— Es una película, supongo que la has visto — me dijo ella sonriendo.
— Si, la recuerdo — le dije ya un poco más calmada.
Comencé a sonreír, era bueno haber encontrado una amiga, sin embargo, Fabián ya estaba algo tranquilo, quería ir conmigo, pero su amigo lo detiene.
— Dios Fabián, tienes qué controlarte -— le decía Andrés un poco impactado por la pelea que había pasado.
— Me molesta el hecho de que le hagan daño a una dama — refutaba Fabián furioso
Lo sé amigo, ven, vamos con las chicas — decía Andrés jalando a Fabián a la mesa.
Al llegar, Fabián se acerca a mí y me dice:
— ¿Cómo se siente, señorita? — me pregunta Fabián, preocupado.
Ya estoy mejor gracias — le dije un poco más tranquila.
Fabián sonríe de nuevo haciendo que yo me sintiera extrañamente segura, con él, sin embargo, tenía que irme, necesitaba hablar con Martín y aclarar la situación, mientras qué Fabián me miraba con aquellos ojos cafés que parecían dos laberintos.
— Gracias por ayudarme, pero tengo qué retirarme con su permiso — dije dándome prisa para que Martín no se enojara más.
— Me alegra que estés mejor, bonita noche — me responde Andrés con sinceridad.
Me despedí de todos para luego irme, sin embargo, Fabián también se levanta de la mesa y sale tras de mí.
— ¡Señorita! — me grita Fabián en su intento por detenerme.
Me detuve al escuchar su voz y me volteé para verlo.
— ¿se me olvidó algo? — pregunté un tanto confundida.
— No, nada se le ha olvidado, perdón por seguirla, creo que no me he presentado, soy Fabián Reyes — me dijo Fabián extendiendo su mano.
— Danna Schmidt, mucho gusto — le di la mano a Fabián, pero sentimos una extraña corriente haciendo que ambos quitemos nuestras manos entrelazadas.
— Me tengo que ir un gusto conocerlo — le dije en mi intento por irme.
— ¿Me permite llevarla a su casa? — me pregunta Fabián con la esperanza de que yo aceptara.
— Oh, no hace falta, puedo irme en un taxi — le dije un poco tímida.
— Insisto déjeme llevarla — me decía él insistiendo, yo no sabía si aceptar o no, pero sus ojos me decían que aceptara el saco las llaves del auto y muy caballerosamente me abre la puerta para así subirme.
— Aquí me quedo, no se preocupe, gracias por llevarme — le dije a Fabián agradeciendo sus atenciones conmigo.
— De nada señorita Danna — me da una sonrisa Fabián haciendo qué se me sintiera segura.
— Quiero disculparme con usted — le dije algo tímida, estaba apenada por aquella pelea.
— ¿Por qué bonita? — me preguntaba Fabián dándome la sensación de que se perdía en mi mirada.
— Por lo que pasó con mi novio — le dije con carita triste.
— Usted no tiene la culpa de nada bonita — me dijo Fabián mientras me levantaba la mirada.
Me da la mano, la acepté de nuevo y nos quedamos mirando fijamente, era como si yo cayera en su mirada y él cayera en la mía, pero sacudí la cabeza y me empecé a reír levemente.
— Creo que es mejor que me vaya — le dije mientras empezaba a sonrojarme
— Que le vaya bien, señorita — me dijo Fabián dándome una cálida sonrisa.
Yo me fui mientras que él se quedaba susurrando.
— Ojalá la vuelva a ver... — Decía Fabián sonriendo y pensando en mi belleza que lo había hipnotizado, el único problema era que yo tenía novio.
Fabián se queda parado viendo qué llegará a la casa encontrando a Martín borracho.
— Hasta que llegaste m*****a resbalosa — me grita Martín furioso.
— Por favor Martín no me hagas nada... — le rogaba con miedo.
- ¿De seguro tú conocías a ese chico verdad? - me preguntaba e insinuaba molesto Martín.
— No, no lo conocía... Por favor Martín estás muy tomado — le dije mientras intentaba calmar a Martín.
— Escúchame bien — me dijo Martín más furioso que nunca me jalaba el cabello con mucha fuerza haciendo que yo me quejara de dolor
— Tú eres mía Danna me escuchaste, eres mía ...— me dijo Martín quién estaba fuera de sí.
— Martín tranquilo no es nada de lo que te imaginas — le decía temblando de miedo
Y temerosa de Martín.— ¿No es nada? ¿No es nada? — preguntaba irónico Martín - ¡No seas estúpida! - refutaba furioso, yo retrocedía sintiendo pánico.
— Por favor Martín, tranquilo, no hagas una tontería — le murmuraba temerosa.
Martín reía como loco mientras que yo solo temblaba de miedo.
Fabián todavía estaba parado en su carro, pensando en aquella chica bonita que había visto.
- "vi como Danna había entrado a la casa, sin embargo, había escuchado gritos, que provenían aquella casa, sin dudarlo corrí hacia aquella casa y vi a Danna que estaba asustada pidiendo suplicando ayuda, el desgraciado de Martín había maltratado otra vez a Danna veía la manera de entrar, sin embargo, no era nada fácil la puerta estaba cerrada con seguro" - reflexionaba Fabián mientras estaba intentando abrir la puerta, pero le era imposible.
— ¡joder! — gritaba Fabián desesperado por abrir la puerta.
Después de dar varios empujones a la puerta, logra abrirla y ve a Martín quién me estaba jalando del cabello.
— ¡Suéltala! — grita Fabián llamando la atención de Martín, de nuevo él había venido en mí auxilió.
— ¡Mira quién está aquí! El valiente, ¿vamos que me harás? — pregunta Martín riéndose como loco mientras apretaba con fuerza, mi cabello yo sentía pánico miedo estaba totalmente aterrada, mi novio estaba irreconocible.
— ¡Sí, tan hombre eres métete conmigo, pero deja en paz a la señorita! —refutaba Fabián furioso.
Martín no hacía caso, sin embargo, él estaba por golpearme, pero Fabián se avienta terminando él contra un mueble, mi novio se levanta, tenía sangre en la ceja, pero eso no lo iba a detener, él estaba fuera de sí, corrió hacía Fabián para golpearlo recibiendo el golpe los dos estaban peleando, yo intentaba pedir auxilio, pero nadie me escuchaba haciendo qué tuviera más miedo la pelea seguía, pero mi novio por estar tomado, tenía todas las de perder, al final Fabián corrió de la casa a Martín grave error le tenía miedo un miedo horrible.
— ¡Me las pagarás m*****a, nunca estarás libre de mí tan fácilmente! — me grita Martín furioso mientras se iba agarrándose la ceja.
Estaba asustada, pero podía respirar tranquila, al fin Martín se había ido de la casa, pero Fabián me veía y me miraba con una expresión como si estuviese pensando.“Vi a Danna nerviosa, no se podía tranquilizar tan fácilmente, estaba sentada en el suelo en posición fetal, fui con ella para ver en qué le podía ayudar, pero ella retrocedía del miedo” creía Fabián en sus adentros.— Señorita — se acercó a mí con cuidado— No, no sé acerqué, por favor — le rogaba temerosa, tenía miedo.— Por favor no tenga miedo dame su mano — me dijo mientras intentaba acercarse a mí.— ¿No me hará daño? — le susurraba nerviosa.— No bonita, no te haría daño — me susurró con ternura.Lo miraba con
A la mañana siguiente Fabián preparaba el desayuno, yo baje vi que él me sonrío y me dijo:— Buenos días Danna hice el desayuno — me dijo Fabián con una sonrisa en sus labios.— gracias — agradecí cerrando los ojos sonriendo.La mañana paso muy rápido, a decir verdad, me tenía que ir, pero Fabián no quería qué me fuera, quizá por qué tenía temor qué algo me pasará, a pesar de que yo le prometía qué iba a estar bien dos horas más tarde, él se va al estudio de grabación estaba contento y le dice al compositor de sus canciones:— ¿Puedes componer una canción? — le preguntaba Fabián muy contento.— Claro que sí, pero ¿para quién será está canción? — pregunta curiosa el ch
Le dije mientras me perdía en su mirada.— Entonces lo qué dijiste en el correo — me dijo Fabián, algo confundido.— Olvida lo que dije en ese correo — le dije sonriendo mientras no apartaba mi mirada con la de Fabián.— Entonces en ese caso estaré esperando a qué vengas al estudio — me dijo Fabián mientras iba a su coche.Nos damos la mano, por última vez estábamos mirándonos nuevamente sin soltarnos las manos, no sé qué me pasaba con él, era algo extraño, pero a la vez me hacía sentir tranquila, por un momento estaba a punto de subirme al coche, pero Martín había llegado.— Danna, amor qué he estado buscando — me dijo Martín mientras acariciaba mi cintura.— Si ya iba en camino — le dije a Martín mientras intentaba soltarse de él.<
Los dos sentíamos esa corriente y Fabián se sentía feliz al volverme a ver de nuevo, sin embargo, yo no sabía que era esa extraña corriente el por quéme sentía tan extrañamente bien a su lado, llegamos a la cafetería, pedimos un café venía callada, pero le sonreí.— Sabes, me está pasando algo similar a lo que me contaste — le dije mientras enfriaba mi café.— ¿De verdad? - me pregunta Fabián sonriendo.— Si tengo la sensación de haber vivido esto antes — le dije mientras miraba a Fabián.Esa mirada qué para mí era tranquilizadora nos mirábamos fijamente, pero él se acerca más a mí.No hablaba, no podía articular palabra, los dos estábamos mirando nuestros labios, él toma la iniciativa y me besa, parecía que él n
— No me digas niñera — dijo Carlos, muy furioso, le molestaba sobre manera qué Andrés lo molestará.— Ya, ya niñera — me voy a ir a ver a Fabián.— De seguro otra vez está en problemas — susurro Carlos negando con la cabeza.Andrés no dijo nada y solamente agarró su saco para ir a ver a su amigo, sacó las llaves de su auto prendiendo el carro para así ir al bar donde se encontraba Fabián, una vez que llegó vio a su amigo tomando una cerveza, Andrés va con él y le da una palmada en la espalda.— ¿Me dirás que pasa amigo? Tu niñera anda de muy mal humor — pregunta Andrés y al último lo dice de forma irónica.— Sabes, no sé si estoy loco o me estoy enamorando de Danna — dijo Fabián dejando su cerveza.— Por qué dic
— ¡Fabián! — le habla Andrés tratando de alcanzarlo.— ¿Ahora qué? — replicaba Fabián fastidiado.— Entiende que esa chica no es para ti... — le dijo Andrés tratando que su amigo entrara en razón.— Si, si ya te escuché, ahora déjame en paz — le dijo Fabián algo molesto.— Fabián por Dios recapacita — le dijo Andrés algo exaltado.Pero Fabián no hizo caso tanto que fue a buscarme sin importar que estuviera con Martín... Al llegar a mi casa; vi que se iba a bajar del carro, pero Martín sale, él lo había visto y sonrío burlonamente y me besó, sabía que él estaba hirviendo de coraje, arrancó el carro y se va de mi casa, golpeando el volante de coraje mientras manejaba aumentando la velocidad, en eso le llama por teléfono y era M
Le dijo Miranda sonriendo dulcemente mientras qué Fabián le sujeta la mano.— De verdad, gracias Miranda — le agradece mientras le daba una cálida sonrisa.— Aquí estaré Fabián... No te dejaré solo — le dijo Miranda dedicándole su más dulce mirada.Fabián nada más sonreía, Miranda salió del cuarto sin antes voltear a verlo... Quién estaba intentando dormir, ella salió del cuarto y ahí estaba Andrés y Edmundo.— ¿Cómo sigue Fabián? — pregunta Edmundo, algo preocupado.— Fabián ya está mejor ahorita, se acaba de dormir — dijo Miranda, más tranquila.— Susto qué nos metió mi amigo — dijo Andrés negando con la cabeza preocupada.— Pero ahorita no lo molestes, déjalo descansar — dijo
Corrió hacia él, pidiendo auxilio.— Fabián — dijo Carlos moviendo a su amigo para que reaccionara - por Dios Fabián reacciona - increpó Carlos muy preocupado.Sin embargo, Carlos llama a la ambulancia, para qué se llevarán a Fabián, él estaba desesperado, qué a la vez muy preocupado por su amigo, tanto tiempo le decía que descansara, pero él simplemente no hacía caso, ya que Fabián no quería descansar. La ambulancia llegó, los paramédicos le daban atención mientras que su manager y amigo los sigue en su auto, al llegar al hospital Carlos llamaba por teléfono a Andrés, pero él no contestaba...— ¡Maldición! — gritaba Carlos al ver que no contestaba Andrés.Estaba checando sus contactos, sin embargo, no tenía el teléfono de Miranda, estaba maldiciendo, po