Cloe

Estaba feliz de que no le pudieran hacer nada malo a Matthew, aunque no había podido saber el paradero de Wallas lo importante es que él estaba bien.

Había estado demasiado preocupada desde que se fue y verlo llegar bien fue un gran alivió, por fin mi corazón tuvo algo de calma cuando él llego a casa.

— Amor mejor deja que la policía se encargue de estas cosas, no te vuelvas a arriesgar así. — le pedí al alejarme un poco de su abrazo para mirarlo a los ojos.

— Esta bien amor. — dijo él y planto un pequeño beso en mis labios, que comenzó suave pero rápidamente se torno apasionado.

Nuestra ropa pronto comenzó a estorbarnos, poder sentir su fuerte cuerpo contra el mío me volvía loca de deseo, la forma de besar de Matthew era tan exquisita y adictiva, pero cuando ya él me había quitado gran parte de mi ropa y yo estaba tratando de quitar su chaqueta me detuve cuando lo vi hacer una mueca y note que había sangre en su camisa.

— ¿Por qué estas sangrando? ¿Qué te paso?