•Narra Kenny Stewart•
—Bien… entonces ¿qué más deseas saber? —le pregunto, regresando mi mirar hacia el frente mientras que a la vez hago un pequeño carraspeo con mi puño cerca de mi mentón.
—Bueno… no estoy segura de si quisiera hablar sobre ello, pero… hace un momento cuando usted tenía la pesadilla, repetía el nombre de Ana antes de que llame por su madre. Eso me sorprendió mucho, porque se veía muy disturbado ¿Ana… Ana es alguien que le hizo mucho daño?
Nos giramos a ver al mismo tiempo y Morelia se pasma al cruzar nuestras miradas, parece que nota mi gran desconcierto por eso de inmediato su gesto se transforma en vergüenza.
—Pe-perdón yo… no quiero que hable de algo que quizás no desea hablar, yo… solo estaba preocupada. Lo-lo siento, creo que estoy siendo
°Narra Maycol Bradwy°Son las 11 de la mañana.¡11 de la mañana! Y no sé absolutamente nada de Morelia.Me siento completamente preocupado y enojado. Ella no realiza este tipo de cosas y me desconcierta que no responda mis llamadas, y lo peor de todo es que no llegó a casa.La esperé, ingresé a su departamento y me mantuve a la espectativa de su llegada desde el sofá a piernas y brazos cruzados, sin embargo, hoy temprano me levanté asustado porque me había quedado dormido. Automáticamente la busqué por toda la casa e igual que ayer, no había ningún rastro de ella.¡Esto era el colmo!Hace una hora decidí salir, porque debía irme rumbo al trabajo, pero mi inmensa preocupación me hizo deambular en contradicciones con mi mente y al final, me arrepentí. Por lo tanto, decidí esperarla un rato más desde aquí dentro de mi auto.—¡Maldición! —golpeo el timón en frente mío con ira.Esta ansiedad definitivamente me está
°Narra Maycol Bradwy° —¿Renunciar? ¿Por qué debería hacerlo? —me responde a la defensiva y eso me molesta aún más. —no pienso hacerte caso ¡jamás lo haría! Es mi decisión, ¡es mi vida Maycol! Gruño y me sostengo de la cabeza, girándome para razonar un poco. Este tipo de peleas las hemos tenido muy pocas veces, pero cuando sucede, solemos decirnos todo tipo de cosas hirientes, sin ningún filtro. —Sigue con lo tuyo y deja de preocuparte por mí. —me declara con expresión seria limpiándose el rostro. —¿Qué no me preocupe por ti? —Ya no soy una niña Maycol. —¡Maldición! —Mi pecho sube y baja, y ya no logro contener mis sentimientos reprimidos. —lo he hecho, siempre lo hago, y siempre lo haré. —¡Ya no es necesario! —Morelia —aprieto mis labios y dándome media vuelta, la sostengo de los hombros, desfogando lo que pasé —me preocupo, así como lo hice ayer. ¡Te esperé! ¡
•Narra Maycol Bradwy•Salgo del edificio inundado en ira y entro a mi auto tronando la puerta sin mayor preocupación.—¡Esto es mierda! —grito encogiéndome con mis manos sosteniéndome de la frente. Luego me recuesto en el respaldar del asiento y tiro un enorme resoplido tratando de relajar todo mi cuerpo.Cierro los ojos y logro tener un poco de paz, entonces la escena de Kenny de hace un momento, se viene a mis pensamientos.«Fui grosero.»Sé que él no tiene la culpa de mis problemas con Morelia, es más, no sabe absolutamente nada. Le debo muchísimo y realmente desde el incidente en la cárcel, es cuando me volví agradecido con él.Prácticamente le debo la vida.Para ser sincero, lo admiro mucho por ser una persona que ha tenido muchas facetas y que pese de ello ha seguido adelante. Cuando salí, no pude comunicarme con él, porque en cierta razón era parte de un pasado que no quería recordar. Planeaba de todos modos reencont
°Narra Morelia Dalas°Su rostro avergonzado me hace congelar por unos segundos.¿Tal vez está ebrio? Bien... bien... puede ser una probabilidad, estuvo en un evento familiar, así que supongo que por ese motivo se encuentra así de sonrojado."¡Despierta Morelia!" me grita mi subconsciente, mientras la fuerza de mi corazón completamente alocado me mantiene petrificada por fuera, pero descontrolada en mis pensamientos.—Se-se lo agradezco... —logro al fin pronunciar y parpadeo incontable de veces, girando mi vista hacia otra dirección que no sea su rostro.Trago saliva, con mis ojos temblorosos y siento que él se gira tirando un pequeño carraspea.«¿Se va?»—Señorita Dalas, iré a recoger unos documentos. —menciona y se dirige directamente a su oficina a paso apresurado. Me volteo de nuevo hacia mi escritorio luego de ver su hermosa espalda
•Narra Kenny Stewart•"EMPRESA TECNOLÓGICA VILLAS"—Significa que de ahora en adelante somos socios... —me dice Maycol estrechando mi mano con la suya, ambos nos sonreímos y todos los presentes comienzan a aplaudir.Si bien es cierto, Maycol será mi cliente y en pocas palabras será como mi superior, pero eso no significa que no seamos iguales, tanto como él y yo, ambos nos necesitamos.Acabamos de firmar el contrato y todo está efectuado.—Es un placer hacer este trato contigo Kenny Stewart —me expresa Maycol y yo asiento.—Opino lo mismo, no te arrepentirás de nuestro servicio por años —respondo.—Señor Stewart —Adam se acerca a mí y me susurra al oído avisándome de que el auto ya llegó y de que todos mis trabajadores ya se encuentran en el restaurante esperándome.—Bien, gracias. —le respondo al pelirrojo, que no deja de relucir su rostro de fe
•Narra Kenny Stewart• —Morelia… —murmuro su nombre, apenas logrando hablar. Me siento tan impactado con lo que me acaba de determinar que no sé que responder. Trago saliva, tratando de analizar sus intenciones. ¿Ella suele hacer esto cuando está ebria? No... no puede ser... ¿Entonces yo le gusto en ese aspecto? —Jefe... lo digo enserio —afirma y me pierdo en esos ojos intensos que me observan como si quisiera devorarme en tan solo un bocado. Ella se acerca a mí y siento su respiración, parece que quiere darme un beso. Debería reaccionar, pero no puedo. Estoy completamente petrificado. —Sí, está bien luego veremos… —de repente la voz de Jessica se escucha acercándose mientras habla al parecer con su acompañante, giro mi vista hacia la entrada y sí, exactamente ella sale de la puerta del restaurante tomada del brazo de aquel hombre que dice ser su novio. Mi gesto se vuelve inexpresivo, olvidando todo aquello que
•Narra Kenny Stewart•«¿Acaba de decir que desea que yo sea su primera vez?»Mi rostro no realiza ninguna expresión por unos segundos, pero su mirada parecida al de un tierno cordero que refleja sinceridad, me hace parpadear de inmediato despertando de este inesperado acontecimiento.Me alejo un poco mientras mantengo la fuerza de mi cuerpo en mis brazos a los lados de ella, y con un sentimiento de arrepentimiento logro apenas decir.—Esto está mal Morelia… —ella no parece sentirse cohibida con mi respuesta, eso me hace desconcertar mucho más.De pronto mirándome aún con esos ojos inundados de lujuria, me muestra una leve sonrisa y sin predecirlo, rodeandome de mi cintura me apega con fuerza a ella y me hace caer en cuestión de segundos forzosamente de costado, para no llegar a aplastarla.«Maldición como terminé de esta manera.&raqu
°Narra Morelia Dalas° Me muevo de un lado, y luego me giro al otro. Esta cama no se parece en nada a la mía. Es más suave de lo normal y se siente completamente extensa.Paso mi lengua por mis labios secos y el sabor y olor a alcohol enloquece mi cabeza.—Ah... —suspiro extendiendo mis brazos e instintivamente me cubro porque siento un poco de aire en mis piernas. Esto se siente extraño, siempre suelo dormir con pijamas largas y no comprendo esta situación.Pestañeo un poco con mi extrañeza y el estruendoso timbre, por la sensibilidad de mi estado, retumba mis oídos como fuertes campanas.—Ah... no puede ser. —Me tapo los oídos y lo escucho por segunda vez.En primer lugar ese no es el sonido de mi habitación, ¿entonces qué sucede?