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ENZO.Ross cerro los ojos y suspiro, su malestar aumentaba a medida que pasaban los días, el cachorro, mi lobezno, sentía la ausencia de su padre.Incluso frotarse en su habitación y dejar el más mínimo olor no lo ayudará al desarrollo por completo, él echará de menos mi presencia, se siente incompleto.* un cachorro, con mi luna* Mazlo.* ¿tu cachorro? No me jodas * Maximus.* ya tengo suficiente de ustedes dos, esto no se trata de quien es, se trata de Ross y “nuestro” cachorro. Par de idiotas* pongo paréntesis en nuestro.Maximus gruñe.* ¿cuál es su manía de pelearse por la paternidad de un ser que tiene nuestros genes? Nos pertenece*Se queda dormida en mis brazos, cuando la recojo, voy directo al interior de la habitación y la acuesto en la cama.— Mi Ana, ¿por qué perdiste la memoria? — susurro en su oído.* espero que sea tan hermosa como ella * Mazlo.Haciendo caso omiso de lo que me dijo, me despojó de mi ropa, ac╔═.❥.═══════╗ROXANNEMientras hablábamos, la carita de Aurora decía más que mil palabras. Había lágrimas recorriendo sus mejillas y una sonrisa en su rostroHabíamos hecho una cena y acabamos de comer, Enzo le contó que en menos de dos meses tendría un título nuevo al cual ella curiosa, miro a su padre con una gran sonrisa que la caracteriza.— ¿Cuál es ese título padre?— pregunto.Enzo se acerca a su oído y le susurra— hermana mayor —Ella no se lo creía, me miro y yo con asentamiento de cabeza le confirmé las palabras de su padre.Ella me pidió que pasáramos a la sala de estar para hablar más. Allí me hizo recostarse en el sofá y ella se tumbó a mi lado pegando en mi vientre su oreja y susurro palabras inaudible para mí. Aurora estaba emocionada, pero también un poco nerviosa, se preguntaba como sería tener un hermanito.El Sr. Castell y yo intentamos tranquilizarla, asegurándole que sería una excelente hermana mayor y que estaríamos allí para apoyarla en todo lo que necesitara. L
╔═══════✺✯════════════╗Enzo.Abro los ojos y contemplo su rostro detenidamente, con una sonrisa en mis labios. Sé que ella es mi luna, mi Ana, y que nunca volveremos a perdernos de vista. Mi corazón late con fuerza y finalmente me atrevo a confesar mis sentimientos:—Te amo, Ana— le digo con una voz suave pero firme. Cierro los ojos y me dejo llevar por la sensación de paz que me invade cuando estoy con ella.Mientras cierro los ojos, los recuerdos de mi pasado inundan cada rincón de mi mente. Es como si estuviera reviviendo aquellos momentos una vez más, sintiendo las mismas emociones y sensaciones. Sonrío al pensar en aquellos días inolvidables, cuando Asly y Maximus corrían libremente por el bosque, persiguiendo a sus presas con la misma pasión que si fuera la primera vez.Puedo sentir el sol en mi rostro, mientras disfrutamos la vida, sin preocupaciones ni problemas que nos agobien. Y aunque han pasado años desde entonces, la imagen de su pelo ondeando al viento y sus ojos rojos
╔═══ °❈° ═══╗Roxanne:— No todos trabajamos las 24 horas del día— Al mencionarlo, Lían soltó un gruñido, evidenciando su descontento.— Enzo, hay distintas maneras en que las personas organizan sus horarios de trabajo—, reflexionaba Roxanne.— Es mi trabajo y ustedes están bajo mi cargo— gruñe Enzo.— Chicos— ellos me miran detenidamente. — Pueden retirarse… ya terminaron por hoy— Enzo resopla al escuchar mis palabras.— Ross…— me acerco lentamente, sus labios se encontraron con los míos. Mis ojos estaban cerrados, nuestros corazones latían al mismo ritmo, era un beso lento y dulce. Nuestros cuerpos se acercaban intentando fundirse en uno solo. Sus labios me hacen sentir amada y segura, nuestros labios se separaron, dejando un rastro de humedad y calor en mi piel. Abrí los ojos lentamente y miré ese color verde que tenía una chispa de felicidad y amor que me hizo sonreír.Me abrazó fuertemente, si llegar a lastimar a nuestra pequeña. Aún sentía el cosquilleo del beso anterior.— No
╔═══❀❀═══╗Enzo.La luz de la mañana se asomaba timidamente entren las ventanas de la cocina, creando un ambiente calido y acogedor. Aurora, concentrada en su tares, vertía cuidadosamente harina en un recipiente, mientras yo intento hacer tostadas.Nos habíamos levantado temprano para sorprender a mi luna con un delicioso desayuno.Aurora tomo otro recipiente para los huevos.Sin embargo, mi frustración alcanzaba un limite, cuando las rodajas de pan se resistían en quedarse en su lugar* puta madre, no puedo * gruñe Mazlo.Hago el último intento y golpeo la maquina y al fin las rodajas de pan se quedan en su sitio.* algo que un golpe no pueda solucionar* bromea Mazlo.Todo iba de mal en peor: Aurora rompía los huevos sobre la encimera, mientras que el olor a quemado llenaba el aire.— Papi, las tostadas se quemaron —En medio del caos, Aurora se bajó de la mesa y con el movimiento tira el recipiente de harina sobre su cuerpo.La sonrisa contagiosa de Ross resonó en el lugar, mientr
✺¸.•´*¨`*•✺ ✺•*`¨*`•.¸✺Ana— podemos hablar de lo que sucedió — le pregunté.— Sentí miedo, una sensación opresiva en mi pecho que dificultaba mi respiración. Ella ha estado a mi lado, mi fortaleza... no sé cómo explicarlo, solo puedo decirte que sentí que mi vida se apagaba —— Él estaba asustado— interviene.— Intentó matar a Aurora— gruñó.La pequeña en mis entrañas se remueve bruscamente, causando dolor.— ¿Estás bien?— pregunta.— Deja de gruñir, odio cuando lo haces —— Ross, Aurora es mi pedacito de cielo. Ella... esa pequeña con sus aventuras y algunas rabietas no permitieron que me hundiera en mi miserable existencia. El día en que mi luna cerró sus ojos, un pedazo de mi alma murió con ella — Algunas lágrimas recorren sus mejillas...Recuerdo la mirada del rey Nicolás, me resultaba familiar. Sus ojos los he visto en otro lugar, pero no podía recordar quién era él.Intenté ocultar mi desconcierto y lo saludé amablemente. Ellos conversaban y reían. Enzo me comentó que eran uno
EnzoCorrer por el bosque es una experiencia verdaderamente liberadora, donde cada paso me sumerge en la frescura del aire y en el suave susurro de las hojas. Ágilmente, mis patas esquivan con destreza los árboles. Finalmente, llego a la cima de la colina, un lugar natural que ofrece una vista privilegiada del amanecer. El sol tiñe el cielo con tonos dorados y rosados, envolviendo el paisaje en un aura cautivadora. Me acomodo en mis patas traseras, permitiendo que la serenidad del momento me envuelva mientras contemplo el horizonte. En este instante, puedo percibir cómo los cambios de mi luna influyen en su ánimo, creando una transformación sutil.Mientras me encuentro en la cima de la colina, contemplando el amanecer y absorbiendo la energía del lugar, noto un cambio sutil en el ambiente. La brisa se vuelve más fresca, acariciando mi piel con su suave caricia, y el aroma a tierra húmeda se intensifica, volviéndome en su perfume terroso y revitalizante. Los primeros destellos de luz r
Roxanne—Ross, ¿podemos hablar? —La voz de Aurora me sobresaltó mientras estaba recostado en la cama, tratando de sacudir el letargo de una noche incómoda. Parpadeé varias veces para adaptarme a la luz matutina que inundaba la habitación. Al final, logré enfocar mi mirada en Aurora, quien se encontraba de pie junto a la cama, con una expresión que delataba su molestia e irritación.Asentí lentamente, intrigado por el tono serio de su voz y la tensión que emanaba de su cuerpo. Mi mente comenzó a girar, tratando de adivinar el motivo detrás de su inquietud.—¿Qué pasa, mi amor? —pregunté, notando la inquietud en su voz.Aurora frunció el ceño y arrugó su cara en una expresión adorablemente enfurecida.—Es ese mocoso... —comenzó, su voz temblando de frustración.—¿Qué ha hecho ahora? —pregunté, intrigada.—Se cree el dueño del lugar —expresó, exasperada—. Y encima, es un tonto. No soporto que invada mi espacio y mi vida. No lo quiero en mi casa, ni en mi colegio. Y ahora, intenta robar
♡⁀➷...➹⁀♡ Enzo Gaia, mi pequeña, tiene un aroma dulce como cerezas maduras. Eres tan perfecta y diferente a tu hermana, que era un huracán en miniatura y dejó un rastro de energía inagotable. Roxanne descansa agotada, tú te acurrucas en mis brazos, tranquila y serena... Los últimos cuatro días han sido una prueba de fuego para Roxanne. El dolor de espalda la ha consumido, y el cansancio se ha apoderado de su ser. Siguiendo el consejo de Elena, intentamos precipitar el parto. Ayer, después de horas de sufrimiento, Roxanne se derrumbó. La vi caminar de un lado a otro, buscando un respiro, un alivio que parecía esquivarla. Me sentí un cobarde por no acudir a su lado, por no ofrecerle mi apoyo incondicional. Pero cuando la vi sumida en un dolor tan intenso, no pude resistir. Me acerqué, tomé su mano temblorosa y acaricié su espalda tensa. La abracé con fuerza, intentando transmitirle mi energía, mi amor. Pero me pidió que la dejara sola. Me costaba trabajo alejarme, no quería aband