A la mañana siguiente Fabián preparaba el desayuno, yo baje vi que él me sonrío y me dijo:
— Buenos días Danna hice el desayuno — me dijo Fabián con una sonrisa en sus labios.
— gracias — agradecí cerrando los ojos sonriendo.
La mañana paso muy rápido, a decir verdad, me tenía que ir, pero Fabián no quería qué me fuera, quizá por qué tenía temor qué algo me pasará, a pesar de que yo le prometía qué iba a estar bien dos horas más tarde, él se va al estudio de grabación estaba contento y le dice al compositor de sus canciones:
— ¿Puedes componer una canción? — le preguntaba Fabián muy contento.
— Claro que sí, pero ¿para quién será está canción? — pregunta curiosa el ch
Le dije mientras me perdía en su mirada.— Entonces lo qué dijiste en el correo — me dijo Fabián, algo confundido.— Olvida lo que dije en ese correo — le dije sonriendo mientras no apartaba mi mirada con la de Fabián.— Entonces en ese caso estaré esperando a qué vengas al estudio — me dijo Fabián mientras iba a su coche.Nos damos la mano, por última vez estábamos mirándonos nuevamente sin soltarnos las manos, no sé qué me pasaba con él, era algo extraño, pero a la vez me hacía sentir tranquila, por un momento estaba a punto de subirme al coche, pero Martín había llegado.— Danna, amor qué he estado buscando — me dijo Martín mientras acariciaba mi cintura.— Si ya iba en camino — le dije a Martín mientras intentaba soltarse de él.<
Los dos sentíamos esa corriente y Fabián se sentía feliz al volverme a ver de nuevo, sin embargo, yo no sabía que era esa extraña corriente el por quéme sentía tan extrañamente bien a su lado, llegamos a la cafetería, pedimos un café venía callada, pero le sonreí.— Sabes, me está pasando algo similar a lo que me contaste — le dije mientras enfriaba mi café.— ¿De verdad? - me pregunta Fabián sonriendo.— Si tengo la sensación de haber vivido esto antes — le dije mientras miraba a Fabián.Esa mirada qué para mí era tranquilizadora nos mirábamos fijamente, pero él se acerca más a mí.No hablaba, no podía articular palabra, los dos estábamos mirando nuestros labios, él toma la iniciativa y me besa, parecía que él n
— No me digas niñera — dijo Carlos, muy furioso, le molestaba sobre manera qué Andrés lo molestará.— Ya, ya niñera — me voy a ir a ver a Fabián.— De seguro otra vez está en problemas — susurro Carlos negando con la cabeza.Andrés no dijo nada y solamente agarró su saco para ir a ver a su amigo, sacó las llaves de su auto prendiendo el carro para así ir al bar donde se encontraba Fabián, una vez que llegó vio a su amigo tomando una cerveza, Andrés va con él y le da una palmada en la espalda.— ¿Me dirás que pasa amigo? Tu niñera anda de muy mal humor — pregunta Andrés y al último lo dice de forma irónica.— Sabes, no sé si estoy loco o me estoy enamorando de Danna — dijo Fabián dejando su cerveza.— Por qué dic
— ¡Fabián! — le habla Andrés tratando de alcanzarlo.— ¿Ahora qué? — replicaba Fabián fastidiado.— Entiende que esa chica no es para ti... — le dijo Andrés tratando que su amigo entrara en razón.— Si, si ya te escuché, ahora déjame en paz — le dijo Fabián algo molesto.— Fabián por Dios recapacita — le dijo Andrés algo exaltado.Pero Fabián no hizo caso tanto que fue a buscarme sin importar que estuviera con Martín... Al llegar a mi casa; vi que se iba a bajar del carro, pero Martín sale, él lo había visto y sonrío burlonamente y me besó, sabía que él estaba hirviendo de coraje, arrancó el carro y se va de mi casa, golpeando el volante de coraje mientras manejaba aumentando la velocidad, en eso le llama por teléfono y era M
Le dijo Miranda sonriendo dulcemente mientras qué Fabián le sujeta la mano.— De verdad, gracias Miranda — le agradece mientras le daba una cálida sonrisa.— Aquí estaré Fabián... No te dejaré solo — le dijo Miranda dedicándole su más dulce mirada.Fabián nada más sonreía, Miranda salió del cuarto sin antes voltear a verlo... Quién estaba intentando dormir, ella salió del cuarto y ahí estaba Andrés y Edmundo.— ¿Cómo sigue Fabián? — pregunta Edmundo, algo preocupado.— Fabián ya está mejor ahorita, se acaba de dormir — dijo Miranda, más tranquila.— Susto qué nos metió mi amigo — dijo Andrés negando con la cabeza preocupada.— Pero ahorita no lo molestes, déjalo descansar — dijo
Corrió hacia él, pidiendo auxilio.— Fabián — dijo Carlos moviendo a su amigo para que reaccionara - por Dios Fabián reacciona - increpó Carlos muy preocupado.Sin embargo, Carlos llama a la ambulancia, para qué se llevarán a Fabián, él estaba desesperado, qué a la vez muy preocupado por su amigo, tanto tiempo le decía que descansara, pero él simplemente no hacía caso, ya que Fabián no quería descansar. La ambulancia llegó, los paramédicos le daban atención mientras que su manager y amigo los sigue en su auto, al llegar al hospital Carlos llamaba por teléfono a Andrés, pero él no contestaba...— ¡Maldición! — gritaba Carlos al ver que no contestaba Andrés.Estaba checando sus contactos, sin embargo, no tenía el teléfono de Miranda, estaba maldiciendo, po
— Fabián yo ...— no sabía qué decir.— No hables Danna, déjame mirar tus ojitos una vez más... — me dijo Fabián mirándome con ternura.Escuchar aquello, simplemente mis ojos se empezaron a cristalizar, pero él me besó la mano otra vez.— No llores Danna, no quiero verte llorar — me dijo Fabián sonriendo con ternura.— Te quiero Fabián — solté de repente.Fabián me volvió a sonreír, había escuchado en mi voz que yo lo quería, y este el amor era así, tan extraño ... Que uno no encuentra las palabras para describir este sentimiento tan puro, qué los dos estábamos experimentando... Y a decir verdad se sentía jodidamente bien, sentir este hermoso sentimiento.— Sabes algo Danna — me dijo Fabián mirándome con dulzura.<
Tomando la botella de vodka que tenía en su mesa, al pasar las horas Martín toma una decisión desesperada, él me buscaría para pedirme perdón para que así yo regresaré a su lado, tomó un taxi y fue a mi casa de al llegar él empezó a tocar la puerta desesperadamente mientras gritaba:— Danna ábreme por favor — decía Martín ahogado de borracho. — Yo sé que hice mal, pero por favor no me dejes, yo te amo, nadie podrá amarte como yo te amo a ti — decía Martín mientras bebía su botella de vodka.Martín seguía tocando la puerta hasta quedarse dormido en el suelo por tanto alcohol que tenía en sus venas, al día siguiente yo me tenía que ir, con sumo cuidado salí hacia la cocina cuidando de no despertar a Fabián, pero la suerte no estaba de mi lado, ya que sin querer se me c