Ese día Daría llegó de Estados Unidos con sus padres, su suegro quería hablar con él sobre la fecha de la boda, la gente empezaba a burlarse de su hija, y eso no iba a permitirlo, Mateo fue a recibirlos al aeropuerto, tendría que esperar por un buen rato, el vuelo estaba retrasado.Se sintió fastidiado de tener que esperarlos, Daría había prometido conseguir los archivos que necesitaba de Teodoro, a cambio tenía que decirle a su padre una fecha definitiva sobre la boda, estaba sumido en sus pensamientos, cuando volteó vio a Tadeo, notó que estaba acompañado de una joven mujer, era de tez muy blanca, su cabello largo, negro, era delgada pero con muy buen cuerpo, se dirigió hacia ellos.Ava había llegado a Milán acompañada de Tadeo, en Suiza se había sometido a la cirugía para recuperar la vista, habían drenado líquido acumulado en el nervio óptico secundario, el médico después hizo un implante de células madre corneales, tardó tres meses en recuperar la vista completamente, fue difícil
El padre de la chica solo gruño, ¿Cómo era posible que no pudiera dejar todo de lado para darle gusto a su pequeña? Tenía que ser un gran tonto para no apresurarse a casarse con una chica tan bella como ella.Se retiraron de ahí para acudir a un restaurante, lo menos que quería Mateo era que lo vieran con esas personas, sabía que no faltaría el indiscreto que le tomaría una foto para publicarla con tal de ganar dinero, todo lo que aportará al escándalo del momento era válido para los oportunistas.Después de la cena los llevó al departamento de Daría con el pretexto de tener que regresar de inmediato a la oficina, se sintió liberado cuando pudo deshacerse de ellos.En cuanto salió de ahí dio un respiro profundo, los padres de esa mujer eran iguales a ella, no se creía el cuento de que no supieran como era en realidad su hija.Se dirigió al bar donde estaba Akiro, lo encontró en un privado, con dos chicas acompañándolo, el japonés no perdía el tiempo, llevaban una relación muy abierta
ConfundidoAva intentó no demostrar su sorpresa, se puso demasiado nerviosa, inhaló profundamente para agarrar valor, espero un momento, después abrió la puerta y ahí estaba él, tan guapo como siempre, con esa sonrisa sexy que derretiría a cualquiera, la camisa que traía permitía observar muy bien lo definido de sus músculos, ella mordió su labio instintivamente, a él eso le pareció muy sexy, la observó de arriba abajo, lucía hermosa con ese vestido ajustado que dejaba apreciar sus curvas.—Buonanotte.—La saludó con esa ronca voz que tenía la capacidad de hacerla temblar tan solo al escucharla, esa voz que tanto había escuchado en la oscuridad y que todo el tiempo le parecía escuchar cuando cerraba los ojos.—Buenas noches, señor Licciardi. —Ava usó la poca cordura que le quedaba para poder responderle.—Solo quería felicitarla, su interpretación fue maravillosa —dijo entregando el ramo y dándole la mejor de sus sonrisas.—Muchas gracias —contestó mientras recibía el ramo, tratando de
Ava observaba a su pequeño hijo, se había dormido entre sus brazos, para ella era el bebé más bonito del mundo, recordaba el gran reto que había sido para ella cuidarlo al principio, y la gran desesperación y dolor que sintió por no poder verlo ni atenderlo como debía, la primera vez que vio su rostro, se quedó maravillada, ver su pequeña y dulce carita, era un completo milagro de la vida.Tiempo después de que la operaron, le quitaron la venda de los ojos, al principio no podía de ver nada, tanto el médico como ella se habían dado por vencidos, increíblemente después de unos días comenzó a percibir un resplandor, poco a poco las imágenes fueron tomando forma, la cirugía y el implante de células corneales habían sido un éxito, tanto ella como el médico se sorprendieron.Al otro día por la mañana en la oficina de Tadeo, Ava habló con él para saber qué tanto había avanzado la investigación, ya que no le había informado aún, estaba preocupada porque las cosas no habían avanzado.—¿Han lo
Tadeo hizo un esfuerzo por que ella no se diera cuenta de lo mal que se estaba sintiendo.—No te preocupes, lo noté, por eso te seguí el juego. —El detective no tuvo otra opción más que contestar de esa manera.Continuaron bailando y tomando un rato más, Ava quería demostrarle a Mateo que estaba con Tadeo y que no le importaba lo que él pensara.Se movía lenta y sensualmente en la pista, Mateo creía que después de ver cómo se movía esa mujer, necesitaría un buen baño de agua fría, Akiro estaba igual de interesado en la pareja que se encontraba sobre la pista, volteó a ver a su amigo que no perdía detalle, Mateo sí que estaba jodido, creía ver en cada chica hermosa a Ava, tenía que convencerlo de que fuera a terapia o terminaría en el manicomio, de eso no tenía duda.No quedaba rastro del Mateo que conocía, jamás lo había visto así por una chica, las mujeres que buscaba antes de Ava, eran solo aventuras pasajeras, jamás hablaba de ellas, por eso decidió en alejar a Clara, la chica se l
Ava decidió seguirle el juego, no se dejaría intimidar por Mateo.—Si quiere jugar, juguemos— se dijo a sí misma, también colocó su mano en la pierna de Mateo, la empezó a mover de igual manera, de arriba a abajo, lentamente hasta detenerse cerca de su entrepierna, Mateo retiró su mano, enseguida empezó a sudar copiosamente, había perdido el juego, pensaba en ponerla nerviosa, pero ahora el que estaba en líos era él.El pobre sudaba copiosamente, Ava estaba disfrutando del momento que le estaba haciendo pasar, no tocó en ningún momento algo más allá que la parte superior de su pierna, pero eso fue suficiente para ponerlo muy nervioso, él no pensó que ella reaccionara así.—¿Está usted bien señor Licciardi? —Preguntó Tadeo al verlo sudar de esa manera.—Sí, es solo que la comida está algo picante.—Debes tener cuidado con eso —dijo Grecia con una sonrisa — las cosas demasiado picantes suelen ser peligrosas.—Gracias, Grecia, lo tomaré en cuenta la próxima vez. —Contestó mientras se aba
Ava se sentía nerviosa ante la mirada insistente de su tío, quería alejarse lo más rápido posible.—Señorita Grecia, me gustaría invitarla a cenar algún día de estos, si me gusta darme su número de teléfono, esta es mi tarjeta por si se le ofrece algo, no dude en llamarme. —Teodoro quería llamar la atención de la chica.—Gracias señor Miller, es usted muy amable, estoy por cambiar mi número de teléfono, por lo cual no tiene caso que se lo de, pero yo me comunico con usted alguno de estos días y con gusto aceptaremos su invitación para comer con usted.La acompañante de Teodoro, miraba con odio a Grecia, no sabía porque esa chica le generaba desconfianza y no era solo porque había notado las desmedidas atenciones que Teodoro tenía para con ella, era algo más, una sensación extraña que no lograba identificar.Akiro se acercó a Mateo que ya estaba harto de soportar palabras de aliento de tantas personas.—Amigo eso fue épico, bien dijiste que no quedarías como el malo del cuento.—Es sol
Ava tenía muchas dudas, esperaba esa misma noche resolverlas.—Entiendo que esa chica que dices te hizo sufrir mucho, lo que no entiendo es que si la amas a ella, ¿Porque te ibas a casar con Daría? —Tenía que saber por qué lo había hecho.—Daría era la asistente del tío de Ava, necesitaba conseguir unos archivos para que ella pueda recuperar la herencia que le dejaron sus padres, la única manera que tenía de conseguir esos archivos era mediante esa mujer, tenía que lograr que aceptará ayudarme.—Ahhhh ahora entiendo.Ava se sintió terrible, todo lo que él estaba haciendo era por ella, aún cuando lo había lastimado tanto, deseaba decirle que era ella, que lo amaba, pero sabía que no la perdonaría, sobre todo cuando se enterara de que tenían un hijo, tenía que buscar la manera de acercarse a él nuevamente.—¿Por qué? —Mateo hizo esa pregunta mientras la miraba fijamente.—¿Por qué, qué? No entiendo, Mateo. —Ava sintió por un momento que tal vez la había descubierto.—¿Por qué una mujer