El novio de la chica que había cuidado a Ava, era un chico sencillo, que había perdido a sus padres siendo un adolescente, desde ese momento, los padres de ella lo adoptaron como miembro de su familia, todo lo ocurrido había puesto de cabeza sus planes, él acababa de terminar su carrera, la chica estaba por terminarla, trabajaba durante sus vacaciones y tiempo libre, querían entre los dos construir un mejor futuro y ayudar a sus padres.Akiro e Ima se fueron a su casa, estaban agotados necesitaban descansar, Guido y la madre de Mateo no sabían que Ava ya estaba libre, Aurora había enfermado, estaba muy mal anímicamente y eso no ayudaba en su recuperación.Cuando Mateo y Ava entraron, Guido estaba sentado en la sala, tenía los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás.—Abuelo —dijo Mateo con la voz quebrada, parecía que Guido había envejecido mucho más en esos días, Mateo sintió una opresión en su pecho al verlo, le dolía el sufrimiento de su abuelo.—¡Hijo! —Guido se paró y abrazó
Durante toda la mañana, Ava no pudo sacar de su cabeza ni un solo instante la extraña actitud de Mateo, ¿Qué era lo que estaba sucediendo?Mientras desayunaban, Lola la notó extraña, inquieta, enseguida se acercó a ella para ver qué era lo que pasaba.—Mi niña, ¿Qué es lo que te pasa? —La nana la conocía perfectamente, y tan solo al verla se dio cuenta de su estado de ánimo, aunque Ava trataba de disimularlo.—No es nada nana. —No quería preocuparla, ya había tenido demasiado durante su secuestro.—Ava Miller, te he cuidado durante toda tu vida, así que no me vengas con que no pasa nada, así que anda, cuéntame qué es lo que te está haciendo sufrir, puedo notarlo.La chica se le quedó viendo a la nana, aunque lo intentara no podría engañarla, sabía que a Lola era imposible engañarla, la mujer prácticamente adivinaba cuando ella estaba mal.—Es Mateo, nana, lo he notado extraño, no sé qué es lo que pasa. —Dijo profundamente afligida.—Hija, sí de algo estoy completamente segura es de qu
Mateo salió un rato después ya arreglado, pues el vestidor estaba junto al baño, notó tristeza en el rostro de Ava, se acercó a besarla pero ella volteó el rostro, él sonrió pero ella no correspondió la sonrisa.—¿Pasa algo bella? –preguntó divertido.—No —ella respondió seriamente.—Entonces vamos.Estaba muy nervioso y ella lo notaba, se despidieron de Guido, Aurora y de Lola que sería quien cuidaría a su hijo, notaron que algo no estaba muy bien entre la pareja, eran tan transparentes como el agua, esos muchachos, de seguro perdían el tiempo enojados por alguna tontería, a sus años sabían que eso no tenía caso.Guido recordó a su esposa, la abuela de Mateo, ellos eran uno de esos pocos amores que se pueden considerar eternos, siempre juntos, a pesar de todo, cuando sus padres los comprometieron sin su consentimiento, reaccionaron furiosos, nunca se habían visto.El día de la celebración del compromiso en la mansión de los padres de ella, fue que Guido la vio cuando bajaba las escal
Subieron a bañarse en el baño de la que sería su habitación, Mateo colocó un poco de jabón en una esponja y empezó a recorrer el cuerpo de Ava con ella, limpió suavemente su espalda.Ella se volteó puso jabón en sus manos y comenzó a recorrer el amplio pecho de Mateo, él sonrió con esa sonrisa de lado que ella tanto amaba, la temperatura empezó a subir mucho más de lo normal.Las siluetas de los dos enamorados prodigándose amor, se distinguían a través de las puertas de vidrio, que aunque empañadas permitían observar lo que ocurría dentro.Más tarde bajaron ya arreglados, la ropa que llevaban era informal, Ava se puso un vestido corto, sin tirantes, suelto, en color azul fuerte que resaltaba el azul intenso de sus ojos, ese día decidió no ponerse los pupilentes, llevaba su cabello recogido en una cola alta.Mateo llevaba un pantalón deportivo blanco y una playera también celeste, Máx al verlos pensó que se veían muy bien juntos —tal para cuál— eran una pareja perfecta.Subieron al aut
Teodoro estaba casi seguro de que Ava no podría haber recuperado la vista, se habían encargado de que no fuera así para poder manejar su herencia, como pudo pasar por alto ciertos detalles en ella.De pequeña, sólo había visto en contadas ocasiones, no recordaba si habían sido dos o tres, pues Lola era la encargada de cuidar de ella, conforme fue creciendo empezó a observar que era muy bella, fue ahí que decidió que se casaría con ella, recordaba el día que murió su primo como uno de los más felices de su vida.Pensaba que su informante se había equivocado cuando le envío la información, pero estuvo en Verona en el mismo lugar que ellos y claramente escuchó que Mateo llamaba a la chica Ava y no Grecia, por eso tomó un acercamiento de su cara y lo envío a Teodoro.Ahora más que nunca debía tenerla a su lado y comprobar si se habían burlado de él, eso no se los perdonaría jamás, habló con su abogado para que arreglara los documentos necesarios, si esa chica era en realidad su sobrina, l
Ava notó la actitud extraña de Mateo, lo sentía inquieto, recostó su cabeza en su pecho mientras lo abrazaba.—¿Pasa algo amore?—No bella, todo bien.—Te noto extraño, ¿Seguro que está todo bien?—No pasa nada, solo estoy algo cansado.Ava intuía que algo le preocupaba, lo conocía demasiado bien, haría lo posible para que se olvidara por un momento de los problemas, llegaron a Miami por la noche.Enseguida se dirigieron directo al hotel a dejar el equipaje para después ir hacia el restaurante, no habían cenado y los chicos ya se estaban poniendo gruñones.Las chicas lo notaron y entre ellas hacían bromas sobre cómo los chicos se estaban convirtiendo en ogros y lo que provocaba el hambre en ellos.Los chicos comieron en silencio mientras ellas los observaban divertidas.—Cuando terminen de observarnos pueden empezar a comer chicas —gruñó Tadeo, lo que provocó que las chicas se rieran aún más.—Lo siento, lo que pasa es que a ustedes con el hambre se les van las palabras —contestó Ava
Por su parte Máx observaba a la pelirroja que también se encontraba asombrada recorriendo el sitio.—¡Mira este lugar tan bello! Han dejado una enorme cesta con chocolates y otros aperitivos, también hay una botella de la mejor champaña, hay que abrirla y brindemos por nosotros, por nuestros amigos, por todo esto, por estar en un lugar que nunca imaginé. —Morgana veía todo aquello con alegría.—Brindemos entonces.Contestó John mientras tomaba la botella para abrirla, vertió un poco del contenido en las copas, sonrió mientras la veía beber el contenido, él tenía ahorrado casi todo lo que había ganado trabajando, no había tenido nunca novia, tan solo encuentros casuales, tenía la seguridad de que podría darle a Morgana la mejor vida posible, su madre que era su única familia había muerto años atrás.Él mismo se sorprendió cuando se vio inmiscuido dentro de una relación con aquella chica, para él era demasiado tarde, ya no había marcha atrás.Morgana también lo tenía solo a él, sus padr
Afortunadamente Lola por su edad no escuchaba muy bien, así que ella durmió tranquila junto al pequeño, sin escuchar lo que a su alrededor sucedía.En su habitación, Mateo y Ava disfrutaban al estar juntos, él le había enseñado a disfrutar más allá del límite de lo permitido, por su parte ella lo satisfacía completamente, no necesitaban más, solo el uno al otro.Akiro e Ima por su parte, se complementaban absolutamente, estaban acostumbrados a estar en un ambiente de mucha sensualidad en el club, se permitían ver a otros, pero jamás los tocaban, eso era algo exclusivo de ella y de él.Máx y Morgana congeniaban muy bien, él al principio se contenía demasiado, ella lo fue llevando un poco más allá cada vez, ahora bromeaba con eso fingiéndose arrepentida, pues se había vuelto imparable.Camila y Tadeo eran también muy apasionados, desde la primera vez que estuvieron juntos se dieron cuenta de que se satisfacían completamente, la chica era fuego puro y eso Tadeo lo disfrutaba completament