Victoria García estaba pensativa se preguntaba así misma ¿por qué el amor es así? te eleva a lo más alto y luego te deja caer. Miro la fecha del calendario siete de julio ella suspiró día triste para esta joven quien todos los años en esta fecha recordaba a Mauricio Villanueva olmos el gran amor de su vida; quien pertenecía a una adinerada familia de caracas.

 Mauricio y Victoria se conocieron en una discoteca, donde la joven se divertía con unas amigas; esa fue la primera vez que lo vio; ella estaba en la pista de baile, esa noche vestía una chaqueta negra y una minifalda de cuero marrón; que estilizaba su linda figura y resaltaba su belleza la joven era linda: cabello negro muy largo, ojos color café de tez blanca y una bella sonrisa; al entrar Mauricio vio a Victoria bailando y quedo cautivado; esta chica también lo miró y fue mágico; el tiempo se detuvo para los dos, fue amor a primera vista, la sacó a bailar e intercambiaron números telefónicos esas semanas y las que siguieron fueron maravillosas; Mauricio era todo un caballero y muy guapo tenía cabello negro, ojos marrones muy claros y piel blanca; pero lo que más enamoró a Victoria fue su forma de vivir la vida tan intensa; con él nunca se aburría; siempre tenía planes y cosas diferentes y divertidas; como la vez que la convenció de lanzarse los dos en parapente; Victoria todavía se acordaba de la sensación de vacío en el estómago y la adrenalina fluyendo a millón, a veces salían a pasear en la moto y subían al mirador por las noches a ver las luces de la ciudad; pero lo que más disfrutaban eran los paseos en el yate de la familia Villanueva olmos, a veces realizaban un recorrido por la cadena de islas de puerto la cruz, Venezuela tiene las playas más hermosas del mundo. Juntos la pasaban bien, fue en uno de esos  viajes cuando mirando el crepúsculo del atardecer los jóvenes sucumbieron a las llamas de la pasión, se entregaron el uno al otro, sin reservas ni condiciones, para Victoria era su primera vez, tenía 18 años y todavía era virgen; Mauricio tenía 19 años y era más experimentado, sus manos fuertes desabrocharon la blusa de victoria recorriendo todo su cuerpo con sus caricias y besos, se dejaron llevar e hicieron el amor suave y dulcemente; y viviendo plenamente ese mágico momento; en que dos cuerpos se fusionan hasta convertirse en uno solo; es allí cuando los amantes pueden comunicarse apenas  con un susurro o una mirada y ambos entienden el idioma del amor porque sus almas están muy cerca la una de la otra.  Ese día  Victoria tuvo la certeza de que Mauricio era el hombre con el que deseaba pasar el resto de su vida y formar un hogar “Guao eureka” lo había encontrado y él a ella; estaban enamorados.

Pero una cosa piensan lo humanos y otra totalmente diferente tiene reservado el destino; los jóvenes nunca se imaginaron la tormenta de situaciones difíciles que desataria su amor.

En la moto de Mauricio fueron al mirador desde lo alto se observaron todas las luces de la ciudad de Caracas. Es hermoso este lugar; vengo de vez en cuando a pensar y respirar aire puro. Le comentó   Mauricio a su novia.

—Es realmente maravilloso cada lucecita es un hogar; muchas historias de vida de gente como nosotros que luchan por salir adelante y ser feliz.

—Cierto pero la historia de nosotros dos es y será la más hermosa ¡Te amo Victoria como jamás pensé en amar a nadie! Expresó el joven mientras la miraba a los ojos.

—Yo estoy enamorada de ti; te amo Mauricio contigo iría hasta el fin del mundo sin dudarlo. Le contestó ella.

—A donde vamos a ir es un restaurante bien chevere que acaban de abrir en las Mercedes; tengo hambre mi bella  ¿tu no?

—Algo si vamos a comer. Respondió Victoria mientras le sonrió .

—Tienes una sonrisa preciosa me matas; con ella definitivamente chama eres hermosa.

—Eso le dirás a todas; con esa pinta de galán debes traer a muchas cacheteando la banqueta. Bromeó Victoria.

—Ni pendiente yo soy más de amigos que de aventuras amorosas; soy un joven serio que quiere formalizar una relación estable formar un hogar contigo por supuesto con dos hijos por lo mínimo un perro y una casa amplia y que podamos envejecer juntos uno al lado del otro siendonos fiel y amandonos cada día de nuestra vida. Expresó  Mauricio con sentimiento. 

—Hablas muy bonito me encanta como te expresas. Dijo la chica mientra el la tomaba por la cintura y la besaba con ternura.

—Ya vamos que mi estómago me está pidiendo comida. Dijo Mauricio.

Cenaron en aquel  local nuevo; Mauricio pidió una suculenta parrilla Argentina y Victoria una Paella de Mariscos;acompañado de un Vino tinto chileno. Los enamorados disfrutaban de la agradable velada; esa noche se presentaba un grupo de música pop en vivo así que se quedaron a ver el espectaculo a Victoria le parecía un sueño encontrar a alguien tan especial como Mauricio la vida le había premiado colocando a la persona ideal en el momento perfecto no tenía dudas este joven apuesto se había ganado el corazón de Victoria; los dos se miraban con adoración y sentían la plenitud  del amor.

Ellos no contaban con lo dura que puede ser la realidad a veces;las personas etiquetan a los demás por los bienes materiales que puedan o no poseer dejándose llevar por los prejuicios esto fue la piedra de tranca de éstos jovenes amantes quienes pensaron que todo era tan sencillo como decir ¡estamos enamorados y vamos a estar juntos cosa imperdonable para la alta sociedad  que mide a las personas por los bienes que posee y no por la grandeza  de sus sentimientos.

—Vicky quiero que conozcas a mis papás pronto te llevaré con ellos.

¿Crees que yo les caiga bien amor? Preguntó Victoria al joven.

_Lo importante es que yo te ame querida , nadie me aportará de tí. Respondió el con seguridad.