| | |CAPÍTULO| | .✧. DIEZ| .✦. El Príncipe Blacklane—Ya te estabas tardando mucho.Aurora mira disimuladamente detrás de Oscar Atherton. Con un nudo en el estómago, se da cuenta de que la puerta del salón está más lejos de lo que recuerda.—Lo siento, no sabía que usa el baño de damas —comenta cautelosa.Sus palabras ensanchan la sonrisa sardónica del hombre.—Bonita e ingeniosa. ¿Qué más sorpresas ocultas?Aurora se aparta poco a poco del alcance de Oscar Atherton. El pasillo es lo suficientemente amplio para que pueda escabullirse por un extremo.—Ninguna que le interese —replica ella—. Con permiso.El hombre persigue sus pasos, sin embargo, obligándola a retroceder en dirección contraria.—¿A dónde vas con tanta prisa?Vuelve a mirar detrás de él. Luego mira detrás de ella, agarrándose la falda antes de que la pise con los tacones y se tropiece, por caminar de espaldas. Hay unas puertas dobles de cristal, abiertas. La está guiando hacia allí, no cabe duda.Cada vez más tensa y a
| | |CAPÍTULO| | .✧. ONCE| .✦. La pequeña oveja en el mataderoEl mundo da vueltas alrededor de Aurora. Ella permanece en el suelo, acurrucada y congelada, frente a la escena de un crimen.El cuerpo de Oscar Atherton se desploma como un saco de patatas cuando la mano del príncipe deja de sostenerlo en el aire. Sin embargo, Aurora es incapaz de concentrarse en algo que no sea el rostro de Lucian Blacklane; la boca cubierta de sangre brillante, los ojos de plata mirándola directamente, los colmillos que se vuelven a esconder.—Aurora.Cuando él murmura su nombre, el hechizo estalla.—Tú… Acabas de… Él está… No se mueve. ¿Por qué? —susurra, teniendo dificultades para apuntar el cuerpo inerte de Oscar Atherton, con el brazo torcido en un ángulo antinatural y la garganta rebanada de lado a lado. La imagen grotesca entra por sus ojos, pero no llega a su mente. Una parte de ella sabe que debería estar gritando o derramando el champagne caliente en su estómago en este preciso instante.—¿Qu
| | |CAPÍTULO| | .✧. DOCE| .✦. La mansión BlacklaneVe sangre.No es raro que vea sangre, cuando tiene estos sueños.Debe ser su familia, sus abuelos, sus bisabuelos. Los ve en Rayrane Hills y los lugareños los adoran. A los hombres, porque las mujeres suelen ser de otras familias, de otro linaje. Los hombres Corbet son amados.No obstante, siempre hay una mujer de sangre Corbet cuando Aurora sueña. Es una mujer hermosa, dura y no es odiada por ser lo que es. Todo lo contrario. La gente susurra sobre su belleza, admira su tenacidad y respeta su opinión. ¿Quién es? ¿Por qué está en Rayrane Hills? Aurora sospecha que la ha visto en otra parte.«Despierta»Las imágenes se desvanecen, poco a poco. Aurora se aleja del sueño sin protestar, aunque la mujer Corbet la mire fijamente y estire la mano, diciéndole algo que no logra escuchar.Sea lo que sea, Aurora lo olvida en cuanto despierta.Lo primero, es el olor. Ese aroma picante a geranio y canela entra por su nariz y suaviza cada punto d
| | |CAPÍTULO| | .✧. TRECE| .✦. La princesa atrapada en el castilloLos sueños que tiene los recuerda cuando se ve en el espejo y su cara se parece mucho a la mujer que ve en ellos siempre.¿Tal vez es una mujer Corbet del pasado?¿Tal vez está enloqueciendo?Se viste con una sudadera y unos joggers, porque no tiene más nada que ponerse de su ropa. Ryland es muy amable al conseguirle ropa, aparte del desayuno.Las horas transcurren despacio, torturándola, y Lucian brilla por su ausencia en cada una. Lo más inquietante de todo es que no puede salir de la habitación hasta que él ordene lo contrario.—A ver, entiéndelo, el amo Lucian me va a castigar si lo desobedezco —explica la chica conductora, con una risita divertida que debería ser más bien una mueca de terror.¿Qué tiene de gracioso un vampiro manipulador y mandón amenazándola con castigos? ¡¿Por qué no está asustada de solo imaginarlo?!—De veras no entiendo cómo puedes hablar tan tranquila de eso. ¡Hablas de castigo! —protesta
| | |CAPÍTULO| | .✧. CATORCE| .✦. El verdadero villanoCon los puños cerrados, Aurora se pone alerta.—¿Qué vas a hacer ahora? ¿Me matarás a mí también? —protesta ella, recordando la manera cruel y sanguinaria en la que tomó represalias.Para su sorpresa, Lucian permanece en el mismo lugar, tenso y mortalmente inflexible, pero no se mueve, no se le lanza encima como lo hizo con Oscar Atherton.—Ese hombre estaba a punto de violarte. Estaba encima de ti cuando aparecí. Te liberé de sus asquerosas manos antes de que pudiera tocarte y arruinarte —sisea Lucian con los labios entreabiertos y los colmillos ligeramente asomados, pero no tan evidentes como la noche anterior. La vena en su cuello se dilata y su olor amaderado se intensifica.Aurora tira del cuello de la sudadera, sintiéndose sofocada; se da cuenta de que está haciendo calor.—Eso no te convierte en un héroe.Una sonrisa se despliega en la boca tentadora de Lucian.—¿Y quién ha dicho que lo soy?En un impulso, Aurora agarra u
| | |CAPÍTULO| | .✧. QUINCE| .✦. Fríamente calculadoGolpea con sus puños la puerta, varias veces, hasta que sus nudillos protestan. Se rinde dos horas después, porque nadie la oye ni la ayuda. Las únicas personas que sabe que están en la mansión Blacklane son Lucian y Ryland. El primero es el causante de su encierro, y la segunda jamás traicionaría al primero. Se le nota.Cuando se calma y se derrumba en la enorme cama, gruñe resentida. Es injusto que huela delicioso, y que el aroma a canela le recuerde a Lucian. Las sábanas son suaves y cálidas. Podría quedarse dormida si baja la guardia y soñaría feliz, porque esto es un paraíso y no debe serlo.Antes de que sus párpados la traicionen, Ryland reaparece en la habitación como un huracán y sus sentidos se alertan.—El amo Lucian la espera para cenar, mi lady —le dice la chica conductora con mucha seriedad, comportándose como una de esos mayordomos de alta clase. Sin embargo, Ryland parece que no puede ser muy seria durante mucho rat
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECISÉIS| .✦. Una cena sangrientaLas orientaciones de Ryland son una maravilla, no lo puede negar. Se siente de la realeza cuando se ve en el espejo. El largo vestido es de seda verde esmeralda, acentuado en la cintura y revelador en la espalda. Al principio, le incomodaba el escote en pico debido a su escasa “pechonalidad”. La insistencia de Ryland la convenció de lo contrario, y luego se lo agradecerá. No le molesta tanto cómo se la forma V se ajusta a la curva de sus pequeños montículos. El collar, los aretes y el brazalete (todo de plata y esmeralda) son elecciones de Ryland; según ella, sería un desperdicio no usarlo si para eso es que lo tiene allí.Ryland la deja salir de la habitación finalmente, siempre escoltándola. Bueno, si la habitación la tiene impresionada, el resto de la mansión casi la deja con la boca abierta. Por un momento espera un lugar tétrico, pasado de moda y muy vampírico. Su criterio es revocado. La arquitectura es armoniosa, ornamen
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECISIETE| .✦. Una esposa para el vampiro—Estás hablando de... Espera. ¿Yo? ¿Casarme contigo? —tartamudea anonadada, alternando su mirada entre el Príncipe Blacklane y la cajita dorada—. ¿Cómo que casarte conmigo? ¿De qué estás hablando?Lucian se encoge de hombros y se bebe la última gota de sangre antes de llamar a Ryland para que le rellene la copa. Ella lo hace muy gustosa, siempre muy servicial, retirándose en cuanto termina.—Escuchaste muy bien, dulce criatura. —Levanta la copa como si estuviera haciendo un brindis por su futura boda, lo cual es discordante, porque ni siquiera es una propuesta; suena a que es una afirmación—. Serás mi esposa. Acostúmbrate a la idea. Será más fácil para los dos.Oh, sí, tan fácil como odiarlo. Sin embargo, Aurora no encuentra nada qué decir al respecto. Simplemente se queda callada, sosteniendo la cajita dorada. El anillo es exquisito, para qué negar lo que es verdad. Es de oro, con una banda gruesa y ramificada en tres,