El viento helado enfriaba las concurridas calles de la ciudad, las personas se volvían locas tratando de dividir su tiempo entre sus actividades diarias y las compras navideñas, Andrómeda corría lo más rápido que sus piernas le permitían, el elevador no estaba funcionando, debía llegar al piso 16 del hospital general de la comunidad, y Jacob iba tras de ella tratando, en vano, de detenerla, gruesas lágrimas resbalaban por las mejillas de la joven, había recibido una llamada del hospital, Issac, su mejor amigo, tuvo un accidente, Altair tuvo que salir con urgencia de nuevo, por un asunto familiar en la mansión Sallow y no pudo acompañarla.
- Señorita, no debe de correr por los pasillos - una enfermera regañaba a la desesperada cobriza que con insistencia buscaba la habitación 75, donde le dijeron, estaba Issac.
- Lo lamento - respondió la hermosa piel ní
- Como te dije oso, no es tu maldito asunto - Thomas se soltó del firme agarre del moreno de cicatrices y se encerró en su habitación.- Jacob, esto se puede salir de nuestras manos, se de lo que es capaz el señor Sallow, si se entera de los sentimientos de su primo no le tendrá piedad...después de todo, Thomas no tiene la culpa de haberse enamorado...a veces nos enamoramos de inalcanzables...- dijo Sophie con tristeza, pues se sentía del mismo modo que el ojos castaños, amaba a André, mientras él amaba a Andrómeda con devoción.- Eso lo sé Sophie, pero no hay nada que podamos hacer salvo intentar persuadirlo, no es un mal chico, su carácter es, sin duda, mejor que el del señor, pero la señorita jamás corresponderá sus sentimientos, y Sallow es peligroso, Thomas más que nadie debe de saberlo...aun así...parece no importarle - respo
La tarde comenzaba a teñirse de obscuridad, nubes grises comenzaban a nublar cada vez mas el cielo, el viento gélido golpeaba los cristales de las ventanas haciéndolas retumbar, el ambiente dentro del departamento estaba viciado, pesadumbrozo.Los guardaespaldas de la cobriza permanecían en el más profundo silencio, escuchaban a la sollozante joven llorando de rabia, de impotencia, nadie decía nada, el llanto de la piel nívea, era lo único que se escuchaba en el departamento, no entendían el porqué, pero enterarse de la muerte de Dark Angel la había perturbado al grado de no poder contenerse, de perder la conciencia.- Andrómeda, acaso admirabas mucho a ese cantante? - finalmente y con completa inocencia, preguntaba Sophie.La cobriza la miró furiosa y negó con la cabeza.- Jamás podría haber admirado a ese miserable malnacido - respondió
- No lo desprecio, pero no lo soporto, detesto a la gente que se siente con el derecho de decidir por otros - dijo con resentimiento la cobriza haciendo tragar duro al piel canela, después de todo, él había estado tomando decisiones por su amada, sin que está se diera cuenta.Amaneció un nuevo día y Andrómeda se encontraba ya con Issac, solo esperaban la hoja de alta del hospital firmada por el médico que lo atendió.- Es increíble que ese miserable tuviera tal fina l- dijo Issac furioso mientras apretaba los puños.- Si, al parecer el destino nos negó la oportunidad de recibir justicia - decía Andrómeda con tristeza.Altair los observaba en silencio, ellos no podrían saber que él era "el destino" que les negó la oportunidad de hacer pagar a Cole Pusset.- Espero que al menos el maldito haya logrado sentir mucho dolor, no merec&iac
El día paso deprisa para todos quienes descansaban en sus respectivos hogares, todo saldría maravillosamente, estaban seguros.En un elegante café de la ciudad Draco y Sebastián se reunían nuevamente, las luces de la ciudad se reflejaban en los cristales del lugar, la noche había caído sobre ellos.- Conseguiste algo de lo que te pedí? - preguntaba el cruel rubios.- Tuve que hacer demasiadas llamadas y lamento informarle que la información no está completa, el nombre del culpable no aparece en ningún registro oficial, fue lo mejor que pude conseguir, parece ser que alguien bastante poderoso está involucrado en esto y se encargó de desaparecer su rastro - dijo Sebastián mientras le entregaba un folder con información que Draco comenzó a leer.Los minutos transcurrieron y el cruel rubios tenía sus fríos y celestes ojos clavados en l
La fiesta de Navidad había resultado el éxito que se esperaba que fuera, los rostros de los pequeños reflejaban la enorme felicidad que sentían, todos dormían plácidamente aferrados a los juguetes que soñaban algún día poder tener, la madre Isabel hablaba con Joseph y Freya Gastrell.- No tiene nada de qué preocuparse ahora, Sagrado Corazón se hará cargo de cubrir las necesidades de este orfanato, los pequeños no volverán a sufrir carencias y tendrán acceso a una buena educación - decía complacido Joseph a la madre superiora.- Y yo personalmente vendré cada semana a revisar que nada falte, me he encariñado tanto con los niños que no puedo permitir que alguien más se haga cargo de esta tarea - dijo Freya con suavidad, realmente las inocentes caritas y ternura de los infantes la habían llenado de una calidez que hac&ia
Andrómeda acababa de comprender, su amado piel canela odiaba a Edward y Draco porque, inconscientemente, los veía como rivales por el amor de su madre, al ser ellos hijos de Joseph Gastrell, el hombre al que nunca logro olvidar la mujer que fue su madre, sentía un profundo dolor en su pecho, aunque ni el antiguo patriarca, ni sus hijos, eran culpables del desequilibrio mental que sufría la madre de su amado, le dolía profundamente todo lo que el ojos zafiro había tenido que sufrir, realmente era estúpido que las "honorables" familias decidieran el futuro para sus descendientes arreglando matrimonios tan solo para conseguir "beneficios y poder", no juzgaba, ni pretendía hacerlo, a la pobre mujer que hizo sufrir a su piel canela, no podía saber si en la historia relatada por el padre y abuelo de Altair habían sido totalmente sinceros con él, solo estaba segura de que una madre, por amor, jamás har&iacu
Dos lujosos autos llegaban a la lujosa Mansión Dankworth, de ellos, descendieron Andrómeda y Altair junto al pequeño Jayden, así como Thomas, Jacob y Sophie, Nereida ya los esperaba y los condujo dentro del recinto, una elegante, pero sumamente escandalosa mujer, se abalanzó sobre la cobriza, quien la abrazo de vuelta con una sonrisa.- Andy, tanto tiempo desde que nos visitaste! No tuve oportunidad de acercarme en tu presentación y fiesta de compromiso, mírate, ¡estás bellísima! - decía la sumamente escandalosa mujer.- mamá! Deja que Andy respire un poco - dijo Nereida arrebatando a la cobriza de los brazos de su madre.- oh lo siento Sashi, pero hace tiempo que no veía a Andy que me emocioné - dijo la mujer tocándose tímidamente la mejilla y prestando atención en los acompañantes de la piel nívea.- mucho gusto, mi nombre
La cena era realmente un poema al paladar, todos degustaban los exquisitos filetes y ensaladas que estaban a su entera disposición para finalmente comenzar a degustar los postres, Edward y Kayden peleaban por un pastel de crema con fresas y el escándalo ya reinaba en el comedor, como era costumbre, el animoso grupo gritaba y jugueteaba, Jacob se sobaba las sienes, si bien, no era la primera vez que lidiaba con el escandaloso grupo, siempre era tedioso cuidar de los hiperactivos jovencitos, Thomas no perdía detalle de la hermosa cobriza y se burlaba entre dientes de ver al rubios manchado de pastel hasta los codos, Amelie reía mientras trataba de limpiar los restos del postre de la ropa de su amado y al mismo tiempo trataba de evitar que el joven golpeara a Kayden, Anna se retorcía de la risa burlándose de su novio al verlo en las mismas condiciones de Edward, André se sentía con migraña de oír semejante escá