—mírame— sus ojos ya estaban hinchados y sus pómulos colorados—no te sientas mal, te dije que todo tiene una solución— pero ella no comprende y simplemente le grita como nunca antes lo hizo por respeto, pero esta vez estaba tan mal que no le importó nada.—¿SI CUÁL? ¿CUÁL ES LA MALDITA SOLUCIÓN ALASTOR?— le iba a contar lo que le dijo el anciano, pero no quería ilusionarla y que luego todo sea mentira, simplemente suspiró —ya encontraremos una solución dijste que rara vez me equivoco así que confía en mí——a estas alturas del juego no confío en nadie— le repitió la mismas palabras que él le había dicho y camino fuera de su presencia.El salió detrás de ella fuera de la casa y la llamo por su nombre delante de todos y Clark quien la vio tan molesta quiso hacerse el gracioso, pero ella simplemente rozó su hombro ignorándolo, quería comprobar lo que Duncan le había contado.Clark hizo un sonido de diversión al verla así era la segunda vez que veía esa cara triste y sin importarle espet
El alfa no entendía que había sucedido, era como si hubiera caído en una especie de trance que le gritaba que matara a alguien, pero ¿justamente con jade? Verla mirarlo decepcionada y las horribles marcas en su cuello lo embriagaron de un sentimiento que nunca había sentido y no sabía cómo llamarlo. Se marchó dejando a todos sin una respuesta clara a que había sucedido en sí y con la cara sonriente de Clark, quien le había gritado mucho antes, quien era él realmente y era cierto, no había cambiado, seguía siendo el mismo de siempre, no había mejorado ni un poco. Se encerró en su habitación necesitaba estar solo para entender que era ese sentimiento.—todo está bien— espeta jade sabiendo que se siente devastada y escucha la voz de Clark —¿ese es el sujeto que defiendes a morir? ¿Ves porque es bueno a veces escuchar las advertencias? el mismo que defendiste fue el mismo que, con algunos veinte minutos de diferencia intento ahorcarte, como los viejos tiempos——Alastor no me asesino y t
—¿crees que es justo que me hagas esto? Tengo tres días con un sentimiento extraño, ni siquiera sé como llamarlo en mi pecho y estómago la cual no me permite tener hambre ¿y esta es la forma en la que te presentas ante mí, después de tres días? ¿apunto de morir? te pedí que no te juntaras con ellos, ni siquiera deberías juntarte conmigo— lo último lo susurra. coloca paños en su frente para calmar la fiebre que no baja para nada y mantiene la herida de su muñeca abierta —vas a volverme loco jade, en tan poco tiempo he tenido que sufrir de todo contigo, más que mi propio castigo que ha durado cincuenta años, empiezo a creer que mi castigo eres tú— La noche cae y deja caer gotas de agua en su lengua, los fluidos penetran la tela que colocó en la herida botando un líquido amarillento con sangre. Se mantuvo a su lado cuidándola y no pegó un ojo en toda la noche porque la fiebre la podía hacer convulsionar y con esa noche y ese día era la cuarta noche y el cuarto día en la que no probaba
—alfa— espeta suavemente jade. —¿necesitas algo?— él se acerca. —¿ya comiste? Me enteré que duraste varios días sin comer— le pregunta preocupada —hmm! No he comido, me dediqué a curarte, estuviste a punto de morir— —necesitas comer para que crezcas más— él alza las cejas y echa su cabello hacia atrás se comportaba como una niña pequeña. —ya no voy a crecer más, tú si— pero lo siguiente que espeta le molesta. —¿por que no me dejaste morir alfa? No crees que era mejor así y así no tenías que sentir culpa— —¿no sientes que estás delirando? Descansa un poco más, arlo te traerá comida más tarde— —alfa, no quiero descansar ya lo he hecho bastante, sabes algo, no quise faltarte al respeto ni hablarte así, perdóname estaba muy afligida por lo que sucede con mi sangre, creo que no era un buen momento para ninguno de los dos— empieza a llorar y Alastor se sienta a su lado —¿y por qué lloras?— ella sorbe su nariz —me siento triste— tontamente él le hace una pregunta —¿y como es es
Jade salto de alegría y aplaudió, pues en varios lugares empezaban a nacer plantas buenas sabía que las lluvias darían su efecto y el alfa miraba asintiendo, le gustaba lo que veía —quédense hoy, Clark y yo iremos a cazar— hubo un silencio repentino y jade puso mala cara —¿que pase princesa consentida? ¿Temes a que le haga algo a tu alfa?— la mira con sarcasmo —no tengo miedo por él, lo tengo por ti— ellos ríen —Clark, no empieces a molestarla y no la llames así y mejor prepárate para irnos, confío en que ellos te cuidarán ¿cierto?— todos asintieron y ambos se fueron para la caza. Jade no estaba de acuerdo, no quería que pasara una desgracia y al verlos marcharse furiosa camino hacia la casa —jade, espera— espeta arlo y la trae de vuelta —¿por que te pones así?— le hacen preguntas y termina por sentarse en el lugar donde se sienta Alastor, él había prohibido que alguien se sentara en su lugar ni aunque estén muriendo —jade, yo que tú me levantaría de ahí— ella mira —¿p
De regreso a mi habitación abro la puerta y al cerrarla algo salta sobre mí, estaba sumergido en mis pensamientos que no me percaté y tomé a jade por el cuello aunque la solté de prisa un poco alarmado.—¡jade! ¿Por qué haces eso? me sorprendiste y casi te lastimo, agradece que sólo fue mi mano en tu cuello— su respiración es pesada y no dice nada—¿que sucede?— me acerco, su piel está muy caliente—tienes fiebre— toco su frente confirmando y se pega a mí olfateandome, aprieta mi espalda aunque sus manos no son lo suficientemente amplias.—creí que estabas dormida— le vuelvo a decir al ver que no me responde y gime, la olfateo y ese olor a excitación se adentra dentro de mí.—¿estás excitada?— la cargo en mis brazos y la llevo a la cama —abre los ojos— espeto de forma suave y ella niega y sube sus brazos a su cabeza estirándose.—quítame la ropa siento que me quemo, Alfa— lo hago rápido porque está muy caliente y recuerdo la dura imagen de esta mañana y trato de borrar el recuerdo, p
Jade Iba a meter en su cabeza que él no la quería y que si la quería prefería no hacerlo y estaba bien, aunque en sí, no lo entendía en el momento.Arlo no pudo notar su malestar en todo el día porque ella fue muy alegre con él, no quería dar más vergüenza de la que había dado y subió a su habitación nuevamente. Alastor pensó que ella no bajaría para la cena y si lo hizo y actuó como si nada pasó riendo con los lobos y comió toda su porción. Pasado un tiempo el se marchó a su habitación y poco a poco todos empezaban a marcharse despidiéndose de ella y fue por un libro —antes de irte apaga la fogata, descansa— espeta uno de los lobos y se retira dejándola sola, sumergida en su lectura. Alguien se acerca a ella, es Clark —así que ahora te dedicas a la lectura y no sólo a consolar a tu Alfa en las noches— se sienta a su lado y le arrebata el libro con malas intenciones.—¿que estás leyendo?— ríe porque ella intenta quitárselo, pero clark, siendo tan astuto con intención de acercarse a
Alastor está dando la espalda y arlo se presenta ante él sin hacer ruido, con manos cruzadas hacia delante esperando el veredicto.—dame una razón para no quebrarte cada hueso en este instante y olvidarme de que eres mi beta, solo una…maldita razón— tiene las manos cruzadas detrás de su espalda y levanta la cabeza. De da la vuelta y lo mira fijamente, esa mirada espeluznante causa terror. Traga grueso sin quererle responder porque ni siquiera sabía si era buena idea emitir sonidos en este momento, quería mantenerse convida un poco más de tiempo.—¿no dirás nada en tu defensa, beta?— solo cuando se enfada lo llama de esa forma, sabe que a Alastor no se le puede retar, ni tentar, es irracional y muy violento aparte de impulsivo.—no tengo cómo defenderme, no se que sucedió con ustedes, pero esta vez no soporte verla en esa situación y me suplico que ya no podía más que sus fuerzas estaban agotadas y que por favor, no la detenga, ni la convenza de quedarse, no viste su cara era horrible