Capítulo 4

Alberto Linares invitó a Victoria a cenar para pedirle matrimonio. El restaurante era lujoso y Victoria estaba cenando con su pretendiente  el camarero trajo la botella de vino y sirvió dos copas brindaron por la ocasión de estar allí juntos, la comida fue una suculenta “paella mar y tierra” y el postre un delicioso quesillo. Un grupo musical le dedicó a Victoria una linda canción de amor En la pantalla del karaoke se iban proyectando frases a todo color que decían :Victoria eres mi mundo, te amo, ¿quieres casarte conmigo?

 En ese momento Alberto sacó el anillo y lo puso en su delicada mano —Dime que sí te prometo que seremos muy felices yo cuidare a tu hijo como si fuera mío.

 Al fin había conquistado a un millonario Victoria estaba fascinada le dijo «si acepto, me caso contigo»

 Acordaron que Victoria ya no trabajaría más en ese night club pero no se mudaría con él hasta después de la boda que sería dentro de ocho meses.

  Alberto era un caballero muy considerado fue conquistando a Victoria poco a poco con detalles la joven no estaba enamorada de él pero encontró en este hombre la oportunidad de cambiar su vida así que no dudó en iniciar una relación en algunas ocasiones se quedaba a dormir en su mansión con el pequeño Gabriel Victoria estaba tratando de acoplarse a su nueva vida .

Alberto por su parte se esmeraba en hacerla sentir bien y era muy guapo estaba en la edad interesante su cabello era rubio y sus ojos azules como el mar, pero su mayor atractivo era su personalidad amable y bueno decidió darle tiempo a Victoria para que fuera ella misma que le entregara su amor no la presionaría; porque lo más importante para Alberto era que ella había aceptado casarse con él consideraba que era un gran paso seria cuestión de tiempo que ella le entregara su amor.

Alberto cumplió lo prometido asumió a Gabriel como hijo suyo y con frecuencia lo llevaba al béisbol ambos se colocaban sus gorras y la camisa de lo Leonés de Caracas su equipo favorito y se internaban en el estadio a ver los juegos no habia capricho que Alberto no le concediera a Gabriel él se metió de lleno en el papel de padre y Victoria se dio cuenta de esto y no pudo más que enternecerse con amor y cariño Alberto fue derribando las murallas de la frialdad de Victoria él era un buen hombre y de verdad se había enamorado de la chica.

 —Hemos llegado mi amor aquí está Gabriel temprano en casa como te prometí él partido de béisbol estuvo bueno. Decía Alberto mientras beso a Vicky en los labios.

—Gracias por pasear a mi hijo.quedate a cenar con nosotros Invito Victoria.

—No gracias Gabriel y yo estamos full de hot dog hamburguesas, refresco y helados tenía tiempo que no disfrutaba tanto del partido de béisbol. Dijo él.

—Mi hijo te adora Alberto —Dijo ella.

¿Y tu Victoria llegarás a amarme algún día? Preguntó él ambos se miraron por un segundo y luego Victoria acarició la mejilla de Alberto.

—Espero algún día corresponder al amor que sientes por mi; estoy muy agradecida contigo y te he tomado cariño; así que tenlo por seguro que voy a poner todo lo mejor de mi para ser la esposa que tu mereces y hacerte feliz porque de verdad te lo mereces; me demuestras con hechos todo lo lindo que sientes por mi y yo lo aprecio así que no dudo que con el paso del tiempo aprenda a amarte. Expresó  Victoria.

—Tendré toda la paciencia y esperaré el tiempo que sea necesario porque tu lo vales amor no sabes cuantas veces añoré que me dieras el sí y sucedió entonces vamos con calma  yo no voy a presionarte  algún día me amaras tanto como yo a ti . Dijo Alberto Victoria lo abrazó y sintió en su pecho fuerte toda la protección masculina que había deseado por tanto tiempo cerró los ojos y se aferró a Alberto permanecieron abrazados largo rato hasta que Gabriel llegó a la sala.

—Mami ¿me vas a leer un cuento hoy? Preguntó el niño.

—Si hijo pero primero te ayudo a cepillarte los dientes y te colocamos tu pillama. Añadió Victoria.

—Yo me voy nos vemos mañana amor Chao campeón .Dijo Alberto 

—Quédate papá por favor. Dijo el niño.

—Hoy no puedo hijo otro día será Respondió Alberto.

Vicky se sentó a pensar su mente recordaba todos los bellos momentos vividos al lado de Mauricio. 

—Alberto es un hombre bueno y me ama quiere a mi bebé yo voy sacarte de mi cabeza Mauricio no vale la pena que deje la oportunidad de ser feliz ; tu no vales la pena no voy a amargarme más por tu culpa al menos haré el intento de ser feliz mi hijo, Alberto y yo nos merecemos esa oportunidad.

Tomó el celular y llamó a su amiga Lucía.

—Hola amiga ¿como estas?

—Vicky muy bien que me cuentas?

—Aquí  tengo una lucha interna.

¿por qué amiga?

—Quiero corresponder  a Alberto y olvidar a ese ingrato que no me valoró y me dejó sola con un hijo.

—Eso es lo debes hacer olvidar ,perdonar y continuar porque si no lo haces así no podrás ser feliz con su recuerdo dañandote el momento .

—Tienes razón tengo que perdonar a Mauricio y a sus padres por lo mal que me trataron ellos y por su abandono.

—La vida te está dando una nueva oportunidad con Alberto el es de buenos sentimientos y Gabo lo adora ya hasta lo llama papá. 

—Cierto antes de conocer a Alberto yo pensaba que todos los hombres eran iguales pero él me  mostró que estaba equivocada y tiene mucha paciencia quiere ganarse mi corazón. 

—¿Entonces que esperas amiga has borrón y cuenta nueva ya quisiera yo encontrar un galán como ese millonario,decente  de buenos sentimientos  y muy guapo por cierto.

—Si Alberto es todo un Adonis no será difícil enamorarme de él .

—Es lo mejor date la oportunidad de amar y ser amada Vicky tu lo mereces amiga.

—Gracias Lucía.

 

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