Me removí incómoda tratando de frotar mis ojos para poder ver mejor pero no pude, abrí mis ojos de golpe observando la habitación en la que me encontraba, era de color azul fuerte con muebles color blancos. A decir verdad la habitación era muy hermosa, con decoraciones finas.
Intenté gritar, sentarme pero no podía ya que estaba atada y amordazada ¿pero que m****a...? Las imágenes de Aiden mirándome de forma fría llegaron a mi mente haciéndome reaccionar, me encontraba quien sabe donde.
Intenté quitar las sogas de mis manos pero el nudo era demasiado fuerte además me causaban daño en mis muñecas, la cinta en mi boca me impedía hablar así que rápidamente entre en pánico.
—alfin despiertas. —dijo Aiden con una sonrisa mientras entraba en la habitación.
Se acerco a mi con paso lento, de forma juguetona esperando divertirse con su presa y para mi mala suerte la presa era yo.
—¿como te sientes? —preguntó de forma divertida.
Le dedique una mirada cargada de odio e ira, lo hacía para molestarme ya que yo no podía responder.
—¡lo siento olvide la cinta! —dijo fingiendo arrepentimiento, pero dudo que sepa el significado de esa palabra.
Quito la cinta sin la menor consideración, causandome daño pero tal parecía que a Aiden le encantaba, solté un leve quejido al sentir el ardor en mi boca.
—¿era necesario la cinta idiota? —pregunte de forma brusca.
Aiden me miró de manera violenta, queriendonme asesinar con la mirada.
—cuida lo que dices, si quieres vivir. —dijo con los dientes apretados mientras jalaba mi cabello con fuerza haciéndome mirarlo fijamente.
—¡que te hice yo! ¡¿porque me tienes aquí?! —pregunte alterada.No había comentado nada acerca del asesinato que lamentablemente presencie, Aiden no tenía razón de tenerme aquí y en este estado.
—desobedeciste mis ordenes. —dijo mirándome con sus penetrantes ojos azules.
—¿solo por eso piensas mantener aquí? —pregunte incrédula, sabía que esa no era la verdadera razón además ¿que importa si duermo con alguien? ¡es mi maldito problema!—eso no te importa. —murmuró de mala gana.
—Julie me encontrará, Marc vendrá por mi. —dije segura.Aiden soltó una carcajada mirándome de forma divertida.
—esos idiotas no son tus amigos, ni familia. —Aiden me miró seriamente, queriendo decir mas.
—¿de que hablas? Y ya ¡sueltame de estas malditas sogas! —grite enfadada.Aiden tomo mi rostro con su mano, apretando mis pómulos de manera brusca, sus labios rozaron con los míos causandonme una extraña y placentera sensación, mi respiración se había detenido, la sangre había dejado de bombear en mi cuerpo dejándome helada.
—tu no me das ordenes, ¿entendiste? —dijo con los dientes apretados mientras que me dedicaba una mirada fría.
Guarde silencio por mucho tiempo, perdiendonme en los hermosos ojos azules que estaban frente a mi, había algo especial en ellos. Había un brillo que me hacía sentir demasiado bien lo que me dejaba desconcertada, ¡es un maldito asesino por el amor al cielo! Tenia que causarme repugnancia y oído hacia el.
Pero parecía que yo era como una maldita polilla atraida por la luz, sabía que me iba a quemar pero no me importaba.
—dejame ir. —murmure con voz débil.
—¿para que sigas tras ese Idiota? ¡ni lo sueñes! —grito en tono posesivo.—¡puedo acostarme, besar y estar con quien me de la regalada gana! —dije tratando de sonar segura, pero estaba muerta de miedo por dentro.Con sus fuertes brazos me sujeto poniéndome de pie, me estampó contra la pared de manera violenta y estrelló su puño a un lado de mi cabeza haciéndome soltar un grito del susto.
—eres mía Paula, no tienes que tener ojos para nadie mas que para mi. —dijo mirándome de con seguridad y arrogancia.
Quise reír, reír hasta soltar lágrimas, ¿lo había dicho enserio? ¡¿suya?! Nunca lo sería.
—estas loco, no soy de nadie, dejame ir ¡por favor! Prometo no decirle a nadie sobre esto pero dejame ir. —dije de manera súplicante, apenas había entrado a la universidad como para tirar todo por la borda.
Guarde silencio cuando vi que saco un cuchillo de sus bolsillos, paso el cuchillo por mis labios de manera suave, sentía como lo helado del metal se deslizaba por mis labios y rostro haciéndome erizar de pies a cabeza.
Solté un grito al sentir como el de manera rápida corto la soga dejándome libre, suspire aliviada pensando en que el me dejaría ir.
—ni creas que esto significa que te iras. —dijo mirándome divertido.Con su cuchillo me hizo una herida superficial en mi labio inferior haciéndome soltar un pequeño quejido.
Intenté apartarlo de mi lado pero era inútil querer mover la gran roca que estaba frente a mi.
El ronroneo al ver como una pequeña cantidad de sangre salía de mi labio, mientras que los suyos poco a poco se iban acercándo a los míos.
Mi cuerpo sencillamente no respondía, no podía hablar, moverme, no podía hacer absolutamente nada. Me había quedado en blanco esperando el siguiente movimiento de Aiden.
Entonces paso lo impensable ¡me beso! Sus labios jugaban con los míos, succionaba mi labio inferior quitando la sangre que estaba hacia unos momentos, me beso con dureza, con posesión.
Como si con ese beso quisiera marcarme, decirme que soy solo de el... Y de nadie mas.
Mi cuerpo no respondía, sentía una placentera sensación al sentir los labios de Aiden sobre los míos, moviéndose de forma violenta y posesiva.Se separó de mi por la falta de aire, pero internamente deseaba que ese beso nunca acabará.Su mirada era intensa, me hacía sentir como una cría fácil de cazar. Nuestras respiraciones era todo lo que podía escucharse en aquella habitacion.—vendré después. —dijo fruncido levemente el ceño en señal de que estaba confundido al igual que yo. —cl... Claro. —murmure desconcertada.Me encontraba tan atur
Me flexione levemente, posicionando mis manos en mis rodillas para recuperar el aire perdido ¡por fin había llegado a casa! El taxi fue tan idiota que me dejó 3 cuadras más abajo de casa.—espero que Julie no esté preocupada. —me dije a mi misa, aunque era imposible ya que estuve casi un día completo fuera de casa, ya estaba comenzado a salir la luna así que tenía que entrar de prisa.Camine hacia la puerta pero me detuve en seco al escuchar como algo se rompía de forma violenta.—¡como que no sabes donde esta la maldita de Paula! —grito mi hermana con rabia. —no es mi culpa, se fue sin decir nada más. —dijo Marc
Un Mes atrás.Punto de vista de Aiden.El teléfono sonó sacandome de mi profundo sueño, gruñi y lo tome de mala gana.—¿que? —dije de mala gana. —levántate flojo, tengo una tarea para ti. —dijo Been Lucena en tono serio.Been Lucena es el líder de la "empresa" todos tenemos una tarea, la mía es matar a los estorbos o amenazas que se nos presentan.—¿a quien tengo que matar? —dije con voz somnolienta.Demonios que quería seguir durmiendo, anoche fue una locura... Fiestas,
Me encontraba en la casa de tío Been, podía escuchar su voz que hacía eco en toda la casa.—¿donde esta Julie? —pregunto mi tío a mis papas. —esta en casa, meditando sobre lo que hizo. —dijo mi padre decepcionado. —es una niña demasiado problemática, a este paso nunca se hará cargo como líder. —dijo mi tío con pesar.—Paula puede tomar las riendas. —dijo mi padre en respuesta. Aiden estaba frente a mi, curando la herida de mi hombro.—dime que esta pasando. —dije sería, ya no soportaba más mentiras.Aiden suspiro con pesar mientras que guardaba las cosas en el botiquín.—por donde empezar —dijo caminando de un lado a otro. —por la verdad. —dije con la mirada gacha. —toda tu vida a sido una mentira, estas rodeada de mafiosos, narcotraficantes y asesinos, tu familia era una de las 4 familias líderes, los mataron cuando eras una bebé —levante la mirada atónita mientras que negaba con la cabeza. —ahora de esas 4 famCapítulo 10
Bufé mentalmente mientras observaba el paisaje a través de la ventana.—¿adonde iremos? —pregunte de mala gana. —nos vamos a Canadá. —dijo mirándome con una sonrisa. —¡¿a Canadá?! Y ¿mis estudios? —pregunte alterada, esto ya es demasiado.Después de una ardua discusión y del trato no tan delicado de Aiden, me hizo subir al auto para alejarnos de todo esto por unas semanas.—créeme, tienes dinero como para no trabajar en toda tu vida. —dijo con la mirada fija en la carretera. Me quede callada en todo el transcurso que quedaba para llegar a Canadá, no podía creer lo que Aiden había hecho.—¿que tienes? —. Me pregunta curioso.—como pudiste —. Susurró petrificada. —eres un asesino —. Digo con voz débil.Tu quieres a ese asesino. Dijo mi subconsciente, negué con la cabeza como si eso fuera a hacer que ya no sienta nada más por Aiden.—nos robo dinero Paula, los que lo hacen merecen la muerte —. Dice serio, parece que que esta perdido en su mundo.No quería discutir más a si que solo Capítulo 12
Baje por las escaleras, respirando el aire fresco que chocaba en mi rostro. Habíamos llegado hace unos minutos.—tenemos que irnos, es muy peligroso que estés aquí —dice Aiden mirándome con total seriedad, aveces puede ser muy controlador—. Si como tu digas AidenEstúpido Aiden.¡Porque mi tío Been me dejaría a cargo! Es claro que no sirvo para esto, de solo imaginar matar a alguien mi estómago se hace un nudo. Aun me parece mentira todo lo que me esta pasando, siento que es un sueño y pronto despertare pero se que no es así.—¿porque tan pensativa? —me pregunta Aiden mirándome con curiosidad, yo suelto una pequeña risa al verlo