—¡Ahhhhhh!—Un grito desgarrador sale de la garganta de un lobo a quien le rasgaron el vientre hasta sacarle todos sus intestinos, mientras otros corrían por su vida asustados sin lograr escapar, pues nadie se les escapaba a los lobos de Alastor. Aquellos lobos eran guerreros muy fuertes, pero Alastor era una amenaza inminente y la sed que tenía Ronan de encontrar su manada lo tenía furioso, le molestaba demasiado, pues ellos merodeando por sus áreas espantaban a los animales para cazar, así que decidió deshacerse de la molesta carga y de la distracción.Pese al derramamiento de sangre, él tenía una preocupación y era Jade. Llevaba por lo menos cuatro días dormida sin despertar, le daba agua con su boca para que no muera por deshidratación, pero estaba desesperado.La curaba mientras dormía y ya su interior había mejorado mucho, pero era satisfactorio saber que ella estaba en su cama y no en la casa del pusilánime de Ronan siendo maltratada.Ronan, y él, tenían cuentas pendientes que
Jade vuelve con las herramientas de Arlo, está hecha un manojo de dolor y nerviosismo, rasca su cabeza y echa su cabello hacia atrás. —¿Qué le harás?—pregunta ella cruzando sus brazos, y él abre su caja de madera y saca unas cadenas. —¿Lo vas a amarrar porque le va a doler?——a no, esto es para el celo— jade no le da importancia a esas palabras y lo ve sacar una navaja con una punta muy afilada. —¿Qué piensas hacerle?——Oye, necesitas calmarte, no lo mataré si es lo que piensas, he tenido oportunidades y no lo he hecho, así que cálmate —Jade se acomoda en la cama y sostiene su mano sana apretándola, mientras Arlo abre una incisión en su brazo y sale una especie de sangre espesa de color rojo muy oscuro.—Creo que ya sé qué tiene, Alastor-- respira con dificultad y gime de dolor sin poder despertar y arlo abre más la herida. Los ojos de ella se abre demasiado llena de temor.—¡Basta! No lo hieras más, está sufriendo, ¿no lo ves?— Arlo niega y ella empezaba a llorar angustiosa.—Aquí
Solo faltaba una herida y jade, movía la cabeza de un lado a otro y una tos la atacó. Cuando por fin pudo terminar de cerrar las heridas, soltó su mano y ella empezó a suspirar, por lo tanto, que había llorado, tenía la mirada lejos, perdida y ojos muy rojos. Había sido una ardua batalla de casi una hora. Subió sobre ella, quitando el cabello de su rostro mojado y pasando la mano por sus ojos y le dio un beso en la mejilla, muy preocupado por su mujer.—Perdóname, no podía dejarte así por mi estupidez. No te enfades conmigo— no le quiso hablar y solo volteó su rostro ignorándolo. Él se levantó y la ayudó a ponerse de pies y a llegar a la bañera y ahí se sumergió tranquilamente sin la ropa, mojando su cabello. Alastor cambió las sábanas de la cama con una sola mano y luego le pidió que salga, pero ella lo ignoró y le dio la espalda. Buscó una banqueta y se sentó a su lado acariciando su cabeza. Ella estaba tan molesta, le dolió mucho aquello, no le importó, no se detuvo. —Jade, sal d
A la mañana siguiente la luz del sol me despierta, estiro mis brazos y jade brinca sobre mí, sacándome un quejido.—¡Buenos días!——Mi esposa— abro los ojos y la abrazo con dulzura sonriendo—¿Te duele mucho el brazo?— me pregunta y niego y se intenta levantar, pero no la dejo—Toda la noche te abracé, y aún no me canso de abrazarte— la beso por el cuello con besos sonoros y ella me besa la frente.—Tengo hambre y ganas de salir y disfrutar de este radiante sol, quiero ver cómo está la manada, aún no he salido de aquí y la veo desde el balcón y he quedado fascinada——No te quedes desnuda en el balcón, los lobos pueden verte y eso me pondría de mal humor——No te preocupes, lo hago con cuidado. No tienes por qué estar celoso— la puerta es tocada y ella se cubre con la manta. Me levanto y me coloco pantalones, sé que es Arlo y le abro.—Ahora si sabes tocar la puerta— le reprocho—Sí, ahora estás casado ni modo. ¿Jade como te sientes?— mete la cabeza para hablar con ella—Estoy bien, fue
Había pasado un tiempo desde el último ataque, los lobos de Ronan, no habían vuelto a atacar y eso molestaba Alastor. Sabía que algo se traía entre manos, se asomó al balcón de su aposento y desde ahí vio a jade cortando hortalizas y regándolas. Arlo cargaba las canastas con las verduras, era tan hermosa, el viento soplaba suave y movía su largo cabello y el vestido al conjunto. Levantándose y mirando hacia arriba, vio a Alastor observarla y le sonrió y agito su mano. Ella era tan feliz, una alma radiante y brillante que sentía que no merecía, con el paso de los días su cuerpo y su rostro habían cambiado, se había vuelto más hermosa y brillante.Uno de sus lobos le ofreció agua al verla sedienta y ella como una alma tan pura y buena le sonrió agradeciéndole tomando el agua, pero ese gesto fastidio y lleno de celos a Alastor y cuando ella quiso volver a mirar hacia el balcón ya él no estaba. Y cuando intenta volver a abajarse para seguir en su trabajo, él la toma por la cintura—¿por
A toda prisa salió de aquel lugar con su mujer en sus lomos, y al llegar sus lobos se le acercaron, sintiendo el aura que cargaba. Se postró para que jade bajara—¡Alfa!——Atacaron a jade, eso no lo soy a permitir——¿Se encuentra bien?—preguntan preocupados y arlo sale de la mansión, furioso, había escuchado lo que sucedió y le reclama—Me parece que es tu culpa, que la hayan atacado—. Alastor lo mira como si lo fuera a asesinar, y la tensión empezó. Jade se interpone entre ambos—Por favor, ahora no es el momento——Apártate, jade, no lo defiendas——Es la verdad, sabes que nos están buscando y te apetece dar un paseo llevándola directo al peligro. ¿Ya viste las armas que usan? Es contra nosotros, ¿crees que ella va a resistir igual que tú, si la atravesara una flecha?——Arlo, cállate, no me estás ayudando——No me callaré ante tan poca conciencia ——¡Voy a matarte!—Ambos se empezaron a pegar y, por más que Alastor golpeaba a arlo, no se saciaba, pero los demás lobos lograron detenerlo
—¿A dónde nos llevan?— se escuchan los llantos de los niños y mujeres que estaban siendo movilizados a otro lugar con los ojos vendados. Alastor no los quiso llevar a su manada, pues no quería que jade se diera cuenta aún de que había destrozado la manada a la que pertenecía. En cambio, los iba a encerrar en una cárcel que construyó hace mucho tiempo en los tiempos de su reinado como alfa legítimo y dueño de una manada próspera, como lo fue por muchas generaciones la luna blanca. Él sabía que si atacaba primero tendría más ventaja debido a que los guerreros de Black estaban en Cirius, descuidando su manada por orden de Ronan y tenía que aprovechar la situación sabiendo que sería un golpe desbastador para Cirius y una declaración inminente de que no tenía ningún tipo de intenciones en hacer una tregua con ellos.La manada Black, en algún momento, fue una potente fuente de ingresos para Cirius, ya que ellos tenían su propio ganado sin necesidad de salir a cazar y vendían a otras ciuda
—Encuentren a ese maldito vivo o muerto, no me importa. Usen las armas que tienen y maten a cualquiera que no pertenezca a Cirius——Señor, encontramos rastros, al parecer hay rehenes——¿Qué estarás planeando, imbécil?—Luego, Ronan contactó al consejo y pidió a sus lobos que no comunicaran nada a nadie porque no quería alarmar a sus habitantes más de lo que ya estaban. Si las cosas seguían así, él terminaría siendo eliminado como alfa, pues se supone que debía proteger a las manadas que tenía a cargo y Black era una de ellas y había sido destruida. Después de apagar el incendio, sus lobos le llevaron un informe que detallaron frente al consejo.—Ese bastardo debe morir, ni siquiera los castigos de la divina diosa, lo han detenido, entonces, lo mejor es que yo tome riendas en el asunto y le dé muerte, pero necesito que ustedes me den su apoyo, ya que por desgracia él también fue parte de este consejo y es extraño… Yo no puedo ser parte de ustedes porque no soy un lobo viejo como él, pe