Matthew

Era el hombre más afortunado de este jodido mundo, porque el amor de mi vida, mi dulce Cloe había aceptado casarse conmigo, ya estábamos de vuelta en casa después de un viaje increíble por Europa, pero habíamos regresado porque yo tenía que volver a la empresa y teníamos que preparar todo para la boda, claro que esta, sería bastante pequeña.

Cloe no quería una boda grande, antes cuando quisimos hacer una gran boda las cosas no salieron muy bien, por eso ella prefería que esta fuera más intima y rápida, yo estaba totalmente de acuerdo con esta decisión, lo importante era que nos casaríamos, claro que me hubiese gustado poderle dar una gran boda como ella se lo merece, pero quizás podríamos hacerlo en un tiempo, primero íbamos a hacer algo pequeño, después de todo Cloe no tenía ningún familiar y yo tampoco.

Bueno a excepción de mi progenitor, pero a él ni a su familia la quería en mi boda, ellos no significaban nada para mí a pesar de tener la misma sangre.

Tomé la decisión d