos me están esperando — me decía Martín viendo su reloj.
— Otra vez vas a ir a tomar con tus amiguitos — refuté enojada.
— No empieces con tus peleas — me decía Martín fastidiado.
— Es que siempre es lo mismo, siempre vas con tus amigos y empiezas a tomar — le reclamaba enojada, estaba harta por todo lo que yo tenía que pasar.
— Bueno, ¿Ya, ¿no? Es mi vida — me responde Martín fastidiado por mis sermones.
— Sí, tantas prisas tienes en irte, déjame aquí y vete tú — le dije azotando mi servilleta.
Me iba a parar, pero Martín me detiene del brazo con algo de fuerza.
— Eres mi mujer y te quedarás conmigo — me ordena Martín apretando algo fuerte mi brazo.
— Suéltame — le grité algo asustada.
— Siéntate — me jala Martin haciendo que me sentará a la fuerza.
— Desde cuándo has cambiado martín, desde cuándo — le dije decepcionada, él no era así, no entendía el por qué cambio tanto.
— Ya deja tus sermones y pide de cenar — me dijo Martín fastidiado y viéndome mal.
Yo negaba con la cabeza, Martín estaba fastidiado por el alboroto qué había en aquel restaurante, a lo lejos vi a alguien que se dirigía dónde estaba la orquesta, él toma el micrófono y empezó a cantar:
"Ven cuando quieras a mí
Ven si es que quieres hablarmeAunque yo pienso que todo se hablóYa nada puede cambiarseVen que no quede por míYo estoy dispuesto a escucharteAunque debiera negarte el favorPor todo lo que me engañastePero ven con el alma desnudaCon la pura verdad en los labiosNo te olvides qué ya no hay más plazosEsta vez o te quedas o te vasPero ven con el alma desnudaCon la pura verdad por delanteYo te quiero y no puedo negarteQue quisiera volver a empezarVen cuando quieras a míVen si es que quieres hablarmeAunque yo pienso que todo se hablóYa nada puede cambiarseVen que no quede por míYo estoy dispuesto a escucharteAunque debiera negarte el favorPor todo lo que me engañastePero ven con el alma desnudaCon la pura verdad en los labiosNo te olvides qué ya no hay más plazosEsta vez o te quedas o te vasPero ven con el alma desnudaCon la pura verdad por delanteYo te quiero y no puedo negarteQué quisiera volver a empezar"Escuchaba aquella linda voz que la tenía aterciopelada.
— Que lindo canta— le dije encantada de la voz de aquel chico.
— Hay sí que lindo canta — me decía el molesto y en su plan por fastidiar.
— Estás insoportable, Martín, tú no eras así — le refuté otra vez enojada.
— ¡Ya cállate Danna! — me grito Martín enojado.
— Voy al tocador, veo que no estás de humor — azote de nuevo la servilleta
Me pare para ir al tocador, veía aquel chico cantando, él me vio y me sonríe, yo solo sonreí al instante, Andrés veía a Fabián quién sonreía al verme pasar el término de cantar mientras que yo me encontraba en el tocador, minutos después salí del tocador nunca pensé que Martín había visto aquel chico que me estaba sonriendo enojado se acerca a mí y me jala fuertemente del brazo.
— Ven acá Danna— me Refutaba el enfurecido
— Martín, vámonos, no te enojes — le decía temerosa mientras tragaba duro.
— Cállate y camina — me dice Martín ordenando mientras me jalaba.
— Martín, por favor, no hagas una escena — le decía tratando de calmar a Martín.
— Cállate y ven conmigo— me decía Martín apretando mi brazo, me veía de una manera que hasta me daba miedo.
— Martín — le dije asustada, quería que cediera, pero no, él siguió jalando mi brazo haciendo que me quejará de dolor.
—¡¡Deja de quejarte y camina!! — me grita Martín desesperado.
— Me lastimas por favor, suéltame — le suplicaba con la mirada.
— Cállate y camina — me vuelve a repetir Martín desesperado.
Pero yo me quejaba más de dolor haciendo que gritara levemente.
¡¡Cállate ya!! — me vuelve a gritar Martín desesperado.
Él estaba a punto de darme una bofetada, cerraba los ojos esperando el golpe, pero cuando los abrí alguien había detenido la mano era aquel cantante que vino en mí auxilió.
— La señorita le dijo que la dejara en paz — le refutó el chico que estaba cantando enojado.
— Ella es mi novia y se va conmigo — le dijo Martín enfurecido y lleno de celos con el derecho de llevarme.
— Ella dijo que la dejaras tranquila — le exige Fabián a Martín Y tratando de qué me soltará, aunque todo era en vano.
Yo miraba aquella pelea estaba asustada, mis ojos estaban cristalinos.
Martín vámonos por favor — le suplicaba con la mirada, no quería que pelearán.
— ¡Cállate Danna! — me grita Martín desesperado.
Me quiso jalar, pero el chico que me había defendido lo empuja cayendo él hacia atrás.
— ¡Te dijo que la dejaras en paz! — gritaba aquel chico furioso, jamás pensé que él me defendiera de esa manera.
Martín me suelta y se pone enfrente de aquel chico que me defendió, yo estaba aterrorizada, no sabía qué hacer, solamente los miraba en el fondo, yo quería que está pelea terminará, pero era en vano, mi novio estaba cada vez más violento tanto que me daba miedo.
— ¡Y, si no quiero que anda que me harás! — decía Martín retando a él y empujándolo.
— No permitiré que lastime a la señorita — el mismo chico defendiéndome.
— Danna no sabía que tenías un amante — me decía Martín sarcásticamente.
Yo iba a hablar, pero aquel chico me interrumpe.
— No soy su amante, yo soy un caballero que respeta a las mujeres — dijo aquel chico defendiéndome.
— Un caballero si no es más que obvio que Danna es una cuál...— no termino de decir cuando él le suelta un golpe haciendo que su amigo fuera por él.
— ¡Ella merece respeto, me entiendes! — le grita aquel chico exigiendo respeto para mí.
— ¡Tú no me dirás qué hacer maldito infeliz! — refuta Martín enfurecido y Empujando con fuerza, pero él se enfurece y golpea de nuevo a Martín, terminando en una pelea, todos en el bar estaban mirando atentos la escena, mientras que yo me encontraba aterrada aquella pelea no paraba.
— Cálmate Fabián, te meterán a la cárcel si sigues peleando — le advierte su amigo tratando de calmarlo.
Yo lo veía con mis ojos azules llenos de lágrimas, era la primera vez que un desconocido me defendiera de esa manera Martin me veía horrible, se quería acercar, pero vio que aquel chico quién tenía una mirada amenazante y decide irse dejándome en el suelo una vez que él se va Fabián se acerca a mí y me levanta.
— ¿Está usted bien? — me pregunta Fabián, preocupado.
Yo no podía hablar, aún me encontraba asustada.
— Señorita — me habla su amigo con cara de preocupación.
— Ella está en shock, la llevaremos al tocador — dijo una chica agarrándome de la mano para llevarme al tocador.
— Calma hermosa, no tienes por qué llorar — me dijo la chica tratando de que yo estuviera más tranquila, yo solo cerraba los ojos llorando, pero ella me abrazo. — Ya pasó todo ven tranquila, pediremos un té para ti, ¿de acuerdo? — me dijo ella dedicándome una sonrisa, yo nada más asentía, ella tan linda me ayudaba, salimos del tocador y me dijo: — Con la infusión te sentirás mejor ahora dime ¿Cómo te llamas? — me preguntó queriendo saber mi nombre.
— Danna - le respondí un poco más tranquila.
— Como la novia de Ritchie Valens — me dijo ella emocionada al recordar esa película.
— ¿Disculpa? — pregunté un tanto confundida.
— Es una película, supongo que la has visto — me dice sonriendo.
— Si la recuerdo — le dije comenzando sonreír, era bueno saber que podía contar con una amiga.
— Es una película, supongo que la has visto — me dijo ella sonriendo.— Si, la recuerdo — le dije ya un poco más calmada.Comencé a sonreír, era bueno haber encontrado una amiga, sin embargo, Fabián ya estaba algo tranquilo, quería ir conmigo, pero su amigo lo detiene.— Dios Fabián, tienes qué controlarte -— le decía Andrés un poco impactado por la pelea que había pasado.— Me molesta el hecho de que le hagan daño a una dama — refutaba Fabián furiosoLo sé amigo, ven, vamos con las chicas — decía Andrés jalando a Fabián a la mesa.Al llegar, Fabián se acerca a mí y me dice:— ¿Cómo se siente, señorita? — me pregunta Fabián, preocupado.Ya estoy mejor gracias &mda
Estaba asustada, pero podía respirar tranquila, al fin Martín se había ido de la casa, pero Fabián me veía y me miraba con una expresión como si estuviese pensando.“Vi a Danna nerviosa, no se podía tranquilizar tan fácilmente, estaba sentada en el suelo en posición fetal, fui con ella para ver en qué le podía ayudar, pero ella retrocedía del miedo” creía Fabián en sus adentros.— Señorita — se acercó a mí con cuidado— No, no sé acerqué, por favor — le rogaba temerosa, tenía miedo.— Por favor no tenga miedo dame su mano — me dijo mientras intentaba acercarse a mí.— ¿No me hará daño? — le susurraba nerviosa.— No bonita, no te haría daño — me susurró con ternura.Lo miraba con
A la mañana siguiente Fabián preparaba el desayuno, yo baje vi que él me sonrío y me dijo:— Buenos días Danna hice el desayuno — me dijo Fabián con una sonrisa en sus labios.— gracias — agradecí cerrando los ojos sonriendo.La mañana paso muy rápido, a decir verdad, me tenía que ir, pero Fabián no quería qué me fuera, quizá por qué tenía temor qué algo me pasará, a pesar de que yo le prometía qué iba a estar bien dos horas más tarde, él se va al estudio de grabación estaba contento y le dice al compositor de sus canciones:— ¿Puedes componer una canción? — le preguntaba Fabián muy contento.— Claro que sí, pero ¿para quién será está canción? — pregunta curiosa el ch
Le dije mientras me perdía en su mirada.— Entonces lo qué dijiste en el correo — me dijo Fabián, algo confundido.— Olvida lo que dije en ese correo — le dije sonriendo mientras no apartaba mi mirada con la de Fabián.— Entonces en ese caso estaré esperando a qué vengas al estudio — me dijo Fabián mientras iba a su coche.Nos damos la mano, por última vez estábamos mirándonos nuevamente sin soltarnos las manos, no sé qué me pasaba con él, era algo extraño, pero a la vez me hacía sentir tranquila, por un momento estaba a punto de subirme al coche, pero Martín había llegado.— Danna, amor qué he estado buscando — me dijo Martín mientras acariciaba mi cintura.— Si ya iba en camino — le dije a Martín mientras intentaba soltarse de él.<
Los dos sentíamos esa corriente y Fabián se sentía feliz al volverme a ver de nuevo, sin embargo, yo no sabía que era esa extraña corriente el por quéme sentía tan extrañamente bien a su lado, llegamos a la cafetería, pedimos un café venía callada, pero le sonreí.— Sabes, me está pasando algo similar a lo que me contaste — le dije mientras enfriaba mi café.— ¿De verdad? - me pregunta Fabián sonriendo.— Si tengo la sensación de haber vivido esto antes — le dije mientras miraba a Fabián.Esa mirada qué para mí era tranquilizadora nos mirábamos fijamente, pero él se acerca más a mí.No hablaba, no podía articular palabra, los dos estábamos mirando nuestros labios, él toma la iniciativa y me besa, parecía que él n
— No me digas niñera — dijo Carlos, muy furioso, le molestaba sobre manera qué Andrés lo molestará.— Ya, ya niñera — me voy a ir a ver a Fabián.— De seguro otra vez está en problemas — susurro Carlos negando con la cabeza.Andrés no dijo nada y solamente agarró su saco para ir a ver a su amigo, sacó las llaves de su auto prendiendo el carro para así ir al bar donde se encontraba Fabián, una vez que llegó vio a su amigo tomando una cerveza, Andrés va con él y le da una palmada en la espalda.— ¿Me dirás que pasa amigo? Tu niñera anda de muy mal humor — pregunta Andrés y al último lo dice de forma irónica.— Sabes, no sé si estoy loco o me estoy enamorando de Danna — dijo Fabián dejando su cerveza.— Por qué dic
— ¡Fabián! — le habla Andrés tratando de alcanzarlo.— ¿Ahora qué? — replicaba Fabián fastidiado.— Entiende que esa chica no es para ti... — le dijo Andrés tratando que su amigo entrara en razón.— Si, si ya te escuché, ahora déjame en paz — le dijo Fabián algo molesto.— Fabián por Dios recapacita — le dijo Andrés algo exaltado.Pero Fabián no hizo caso tanto que fue a buscarme sin importar que estuviera con Martín... Al llegar a mi casa; vi que se iba a bajar del carro, pero Martín sale, él lo había visto y sonrío burlonamente y me besó, sabía que él estaba hirviendo de coraje, arrancó el carro y se va de mi casa, golpeando el volante de coraje mientras manejaba aumentando la velocidad, en eso le llama por teléfono y era M
Le dijo Miranda sonriendo dulcemente mientras qué Fabián le sujeta la mano.— De verdad, gracias Miranda — le agradece mientras le daba una cálida sonrisa.— Aquí estaré Fabián... No te dejaré solo — le dijo Miranda dedicándole su más dulce mirada.Fabián nada más sonreía, Miranda salió del cuarto sin antes voltear a verlo... Quién estaba intentando dormir, ella salió del cuarto y ahí estaba Andrés y Edmundo.— ¿Cómo sigue Fabián? — pregunta Edmundo, algo preocupado.— Fabián ya está mejor ahorita, se acaba de dormir — dijo Miranda, más tranquila.— Susto qué nos metió mi amigo — dijo Andrés negando con la cabeza preocupada.— Pero ahorita no lo molestes, déjalo descansar — dijo