—¡auxilio! —grite desesperada con la esperanza de que alguien pudiera escuchar mis súplicas.
El asesino tapó mi boca con sus manos impidiendome hablar.
—te conviene que no hables. —dijo con los dientes apretados.
Encendió la luz de la cocina y por primera ves pude ver su rostro, sus ojos son de un azul claro muy hermosos, su cabello es color castaño claro, su piel es de un peculiar tono bronceado.
Abrió sus ojos sorprendido al verme, hubo un brillo especial en sus ojos pero solo duro unos segundos ya que la maldad podía verse nuevamente en sus ojos.
—quitaré mi mano de tu boca y si quieres vivir es mejor que no grites. —dijo mirándome serio.
Yo asentí titubeante y entonces Quito su mano de mi boca.
—¿como te llamas? —pregunte en susurro.
—Aiden. —dijo fríamente saliendo de la cocina.Frunci el ceño al ver que se iba de casa ¿pase el susto de muerte solo para esto?
—¿no me... Harás daño? —pregunte desconcertada.
—si quieres que te lastime por mi no hay problema. —dijo con una sonrisa cómplice. —¡no! Pero entonces ¿a que as venido? —pregunte confundida.Aiden suspiro y se giro a verme con sus ojos azules que me hacían sentir vulnerable.
—eso no te importa. —murmuró de mala gana mientras abría la puerta principal.
—pero si le dices a alguien lo que viste, creeme Paula... La pasaras muy mal. —dijo con una sonrisa.Yo abrí mi boca ligeramente debido a la impresión que me provocaron sus palabras.
—¿como Sabes mi nombre? —pregunte asustada.
—se muchas cosas Paula Lucena. —dijo Aiden mirándome con superioridad.Cerro la puerta y se fue sin decir mas, mi corazón comenzó a latir de forma frenética al pensar en sus palabras.
Si me quisiera asesinar ya lo hubiera hecho, tuvo su oportunidad.Corrí a mi habitación buscando mi teléfono celular para hablarle a Marc.
—Paula son las 12 de la noche, más te vale que sea para algo bueno. —dijo Marc con voz somnolienta.
—Marc podrías venir por favor, tengo la sensación de que alguien me observa. —dije con voz angustiada.Si Marc viene a hacerme compañía no me sentiré tan asustada.
—Paula tienes 19 años y le tienes miedo a la oscuridad. —dijo Marc con burla.
—escuchame bien Marc McGregor si no vienes aquí y me haces compañía, les diré a todos en la universidad que en sexto grado te hiciste pipi en los pantalones. —dije sonando amenazante.—¡voy para allá! —respondió win titubear.
Sonreí complacida al escucharlo ¡tiene ventajas tener a un amigo desde la infancia!
Marc llego 10 minutos después con cara de zombie moribundo.
—te ves fatal, bueno ahora puedes dormir ya sabes donde esta mi habitación. —dije sonriendole con inocencia.
—esa sonrisa tierna ya no funciona, iré a dormir. —dijo Marc dando un bostezo.Subió las escaleras dirigiéndose a mi habitación, yo fui ala cocina para tomar un vaso de Leche antes de dormir.
Subí a la habitación con paso lento para no despertar a Marc, al entrar pude verlo, estaba durmiendo plácidamente en mi cama con una sonrisa.
Negue con la cabeza mientras me acercaba a el y le daba un beso en la mejilla deseándole dulces sueños.Me acerque que a la ventana temerosa de ver lo que se encontraba afuera, pero suspire aliviada al ver que no había nadie, el teléfono sonó sacandome de mis pensamientos.
—Julie estoy en casa no hace falta que llames a esta hora. —dije un poco enfadada. —no soy Julie, saca a ese chico de la habitación ¡no te atrevas a dormir con el! Si no quieres consecuencias. —el teléfono cayó al piso causando un ruido poco estruendoso en la habitación.Me gire para ver a Marc asustada pero el estaba durmiendo profundamente en mi cama, cerré las ventanas de un movimiento rápido, puse seguro en todas las puertas y ventanas con la esperanza de que eso fuera necesario para que nadie más entrará a casa.
Aiden seguía afuera... Observándome y eso me tenía angustiada, pero el sueño era más grande que mi preocupación.
Me acosté al lado de Marc y me deje caer en la dulce inconsciencia.Pero antes de caer en sueño profundo, lo vi... Sus ojos azules me miraban con Enojo esperando el momento para atacar.
Sentí la penetrante mirada de alguien, pero al abrir los ojos no había nadie.—levántate Marc ya es tarde. —dije con voz somnolienta.Frote mis ojos con pereza mientras me levantaba de mi cama, Marc seguía dormido sin dar señales de querer despertar.—ni hablar, no quería hacer esto pero no me dejas elección. —dije mirándolo resignada.Tome mi teléfono eligiendo una canción de rock fuerte, puse el auto parlante a todo volumen posicionandolo cerca de la oreja de Marc, presione el botón de play y enseguida se escuchó la canción a todo volumen haciendo que Marc se despertará de golpe cayendo al suelo de forma graciosa.
Me removí incómoda tratando de frotar mis ojos para poder ver mejor pero no pude, abrí mis ojos de golpe observando la habitación en la que me encontraba, era de color azul fuerte con muebles color blancos. A decir verdad la habitación era muy hermosa, con decoraciones finas.Intenté gritar, sentarme pero no podía ya que estaba atada y amordazada ¿pero que mierda...? Las imágenes de Aiden mirándome de forma fría llegaron a mi mente haciéndome reaccionar, me encontraba quien sabe donde.Intenté quitar las sogas de mis manos pero el nudo era demasiado fuerte además me causaban daño en mis muñecas, la cinta en mi boca me impedía hablar así que rápidamente entre en pánico. Mi cuerpo no respondía, sentía una placentera sensación al sentir los labios de Aiden sobre los míos, moviéndose de forma violenta y posesiva.Se separó de mi por la falta de aire, pero internamente deseaba que ese beso nunca acabará.Su mirada era intensa, me hacía sentir como una cría fácil de cazar. Nuestras respiraciones era todo lo que podía escucharse en aquella habitacion.—vendré después. —dijo fruncido levemente el ceño en señal de que estaba confundido al igual que yo. —cl... Claro. —murmure desconcertada.Me encontraba tan aturCapítulo 6
Me flexione levemente, posicionando mis manos en mis rodillas para recuperar el aire perdido ¡por fin había llegado a casa! El taxi fue tan idiota que me dejó 3 cuadras más abajo de casa.—espero que Julie no esté preocupada. —me dije a mi misa, aunque era imposible ya que estuve casi un día completo fuera de casa, ya estaba comenzado a salir la luna así que tenía que entrar de prisa.Camine hacia la puerta pero me detuve en seco al escuchar como algo se rompía de forma violenta.—¡como que no sabes donde esta la maldita de Paula! —grito mi hermana con rabia. —no es mi culpa, se fue sin decir nada más. —dijo Marc
Un Mes atrás.Punto de vista de Aiden.El teléfono sonó sacandome de mi profundo sueño, gruñi y lo tome de mala gana.—¿que? —dije de mala gana. —levántate flojo, tengo una tarea para ti. —dijo Been Lucena en tono serio.Been Lucena es el líder de la "empresa" todos tenemos una tarea, la mía es matar a los estorbos o amenazas que se nos presentan.—¿a quien tengo que matar? —dije con voz somnolienta.Demonios que quería seguir durmiendo, anoche fue una locura... Fiestas,
Me encontraba en la casa de tío Been, podía escuchar su voz que hacía eco en toda la casa.—¿donde esta Julie? —pregunto mi tío a mis papas. —esta en casa, meditando sobre lo que hizo. —dijo mi padre decepcionado. —es una niña demasiado problemática, a este paso nunca se hará cargo como líder. —dijo mi tío con pesar.—Paula puede tomar las riendas. —dijo mi padre en respuesta. Aiden estaba frente a mi, curando la herida de mi hombro.—dime que esta pasando. —dije sería, ya no soportaba más mentiras.Aiden suspiro con pesar mientras que guardaba las cosas en el botiquín.—por donde empezar —dijo caminando de un lado a otro. —por la verdad. —dije con la mirada gacha. —toda tu vida a sido una mentira, estas rodeada de mafiosos, narcotraficantes y asesinos, tu familia era una de las 4 familias líderes, los mataron cuando eras una bebé —levante la mirada atónita mientras que negaba con la cabeza. —ahora de esas 4 famCapítulo 10
Bufé mentalmente mientras observaba el paisaje a través de la ventana.—¿adonde iremos? —pregunte de mala gana. —nos vamos a Canadá. —dijo mirándome con una sonrisa. —¡¿a Canadá?! Y ¿mis estudios? —pregunte alterada, esto ya es demasiado.Después de una ardua discusión y del trato no tan delicado de Aiden, me hizo subir al auto para alejarnos de todo esto por unas semanas.—créeme, tienes dinero como para no trabajar en toda tu vida. —dijo con la mirada fija en la carretera. Último capítulo