Esa era la oportunidad que necesitaba, no podía permitir que se descubriera cualquier indicio del Legado de los Huesos, su líder quedaría expuesto y por ende toda la familia también, pensaba Thomas mientras veía a la cobriza retirándose.
- Ya que estaremos aquí porque no vas por algo de beber grandulón? Debí llamar a Altair hace horas para decirle que su princesa está bien - dijo Thomas sonando desinteresado, Jacob asintió y salió, momento que aprovechó el moreno para borrar todo y acomodar los números, cuando regreso el alto moreno con las bebidas, él había terminado, después de todo, era un rayo informático y asesino experto.
- Todo en orden Sallow? - pregunto Jacob notando cierto nerviosismo en el ojos castaños que apenas lograba calmarse.
- Todo en orden, no es fácil tener un jefe como lo es mi primo, es demasiado exager
Las luces de una gran ciudad figuraban miles de coloridas formas, las personas transitaban lentamente disfrutando del ambiente, música, ruido, tiendas, todo en movimiento, el bullicio embrutecía los sentidos, todos veían todo y a la vez nada, era el lugar perfecto para desaparecer a alguien. - Ya se lo dije, yo no sé nada - un joven de aspecto sencillo era estrellado contra la pared por un furioso Altair. - ¡No mientas infeliz, se bien que eres uno de los que protegen la información sobre mí que tiene Cole Pusset! - el ojos zafiro estaba colérico. El muchacho temblaba, sabía que había llegado su fin, el junto a otros dos hombres, tenían resguardada información que el pelinegro les dio, pero aquellos ya habían sido asesinados, Altair Sallow no era un hombre que arriesgaba, lo sabían, pero jamás imaginaron que los encontraría. - Mi señor, aquí está la laptop, todos los dispositivos que encontramos en el departamento de este sujeto ya fueron destruidos -
- Vengan por aquí, me gustaría mostrarles el lugar para que puedan decidir dónde llevarán a cabo la fiesta y dejemos acondicionado el sitio - las jóvenes y los guardaespaldas siguieron en silencio a la anciana madre, aquello era algo desgarrador, muchos pequeños no tenían ni siquiera calzado digno, algunos tenían abierta la parte delantera de los viejos zapatos para dejar en libertad sus pequeños deditos, la ropa se veía desgastada, y eran tantos y de todas las edades, algunos bebés y pequeños de menos de tres años lloraban pidiendo leche, los mayores reflejaban una profunda tristeza en sus ojos, y las hermanas trataban con todo su ser de alegrar sus tristes vidas, el lugar, además de todo, estaba en pésimas condiciones, camas viejas, algunas ventanas sin vidrios solo cubiertas con trozos de cartón en un desesperado intento por mitigar el frío que se colaba por ella
Más tarde...- Jacob, necesito que me ayudes a subir todo a la camioneta, aún falta comprar zapatos y pantuflas para los pequeños, pero Nereida dijo que se encargaría de ello - Andrómeda supervisaba que los víveres que compró llegarán en perfectas condiciones.Jacob acomodaba todo dentro del vehículo, ya se había olvidado del acalorado incidente de la noche anterior y se concentraba en las órdenes de la hermosa cobriza.- Thomas, tus hombres llevarán los necesario para pintar? - preguntaba Andrómeda, logrando que Altair se irritara de sobremanera al escuchar a su amada hablarle con tanta confianza a su primo.- Así es Andy, no te preocupes por nada, te prometí ayudarte con esto y así lo hare - dijo Thomas con seguridad y mirando a los ojos a la bella jovencita.El piel canela se enfadó aún más, no solo Andrómed
Diciembre había llegado, la ciudad se vestía de miles y coloridas formas, el viento frio y los gritos de rebajas de temporada anunciaban lo próxima que estaba la Navidad, Andrómeda y Sophie supervisaban un desfile de modas en un prestigioso centro comercial de la ciudad, las hermosas modelos presentaban los diseños de temporada y todo marchaba bien, entre los presentes, la cobriza distinguía la delicada figura de su querido amigo Issac, desde la mudanza y sin tener su número ya que su viejo celular había sido desechado junto a muchas de sus otras cosas por designios de su detestable abuelo, no había logrado localizarlo, los amigos, guardaespaldas y prometido de la piel nívea también se encontraban allí apoyándola y cuando el desfile terminó, la joven encaminó sus pasos hacia el delicado albino a quien tanto quería.- Issac! Cuánto tiempo sin verte, intent&eac
- Dame la dirección e iré enseguida, estoy seguro de que ese hombre es Issac, el sujeto que salvó a Andrómeda de morir - lo dicho por Altair alteró al moreno de ojos castaños, ¿Andrómeda estuvo alguna vez en peligro de muerte y el albino que conoció ese día fue quien la salvo?, Su primo confiaba en él, pero no lo suficiente para revelarle todo, solo su hermano Hugo sabía todo sobre el ojos zafiro, pero era lo mismo que una tumba, no revelaría jamás todo aquello.- Señor, le he mandado la ubicación, ya tenemos al maldito donde lo necesitaba, su prometida jamás se enterará - Altair terminó la llamada y salió de inmediato del departamento, Thomas estaba intrigado, ¿de que no debía enterarse la hermosa cobriza?Fuera del pequeño departamento de Issac, Cole lo amenazaba con violencia.- Escucha bien Gastrell,
El viento helado enfriaba las concurridas calles de la ciudad, las personas se volvían locas tratando de dividir su tiempo entre sus actividades diarias y las compras navideñas, Andrómeda corría lo más rápido que sus piernas le permitían, el elevador no estaba funcionando, debía llegar al piso 16 del hospital general de la comunidad, y Jacob iba tras de ella tratando, en vano, de detenerla, gruesas lágrimas resbalaban por las mejillas de la joven, había recibido una llamada del hospital, Issac, su mejor amigo, tuvo un accidente, Altair tuvo que salir con urgencia de nuevo, por un asunto familiar en la mansión Sallow y no pudo acompañarla.- Señorita, no debe de correr por los pasillos - una enfermera regañaba a la desesperada cobriza que con insistencia buscaba la habitación 75, donde le dijeron, estaba Issac.- Lo lamento - respondió la hermosa piel ní
- Como te dije oso, no es tu maldito asunto - Thomas se soltó del firme agarre del moreno de cicatrices y se encerró en su habitación.- Jacob, esto se puede salir de nuestras manos, se de lo que es capaz el señor Sallow, si se entera de los sentimientos de su primo no le tendrá piedad...después de todo, Thomas no tiene la culpa de haberse enamorado...a veces nos enamoramos de inalcanzables...- dijo Sophie con tristeza, pues se sentía del mismo modo que el ojos castaños, amaba a André, mientras él amaba a Andrómeda con devoción.- Eso lo sé Sophie, pero no hay nada que podamos hacer salvo intentar persuadirlo, no es un mal chico, su carácter es, sin duda, mejor que el del señor, pero la señorita jamás corresponderá sus sentimientos, y Sallow es peligroso, Thomas más que nadie debe de saberlo...aun así...parece no importarle - respo
La tarde comenzaba a teñirse de obscuridad, nubes grises comenzaban a nublar cada vez mas el cielo, el viento gélido golpeaba los cristales de las ventanas haciéndolas retumbar, el ambiente dentro del departamento estaba viciado, pesadumbrozo.Los guardaespaldas de la cobriza permanecían en el más profundo silencio, escuchaban a la sollozante joven llorando de rabia, de impotencia, nadie decía nada, el llanto de la piel nívea, era lo único que se escuchaba en el departamento, no entendían el porqué, pero enterarse de la muerte de Dark Angel la había perturbado al grado de no poder contenerse, de perder la conciencia.- Andrómeda, acaso admirabas mucho a ese cantante? - finalmente y con completa inocencia, preguntaba Sophie.La cobriza la miró furiosa y negó con la cabeza.- Jamás podría haber admirado a ese miserable malnacido - respondió