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ENZO.Se suponía que debía regresar a mi oficina para revisar unos documentos pendientes, pero en vez de hacerlo, llamé a Alfonso para que nos recogiera. Ver a alguien que es idéntica a mi luna removió todos los sentimientos que había tratado de olvidar. Es inaudito que justo cuando estoy por regresar a mi manada y tomar el cargo de alfa, ella aparezca y aún después de tantos años, siento esa sensación de electricidad que recorre cada célula de mi cuerpo.Pero allí estaba esa doctora pediátrica, de cabello rojo y ojos azules.* Maldición, Enzo, deja de renegar, esto es una segunda oportunidad** Ella puede parecerse a mi luna, pero no lo es* se dijo a sí mismo.* Entiende, Ana no murió, siempre lo sentí* , gruñó Maximus.* Para Maximus, Ana murió hace nueve años* , susurró.No le presté atención a mi alfa y le escribí a mi secretaria Suzette para que cancelara mis reuniones. Después de horas con mi mente pensando en esa posibilidad, mi lobo y alfa molestos, decidí que mañana me reuniría con esa mujer para averiguar si ella es mi luna.Al llegar el día, me dirigí al hospital con mi chófer. Allí estaba yo, buscando a una desconocida que no era tan desconocida. Me acerqué a recepción y pregunté por ella. En ese momento, una loba sin manada se acercó y me informó sobre ella.— Alfa, ella está en su departamento descansando, hoy es su día libre — suspira.— Por cierto, mi nombre es Lissy — agrega.— Lissy, me gustaría entregarle esto — le muestra la tarjeta.— Puedes dársela personalmente — ella le sonríe y le da la dirección del apartamento.Al llegar, toca el timbre en su puerta. Ella abre y le dice que se cepillará los dientes y le deja la puerta abierta. Esta mujer no entiende de peligros.Las paredes son de color blanco. Algunas tienen ventanas cubiertas por cortinas marrones.Hay un gran sofá y dos más pequeños, y una mesa de madera en el centro. La alfombra es grande y de color marrón claro. Me siento allí y, después de un tiempo, ella se acerca preocupada por quién era yo, hasta que le mostré su tarjeta, y allí conversamos. Mi alfa insistía en que la invitara a tomar un café, lo cual hice, pero ella se negó, así que me despedí. Luego regresé a la oficina. Creí que ella no aceptaría la cena, pero al salir de la reunión, mi teléfono sonó.— Hola —dije al contestar el teléfono, sabiendo que era ella.— Hola, soy Roxanne —su voz era igual que la de mi luna.— Hola, Ross. Pensé que no me llamarías —respondí con una mezcla de emoción y ansiedad.— Podemos hablar en el café cerca de mi departamento a las ocho —propuso.— A las ocho nos vemos allí —acepté antes de que la llamada se cortara. Tenía una pelea interna, no sabía si estaba haciendo mal en acercarme a ella solo porque se parecía a mi luna. *≈☆...☆≈ *"Y allí estaba yo, a las ocho en punto, entrando a una cafetería con la esperanza de que ella fuera mi amada luna. Miré las mesas llenas de personas.Percibí su olor, el mismo que había guardado en mi mente durante nueve largos años, el olor a fresas y tierra que tanto había añorado volver a sentir.Me detuve al encontrarla sentada en una mesa en la esquina de la cafetería, junto a una gran ventana de cristal. Sus ojos conectaron con los míos y ella sonrió de lado.Me senté enfrente de ella, saludé y bebimos un café mientras conversábamos.— Cuéntame sobre ti — le pedí después de que ella me hiciera mil preguntas acerca de mí.— ¿Qué puedo decir? Soy pediatra, soltera y muy aburrida — respondió ella.— Ross, no eres aburrida — le dije.— No lo sé, Liss cree que sí — dijo ella.— ¿Por qué crees que Liss piensa eso? — pregunté yo, con curiosidad.Esto me causó curiosidad.— Ella dice que soy aburrida y virgen — susurró ella lo último.— ¿Virgen?— pregunté yo, y ella abrió mucho los ojos.— Pensé que no habías escuchado lo último. Bueno, no lo soy, pero hace mucho tiempo que no tengo sexo... o mejor olvídalo, no sé por qué te estoy diciendo esto. Mejor me voy — dijo ella mientras se ponía de pie. Yo la tomé del brazo.— Sabes algo, hace nueve años murió mi esposa — le dije. Ella me miró y le pedí que se sentara. — Desde ese día no he estado con una mujer —— Eso es mentira, los hombres siempre buscan con quién — me dijo ella un poco apenada.Así continuó nuestra charla durante horas, hasta que decidimos que era hora de regresar. Decidí acompañarla hasta la puerta de su departamento. En la puerta, Maximus tomó el control por un instante y la besó.Ella no respondió al beso, estaba en trance. Me separé y la miré a los ojos, y ahí ella tomó la iniciativa. Su beso fue demandante, posesivo.Con su lengua exploró mi boca, la tomé de la cara con mis manos y tomé el control del beso. Mordí sus labios suavemente y ella emitió un gemido. Sus piernas temblaban y tuve que tomar su cintura.Nunca pensé que volvería a sentir esta chispa. Mi sangre corría rápidamente por mi cuerpo. Levanté su pierna haciendo que se enrollara alrededor de mi cuerpo, ella se movía sobre mi dureza.* Ella es Ana * gruñó Maximus.* No, es solo una humana * respondí.* Es Ana, busca alguna señal de que es nuestra luna * dijo Maximus.Retiré su largo cabello y besé su cuello hasta donde debería estar mi marca de beso. Ese lugar hizo que su cuerpo temblara.Me separé de ella.— ¿Estás segura de que quieres continuar?— pregunté. Ella asintió y rápidamente miré su cuello, pero no había rastro de ninguna marca.* Es ella, es mi luna * gruñó Maximus.La llevo a la cama y deposité su cuerpo sobre ella. Me subí encima y pasé mi mano sobre sus senos. Levanté su vestido y lo saqué por su cabeza, dejándola desnuda para mí.Sus pequeños pechos estaban listos para saborear. Di besos en su abdomen y bajé hasta el borde de sus bragas rojas, las cuales deslicé por sus largas piernas.Me arrodillé en medio de sus piernas y desabroché los botones de mi camisa y luego los de mis pantalones. Ella cerró los ojos y el color rojo subió a sus mejillas.— Ross, mira hacia mí — exigí. Ella abrió los ojos y me miró; sus ojos azules brillaban por el deseo.Volví a besar sus labios y con mi mano toqué cada parte de su cuerpo, hasta llegar a su entrepierna en busca de su botón, el cual froté suavemente y ella emitió varios gemidos.Me separé de ella y bajé los pantalones junto con el bóxer. Miró mi cuerpo con deseo y al ver mi masculinidad pasó su lengua por sus labios.Me posicioné en sus piernas y la penetré lentamente, disfrutando de esa sensación de ser acogido por las paredes de su vagina.Gimí al penetrarla por completo, me moví y ella me detuvo.— ¿Estás bien? — pregunté.— Déjame que me acostumbre — se quejó.Besé sus suaves labios, luego su cuello. Después de unos minutos, ella movió sus caderas y eso fue suficiente para que perdiera el control.Salí de su interior y entré de una sola estocada una y otra vez, subiendo el ritmo.— ¡Oh Dios mío! Por favor, no pares— gimió.Puso sus manos en mi cuello y me moví más y más duro. En esta habitación solo se oía el ruido que hacían nuestros cuerpos al chocar.— Tú eres mía— gruñí al sentir cómo sus paredes se cerraban alrededor de mi dureza.Me dejé llevar por mi orgasmo. El sudor bañaba nuestros cuerpos formando una capa brillante en ellos.Mi peso estaba sobre ella, que intentaba recuperar su respiración.* Enzo, estamos anudados * dijo. Soy un imbécil, se me olvidó ese detalle. Creo que será poco tiempo. Diosa luna, ayúdame para que ella no se dé cuenta de este detalle.— Enzo— dijo ella al ser atravesados por un orgasmo. Su voz sonaba cansada.— Descansa Ross, aquí estaré cuando despiertes — le dije. Su respiración era superficial. Solo habían pasado veinte minutos desde que estuvimos anudados. Me separé de su cuerpo y busqué en el baño una toalla para limpiar nuestros fluidos.Su cuerpo desnudo era la gloria. Observé bien sus curvas y me detuve en su lado izquierdo, notando una cicatriz cerca de su corazón. Mi respiración se aceleró.- Es Ana...╰════ °❀°════╯✯¸.•´*•✿✿•*`•.¸✯Por qué lo hice, no soy una mujer fácil. Lloro en el baño mientras enjabono mi cuerpo, tiemblo al sentir la incomodidad en mi entrepierna y más lágrimas caen confundiéndose con las gotas de agua.— Ross...— me llama.No respondo, me siento sucia.* A ti también te gustó.*Sólo siento que me usaron, no tengo recuerdos. No sé si aún estoy casada y eso me afecta.Tomé el bote de jabón y lo tiré, el cual se rompe esparciendo su contenido en el suelo.— Ross, tengo que irme.—— ¡Vete largo de mi apartamento! — grito furiosa.— No quiero dejarte así Ross, vendré por ti en la noche, tenemos que hablar.—— No quiero nada tuyo, déjame en paz.—— Ross...—— Me llamo Rosanne y no quiero verte nunca más — él sale dejándome sola. Me encierro en mi habitación esperando a que Lissy no me moleste.Llamo a mi trabajo y me reporto enferma. Ya en la tarde salgo a comer algo y allí está Liss, la cual me mira con curiosidad mientras preparo un sándwich de pollo y un jugo de naranja.— Oye
╔═══°❈°═══╗Enzo.El reloj de la mesita de noche indica que son las cinco y media de la mañana. Cuánto quisiera pasar el día con Ross en la cama, pero tengo cosas que hacer más tarde. Observo su desnudez y la marca de la daga que está al lado izquierdo, muy cerca de su corazón. Agradezco a la diosa luna por haberla dejado regresar a mi lado, prometiéndole protección con mi propia vida si fuera necesario.Volver a despertar a su lado es una dicha, giro su rostro y ella me mira con esos ojos azules. Su cara se arruga al moverse, sonrío porque yo soy el causante de su cuerpo adolorido.— Castel, ¿puedes ser un poco más amable conmigo? — me dice.— Claro, cariño — le respondo mientras me deslizo debajo de las sábanas blancas y subo sobre su cuerpo besando cada parte de ella.— Basta, señor Castel. Mi cuerpo me pide a gritos un descanso — dice sonriendo con sus hermosos labios rojos.— No quiero — hago un puchero y ella ríe antes de devolverme el beso con más pasión.De repente, alguien toc
╭─❁─•✥•─❁─╮Roxanne.Ese hombre me hace perder la cabeza. No sé qué me pasa con él; cuando estoy a su lado, me siento protegida y amada. Además, su colonia me confunde, su olor es inigualable. Su hija es una niña inteligente, amable y divertida.Después de un desayuno delicioso, hablo con Aurora, quien me cuenta sobre su colegio y la niña que la molesta.La conversación siguió hasta que me acordé de que hoy debo llegar temprano al hospital donde me espera un largo interrogatorio de Liss.— Ross, ¿vendrás en la tarde, por favor?—— No creo que pueda, Aurora— me disculpo.Ella me hace ojitos de gatito tierno. Me despido de ella con un beso en la mejilla.Cojo mi bolso y me dirijo al parqueadero donde me espera el conductor de Enzo.— Buenos días, señorita— me saluda.— Buen día— saludo y le doy la dirección del hospital.Salimos a la calle. El tráfico en París es terrible esta mañana.Al llegar, saludo al portero, un señor de cuarenta años de piel morena.Empiezo mi turno y paso la mañan
┏━❃•°☪°•❃━┓ EnzoHan pasado unas semanas desde que comencé a ir al trabajo de Ana para estar con ella y luego cenar en mi Penthouse con Aurora y Agnes. Es magnífico volver a ver ese hermoso brillo en sus ojos, Ana es mi luna, la mujer por la cual daría cada instante de mi existencia por verla sonreír. "Gracias diosa luna" por darme esta oportunidad, la cual no pienso desaprovechar.De repente, el olor a quemado me saca de mis pensamientos. Volteo y aparto la sartén de la placa antes de tirarla al fregadero. Tamara llega de visita esta mañana con la excusa de querer ver a Aurora, pero yo sé que es lo contrario, ella quiere ver a su hermana. Hablamos de que debía controlar sus emociones cuando la viera.La cena fue idea de ella, pero yo he decidido que haría algo especial para Ana. Aunque no tengo ni puta idea de cómo hacer una comida, quiero sorprender a mi luna.— Agnes, necesitamos a un experto— grita Tamara. Pero yo le gruño:— largo, Tamara, quiero cocinar para mi luna—Pero ella in
♡࿐♡࿐♡࿐♡࿐Roxanne. Cuando Liss me contó que el Sr. Castel era un alfa Real no lo podía creer."Por la diosa luna" reclamó después de que ella me contara con pelos y señas todo lo que sabía sobre su vida.Llevo algunos minutos mirando su rostro detallando su mandíbula, su nariz y sus labios delgados.Paso la llena de mis dedos por sus labios y él abre sus ojos.¡Oh por Dios!, sus ojos son totalmente negro profundo.Empuja mi espalda sobre la alfombra y él se pone encima de mí y sonríe de lado.Luego lleva su cara, mi cuello y ronronea.* Está ronroneando como un gato** Me gusta ese sonido* conciencia.— Mía — susurran y mi cuerpo reacciono a su lengua que está saboreando mi cuello.* Él no, es el señor Castel** Claro que no tonta, él es su lobo* conciencia.— Enzo, eres tú — logro pronunciar y él no sigue succionando y mordisqueando mi piel sensible.— Maximus, por favor—chillón, al sentir mi, entrepierna contraerse cuando presiona su erección contra mí.— Buen día, mi luna— besa mi
❀๑୨୧๑❀Enzo.Estoy en mi oficina recostada sobre mi silla giratoria, mirando las nubes grises que hay hoy en el cielo de París.Tengo un montón de documentos y autorizaciones que debo revisar y firmar; pero en mi mente solo hay una persona.Roxanne, no sale de mi mente.Ella aunque quiera negarlo, no puedo ella es Ana, mi hermosa luna, ahora si estoy cien por ciento seguro, antes lo sabía, pero me negaba a creerlo.Soy un completo idiota, seguir negando la verdad; aunque debo saber que sucedió hace nueve años.No estaré feliz hasta saber la verdad, pero esa verdad, la única que puede hablar de ella, no recuerda su pasado. Siempre queda la misma incógnita.Sé que la puedo tener a mi lado, aun si todavía su nombre no es Ana Sofía, no se acuerde de que tuvimos una hija y tiene a una familia, la cual siempre la he amado.Aun así, espero que recuperar su amor, ese amor que aún sigue vivo en mí.El teléfono celular suena iluminado la pantalla con el nombre "Padre".Llevo varios días que n
☆━┈┈━☆ Roxanne Hoy no me he sentido bien, de hecho las náuseas me despertaron. Me dolía la cabeza, tenía algunos mareos, me sentía terrible y aun así me puse de pie, me dirijo al baño. Busco en los estantes y me percato de algo que algo esta mal. Salgo en busca de mi celular, busco la fecha. * Es una posibilidad* conciencia. Mi cabeza da vueltas, no es posible, como pude ser tan descuidada. Es posible que ahora lleve una vida creciendo dentro de mí. Levanto mi camisa y miro mi abdomen plano. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Toc, toc — Oye estás despierta— pregunta Liss detrás de la puerta. Estoy enojada conmigo misma, y a la vez asustada. — Roxanne, puedo pasar, nene que pasa— no me había dado cuenta de que había empezado a llorar hasta que una lágrima cayó en la pantalla del teléfono. — Ross, contesta o tiró la puerta— sé que habla, enserió, me pongo de pie y abro. Le doy la espalda. — Ross, que sucede — no la miro. Me siento al borde de la cama y escondo mi cara en m
╭────•♡•────╮EnzoFueron 3.285 noches sin ella; esas noches de tormento y angustia donde cada minuto de mi existencia siempre estuvo presente.Ahora han pasado 42 días; una nueva historia de amor, se empezó a escribir sus primeros capítulos. Espero vivir siempre a su lado, disfrutar de cada pequeño detalle que por cierto he descubierto que sus ojos son más claros y tiene una pequeña mancha donde debería estar mi marca.Mientras la observo dormir en la cama, Lían irrumpe en la habitación.— Alfa, en quince minutos más, iniciará la reunión—Asiento mientras poso mis labios en su piel blanca y salpicada de pecas.— Vamos— me dirijo a la puerta. Miro a mi luna, Lían retira algunos mechones rojos de su cara.Mientras sus dedos acarician con amor su mejilla y luego susurra.— Bienvenida a casa, mi luna — Salimos y Lían me brinda un abrazo, sé que él siempre estará conmigo incondicionalmente, él puede que entienda que siento en estos momentos.Él es considerado mi hermano del alma, él er