°Narra Kenny Stewart° La mirada de Morelia es angustiosa. —Kenny... —menciona mi nombre con la voz temblorosa. Aquello me hace enfurecer mucho más. Mi entrecejo se arruga con potencia. Te salvaré Morelia, nadie podrá tocarte más. —Espera Morelia, por favor, no me temas —replica Collins, no sé qué es lo que exactamente ha sucedido, pero parece que se justifica por algo. Ella torna su rostro hacia él—. Has comprendido mal la situación. Yo... Collins la suelta lentamente, como tratando de mostrar que debería confiarse. —Sea lo que sea, no le creas Morelia —me atrevo a decir con tono recio. Su mirada regresa—. Cree en mí, mírame a los ojos. —Señalo los míos—. No debes confiar en él. —Lo lamento, Morelia —insiste, él—. Debes escucharme. Yo no quería que todo acabara así. —Collins. —La voz temblorosa de Morelia, me indica que está a punto de llorar—. Oí absolutamente todo. Morelia se aleja por completo de él. Él parece avergonzado y sin palabras. —Pe-perdón, Morelia —
°Narra Morelia Dalas°Su cuerpo entero me protege por completo. Su calor y aliento que susurra a mi oído con promesas, me acaba de confortar del terror en el que me encontraba.Su mujer... Él había dicho eso.Esa era yo...Significaba que él... Que él, de verdad... ¿Me recuerda?"Mantente a mi lado... Nada te pasará..."Él... ¿De verdad?¡Pum! ¡Pum! Un disparo tras otro, me alejan de mis ambiguos pensamientos. Aquellos sonidos que nunca he escuchado en mi vida, me van dejando cada vez sorda y más asustada que antes.—Kenny... —Vuelvo a repetir su nombre. Tengo miedo, mucho miedo. No... No quiero, no quiero que le suceda algo—. No puedo tranquilizarme —le digo con un pequeño temblor de cuerpo.—Calma... —me dice con una voz paulatina. No sé cómo lo está haciendo, pero trata de escucharse para mí, muy tranquilo.¿Trata de no ponerme peor?—Kenny —sigo llorando. Y me atrevo a girar el rostro hacia un lado, donde una rendija libre, sin estar cubierta del saco, me deja ver lo que sucede en
°Narra Morelia Dalas°Estoy siendo Infantil. Sí. Estoy llorando como una niñata, pero no me importa. No importa como quedo en su delante.En este momento me siento tan reconfortada confirmar que él está sano y salvo, pavoneándose en el espejo como si le gustara ver ese tonto y robusto cuerpo.Desgraciado.Ante sus últimas palabras, me sereno un poco. Con esa voz rasposa me está agradeciendo por regresar a su vida. Sus ojos oscuros, tan dilatados, derrama la sinceridad en que lo dice.La chillona conmovida sigue su proceso.Sin escuchar una respuesta mía, me da un beso en la frente y me vuelve a abrazar. Esta vez, correspondo a su abrazo y disfruto de su piel cálida.Kenny... no vuelvas a alejarte de mí.Su pecho... su pecho es un locomotor. Sentir ese latir, me hace agradecer a Dios por mantenerlo aún conmigo.De pronto, al saciar por completo mi mente sobre que él está bien. Todo se torna de nuevo turbio.Maycol...Milagros...Me recuerdo de que mi hermano estaba en peligro.Me alejo
°Narra Morelia Dalas°Los minutos pasaron maravillosamente, disfruté de las caricias de Kenny hasta que, sin preverlo, me dormí.No tuve ninguna pesadilla y dormí con inmensa tranquilidad.¿Este tipo de sentimiento es el que tuvo que afrontar él frecuentemente? ¿Así, de esta forma, le hacía sentir yo cuando lo acompañaba en aquellos tiempos angustiosos?Es devastador... Es devastador que incluso en tus sueños no puedas tener la paz que no tienes en la vida real.Es como vivir en un doble infierno. Reflejo un suspiro, preparándome mentalmente de lo que podría suceder de ahora en adelante.Ni bien tomo fuerza, abro la puerta de esa cálida habitación y me encuentro con la mucama en frente de mí. Al parecer, se encontraba en guardia para llevarme al salón donde imagino que todos me esperan.—Señorita por aquí —me dice la señorita. Yo la sigo con un poco de timidez.Quisiera ver a Kenny, quiero verlo. No sé cuánto tiempo estuvo conmigo, pero cuando desperté de nuevo, ya no estaba.En esta
°Narra Morelia Dalas° Sí... era él... era el gran Oliver Stewart. Oliver inicia su recorrido dentro del enorme comedor y se posiciona en el asiento principal. Se acomoda en la silla con un estilo demasiado pulcro y entrelaza con firmeza sus manos sobre la mesa. Mis palabras no salen. Me quedo embobada observándolo. —Diría que mi presencia no te lo esperabas por la forma en cómo me estás mirando. Mis labios tiemblan... todas las personas del lugar desaparecen a mi alrededor. Y mi objetivo solo sigue siendo él. —Cómo... tú... Cómo ustedes —apenas puedo expresar. Mi voz tembleque sigue señalando mi sorpresa— están... ¿Están aquí juntos? Siento tantas emociones que no puedo controlar. Sin darme cuenta ya corre una lágrima sobre mi mejilla, y detrás de ella viene una junta la otra. —De verdad... —murmullo y esa voz grave y sublimemente serena, me hace dirigir mi vista a su rostro. —Todo está bien —Kenny, toma mi mano y me da una leve sonrisa. Todo regresa en sí, todo el
•Narra Maycol Bradwy•Sin poder creerlo, me río por dentro debido a esta nueva circunstancia.—De todos, no me esperaba volver a verte tan pronto—replico un poco atontado. Mis manos están amarrados hacia atrás. —Bueno, ya tocaba una visita a los viejos amigos. —¿Qué tramas ahora? ¿Quieres desaparecerme por no haberme aleado contigo? Ella suelta una risita y camina a mi alrededor resonando sus extravagantes tacos. —Sh... sh... no te esfuerces tanto en hablar querido. Debes guardar energía. —¿Energía para qué? — Para hacer tratos conmigo —me responde y se acerca a mí—. Hermoso cabello —exclama y contornea mi patilla hacia detrás de mi oreja—. Sí, tienen razón, con esta belleza cualquiera se enamoraría de ti. Qué lástima que a las que quieres nunca concuerdan contigo. Esquivo su mano con desprecio. —Es mejor que te dejes de juegos. Sabes que no soy un hombre simple con quien puedes jugar y hacer daño. Sabes bien en quien me he convertido. No puedes tocarme. Devorah reflej
°Narra Morelia Dalas°Era claro que aquella cena iba a ser la última tranquila para nosotros por un largo tiempo. Y, así fue.Después de escuchar el plan que tenía Oliver y los demás, me hizo convencer, el doble, que debía ser parte de esto. Definitivamente, yo era una pieza importante en esta guerra.No podía negarme. Estaba dispuesta a pelear hasta el final a sangre fría por la búsqueda de nuestra paz.El plan consistía en ser oficialmente la pareja de Kenny.Uno; para hacer dudar a los enemigos. Dos; para darme la seguridad de ellos mismos.Entraríamos en una fase de disputas entre hermanos, cosa que sería todo ficticio. Daríamos un grandioso espectáculo para Devorah, Spraw y sus secuaces.Sería muchas cosas contradictorias. Les daríamos aquello que desean ver, pero a la vez, tendrían que aceptar la persona que más odian: YO.Ver a Kenny en el poder, pondría confianza ante ellos. Kenny planeaba mantenerme al margen y seguir con la actuación solo. Quería estar solo en esta pelea, co
°Narra Morelia Dalas° Ante lo que acabo de decir, mi sonrisa es imborrable, mi barbilla se muestra alzada como si de algún tipo de respeto le tuviera al señor Spraw.Obviamente es todo mi sarcasmo. —Tss… Igualada —refunfuña la señora mayor con un terrible semblante de incredibilidad.—¡Como esta se puede expresar con este tipo de palabras! –sigue la más joven con enojo—. Señor Spraw, ¡esto es inaceptable! ¿cómo puede permitir que esta cualquiera le diga suegro?Observo bien a la chica, y la reconozco finalmente.—Kenny, no puedes hacerme esto —grita ella misma. Se ve completamente roja de la rabia.—De todas las personas, no esperaba verte aquí —Kenny, ignorando a la mujer, le dice con disgusto hacia su padre.Spraw reluce una pequeña sonrisita maliciosa y posa su mano al hombro de la chica.―Tranquila Belunia, pido paciencia todo se solucionará —menciona apaciguándola. Pareciera que estuviera convencido de cada paso que piensa realizar.―No… Señor Spraw, ¡no puedo con esto! Esto es