Subieron a bañarse en el baño de la que sería su habitación, Mateo colocó un poco de jabón en una esponja y empezó a recorrer el cuerpo de Ava con ella, limpió suavemente su espalda.Ella se volteó puso jabón en sus manos y comenzó a recorrer el amplio pecho de Mateo, él sonrió con esa sonrisa de lado que ella tanto amaba, la temperatura empezó a subir mucho más de lo normal.Las siluetas de los dos enamorados prodigándose amor, se distinguían a través de las puertas de vidrio, que aunque empañadas permitían observar lo que ocurría dentro.Más tarde bajaron ya arreglados, la ropa que llevaban era informal, Ava se puso un vestido corto, sin tirantes, suelto, en color azul fuerte que resaltaba el azul intenso de sus ojos, ese día decidió no ponerse los pupilentes, llevaba su cabello recogido en una cola alta.Mateo llevaba un pantalón deportivo blanco y una playera también celeste, Máx al verlos pensó que se veían muy bien juntos —tal para cuál— eran una pareja perfecta.Subieron al aut
Teodoro estaba casi seguro de que Ava no podría haber recuperado la vista, se habían encargado de que no fuera así para poder manejar su herencia, como pudo pasar por alto ciertos detalles en ella.De pequeña, sólo había visto en contadas ocasiones, no recordaba si habían sido dos o tres, pues Lola era la encargada de cuidar de ella, conforme fue creciendo empezó a observar que era muy bella, fue ahí que decidió que se casaría con ella, recordaba el día que murió su primo como uno de los más felices de su vida.Pensaba que su informante se había equivocado cuando le envío la información, pero estuvo en Verona en el mismo lugar que ellos y claramente escuchó que Mateo llamaba a la chica Ava y no Grecia, por eso tomó un acercamiento de su cara y lo envío a Teodoro.Ahora más que nunca debía tenerla a su lado y comprobar si se habían burlado de él, eso no se los perdonaría jamás, habló con su abogado para que arreglara los documentos necesarios, si esa chica era en realidad su sobrina, l
Ava notó la actitud extraña de Mateo, lo sentía inquieto, recostó su cabeza en su pecho mientras lo abrazaba.—¿Pasa algo amore?—No bella, todo bien.—Te noto extraño, ¿Seguro que está todo bien?—No pasa nada, solo estoy algo cansado.Ava intuía que algo le preocupaba, lo conocía demasiado bien, haría lo posible para que se olvidara por un momento de los problemas, llegaron a Miami por la noche.Enseguida se dirigieron directo al hotel a dejar el equipaje para después ir hacia el restaurante, no habían cenado y los chicos ya se estaban poniendo gruñones.Las chicas lo notaron y entre ellas hacían bromas sobre cómo los chicos se estaban convirtiendo en ogros y lo que provocaba el hambre en ellos.Los chicos comieron en silencio mientras ellas los observaban divertidas.—Cuando terminen de observarnos pueden empezar a comer chicas —gruñó Tadeo, lo que provocó que las chicas se rieran aún más.—Lo siento, lo que pasa es que a ustedes con el hambre se les van las palabras —contestó Ava
Por su parte Máx observaba a la pelirroja que también se encontraba asombrada recorriendo el sitio.—¡Mira este lugar tan bello! Han dejado una enorme cesta con chocolates y otros aperitivos, también hay una botella de la mejor champaña, hay que abrirla y brindemos por nosotros, por nuestros amigos, por todo esto, por estar en un lugar que nunca imaginé. —Morgana veía todo aquello con alegría.—Brindemos entonces.Contestó John mientras tomaba la botella para abrirla, vertió un poco del contenido en las copas, sonrió mientras la veía beber el contenido, él tenía ahorrado casi todo lo que había ganado trabajando, no había tenido nunca novia, tan solo encuentros casuales, tenía la seguridad de que podría darle a Morgana la mejor vida posible, su madre que era su única familia había muerto años atrás.Él mismo se sorprendió cuando se vio inmiscuido dentro de una relación con aquella chica, para él era demasiado tarde, ya no había marcha atrás.Morgana también lo tenía solo a él, sus padr
Afortunadamente Lola por su edad no escuchaba muy bien, así que ella durmió tranquila junto al pequeño, sin escuchar lo que a su alrededor sucedía.En su habitación, Mateo y Ava disfrutaban al estar juntos, él le había enseñado a disfrutar más allá del límite de lo permitido, por su parte ella lo satisfacía completamente, no necesitaban más, solo el uno al otro.Akiro e Ima por su parte, se complementaban absolutamente, estaban acostumbrados a estar en un ambiente de mucha sensualidad en el club, se permitían ver a otros, pero jamás los tocaban, eso era algo exclusivo de ella y de él.Máx y Morgana congeniaban muy bien, él al principio se contenía demasiado, ella lo fue llevando un poco más allá cada vez, ahora bromeaba con eso fingiéndose arrepentida, pues se había vuelto imparable.Camila y Tadeo eran también muy apasionados, desde la primera vez que estuvieron juntos se dieron cuenta de que se satisfacían completamente, la chica era fuego puro y eso Tadeo lo disfrutaba completament
Mateo fue recuperando la consciencia poco a poco, quiso moverse y no pudo, se dio cuenta de que se encontraba atado a una silla, escuchó los gritos de súplica de Ava, volteó a ver hacia donde provenían los gritos esperando lo peor.Los hombres de Teodoro asesinaban uno a uno a sus guardaespaldas, pudo ver que estaban atados de pies y manos, agachó la cabeza sintiéndose impotente, definitivamente había sido una muy mala idea ofrecerles la misma comida que les habían llevado a ellos.Todos sus amigos también estaban atados, y agrupados en una misma área, a él lo habían dejado retirado, de frente hacia donde estaban los otros.Tadeo, Camila, Morgana, Ima y Ava se movían desesperados, intentando aflojar las cuerdas que los mantenían inmóviles, Mateo buscó con la mirada a Máx y a Akiro, pero no los encontró, imaginó que Miller también los había asesinado, sintió un profundo dolor en el pecho.Los chicos estaban amordazados, excepto Ava y Mateo, Teodoro sonrió cínicamente cuando notó que Ma
La policía pidió que el grupo acudiera a declarar, pero en las condiciones que se encontraban fue imposible, las chicas no podían hablar, estaban completamente conmocionadas, las autoridades les permitieron irse, podrían declarar en cuanto se tranquilizaran.Las alojaron en un hotel después de atender la herida de Ava que afortunadamente era superficial, fue una noche muy larga para las chicas, Ava tenía episodios de angustia que no podía controlar.En ese estado no le permitieron estar en el hospital, Lola estaba en otra habitación con el pequeño, Máx le pidió que no se acercaran a Ava, pues estaba completamente fuera de sí, en su aterrorizada mente pensaba que le estaban ocultando que Mateo estaba muerto.Máx se encargó de llamar a guardaespaldas de su confianza para que vigilarán, con ese loco suelto no podían confiarse, igual puso vigilancia en el hospital, aunque la policía ya lo había hecho creía que no era suficiente.También se encargó de hacer los trámites para que regresaran
Guido se quedó para cuidar a su nieto, mientras los demás viajaban a Milán para sepultar a Tadeo, Morgana cuidaría de Camila cuando los demás regresarán a Hawái para estar con Mateo, la pelirroja tenía miedo de que a Máx le pasará algo.El sepelio fue muy triste, el cielo parecía compadecerse del dolor de los ahí presentes, una ligera llovizna comenzó a caer en ese momento.Camila se abrazó al féretro antes de que lo bajaran, se había quedado de nuevo sola en el mundo, aunque pronto tendría a su lado a su pequeño, al haberse casado con Tadeo por bienes mancomunados, todo lo que era de él pasaría a sus manos, así no quedaría desamparada, él aun después de su muerte, había cumplido su promesa de evitar que ella sufriera de esa manera.Al terminar el sepelio, Camila se negaba a abandonar el cementerio, no quería dejarlo solo.—Por favor, no puedo irme de aquí, tengo que acompañarlo, él ya no quería volver a estar solo. —Su llanto desgarrador rompía el corazón de quienes la escuchaban.—C