Cloe— Entonces, ¿Qué pensaste Brooke? — le pregunte, hoy deberíamos viajar, aun no sabia a que hora, pero ya tenia todo listo, solo me faltaba la respuesta de Brooke, si ella aceptaba podría irse despues, si aun no tenia nada preparado. — Lo siento Cloe, pero no puedo, se que el sueldo que me ofreces es muy bueno y me cuesta mucho dejar a Michael, pero aquí están mi mamá y mis hermanos. — contesto abatida, yo también lo estaba, porque quería que ella siguiera cuidando a Michael, me costaría mucho encontrar otra persona en quien confiar, pero la entendía, la familia es muy importante, si yo tuviera más familia aparte de Michael, tampoco me gustaría separarme de ellos. — Entiendo Brooke, entonces te daré un cheque por tu liquidación, muchas gracias por todo. — Gracias por entenderme Cloe — agradeció con una pequeña sonrisa y le sonreí de vuelta. — Esta bien, te voy a hacer el cheque por si quieres irte de una vez. — dije mientras buscaba la chequera en mi carter
Matthew Estaba realmente feliz de tener de nuevo a Cloe viviendo conmigo y ahora con un precioso regalo que era Michael, mi felicidad solo estaría completa si ella aceptara perdonarme y casarse conmigo, eso era lo que más deseaba, tener la seguridad de que el amir de mi vida pasara el resto de nuestras vidas a mi lado. — ¿Terminaste? — le pregunte, ya yo había terminado de darle su papilla a Michael y había terminado mi comida, solo faltaba la confirmación de ella para darles el recorrido por el lugar.— Si, vamos. — contesto levantándose de la mesa y yo la seguí con Michael en mis brazos.— Vamos a la piscina primero. — dije y empecé a caminar hacia allí, tenia todo en un orden especifico en mi mente de lo que les quería mostrar primero, empezaría por estas cosas y dejaría lo que creo que va a ser el lugar favorito de Cloe para el final. — ¿Te gusta? — le pregunte a Cloe con una sonrisa, cuando llegamos a la hermosa piscina interior, esta era muy grande y elegant
Cloe La casa era de ensueños, me había encantado todo, parecía que hubiese sido hecha para mi, todo me encantaba, pero definitivamente mi parte favorita era el jardín, ahora me costaría más mudarme , nadie querría irse de esta casa. Y mucho menos cuando podía ver a mi hijo jugando tan feliz con su padre en la pequeña piscina de niños, en el lado en que estaban era realmente bajo, Michael a pesar de que Michael estaba sentado el agua no sobrepasaba su cintura y le encantaba salpicarle agua a su padre, que también estaba feliz por las ocurrencias de su hijo, se veían perfectos, Matthew con su cuerpo escultural lleno de musculosos, su perfecta sonrisa, sus hermosos ojos verdes brillando al ver a su hijo y su piel un poco enrojecida por el sol, en cuanto a mi pequeño príncipe, era una copia exacta de su padre. Ayer despues de que Matthew me dejara en mi habitación, me di una ducha y me acosté al lado de mi niño, en cuanto lo hice me quede dormida de inmediato y hoy despues de que los t
Matthew Me encantaba ver a Cloe sonriendo así, cargando a mi hijo, viéndose felices los dos, esto era todo lo que yo necesitaba, hacerlos felices y protegerlos toda mi vida, porque eran mi mundo entero.— Cloe quiero que hablemos más tarde, despues de que Michael se duerma. — dije acercándome a ellos, quería pedirle perdón por todo lo que le hice pasar, tenia que recuperarla, yo no estaba dispuesto a perder a la única mujer que amaría el resto de mi vida.— ¿De que? Si no se trata de Michael, tu y yo no tenemos nada de que hablar. — contesto a la defensiva y podía entenderla, porque gracias a lo que hizo mi papá junto a Noah y a mi estupidez, ella fue la que se llevo la peor parte junto a mi hijo, pero se equivocaba en lo de que no teníamos nada que hablar, porque al menos yo, tenia demasiadas cosas que decirle. — Cloe por favor, hay muchas cosas que aclarar…— Cuando yo intente aclararlas tu no quisiste escuchar.— me interrumpió mirándome a los ojos, con tantas quej
Matthew Mi padre se me quedo mirando con los ojos desencajados, quizás nunca me imagino capaz de hacerle algo así, de humillarlo de esta manera, pero yo era capaz de eso y más, porque cuando el decidió meterse con lo único que me importaba despertó a la bestia. — Tu… tu eres un bastardo. — gritó mirándome sin poderlo creer. ‘Bastardo, de nuevo me decía esta palabra, pero no es que la dijera porque yo siempre lo hacia sin más ningún otro significado, si no la forma en que lo hacia.’— Ya lo sabes. — volví a susurrar antes de apartarme e ingresar a la empresa, dejándolo ahí, furioso. — Buenos días señor Black — me saludo mi asistente al verme.— Buenos días, entremos a mi oficina. — le dije y el me siguió, mientras esperaba que mi padre tomara una decisión, aprovecharía para ver como iban las investigaciones.— ¿Has encontrado algo más del hombre que entro a la empresa? — pregunte sentándome detrás de mi escritorio, ese hombre era un pendiente que tenia, no sabia
Cloe Que Matthew volviera a insistir con hablar las cosas solo me hacia daño, porque aunque seguía amándolo, yo no podía hacer esto, por fin había entendido que el y yo no podíamos estar juntos, porque no nacimos para estarlo, somos de mundos muy diferentes y lo que paso entre los dos solo fue solo una hermosa fantasía del pasado que ya no se podía repetir, lo nuestro era imposible y no tenia caso volver a intentarlo, porque los dos saldríamos lastimados de nuevo.Al menos el había tomado la decisión de salir un rato de la casa y así yo había podido salir de la habitación para almorzar con Michael, sin miedo a tener que enfrentarme de nuevo a el y a esta discusión que insistía en tener conmigo.— Déjame ver eso. — le pedí a Michael que gateaba sosteniendo un juguete, despues de que almorzáramos, lo había traído a su habitación para que empezara a disfrutar de todo lo que su padre compro para el.Me alegraba que tuviera tantas cosas con las que jugar, esto era lo que yo siempre ha
Matthew — Esta bien, entonces salgamos. — accedió Cloe y yo suspire aliviado, quería disculparme y aclarar todo el pasado de una vez, recuperarla. Ella se sacudió mi mano y luego puso unas almohadas alrededor de la cama para que Michael no pudiera caer y salimos. — Dime lo que tengas que decir. — pidió ella, cuando ya nos habíamos alejado unos cuantos pasos de la habitación de Michael. — ¿Qué te parece si vamos a la biblioteca a hablar? — pregunte, no quería que el personal de la casa pudiera interrumpirnos. — Ok. — acepto ella y caminamos hasta allá.— Cloe quería decirte que ya se que no ocurrió nada entre Noah y tu, que solo fuiste la victima de todo y de verdad lo siento. — dije al fin, cuando entramos a la biblioteca y ella simplemente frunció el ceño ligeramente antes de mirarme con esos preciosos ojos azules, llenos de claridad.— Es bueno que al fin sepas como fueron las cosas, si no hay nada más, me voy. — Habló ella con total tranquilidad, como s
Cloe— Perdóname Cloe, no sabes cuanto lamento todo lo que te paso, de verdad me arrepiento de haber sido tan idiota, lamento tanto el no haber creído en ti, que no te dejara explicarte y haberte echado de mi vida así y me esta destrozando saber todo lo que tuviste que pasar con nuestro hijo por mis estúpidas decisiones y se que no tengo perdón por como me comporte, por como te trate y las cosas que te dije, puedo justificarme al decir que estaba cegado por la ira y el dolor al encontrarte así, que aunque es verdad, no se justifica en nada lo que hice, porque yo tenia que dejar que me explicaras, yo tenia que creer en ti y en nadie más, porque tu eras mi mujer, el amor de mi vida y te merecías al menos eso, pero fui demasiado tonto y no lo hice, ahora solo me queda suplicarte perdón y no espero que me lo des, porque yo se que no lo merezco, pero al menos mereces que yo lo pida, perdóname mi amor. — Suplicó Matthew con su voz tan rota, hecho un mar de lagrimas, con esos hermosos oj